?Qui¨¦n es el animal en esta pel¨ªcula?

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Dos horitas dura este documental australiano estrenado en Melbourne en marzo del 2018 y que explica hasta el detalle el trato que la industria del mundo occidental dispensa a todo tipo de animal ¨C ovejas, gallinas, ratas, visones¡­ - para convertirlos en comida, en ropa, en producto cosm¨¦tico, en objeto de estudio en un laboratorio o simplemente para el entretenimiento de ni?os y grandes, como ocurre con m¨²ltiples especies que trabajan en circos, en acuarios, o en rodeos, por citar algunos casos.

Dominion explica la realidad de nuestra relaci¨®n con los animales aplicando el m¨¦todo cient¨ªfico por excelencia, es decir, la observaci¨®n. Muchas de las escenas del documental se han conseguido gracias a la filmaci¨®n con c¨¢maras ocultas en las granjas, en los mataderos, en los circuitos de carreras de galgos¡­ para que el espectador vea de cerca, en primer¨ªsimo primer plano, y con sus propios ojos lo que viven los animales, a menudo en el secreto e incluso en la oscuridad, para nuestro gozo y satisfacci¨®n. Son muy interesantes las im¨¢genes obtenidas a trav¨¦s de drones porque comunican la bestialidad ¨C y el sustantivo no es gratuito- de las macrogranjas, espacios inmensos donde residen miles y miles de animales. ?Qui¨¦n es el animal en realidad en esta pel¨ªcula?

?Necesitamos seguir con este holocausto sin fin y sin moral para alimentarnos y vestirnos?

El documental est¨¢ compartimentado por tipos de animales. Los primeros 15 minutos est¨¢n dedicados en exclusiva al cerdo y debo confesar que ante algunas escenas cerr¨¦ los ojos e incluso apret¨¦ el bot¨®n del mute. Ahora s¨¦, porque lo he visto y lo he o¨ªdo, que los cerdos, muchos de ellos, son matados en c¨¢maras de gas, donde chillan como cerdos, nunca mejor dicho, antes de estirar la pata. En Australia algunos practican el deporte del "pig dogging", que consiste en lanzar varios perros a la caza y captura de un cerdo, persecuci¨®n que acabar¨¢ indefectiblemente con el cerdo descuartizado a dentelladas.

La historia, por desgracia, se repite para muchos otros animales que desfilan ante nuestros ojos. Dos horitas que se hacen eternas pero que son muy necesarias para mostrar el detalle de la animalada. Muchos animales son criados por inseminaci¨®n artificial, modificados gen¨¦ticamente para dar lo m¨¢ximo de s¨ª en el m¨ªnimo de tiempo posible. Los machos (de los pollos y de las vacas, por ejemplo) son exterminados al poco de nacer por no resultar ¨²tiles. ?tiles para los prop¨®sitos de la industria, se entiende. El crecimiento exagerado de cuerpos, ubres, torsos y dem¨¢s provoca todo tipo de malformaciones y enfermedades. En el camino largo desde el nacimiento hasta el matadero mueren muchos, los m¨¢s d¨¦biles. Mientras esperan que llegue el d¨ªa D viven hacinados, confinados, sin libertad de movimiento y a menudo sin el agua ni los alimentos necesarios.

Y todos sin excepci¨®n van a ver sus d¨ªas acabados mucho antes de lo que la esperanza de vida de su especie considera normal. El momento de la muerte siempre es doloroso pero en muchos casos injustamente cruel. Vemos escenas de torturas con descargas el¨¦ctricas. Animales gaseados, molidos a palos, volteados por los aires, otros a quienes a¨²n vivos se les arranca la piel o las plumas a lo bestia, nunca mejor dicho. Y yo sigo pregunt¨¢ndome ?qui¨¦n es el animal en esta pel¨ªcula?

Para el director, Chris Delforce, que es un activista australiano pro defensa de los animales, Dominion no es solamente un documental pro vegano. Seg¨²n su propia confesi¨®n, ¨¦l pretende desafiar la noci¨®n de que los animales son inferiores a nosotros, noci¨®n que justificar¨ªa por lo tanto que nosotros tengamos el derecho a usar y a abusar de ellos como nos plazca. Al final del documental Delforce argumenta que este mismo complejo de superioridad de los humanos est¨¢ en la ra¨ªz de algunas de las ideolog¨ªas m¨¢s oscuras como es el caso del racismo o del sexismo.

Delforce es el director de Dominion pero no se trata de un documental de autor, sino de grupo porque para poder hacerlo realidad organizaron dos campa?as de crowdfunding y contaron adem¨¢s con una beca concedida por el Voiceless institute, organizaci¨®n australiana de defensa de los animales. Rodado principalmente en Australia, el documental ha contado con la colaboraci¨®n de numerosas organizaciones y colectivos alrededor del mundo que han cedido secuencias de sus investigaciones como Mercy for Animals (EE.UU), Animal Aid (Reino Unido) Animal Equality (Mexico), PETA (EE.UU), Viva! (Reino Unido) o Filming for Liberation (Espa?a) entre otros.

Delforce y todo el movimiento detr¨¢s de ¨¦l esperan que la revelaci¨®n de las pr¨¢cticas cotidianas de los mataderos y de las macrogranjas toque la fibra del consumidor, haga que este decida modificar sus h¨¢bitos de consumo y por ende, la industria cambie tambi¨¦n. ?Necesitamos seguir con este holocausto sin fin y sin moral para alimentarnos y vestirnos, sin hablar del espect¨¢culo innecesario de los espect¨¢culos con animales? ?Abriremos los ojos como sociedad alg¨²n d¨ªa m¨¢s pronto que tarde o seguiremos mirando para otro lado? ?Tenemos derecho a matar a quien quiere vivir?

Dominion ha sido exhibida en Madrid a mediados de noviembre.

Puede visionarse ¨ªntegramente online cliclando sobre el enlace https://www.dominionmovement.com/watch

Y puede organizarse un visionado en sala contactando con los organizadores en la siguiente direcci¨®n: https://www.dominionmovement.com/host-screening