Cautiverio, pol¨ªtica, tecnolog¨ªa... Una conversaci¨®n entre Mujica y De la Torre
El expresidente uruguayo Pepe Mujica vivi¨® a?os de cautiverio como guerrillero. El actor Antonio de la Torre ha interpretado esa parte de su vida. En la presentaci¨®n en Venecia de la pel¨ªcula La noche de 12 a?os, que en Espa?a se estrena el 23 de noviembre, el actor convers¨® con uno de los pol¨ªticos m¨¢s carism¨¢ticos de nuestro tiempo. Este es el resultado.
ES UN D?A SOLEADO de principios de septiembre y en un canal perdido del Lido estamos el equipo casi al completo de La noche de 12 a?os esperando a Pepe Mujica. El expresidente de Uruguay viene invitado al Festival de Cine de Venecia porque se presenta esta pel¨ªcula ¡ªque recrea un periodo de a?os de reclusi¨®n que le llev¨® a la locura¡ª y un documental sobre su vida. Mientras se acerca su barco, me retrotraigo a julio de 2016, cuando lo visit¨¦ en su peque?a chacra (nombre con el que se conoce a las casas de campo en Uruguay) a las afueras de Montevideo, junto al director, ?lvaro Brechner, y a la productora, Mariela Besuievsky. Y me regresa la primera imagen: est¨¢ fregando unos platos, con inequ¨ªvocos restos de una frugal comida, y al apreciar nuestra presencia se gira y nos tiende la mano todav¨ªa mojada; y la primera frase: ¡°Vamos a sentarnos a tomar mientras charlamos, no nos vayamos a quedar de plant¨®n ac¨¢ en la cocina¡±. De aquel encuentro tambi¨¦n me acompa?a una cita ¡ªreveladora, ancestral, memorable¡ª: ¡°El odio es antipol¨ªtico. No vas a ganar a nadie odiando. Hay muchos que se quedan prisioneros del odio¡±.
De la Torre: ¡°El Pepe es una persona sin vanidad; representa el papel de animal pol¨ªtico¡±
El Mujica con quien me reencuentro en la ma?ana veneciana aparece ¡ªen parte a su pesar¡ª rodeado de un nutrido grupo de acompa?antes (secretarios, asesores¡). Me atrever¨ªa a calificar de labor tit¨¢nica, o casi imposible, estar a solas con ¨¦l. Pero si lo consigues, a modo de premio quiz¨¢ te encuentres con el Pepe, ese hombre sobrio y estoico, que est¨¢ deseando liberarse ¡ªaunque sea por un rato¡ª de lo que sabe que se espera de ¨¦l: ¡°Mientras reci¨¦n ven¨ªa vi dos sauces tristes¡±, dice al poner el primer pie en tierra. ¡°Mir¨¢ ac¨¢, estas cal¨¦ndulas¡ Esta casa italiana a la que me llevan es b¨¢rbara, victoriana, se?orial. Muy apropiada¡±, a?ade entre risas. ¡°Tiene vigas de pino. Pero vi una en Espa?a hecha de roble¡, ¨¢ndate a jod¨¦, eso s¨ª que dura. Hay edificios hechos con vigas de madera de roble y son para siglos y siglos¡ Ahora estoy desactualizado en bot¨¢nica con esto de la pol¨ªtica¡±. Y de repente, tomando consciencia de quien es, a?ade: ¡°No entiendo nada de cine¡±. Ese es el Pepe, una persona carente de vanidad que representa de manera mod¨¦lica el papel de animal pol¨ªtico.
As¨ª que entre tanto alboroto (¡°Pepe, hay que hacer unas fotos¡±, comentan los publicistas. ¡°Dej¨¢ de jod¨¦. Me paso toda la vida haciendo fotos. No puedo. Se me va la vida¡±), observo que el tiempo es, como ¨¦l ha repetido tantas veces, lo ¨²nico que no se debe perder:
¡ª?Es verdad que no quieres volver a ver la pel¨ªcula?
¡ªNo quiero volver a verla, me shoque¨®, la vieja¡ ¡ªse para y piensa¡ª. Los sentires no se pueden expresar con palabras y como cualquier hijo de vecino sientes con la madre, cosas que pasaron, y por eso no la quiero ver.
¡ªHubo momentos muy duros, tambi¨¦n reflejados en la pel¨ªcula, donde estuviste a punto de perder la vida.
¡ªYo tengo de todo.
¡ª?Las balas no te han dado problemas de salud?
¡ªS¨ª, perd¨ª el bazo y medio pulm¨®n. Tengo unas cuantas balas de situaciones distintas. Tambi¨¦n me pasa que no me puedo vacunar de nada. Tuve una enfermad inmunol¨®gica y no me puedo vacunar.
¡ª?Qu¨¦ m¨¢s te movi¨® la pel¨ªcula?
