Sinyar tras la destrucci¨®n: c¨®mo convertir escombros en hogares
Tras cuatro a?os de persecuci¨®n, la minor¨ªa yazid¨ª ha vuelto a casa tras la derrota del Estado Isl¨¢mico. Se enfrentan al reto de reconstruir una ciudad en ruinas

Elias, su mujer y cuatro hijos acaban de llegar al que fue su hogar. Llevan una semana. La casa ha mudado de piel, como si fuera distinta de la que conoc¨ªan: se trata de una de las 562 viviendas rehabilitadas por el programa de recuperaci¨®n urbana de la secci¨®n H¨¢bitat de las Naciones Unidas en Irak, financiado financiado por el Gobierno de Alemania y por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP).
Frente a ellos se erige Sinyar, la ciudad central de los yazid¨ªes, miembros de una minor¨ªa que profesa una religi¨®n preisl¨¢mica y que fue uno de los objetivos de exterminio del Estado Isl¨¢mico. En agosto de 2014 los terroristas la tomaron y en 2018 fue liberada. Hacia la derecha, las monta?as que los salvaron, aquellas a las que los vecinos de la zona huyeron a refugiarse para no ser encontrados y asesinados, o capturados. Hace cuatro a?os, la comunidad contaba con 550.000 miembros en Irak. Hoy, casi 100.000 han abandonado el pa¨ªs y otros est¨¢n desplazados en el Kurdist¨¢n. Ahora, en los alrededores del hogar de Elias solo quedan casas vac¨ªas, tan destrozadas que no merece la pena ser reconstruidas.
Elias se siente bien por estar en casa; dice, pero tambi¨¦n se lamenta. "No tenemos recursos, no tenemos trabajo que hacer". El 1 de agosto de 2014 entraron en la ciudad un sinn¨²mero de huidos de distintas aldeas de la regi¨®n: el Estado Isl¨¢mico hab¨ªa conquistado los pueblos al sur. En una de ellas, sin embargo, no reaccionaron a tiempo y m¨¢s de 700 vecinos fueron asesinados en el acto. Los peshmerga, soldados del Kurdist¨¢n Iraqu¨ª (KRG), cuyo lema es aquellos que se enfrentan a la muerte, huyeron. "No les pod¨ªamos hacer frente", se exculpa Seger, un peshmerga voluntario originario de Sinyar. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el 3 de agosto, los fundamentalistas entraron en esta ciudad.
Elias huy¨® de su hogar, al igual que otras 250.000 personas, yazid¨ªes en su mayor¨ªa. La suya es una confesi¨®n que no se islamiz¨® y que mantiene vivo el hilo de la historia de las religiones originarias que se preguntaron por el sol y la luna, que implantaron el dualismo: dios y diablo, cielo e infierno... En otras palabras, infieles a ojos del Daesh.
La familia ofrece vasos de agua. Afuera est¨¢ el tanque que la guarda. Tan escasa que ni siquiera amenaza con vaciar los pozos subterr¨¢neos. Al sol est¨¢ secando el ke?k, un yogur agrio obtenido de la leche orde?ada de las cabras, signo de una sociedad que se ha sustentado en agricultores y pastores. Con el ke?k, la portulaca y el trigo podr¨¢n hacer mehit, una nutritiva sopa. Hoy la vida es un poco m¨¢s f¨¢cil que ayer. Trigo, cebada, ovejas... Desde la liberaci¨®n de la ciudad hasta 2017, todos los productos agr¨ªcolas eran parados en las carreteras por los peshmergas y asayish ¡ªpolic¨ªa¡ª del Gobierno del Kurdist¨¢n Iraqu¨ª, seg¨²n pudo comprobar Human Rights Watch. En detenciones arbitrarias, el veto pod¨ªa extenderse a productos m¨¦dicos, comida u otros productos.
Aqu¨ª no hay vecinos; los suyos est¨¢n al otro lado de las monta?as. Tras la huida, de 250.000 personas, 50.000 estuvieron durante 10 d¨ªas en las cimas, con la ayuda de un ¨²nico helic¨®ptero que les lanzaba agua y comida. Sus vecinos siguen en esos asentamientos improvisados cuatro a?os despu¨¦s, junto a otras 10.000 personas, se calcula. Aqu¨ª tampoco est¨¢n sus familiares: 40 de ellos residen ahora en Khanke, en un campamento de acogida en el norte. Ellos se suman a la cifra de 3,4 millones de desplazados que hay en el estado iraqu¨ª, y de 275.000 yazid¨ªes en particular. Elias estuvo dos a?os entre las tiendas, y despu¨¦s fue acogido por un conocido en su casa.
