Los ni?os que no existen
650 millones de menores de edad no tienen certificado de nacimiento, necesario para acceder a servicios b¨¢sicos, obtener un documento de identidad y votar
En 2007, las islas Salom¨®n solo registraron de forma oficial la llegada al mundo de 20 beb¨¦s, a pesar de tener seis millones de habitantes y una poblaci¨®n en crecimiento. Por aquel entonces, solo un 0,1% de los menores del archipi¨¦lago contaban con certificado de nacimiento, uno de los niveles m¨¢s bajos del mundo. Este documento legal permite acceder a servicios sociales b¨¢sicos como salud y educaci¨®n, obtener un carn¨¦ de identidad y votar, adem¨¢s de proteger contra fen¨®menos como el matrimonio infantil. Pero a pesar de ser un derecho b¨¢sico, en el mundo hay unos 650 millones de ni?os entre cero y 16 a?os sin certificado de nacimiento, la mayor¨ªa en ?frica subsahariana y el sudeste asi¨¢tico. Oficialmente, no existen.
¡°Conocer la estructura de la poblaci¨®n es una de las funciones administrativas b¨¢sicas de un Estado. ?Si no sabes qui¨¦nes son tus ciudadanos, c¨®mo vas a dise?ar pol¨ªticas y canalizar inversiones?¡±, se pregunta Irina Dincu, experta del Centro de Excelencia para Sistemas de Registro Civil y Estad¨ªsticas Vitales. ¡°Si de verdad queremos combatir la pobreza, tenemos que reconocer a todas las personas¡±, afirma la especialista. As¨ª lo establece la Convenci¨®n de los Derechos de la Infancia, que est¨¢ ratificada por todos los pa¨ªses del mundo excepto EE UU. Para emitir el certificado solo hace falta el nombre del individuo, de qui¨¦n es hijo y el lugar y fecha del nacimiento. ?Entonces por qu¨¦ hay tantas personas fuera del sistema?
Una de las primeras barreras es la dificultad de establecer sistemas de registro en el ¨¢mbito nacional en pa¨ªses con pocas y malas infraestructuras de comunicaci¨®n y transporte. En Pap¨²a Nueva Guinea, por ejemplo, el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) document¨® un ¨²nico punto de registro civil para una poblaci¨®n de siete millones de habitantes esparcida por un territorio del tama?o de Espa?a, en el que hay 600 islas. Y esto no es todo. ¡°A veces, el tema del registro civil se toma tan en serio que se acaban creando sistemas muy farragosos, obligando a los interesados a realizar varios viajes para finalizar el proceso¡±, explica Mark Hereward, director asociado de datos y estad¨ªsticas de esta agencia de la ONU.
En pa¨ªses de renta baja son muchos quienes no pueden permitirse perder d¨ªas de trabajo dentro o fuera del hogar, afrontar los gastos de transporte y pagar por el documento, de modo que las familias acaban priorizando cuestiones como la salud y la alimentaci¨®n. Y ello suele jugar en contra de las ni?as.
Prioridades sesgadas
Aunque la proporci¨®n de ni?os y ni?as registrados en todo el mundo es equivalente, en zonas rurales de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo se da preferencia al var¨®n. Seg¨²n Dincu, esta tendencia a invertir el dinero disponible en el ni?o se ve reforzada por el hecho de que el certificado no siempre es necesario para vacunarse o acceder a la escuela primaria, pero s¨ª a la secundaria. ¡°En esta etapa, muchas adolescentes son apartadas de la escuela para ser casadas, por razones higi¨¦nicas (la regla) o para que se dediquen a tareas dom¨¦sticas¡±, detalla la experta.
Las mujeres, los migrantes y las minor¨ªas en ?frica subsahariana y este de Asia est¨¢n entre los m¨¢s vulnerables
En otros casos, las familias simplemente desconocen c¨®mo obtener el certificado o para qu¨¦ sirve, o deciden no gastar dinero en registrar a un beb¨¦ en vista de la alta mortalidad de menores de cinco a?os. Tal y c¨®mo revel¨® un estudio de Data2X, la iniciativa de la Fundaci¨®n ONU sobre datos de g¨¦nero, la poligamia en pa¨ªses como los africanos tambi¨¦n es un factor. ¡°En cinco de los pa¨ªses examinados, observamos una tendencia registrar los hijos de la primera mujer, pero no los de las siguientes¡±, se?ala Mayra Buvinic, miembro de Data2X y una de las grandes expertas internacionales en materia de g¨¦nero y desarrollo.
Para llegar a las poblaciones m¨¢s remotas y marginalizadas, har¨¢ falta una inyecci¨®n de recursos por parte de Gobiernos y la comunidad internacional. Dincu evoca el caso de la viruela, la ¨²nica enfermedad humana erradicada hasta la fecha: ¡°Vacunar al 2% restante de la poblaci¨®n objetivo fue m¨¢s caro que inmunizar al 98% inicial¡±. La pobreza de las familias y de los Estados es un determinante importante, pero no es el ¨²nico.
