Los pediatras de EE UU quieren acabar con el azote, los gritos y las humillaciones a los ni?os

Los pediatras estadounidenses han cerrado filas contra el uso de los azotes, las humillaciones y los gritos para educar a los hijos. Estos expertos acaban de publicar una gu¨ªa dirigida a profesionales sanitarios y educativos que endurece su postura contra el abuso f¨ªsico y verbal ejercido sobre los m¨¢s peque?os de la casa como medida correctiva. Los especialistas de Estados Unidos, que suman 67.000 profesionales en todo el pa¨ªs, no hac¨ªan una actualizaci¨®n a este respecto desde 1998, seg¨²n informan en un comunicado distribuido por varios medios del pa¨ªs y que se publicar¨¢ el pr¨®ximo 6 de diciembre en la revista Pediatrics, bajo el t¨ªtulo: Disciplina efectiva para criar ni?os sanos.

M¨¢s informaci¨®n

?Debo animar a mi hijo a defenderse pegando?

Un cachete a tiempo... tiene los efectos opuestos a los que buscas

El objetivo de las nuevas pol¨ªticas, que se presentar¨¢n en la National Conference & Exhibition 2018? de la Asociaci¨®n Americana de Pediatr¨ªa en Orlando, es que ¡°los expertos animen y asistan a los padres para que desarrollen m¨¦todos educativos distintos de pegar ante una conducta indeseable de su hijo¡±. De forma, a?aden, que los ¡°adultos a cargo de menores no deben nunca recurrir al azote o a la bofetada y s¨ª tienen que ser capaces de usar conductas apropiadas de refuerzo, de poner l¨ªmites o redirigir una mala conducta y as¨ª asentar recursos ¨²tiles para el futuro del ni?o¡±.

La gu¨ªa enfatiza el papel de los pediatras hacia las familias, ¡°como un proveedor eficiente y eficaz de informaci¨®n¡±. Cabe recordar que una de las primeras relaciones que se establece con la llegada de un beb¨¦ al hogar es con este especialista, una figura fundamental en los dos primeros a?os de vida y que sigue la evoluci¨®n del menor, en muchos casos, hasta los 14 a?os o m¨¢s. Por lo que esta relaci¨®n padres y m¨¦dico desde el minuto cero favorece que los pediatras informen sobre las consecuencias del castigo f¨ªsico o verbal desde muy temprano.?

Adem¨¢s, sostienen que la publicaci¨®n de dicho protocolo coincide en el tiempo con un momento en el que en EE UU solo un 6% o, todav¨ªa un 6%, de los especialistas tiene una opini¨®n positiva acerca de los azotes y solo un 2,5% espera que dicho comportamiento tenga un cambio positivo en la conducta del menor. Adem¨¢s, uno de los autores de las nuevas pol¨ªticas, Robert D. Sege, asegura que "las buenas noticias son que cada vez menos padres apoyan este tipo de castigos que en el pasado", seg¨²n explica en un comunicado. "Aunque todav¨ªa el castigo f¨ªsico sigue siendo legal en demasiados estados", prosigue Sege, "a pesar de la evidencia existente de que ejercer violencia sobre los ni?os produce da?o y no solo f¨ªsico y mental, sino tambi¨¦n tiene un efecto negativo en c¨®mo se desarrollan en la escuela, en la vida y en sus relaciones con sus iguales".

El maltrato f¨ªsico al menor y sus consecuencias

La convenci¨®n de los Derechos del Ni?o de la ONU de 1989 ya cuestionaba cualquier tipo de maltrato ejercido a un menor por parte de sus padres o cualquier persona que est¨¦ a su cargo. Adem¨¢s, la iniciativa global para erradicar el castigo corporal contra los ni?os define con exactitud qu¨¦ es el castigo f¨ªsico: ¡°Es aquel que causa o intenta causar cierto grado de dolor o molestia a un menor. Y lo define no solo como pegar y sus variantes, como dar azotes o bofetadas con la mano o con alg¨²n objeto, sino tambi¨¦n dar patadas, pellizcar, tirar del pelo; forzar al ni?o a estar en una postura inc¨®moda o hacerle tragar algo, entre otros¡±. Pero insiste, ¡°tambi¨¦n hay formas no f¨ªsicas de maltrato que amenazan, asustan o humillan a los m¨¢s peque?os sin necesidad de pegar y que tambi¨¦n deben ser rechazados¡±.

Seg¨²n los expertos y la evidencia cient¨ªfica, todo esto puede repercutir negativamente en la vida presente y futura del menor. Una investigaci¨®n publicada en el Journal of Family Psychology en 2016 apuntalaba que los azotes tienen el resultado opuesto al que buscan los padres. El metaestudio, que analizaba los datos recogidos durante 50 a?os con una muestra de 160.000 ni?os, conclu¨ªa que los cachetes est¨¢n asociados a una mayor probabilidad de desarrollar conductas desafiantes hacia los progenitores, de exhibir comportamientos antisociales y de sufrir problemas psicol¨®gicos, entre otros. Para el an¨¢lisis, se desech¨® el abuso f¨ªsico grave. ¡°Los azotes no solo duelen cuando se dan, sino que su efecto es prolongado en el tiempo¡±, aseguran los autores del estudio de las universidades de Austin y Michigan. Entre los efectos secundarios negativos de dar un azote o cachete con evidencia cient¨ªfica est¨¢n: la baja autoestima; el car¨¢cter introvertido; diversos problemas de salud mental; tendencia a relaciones negativas padre/hijo; deterioro de las habilidades cognitivas, y un mayor riesgo de padecer abuso f¨ªsico por parte de sus progenitores, entre otros, seg¨²n la misma investigaci¨®n estadounidense.

Pero evitar todo esto, seg¨²n explican los pediatras de EE UU, ¡°requiere que los padres hallen en los pediatras unos gu¨ªas eficaces que eduquen e informen sobre el castigo f¨ªsico, teniendo en cuenta siempre que este es ineficaz a largo plazo y est¨¢ asociado a problemas de salud y mentales¡±, reiteran en su texto. ¡°Cuando los padres necesiten ayuda a este respecto, los expertos deben ser capaces de ofrecer recursos a las familias ¨²tiles y eficaces como pueden ser la inclusi¨®n en grupos de terapia, clases de educaci¨®n o atenci¨®n psicol¨®gica comunitaria o individual¡±.