Para pasar la noche, Elias tiene alfombras. Posee bastantes; es, de hecho, pr¨¢cticamente lo ¨²nico que tiene.
El rastro del cable descubierto que transporta la corriente el¨¦ctrica lleva hasta el centro de Sinyar. Es necesario cruzar un ¨²ltimo puesto de control donde reina una calma tensa. A un lado, el ej¨¦rcito regular iraqu¨ª con la ondeante bandera de Hashd Al-Sha'abi, las milicias chi¨ªtas. Al otro, el PKK con sus kufiyas, la guerrilla revolucionaria kurda. En ellas se encontraba el motivo de las restricciones del Kurdist¨¢n Iraqu¨ª: un castigo a la poblaci¨®n local por permitir que el PKK formara su filial yazid¨ª, las YB? e YJ?, seg¨²n declar¨® un alto funcionario del Gobierno kurdo.
Hasta 3.000 casas fueron derribadas por el Estado Isl¨¢mico y ni siquiera necesitaron explosivos
Dentro, la ciudad est¨¢ destruida. Escombros variados, infraestructuras derruidas... Hasta 3.000 casas fueron derribadas por el Estado Isl¨¢mico y ni siquiera necesitaron explosivos. Las construcciones, precarias, eran echadas abajo con la maquinaria existente en la ciudad. Desde la liberaci¨®n, 25.000 yazid¨ªes han vuelto a Sinyar, seg¨²n su alcalde, Ferhad Hiamd. Y m¨¢s de 3.000 mujeres siguen secuestradas por el Estado Isl¨¢mico, afirma Kaywar Omer, responsable de prensa del Gobierno del Kurdist¨¢n Iraqu¨ª. "Hemos rescatado a otras 3.000, pr¨¢cticamente sin colaboraci¨®n".
La pregunta no es qu¨¦ hacer cuando la guerra llega. La pregunta es qu¨¦ hacer cuando la guerra se va. ?C¨®mo saber de qui¨¦n son estas tierras? ?C¨®mo saber qui¨¦n dice la verdad? Son preguntas que los yazid¨ªes se llevan haciendo desde 1975, cuando fueron trasladados forzosamente por el, entonces, reciente Gobierno Baaz. Para ello, el Ejecutivo iraqu¨ª form¨® en 2004 la Comisi¨®n de Reclamaciones de Propiedad (IPCC), pero una evaluaci¨®n de ONU-H¨¢bitat en 2011 confirm¨® el retraso en el estudio. Mientras, Seger, el peshmerga voluntario que se retir¨®, afirma que no puede volver: "all¨ª no me queda nada".?
La reconstrucci¨®n corre a cargo de los vecinos de Sinyar. Se trata de un trabajo con poco recorrido: recoger escombros, lijar, poner baldosas, martillear... La tarea de pintar los techos se deja a las familias que, como la de Elias, ahora tienen uno bajo el que cobijarse. "3.000 personas han regresado a la ciudad gracias al programa de desarrollo urbano", confirma Alan Miran, representante de la ONU-H¨¢bitat en Irak. No solo eso. Otra fuente de la ONU asevera que la presi¨®n a causa del n¨²mero de habitantes que quiere volver es la oportunidad para plantear el problema de la reconstrucci¨®n entre todas las partes y resolverlo "de una vez". Frente a la casa de El¨ªas, mientras, un peque?o huerto representa la esperanza en la vieja Sinyar.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Yazid¨ªes
- Guerra contra ISIS
- Yazidismo
- Irak
- Estado Isl¨¢mico
- Minor¨ªas religiosas
- Pobreza
- Minor¨ªas ¨¦tnicas
- Oriente pr¨®ximo
- Islam
- Etnias
- Grupos sociales
- Asia
- Ciudades sostenibles
- Grupos terroristas
- Religi¨®n
- Desarrollo urbano
- Desarrollo sostenible
- Terrorismo
- Guerra
- Problemas sociales
- Urbanismo
- Sociedad
- Medio ambiente
- Conflictos
- Planeta Futuro