El perro de cinco patas y la historia de la veterinaria
La primera facultad de Espa?a celebra 225 a?os de ense?anza entre restos de su Gabinete de Monstruosidades y otras piezas ins¨®litas
El 11 de abril de 1958, unos j¨®venes vestidos con batas blancas cruzaron la Gran V¨ªa de Madrid cargados con cajas. La fotograf¨ªa que se conserva de aquel periplo no permite ver el contenido, pero muy posiblemente los estudiantes transportaban hacia su nueva sede en la Ciudad Universitaria, adem¨¢s de instrumental de laboratorio, restos del Gabinete de Monstruosidades, acumulado desde los primeros a?os del Real Colegio Escuela de Veterinaria, fundado en 1793. Cerdos con ocho patas, vacas de dos cabezas y corderos c¨ªclopes desfilaron por el centro de la capital aquel d¨ªa de primavera.
Cerdos con ocho patas y vacas de dos cabezas desfilaron por la Gran V¨ªa de Madrid en 1958
El historiador Joaqu¨ªn S¨¢nchez de Lollano recuerda la an¨¦cdota al pie de un esqueleto de perro con cinco patas y seis pies del siglo XIX, un superviviente del gabinete que se exhibe en el Museo de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. El lugar es tan peculiar que hace poco recibi¨® la visita de la Asociaci¨®n Espa?ola de Escritores de Terror. Hay truculentos fetos en formol, gigantescos aparatos castradores, muestras de tejidos con el letal virus de la rabia, una colecci¨®n de cuerpos extra?os encontrados en las tripas de animales y as¨ª hasta 4.000 piezas hist¨®ricas ins¨®litas.
La facultad celebra estos d¨ªas con charlas y exposiciones el 225 aniversario de la ense?anza met¨®dica de la veterinaria en Espa?a. Hoy, los alumnos aprenden a extraer semen a caballos a unos 500 metros del despacho del presidente del Gobierno en el Palacio de la Moncloa, en la orilla de la autopista A-6, pero ¡°la veterinaria tiene un origen tan ilustre que su primera sede fue el Paseo de Recoletos¡±, subraya S¨¢nchez de Lollano. All¨ª, en lo que hoy es la Biblioteca Nacional, se fund¨® el Real Colegio Escuela de Veterinaria.
¡°Hasta 1840 fue un organismo militar y para ingresar era necesario presentar un certificado de salud y robustez¡±, recuerda el historiador, mostrando una de las cintas m¨¦tricas que se empleaban para medir la anchura del pecho de los alumnos. Los estudiantes deb¨ªan ser capaces de herrar un caballo, que entonces era el principal paciente de la profesi¨®n. La palabra veterinaria, de hecho, procede de alb¨¦itar, que en ¨¢rabe significa ¡°sanador de caballos¡±. La primera escuela de veterinaria del mundo fue fundada en Lyon, en 1762, para formar a especialistas que fueran capaces de curar a los caballos heridos en las guerras.
¡°Las personas mordidas por perros con rabia en Madrid tambi¨¦n acud¨ªan al Real Colegio Escuela de Veterinaria para que, con estos instrumentos de metal puestos al rojo vivo, les cauterizaran la herida¡±, se?ala S¨¢nchez de Lollano delante de una vitrina. ¡°Toda nuestra colecci¨®n de cauterios ha probado la carne humana¡±, recalca con una sonrisa.
La profesi¨®n se consider¨® reservada a los hombres hasta 1925, cuando la extreme?a Mar¨ªa Cerrato Rodr¨ªguez se convirti¨® en la primera mujer veterinaria en Espa?a para poder continuar con la actividad de su padre en un herradero. En Madrid, las mujeres eran el 0,1% de los alumnos en 1945, el 4% en 1965, el 45% en 1985 y el 63% en el a?o 2000, seg¨²n los datos de Mar¨ªa Casta?o, la primera catedr¨¢tica de la facultad. ¡°En este curso, de 1.000 estudiantes el 74% son mujeres¡±, apunta el decano, Pedro Luis Lorenzo.
S¨¢nchez de Lollano, director del Museo y veterinario adem¨¢s de historiador, cree que la profesi¨®n es ¡°una enorme desconocida¡± para la sociedad. ¡°Nos dedicamos al control de plagas, de alimentos, de aguas. Y en la veterinaria caben desde una hormiga a un elefante¡±. Su objetivo es que el Museo ¡ªabierto sin apenas publicidad desde 2009¡ª sirva para explicar la historia del v¨ªnculo entre humanos y animales y para reivindicar el oficio, pero necesita dinero.
Algunas piezas de valor incalculable requieren una restauraci¨®n. Un imponente caballo de madera policromada esculpido en 1845 a tama?o natural para ense?ar anatom¨ªa ha sido rescatado tras pasar d¨¦cadas tirado en un rinc¨®n y pintarrajeado a bol¨ªgrafo con insultos a los profesores. ¡°Tenemos 400 tipos de herraduras, deber¨ªamos tener suerte. A ver si nos llueven patrocinadores¡±, bromea el director.
La escuela madrile?a est¨¢ llena de an¨¦cdotas, como la del domador que acudi¨® hace cinco a?os con un le¨®n de 218 kilogramos al que le dol¨ªa la boca. Los cirujanos del Hospital Cl¨ªnico Veterinario Complutense le extrajeron un colmillo de 10 cent¨ªmetros de longitud. El decano tambi¨¦n recuerda cuando la reina Sof¨ªa apareci¨® en 2013 con una cr¨ªa de burro, posiblemente descendiente de alguno de los pollinos que la Asociaci¨®n para la Defensa del Borrico regala a la Casa del Rey desde hace 25 a?os. ¡°El burrito estuvo con nosotros casi un mes y la reina ven¨ªa con mucha discreci¨®n a visitarlo pr¨¢cticamente dos o tres veces por semana¡±, narra Lorenzo. ¡°Por supuesto, el burro sali¨® adelante¡±.
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