Sin padre no hay certificado
Mujeres, refugiados, y minor¨ªas como grupos ind¨ªgenas y n¨®madas son los que lo tienen m¨¢s dif¨ªcil para obtener ¡ªy lograr que sus hijos obtengan¡ª una prueba legal de que existen. En numerosos pa¨ªses, las madres solo pueden registrar a sus hijos en presencia del marido o padre de la criatura. ¡°Si no est¨¢n casadas, la pareja las abandon¨® o ha emigrado para trabajar, no pueden registrar a sus beb¨¦s,¡± se?ala Buvinic, que ha dirigido equipos de g¨¦nero y desarrollo en el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Las refugiadas y las que se casaron mediante rituales tradicionales o religiosos, pero no formalizaron la uni¨®n civil, tambi¨¦n pueden verse en apuros.
En Nepal hace falta el nombre del padre y del abuelo; en Indonesia, un certificado de matrimonio; en But¨¢n no se permite registrar a personas cuyo padre es desconocido. Y as¨ª suma y sigue. Esta forma de discriminaci¨®n de las mujeres favorece la transmisi¨®n de la pobreza a la siguiente generaci¨®n, y en el caso de las hijas, el resultado puede ser peor. Seg¨²n Buvinic, no registrar a las ni?as aumenta la desigualdad de g¨¦nero porque cercena su autonom¨ªa y el ejercicio de derechos c¨ªvicos como votar.
Los movimientos masivos de poblaciones, que han alcanzado cifras r¨¦cord a nivel global, complican todav¨ªa m¨¢s la situaci¨®n. Es obligaci¨®n de todo Estado asegurar que se registre a todas las personas que nacen en su territorio, incluyendo refugiados y ap¨¢tridas, pero no todos lo llevan a la pr¨¢ctica, constata la experta de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) Kimberly Roberson. ¡°Se hacen muchas campa?as al respecto, pero a veces se transmite la idea de que registrar el nacimiento de un refugiado en un pa¨ªs le dar¨¢ acceso a la nacionalidad de forma autom¨¢tica y esto no es as¨ª. Los derechos vienen determinados por las leyes de cada Estado, no por el simple hecho de poseer un documento que describe c¨®mo te llamas y d¨®nde y cu¨¢ndo has nacido¡±.
Camboya ha logrado emitir certificados para el 92% de la poblaci¨®n en solo dos a?os gracias a la vinculaci¨®n del registro con las campa?as de vacunaci¨®n
Agencias como Acnur recogen los datos de los beb¨¦s que nacen en los campamentos de refugiados o desplazados internos. ¡°As¨ª, el pa¨ªs de turno dispone de la informaci¨®n necesaria cuando puede y quiere registrar a todas las personas que han nacido en su territorio¡±, a?ade Roberson, precisando que la certificaci¨®n de nacimientos no supone un problema en Europa. Seg¨²n Hereward de Unicef, es importante ofrecer un espacio seguro en el que personas desplazadas y ap¨¢tridas puedan registrar a sus hijos. ¡°Muchos ni tan siquiera quieren hacerlo por miedo¡±, apunta.
Contarlos para que cuenten
¡°No reconocer el nacimiento de una persona es un acto de violencia; sobre todo, cuando esta persona est¨¢ delante de ti¡±, sentencia Roberson. Los expertos coinciden en que, para avanzar, hacen falta nuevas estrategias. Unicef trabaja con los pa¨ªses para derribar barreras legales y administrativas, movilizar a los ciudadanos y lograr que los certificados sean gratuitos. Ofrecer a las familias la posibilidad de iniciar el proceso desde un tel¨¦fono m¨®vil, en lugar de desplazarse a una oficina f¨ªsica, es otro modo de allanar el camino a poblaciones n¨®madas o con pocos recursos. Esta es una de las estrategias que Kenia expuso en el II Foro Mundial de Datos de la ONU en Dub¨¢i, remarcando que el 75% de los kenianos utilizan m¨®viles.
Otras estrategias son vincular el registro a las campa?as de vacunaci¨®n e incluso a las visitas prenatales, as¨ª como realizar campa?as de certificaci¨®n itinerantes. Una f¨®rmula que, seg¨²n Dincu, ha dado muy buenos resultados entre los fulani, n¨®madas que se desplazan entre Guinea y Sud¨¢n, y en pa¨ªses como Vietnam y Camboya. ¡°Los Estados deben ser m¨¢s proactivos e ir en b¨²squeda de sus ciudadanos. Por este m¨¦todo, Camboya ha logrado emitir certificados para el 92% de la poblaci¨®n en solo dos a?os¡±.
A pesar de los retos, los expertos son optimistas. Para Dincu, en los pr¨®ximos cinco a?os deber¨ªan redoblarse esfuerzos en pa¨ªses grandes con bajos ¨ªndices de poblaci¨®n registrada como Nigeria, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, Pakist¨¢n, Etiop¨ªa y Tanzania para aumentar las cifras en un 20%. Hereward, de Unicef, est¨¢ convencido de que con recursos y voluntad pol¨ªtica se pueden dar grandes pasos adelante. Pasos para que los centenares de millones de ni?os que todav¨ªa no han nacido para sus pa¨ªses empiecen a existir.
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