¨CQu¨¦ suerte que la hicieron cuando a¨²n quedamos algunos ac¨¢. Y tambi¨¦n me trae recuerdos de muchos compa?eros que se quedaron en el camino, an¨®nimos. Y el ?ato [Eleuterio Fern¨¢ndez Huidobro, uno de los tres rehenes representados en la pel¨ªcula]. Era muy brillante el ?ato. Escrib¨ªa as¨ª ¡ªy dibuja en el aire un gesto representando agilidad y rapidez¡ Y se queda con la mirada abstra¨ªda buscando en el recuerdo.
¡ªMe gustar¨ªa entrar en los temas que me dijiste que te obsesionaban en la ¨¦poca de La noche de 12 a?os. Me comentaste que lo ¨²ltimo que hab¨ªas le¨ªdo eran los ensayos divulgativos de Harari [Sapiens y Homo Deus] porque versan sobre un tema que te apasiona, y que t¨² mismo has dicho que rumiaste mucho durante tus a?os de aislamiento: el origen y destino del hombre. Su esencia.
¡ªMe gust¨® mucho el primero porque es un tratado de la historia de la humanidad. Pero lo m¨¢s notable en el recorrido civilizatorio es la cooperaci¨®n y la capacidad del ser humano para crear un imaginario colectivo. Ah¨ª tambi¨¦n se ve que la guita es un acto de confianza, un acto de fe. La religi¨®n es un pelotazo¡ En el segundo establece lo que va a pasar. Si se concreta, va a ser la injusticia m¨¢s grande de la historia de la humanidad porque los que tengan plata van a vivir 200 a?os.
¡ªHas hablado muchas veces de la relaci¨®n entre las manos y el cerebro, el pensamiento, el lenguaje.
¡ªEs un peligro dejar de usar las manos. Hay una relaci¨®n entre ellas y la cabeza.
¡ª?Est¨¢s escribiendo algo ahora? A mano, supongo.
¡ªMe levanto por las noches, y como viejo que soy, unas cuantas veces, y escribo cosas que se me ocurren, recuerdos, sobre mi infancia, o sobre cosas que han pasado, los guardo. Yo no soy escritor. A Manuela [su perra fallecida hace un a?o] le he escrito tambi¨¦n. Una vez escuch¨¦ a China [Zorrilla, actriz uruguaya] decir: ¡°Envejecer es no querer salir de casa¡±. Es as¨ª.
¡ª?Pero eso significa que esa retirada que has anunciado de la pol¨ªtica es literal?
¡ªS¨ª, pero no del todo. Voy a participar en las listas, con los j¨®venes.
¡ª?Y c¨®mo ves este tiempo nuevo?
¡ªPues que ahora tenemos este aparatito ¡ªse?ala al m¨®vil con el que le grabo¡ª que va a tener un nuevo papel institucional.
¡ª?De qu¨¦ tipo?
¡ªLa idea de representaci¨®n que tambi¨¦n tiene mucho de impostura. Elegir¨¢s un represente a trav¨¦s del m¨®vil, que es una cosa que ya tiene dentro el saber universal. La propia evoluci¨®n de la tecnolog¨ªa, el obrero del futuro, el que dejar¨¢ la plusval¨ªa ser¨¢ el cualificado. Y despu¨¦s vamos a tener una humanidad sobrante. Ese trabajador que digo va a ser el m¨¢s inteligente y el m¨¢s d¨¦bil. ?Vaya paradoja!
¡ª?Por qu¨¦ m¨¢s d¨¦bil siendo m¨¢s inteligente?
¡ªPorque la civilizaci¨®n te va rodeando de un mont¨®n de cosas que¡
¡ªQue te restan capacidad¡
¡ªS¨ª, capacidad para resistir. Por eso digo que son las tripas las que mandan. El hombre es un bicho muy duro. M¨¢s de lo que aparenta. Si te dej¨¢s llevar por la civilizaci¨®n, te mata, te debilita. Dej¨¢ aflorar al primitivo que llevas dentro, que ese te va a hacer sobrevivir.
Observas con Mujica que cuando dejas la conversaci¨®n discurrir, se termina apasionando. Supongo que es su estado natural. Prosigue:
¡ªNo le hemos dado valor a la cultura. Me refiero a los valores diarios de la convivencia en nuestra existencia. No puedes construir un edificio socialista con alba?iles capitalistas; te van a robar cemento, varillas, todo lo dem¨¢s¡ Lo ¨²nico que hiciste es una burocracia al pedo, y eso es lo que nos ha pasao. Pensamos que cambiando las relaciones de producci¨®n y distribuci¨®n ten¨ªamos un hombre distinto¡ No tenemos nada, porque practicamos la misma cultura.
¡ªY de las culturas que ha construido la humanidad, a pesar de tu larga etapa de aislamiento, ?qu¨¦ pudiste conocer?
