Mentiras para torpedear Madrid Central

La restricci¨®n del tr¨¢fico en el centro de Madrid, que entr¨® en vigor el pasado viernes, ha venido precedida de duras cr¨ªticas orientadas a demostrar que el plan puesto en marcha por el Ayuntamiento de Manuela Carmena era ¡°ideol¨®gico¡±, ¡°no estaba basado en an¨¢lisis rigurosos¡± e incluso restring¨ªa ¡°derechos¡± de los ciudadanos reconocidos por la Constituci¨®n. Una de las voces m¨¢s beligerantes ha sido la del alcalde del municipio madrile?o de Alcorc¨®n, David P¨¦rez (PP), que desde la llegada de Carmena al Consistorio ha atacado las medidas anticontaminaci¨®n puestas en marcha por su Gobierno municipal con el argumento falaz de que la alcaldesa ¡°cierra Madrid a sus vecinos de Alcorc¨®n¡±. Estos son algunos ejemplos de la desinformaci¨®n vertida en torno a Madrid Central:

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Limita ¡°el derecho a circular y desplazarse¡±

El pleno del Ayuntamiento de Alcorc¨®n aprob¨® el pasado 31 de octubre una propuesta del PP, con los votos a favor de Ciudadanos, para instar a Carmena a que ¡°suspenda, revise y consens¨²e las medidas de restricci¨®n al tr¨¢fico¡±. Uno de los argumentos que empleaba, y con el que David P¨¦rez suger¨ªa que el proyecto iba en contra de la Constituci¨®n, es que el plan de Ahora Madrid ¡°es la manifestaci¨®n m¨¢s clara de despotismo e intervencionismo al pretender imponer c¨®mo y cu¨¢ndo deben ejercer los ciudadanos su libre derecho a circular y desplazarse¡±.

Sin embargo, Madrid Central no limita los desplazamientos de los ciudadanos, que pueden seguir entrando libremente y sin restricciones en la almendra central de la ciudad, sino de los veh¨ªculos m¨¢s contaminantes. El art¨ªculo 19 de la Constituci¨®n reconoce el derecho de los espa?oles ¡°a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional¡±, lo que no implica que se pueda circular por cualquier lugar en un veh¨ªculo a motor.

¡°No se basa en an¨¢lisis rigurosos¡±

La propuesta del PP aprobada por el pleno del Consistorio de Alcorc¨®n afirmaba tambi¨¦n que el plan de Carmena ¡°responde a prejuicios ideol¨®gicos en lugar de basarse en an¨¢lisis rigurosos¡±. Sin embargo, el objetivo principal de la restricci¨®n del tr¨¢fico en Madrid es la reducci¨®n de la contaminaci¨®n. Y los datos avalan que la capital sufre altos ¨ªndices de poluci¨®n. Madrid, Barcelona, Granada y Bilbao son las ciudades espa?olas con mayor contaminaci¨®n por di¨®xido de nitr¨®geno (NO₂). En el caso de la capital, seg¨²n el Inventario de Emisiones Contaminantes a la Atm¨®sfera de la ciudad, el tr¨¢fico rodado es el responsable de m¨¢s del 50% de las emisiones de ¨®xidos de nitr¨®geno, y especialmente los veh¨ªculos di¨¦sel.

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El informe de 2017 de Ecologistas en Acci¨®n sobre la calidad del aire en Madrid corrobora estas cifras. Seg¨²n el estudio, la contaminaci¨®n se agrav¨® el a?o pasado por el aumento ¡°notable¡± de NO₂. Los autores del informe, basado en los registros oficiales de las 24 estaciones de medici¨®n de la contaminaci¨®n que el Ayuntamiento de Madrid tiene distribuidos por toda la ciudad, atribuyeron el incremento de NO₂ en la atm¨®sfera madrile?a a las condiciones meteorol¨®gicas adversas (un a?o seco con pocas precipitaciones) y al repunte del tr¨¢fico.

¡°Colapsa la ciudad¡±

Una de las cr¨ªticas m¨¢s reiteradas contra Madrid Central es que las restricciones al tr¨¢fico colapsar¨ªan la ciudad. Aunque es muy pronto para evaluar el impacto de la medida, durante el primer d¨ªa de la entrada en vigor del plan, el tr¨¢fico se redujo en el centro de Madrid entre el 7% y el 31,8% desde las siete de la ma?ana y hasta las siete de la tarde, seg¨²n datos del Ayuntamiento madrile?o. Estos niveles de tr¨¢fico fluido se mantuvieron durante el pasado fin de semana, con menos tr¨¢fico en la almendra central y un aumento de viajeros en los autobuses de la EMT, seg¨²n datos del Ayuntamiento.

¡°Que se rebaje el impuesto de circulaci¨®n¡±

Muchas han sido las voces que han clamado en las redes sociales para que se rebaje el impuesto de circulaci¨®n en Madrid ante la entrada en vigor de Madrid Central. Incluso una propuesta poco exitosa publicada en Change.org argumentaba que era preciso reducir esa tasa ¡°porque se paga por poder circular por todo el t¨¦rmino de la ciudad de Madrid¡±, algo que ya no es posible.

Sin embargo, el impuesto sobre veh¨ªculos de tracci¨®n mec¨¢nica, que recaudan los Ayuntamientos, no se paga en funci¨®n de los kil¨®metros recorridos, sino de las caracter¨ªsticas del veh¨ªculo a motor, como los caballos fiscales (resulta del c¨¢lculo entre la cilindrada del motor y el n¨²mero de cilindros), o el n¨²mero de plazas disponibles en el caso de autobuses y autocares.

Madrid Central y el muro de Berl¨ªn

Un d¨ªa antes de que entrara en vigor la restricci¨®n de tr¨¢fico en el centro de la capital, David P¨¦rez, que tambi¨¦n es diputado del PP en la Asamblea de Madrid, compar¨® el proyecto de Carmena con la construcci¨®n del muro de Berl¨ªn: ¡°Distintas im¨¢genes de la construcci¨®n del muro de Berl¨ªn. A los comunistas les gusta mucho levantar muros e impedir a la gente moverse libremente¡±. Es el mismo argumento que ha usado en varias ocasiones desde 2016 para criticar el Protocolo Anticontaminaci¨®n, que se activa en casos extremos de emisiones de NO₂. Con esta equiparaci¨®n, el dirigente popular est¨¢ comparando la restricci¨®n del tr¨¢fico en una ciudad para reducir la contaminaci¨®n con la barrera s¨ªmbolo de la Guerra Fr¨ªa alzada por el bloque comunista en Berl¨ªn Este para evitar que sus ciudadanos huyeran de la dictadura de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) a la democracia que representaba Berl¨ªn Occidental y la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA).

Por lo tanto, la ristra de argumentos que pretenden boicotear el proyecto de Madrid Central, intentando demostrar que el plan limita el derecho a desplazarse e incluso contraviene la Constituci¨®n, no solo son falsos, sino que embarran el debate p¨²blico con razonamientos absurdos que se atreven a comparar las medidas de un sistema dictatorial con las de un Ayuntamiento democr¨¢tico que intenta reducir los altos ¨ªndices de contaminaci¨®n.