Gem¨ªnidas 2018: la lluvia de estrellas del meteoro apodado ¡®La roca de Navidad¡¯
El espect¨¢culo m¨¢s brillante y regular del a?o en el cielo, con hasta 100 meteoros por hora, tendr¨¢ su mayor visibilidad esta noche y a primeras horas de la madrugada
Si hay algo que tambi¨¦n vuelve siempre por Navidad y no es el turr¨®n ni la loter¨ªa, es la lluvia de estrellas conocida como Gem¨ªnidas, que representa uno de los espect¨¢culos astron¨®micos m¨¢s brillantes, hermosos y regulares del a?o para ser contemplados a simple vista. Tal vez tengan m¨¢s fama las conocidas como Perseidas o ¡®l¨¢grimas de san Lorenzo¡¯ por producirse en verano y ser m¨¢s f¨¢cil su observaci¨®n debido a los cielos despejados, pero las Gem¨ªnidas, adem¨¢s de ser la primera lluvia de estrellas relacionada con un asteroide, tambi¨¦n representa la ¨²ltima que fue descubierta.
Las Gem¨ªnidas, que se pueden observar en ambos hemisferios del planeta, aunque se ven mejor en el norte, tendr¨¢n su mayor intensidad de entrada en la atm¨®sfera en las ¨²ltimas horas de la noche de hoy y primeras de la madrugada de ma?ana, viernes. Si bien tienen su m¨¢xima concentraci¨®n cada a?o en el mes de diciembre, en esta ocasi¨®n su periodo de ca¨ªda se sit¨²a entre los d¨ªas 7 y 17.
El evento astron¨®mico es reciente si tenemos en cuenta lo que supone el paso del tiempo en el Sistema Solar, y que se observa solo desde el siglo XIX, aunque su origen result¨® un misterio durante m¨¢s de 120 a?os y en la actualidad sigue rodeado de enigmas. En comparaci¨®n con otras lluvias de estrellas como las Perseidas, que fueron documentadas en el a?o 36 de nuestra era, o las Le¨®nidas, descubiertas en el a?o 902, las Gem¨ªnidas apenas tienen unas horas de vida en nuestro conocimiento, ya que no fue hasta 1983 cuando dos astr¨®nomos de la Universidad brit¨¢nica de Leicester, Sim¨®n Green y John Davies, descubrieron un cuerpo celeste con una ¨®rbita muy inusual mientras trabajaban con el telescopio del Sat¨¦lite Astron¨®mico Infrarrojo (IRAS) en busca de galaxias en formaci¨®n y discos de polvo donde se forman planetas.
Green era un estudiante de doctorado y Davies un investigador posdoctoral que se turnaban en su trabajo. Green fue quien primero vio a Faet¨®n, originalmente designado 1983 TB, y rebautizado como 3200 Faet¨®n (Phaethon), aludiendo al hijo del dios griego del Sol, Helios, al orbitar m¨¢s cerca del Sol que cualquier otro asteroide conocido hasta entonces. El astr¨®nomo de Harvard, Fred Whipple fue capaz, poco tiempo despu¨¦s, de vincular el objeto rocoso reci¨¦n descubierto con los meteoros de las Gem¨ªnidas, y as¨ª fue como, por primera vez, un asteroide en vez de un cometa dejaba una lluvia de estrellas sobre la Tierra.
Pero Faet¨®n, desde su descubrimiento, ha sido considerado un extra?o objeto de color azul que, si bien se tiene constancia de que se trata de un asteroide rocoso muy particular, se comporta como un cometa en su ¨®rbita. Por este motivo no faltan los debates en busca de su pasado y de su verdadera identidad.
El a?o pasado, este objeto flotante que nos visita cada a?o, se acerc¨® a la Tierra como nunca lo hab¨ªa hecho desde 1974, lo que dio a los astr¨®nomos la oportunidad de estudiarlo con un detalle sin precedentes. Lo de descubrieron los cient¨ªficos no hizo m¨¢s que ratificar sus teor¨ªas, ya que el enigma sobre ¨¦l es ahora m¨¢s grande a¨²n.