¡ªLa China de Mao. Era muy pobre, pero muy digna. Di una propina y no me la aceptaron por dignidad proletaria ¡ªse r¨ªe¡ª. Nos llevaron a casa de Mao y nos hicimos una foto con el viejo.
¡ª?Y conservas la foto?
¡ªNo.
¡ª?Estuviste en ?frica?
¡ªSolo estuve una vez, de paso. En Liberia. Fijate lo que hizo Europa con el continente. En 1960 se sentaron y se la repartieron de cualquier manera. Y aquel desastre viene de vuelta ahora con la migraci¨®n.
¡ª?Y cu¨¢l es la soluci¨®n?
¡ªDesarrollarla.
Observo al Pepe comer con gran apetito y siento la paradoja de haberle interpretado en una pel¨ªcula donde sufri¨® la falta de comida y la locura.
¡ªTe veo muy bien, Pepe.
¡ª?Y qu¨¦ quer¨¦s con la comida que estoy comiendo?
¡ªY bien vestido¡
¡ªCon la guayabera, la ¨²nica prenda americana.
¡ª?Cu¨¢l es tu comida preferida?
¡ªEl asado contra el hueso, pero mir¨¢ que ac¨¢ hay una comida b¨¢rbara [se refiere a Italia; Mujica lleva unos d¨ªas de gira por Europa]. Italia y Espa?a son los pa¨ªses de Europa donde privilegian la comida. Los franceses tienen bien la sobremesa. En Alemania ten¨¦s que irte a comer a un restaurante turco.
¡ªAcabas de estar en Espa?a. ?C¨®mo la has visto?
¡ªUn lugar lindo para vivir, apasionado. Pero Espa?a es contradictoria. Fue, gracias a Al Andalus, la puerta de entrada del saber universal que se hab¨ªa perdido. Pero Espa?a es tr¨¢gica, de un fanatismo religioso b¨¢rbaro, y tuvo un feudalismo duro. Tanto que no quer¨ªa dejar huella. Mir¨¢ qu¨¦ cagada algunos mastodontes en esos monumentos de Al Andalus. Es una joya la Alhambra.
Tengo la sensaci¨®n de que el Pepe se abstrae. Decido aflojar.
¡ª?Viste el Mundial [de f¨²tbol]? ?Qu¨¦ te pareci¨®?
¡ªUn negocio estupendo ¡ªdice volviendo a la carga¡ª. Es un deporte maravilloso el f¨²tbol, pero es obsceno. Y el dinero que mueve, un coche de cada color¡ Hay una empresa alemana que hace llaves de autos que valen 30.000 o 40.000 d¨®lares¡ ?solo las llaves! ?Estamos locos!
¡ªVolviendo a las reflexiones que te hac¨ªas en la ¨¦poca que refleja la pel¨ªcula. Quisiera preguntarte si te parece demasiado ut¨®pico plantear unos Estados Unidos de la humanidad. Precisamente por todos estos problemas globales.
¡ªNo, no me parece una tonter¨ªa. El punto d¨¦bil es que necesitamos tomar medidas de car¨¢cter mundial y no se puede hacer eso todav¨ªa. Y nos puede llevar a la ruina. La religi¨®n contempor¨¢nea es el mercado. En un mundo que tiene l¨ªmites. Hay que empezar a tener m¨¢s racionalidad. En cada producto, incluir el coste de c¨®mo se recicla, aunque te cueste m¨¢s caro. Ahora, esto requiere una revoluci¨®n cultural. Las ciudades, si fu¨¦ramos m¨¢s racionales, deber¨ªan habitarlas de 100.000 a 200.000 personas. Y eso sucede porque nadie piensa en c¨®mo facilitar las cosas para la felicidad humana. Se plantea el crecimiento econ¨®mico, pero no que tenemos una vida que se nos va a la mierda. Ahora la enfermad moderna es la ansiedad.
Mujica: ¡°Hay que plantearse la sobriedad y hacer lo que se te canta. Eso es la libertad¡±
¡ª?Pero piensas que esto es nuevo?
¡ªS¨ª, la vida que llevamos ahora llena de obligaciones. T¨² no puedes ir al supermercado a comprar vida. Hay que plantearse la sobriedad y tener tiempo para hacer lo que se te canta. Eso es la libertad. En algunos pa¨ªses se consigue reducir la jornada por ley a seis horas y la gente lo que hace es trabajar el doble. Y no te digo que la gente pase hambre o necesidad, pero ?para qu¨¦ cuatro coches? ?Estamos locos! Es f¨¢cil decirlo, pero cambiarlo¡
¡ª?Y c¨®mo se puede?
¡ªYo no puedo cambiar el mundo, pero me puedo pelear para que no te lleve.
¡ª?Se puede resistir?
¡ªClaro que se puede.?
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