Obesidad y desnutrici¨®n en ni?os, dos caras de la misma moneda
Am¨¦rica Latina y el Caribe luchan por reducir la desnutrici¨®n cr¨®nica infantil mientras ven c¨®mo aumenta dram¨¢ticamente el n¨²mero de ni?os con sobrepeso
Cuando se habla de ni?os malnutridos, al momento se nos vienen im¨¢genes de peque?os con el vientre hinchado, las costillas marcadas y una cara que no es m¨¢s que ojos y p¨®mulos. Sin embargo, olvidamos el otro gran problema nutricional de nuestra ¨¦poca que es la malnutrici¨®n por exceso, es decir, el sobrepeso y la obesidad infantil, provocadas en buena medida por los malos h¨¢bitos alimenticios. Aunque un ni?o coma lo suficiente, e incluso m¨¢s de lo que necesita, puede no estar ingiriendo lo que su cuerpo precisa para crecer en talla y en estatura y tener un desarrollo pleno.
El sobrepeso y la obesidad no son solo problema de los pa¨ªses desarrollados donde el aumento de la ingesta de az¨²cares en los alimentos y el consumo de comidas prefabricadas se ha combinado con el sedentarismo y el poco ejercicio f¨ªsico. Tambi¨¦n afecta a aquellos a los que no les sobran los recursos econ¨®micos. Esto es especialmente cierto en Am¨¦rica Latina y el Caribe donde la alimentaci¨®n infantil es tradicionalmente rica en hidratos de carbono, az¨²cares y grasas, es decir, sobran las calor¨ªas pero hay pocas vitaminas, minerales o ¨¢cidos grasos necesarios para la correcta nutrici¨®n infantil.
Lograr un equilibrio entre el peso y la talla durante los primeros dos a?os de la vida de un ni?o es fundamental para evitar problemas futuros. Si un ni?o menor de dos a?os presenta desnutrici¨®n por insuficiente ingesti¨®n de alimentos su cuerpo aprende a funcionar con pocas calor¨ªas. Cuando pase a consumir m¨¢s calor¨ªas de las que estaba acostumbrado, su organismo no las utilizar¨¢ y tender¨¢ a acumularlas transform¨¢ndolas en grasa, lo que podr¨ªa traducirse en sobrepeso o en obesidad. Por el contrario, si un ni?o aumenta de peso demasiado r¨¢pido, tendr¨¢ tendencia a ser un adulto con sobrepeso.
Las estad¨ªsticas de Am¨¦rica Latina reflejan esta dualidad. Mientras se trata de erradicar la desnutrici¨®n cr¨®nica que afecta a m¨¢s de siete millones de ni?os menores de 5 a?os o las alt¨ªsimas tasas de anemia en los pa¨ªses de esta regi¨®n, la obesidad infantil ha aumentado escandalosamente. Por otro lado, no se ha visto una relaci¨®n clara entre la reducci¨®n de los ¨ªndices de pobreza y el aumento de la seguridad alimentaria de la regi¨®n lo que no ha permitido una mejora de los datos relativos a la nutrici¨®n. La escasez de alimentos saludables en sectores econ¨®micamente rezagados, la disponibilidad y acceso f¨¢cil a alimentos altos en grasas y az¨²cares, as¨ª como el bajo precio de alimentos ultra procesados, en oposici¨®n al alto precio de los alimentos m¨¢s saludables, configuran entornos que favorecen la mala alimentaci¨®n.
Ya sea por exceso o por defecto en la alimentaci¨®n, la malnutrici¨®n conduce a serios problemas de salud en el presente y en el futuro y va a implicar importantes consecuencias en las econom¨ªas de los pa¨ªses que la padecen. El ni?o desnutrido cr¨®nico, al tener su sistema inmunol¨®gico debilitado, es m¨¢s proclive a las infecciones y a presentar problemas de desarrollo cognitivo que afectar¨¢n a su aprendizaje. Esto, desde el punto de vista econ¨®mico, limitar¨¢ su acumulaci¨®n de capital humano y su capacidad para generar ingresos en la vida adulta. Por ello, un punto prioritario de los programas de transferencias condicionadas que se desarrollan en los pa¨ªses m¨¢s desfavorecidos es procurar una nutrici¨®n y sanidad adecuadas que permitan que los ni?os se enfrenten a su futuro en las mejores condiciones para que puedan romper el c¨ªrculo vicioso de la pobreza.
Por otra parte, la malnutrici¨®n por exceso, es decir, el sobrepeso y la obesidad, es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cr¨®nicas como la diabetes, las dolencias cardiacas o algunos tipos de c¨¢ncer. En Chile, el n¨²mero de pacientes de diabetes mellitus se ha triplicado en los ¨²ltimos 15 a?os y cerca del 30% de la poblaci¨®n tiene presi¨®n arterial elevada o declara ser hipertensa, lo que ha hecho que se atribuya a la obesidad o al sobrepeso un 11% de las muertes que se producen en el pa¨ªs. Este tipo de patolog¨ªas cr¨®nicas, por otra parte, son las que consumen m¨¢s recursos econ¨®micos y atenci¨®n profesional especializada en los sistemas de salud. Por ejemplo, el coste de la atenci¨®n de un enfermo de diabetes es entre dos y tres veces mayor que el de una persona que no padezca dicha enfermedad. En el a?o 2006 este gasto supuso para algunos pa¨ªses de Am¨¦rica Latina entre el 0,4 y el 2,3 de su Producto Interior Bruto (PIB).
La malnutrici¨®n presenta en Am¨¦rica Latina y el Caribe las dos caras de la misma moneda, lo que hace que esta regi¨®n del mundo tenga ante s¨ª el reto de revertir estos problemas para evitar un futuro de baja productividad y altos gastos en salud que pueden afectar negativamente a su desarrollo econ¨®mico. Por ello debe enfrentar todas las formas posibles de la malnutrici¨®n fomentando sistemas alimentarios saludables que pongan el ¨¦nfasis en los m¨¢s pobres para que los alimentos que consumen, y que se llevan buena parte de sus ingresos sean, cuando menos, sanos y nutritivos. Y, todo ello sin olvidar estimular en el conjunto de la poblaci¨®n h¨¢bitos de compra, preparaci¨®n y consumo saludable de alimentos a la vez que fomentar una mayor cultura de pr¨¢ctica regular de ejercicio f¨ªsico.
Patricia Jara es especialista l¨ªder en la divisi¨®n de Salud y Protecci¨®n Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.