Revoluci¨®n feminista en las cocinas de Italia

A pesar de que cuando se habla de alta cocina italiana se imagina autom¨¢ticamente un rostro masculino y las chef a¨²n son minor¨ªa, las mujeres al mando de los fogones han conseguido abrirse camino en un mundo de hombres y han ido conquistando con el tiempo lugares remotos. Italia, consolidada como el lugar con mayor n¨²mero de cocineras distinguidas con estrellas Michelin, sirve de paradigma, aunque el desequilibrio de g¨¦nero en este campo sigue siendo may¨²sculo.

Los n¨²meros lo avalan y demuestran que la alta cocina es una revoluci¨®n feminista a¨²n pendiente. En todo el mundo, solo el 4% de los m¨¢s de 3.000 restaurantes galardonados con estrellas Michelin est¨¢ regentado por mujeres. En Italia, el porcentaje despunta sobre la media y asciende al 12% aproximadamente ¡ª45 de 367 restaurantes¡ª, mientras que en Espa?a ronda el 9% del total y en Francia se desploma hasta el 2,5%. Buceando en los datos de otra instituci¨®n culinaria, la reconocida lista The World¡¯s 50 Best Restaurants, el resultado es similar: hay que descender hasta el puesto 25? para encontrar un nombre femenino, el de la cocinera mexicana Daniela Soto-Innes, del restaurante neoyorquino Cosme.

En Italia, la pionera en conquistar reconocimientos internacionales fue Nadia Santini, que en 1996 se convirti¨® en la primera italiana en hacerse con las tres estrellas Michelin, a la cabeza del restaurante Dal Pescatore, de la localidad lombarda de Canneto sull¡¯Oglio y las mantiene desde entonces.

Las responsables del apogeo de las mujeres en la alta cocina italiana van desde la legendaria Annie Feolde, francesa de nacimiento y florentina de adopci¨®n, chef y propietaria de Enoteca Pinchiorri, en Florencia, otro restaurante tres Estrellas italiano. Cuenta adem¨¢s con varias condecoraciones en Italia. O la se?ora de la cocina italiana, Luisa Valazza, del dos estrellas Sorriso, en Soriso, Piamonte; y Valeria Piccini del Caino, en Montemarano, Toscana. Les siguen en reconocimientos Cristina Bowerman, Viviana Varese, Antonella Ricci o Rosanna Marziale.

Todas ellas han ido abriendo paso a una generaci¨®n de j¨®venes cocineras que viene pisando fuerte. Pese a que la alta gastronom¨ªa es un sector en el que las mujeres son menos medi¨¢ticas, la cantidad de mujeres chefs menores de 40 a?os con alguna Estrella Michelin o cerca de conseguirlo nunca ha sido tan alta en el pa¨ªs transalpino. Entre otras, destaca Alessandra del Favero, que consigui¨® su primera Estrella en 2016, con 27 a?os para el restaurante Aga, del hotel Villa Trieste, que regenta con su pareja Oliver Piras en San Vito di Cadore, en el V¨¦neto. O Caterina Ceraudo, de 31 a?os, que confirm¨® la estrella del restaurante familiar, el Dattilo, en Strongoli, Calabria y que en 2017 se hizo con el reconocimiento a la chef Michelin Italia del a?o por su aportaci¨®n al patrimonio cultural del Bel Paese.