Un equipo cient¨ªfico internacional liderado por la Universidad de Arizona utiliz¨® telescopios en Haw¨¢i y Arizona para estudiar a Faet¨®n en su paso m¨¢s cercano a la Tierra. Corroboraron que el asteroide azul tiene esa superficie de roca igual por todas sus partes, lo que significa que el Sol lo ha tostado por igual en su pasado reciente. La mayor¨ªa de los asteroides conocidos son de una gama de colores que van del gris al rojo seg¨²n sea su superficie, por lo que encontrar un asteroide azul es ya de por s¨ª muy extra?o y enigm¨¢tico.
Adem¨¢s, la ¨®rbita de Faet¨®n lo lleva tan cerca del Sol que su superficie alcanza los 800?. Es decir, que tiene la apariencia de un asteroide, y de hecho siempre aparece como un punto en el cielo, como miles de otros asteroides, y no como una mancha borrosa con una cola, como los cometas, pero en realidad su comportamiento y su ¨®rbita es la de un cometa.
El enigma que lo rodea responde tambi¨¦n a que los cient¨ªficos, hasta hace unas d¨¦cadas, siempre vinculaban las lluvias de meteoros conocidas con el paso de cometas activos y no con asteroides. Por esa raz¨®n se empez¨® a especular que Faet¨®n era un cometa muerto, pero los cometas son de color rojo y no azules, por lo que el debate sigue generando dudas.
Faet¨®n, que mide 5,1 kil¨®metros, gira alrededor del Sol cada 1,4 a?os en una ¨®rbita muy cercana a ¨¦l. Su pr¨®ximo m¨¢ximo acercamiento a la Tierra se producir¨¢ en 2026. Su comportamiento indica que cuando a mediados del mes de diciembre la Tierra atraviesa la corriente de escombros que deja el asteroide apodado ¡®La roca de Navidad¡¯ en su ¨®rbita, se produce la lluvia de estrellas, que son los objetos estelares que dejan una estela de gas y polvo al entrar en la atm¨®sfera terrestre, brillando mientras se desintegran en estado de incandescencia. Ese fen¨®meno se produce a 100 kil¨®metros de la superficie de la Tierra y los meteoros que entran en contacto con la atm¨®sfera lo hacen a una velocidad de 35 kil¨®metros por segundo.
Esta noche puede ser una buena oportunidad para contemplar este fen¨®meno, ya que la Luna, en fase de cuarto creciente, dejar¨¢ de ser visible a medianoche. Lo cierto es que lo que contribuye la astronom¨ªa con esta lluvia de estrellas tan navide?a, brillante e intensa, no suele acompa?arlo la meteorolog¨ªa, ya que las nubes cubrir¨¢n gran parte Espa?a e incluso en numerosas zonas puede llover a las horas de m¨¢ximo avistamiento de meteoros.
El nombre de Gem¨ªnidas proviene de la denominada lluvia de estrellas, que parece surgir de la constelaci¨®n de G¨¦minis, de la que toma su nombre, pero como se ve por todo el cielo ni tan siquiera hace falta saber d¨®nde est¨¢ esa constelaci¨®n. Para afinar la mirada al punto exacto del cielo donde se ver¨¢n mejor, lo ideal es buscar el radiante de las Gem¨ªnidas, es decir, el punto de la esfera celeste en el que parecen converger todas las trayectorias de las diferentes estrellas fugaces, y alejarnos unos 30? de ¨¦l, seg¨²n la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de Espa?a (SOMYCE).
Adem¨¢s, el fen¨®meno astron¨®mico de las Gem¨ªnidas coincidir¨¢ este a?o con otro: una peque?a luz verde en la constelaci¨®n de Tauro originada por el paso del cometa 46P/Wirtanen.
Lo ¨²nico cierto de las Gem¨ªnidas de este a?o, siempre con la incertidumbre de la meteorolog¨ªa para poder contemplarlas, es que quien no las vea ya no podr¨¢ hacerlo hasta 2020, ya que en la c¨²spide de las Gem¨ªnidas del a?o que viene habr¨¢ Luna llena y su luz impedir¨¢ ver el espect¨¢culo brillante y navide?o de las conocidas como estrellas fugaces junto ella.
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