Parte de nosotros
La mayor¨ªa de la gente rechaza las matizaciones, pero es preciso no perder de vista que ¡°los catalanes¡± no son los que vociferan, increpan y calumnian
ES FEO RECONOCERLO, pero la mayor¨ªa de la gente no hace distingos y rechaza las matizaciones. A¨²n m¨¢s feo y triste es admitir la excesiva influencia de los gobernantes en la percepci¨®n que tenemos de sus pa¨ªses y pueblos. No sirve de mucho que cuando Trump fue elegido Presidente hace un par de a?os, perdiera el voto popular por una diferencia de dos millones, si mal no recuerdo, y que s¨®lo el injusto sistema electoral americano le permitiera ser investido. Desde entonces, nuestra idea de los Estados Unidos ha cambiado para mal, y esa p¨¦sima idea afecta a la totalidad de sus ciudadanos. Aunque sepamos que una gran parte de la naci¨®n detesta a Trump y lo padece en mayor medida que ning¨²n extranjero, la mancha se extiende tambi¨¦n sobre sus v¨ªctimas. Hace poco declin¨¦ una invitaci¨®n de Harvard porque ¡ªle expliqu¨¦ a quien me escrib¨ªa¡ª ¡°no pisar¨¦ su pa¨ªs mientras Trump siga en el cargo¡±. El profesor en cuesti¨®n era tan contrario a su Presidente como yo o m¨¢s, pero mi decisi¨®n ¡ªpersonal, insignificante¡ª es irreversible, como lo fue la de no ir por all¨ª durante los mandatos de Bush Jr, y la cumpl¨ª a rajatabla. As¨ª que si yo, que procuro atender a los matices, reacciono de esta manera dr¨¢stica, c¨®mo no reaccionar¨¢n tantos que ni siquiera lo procuran. Por su parte, Gran Breta?a ha sido siempre uno de mis pa¨ªses favoritos, y mi declarada anglofilia me ha tra¨ªdo no pocos desprecios en Espa?a. Desde la votaci¨®n del Brexit, sin embargo, mis simpat¨ªas han ido menguando. S¨¦ que los partidarios de abandonar la Uni¨®n Europea fueron pocos m¨¢s que los deseosos de quedarse, y que adem¨¢s muchos de ¨¦stos, confiados en que no se impondr¨ªan el desprop¨®sito y las mentiras flagrantes, se abstuvieron despreocupadamente. Tengo bastantes amigos ingleses y escoceses y est¨¢n todos horrorizados o desesperados. No he tomado la misma decisi¨®n ¡ªpersonal, insignificante¡ª que respecto a los Estados Unidos (me cuesta m¨¢s, y el Brexit a¨²n no se ha producido), pero tengo escasas ganas de visitar un lugar que siempre me alegr¨® y me atrajo. Los gobernantes, en efecto, tienen m¨¢s peso del deseable, y cuando son oprobiosos ti?en a todos con su oprobio.
Por eso es tan irresponsable y da?ino lo que los dirigentes independentistas catalanes llevan haciendo seis a?os. Otras consideraciones aparte, han logrado que en el resto de Espa?a nazca y crezca una animadversi¨®n indiscriminada hacia ¡°los catalanes¡±, cuando, de los seis o siete millones que son, s¨®lo dos (seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s interesados) apoyan ese proc¨¦s de tintes racistas, ultrarreaccionarios y antidemocr¨¢ticos, por mucho que sus promotores lleven c¨ªnicamente en los labios la palabra ¡°democracia¡± y que el idi¨®tico PEN los jalee a cambio de d¨¢divas. Durante estos seis a?os han acumulado insultos, desdenes, calumnias y agravios sin fin hacia ¡°los espa?oles¡±, con especial inquina hacia madrile?os, andaluces y extreme?os. Por fortuna, la reacci¨®n ha sido exigua, lenta y nada exaltada. Pero es obvio que la paciencia se erosiona y que el hartazgo va en aumento. A los Mas, Puigdemont, Junqueras, Torra, Rovira, Artadi, Rufi¨¢n y compa?¨ªa eso les trae sin cuidado; de hecho ans¨ªan m¨¢s hartazgo. Lo cierto es que, incluso si un d¨ªa su anhelada Rep¨²blica fuera un hecho y Catalu?a independiente, la geograf¨ªa, tozuda, no variar¨ªa, y seguir¨ªamos siendo vecinos. ?Es aconsejable irritar deliberada y sistem¨¢ticamente al vecino, cuando adem¨¢s es nuestro mayor cliente? ?Cuando es al que solicitar¨ªamos ayuda en caso de cat¨¢strofe natural o de atentado terrorista masivo? ?Cuando llevamos siglos de convivencia y solidaridad ininterrumpidas, pese a las fricciones innegables? ?Cu¨¢nto tiempo va a costar restablecer la confianza perdida y la estima deteriorada?
Dado que nos consideramos compatriotas y que estamos muy mezclados, en este caso es m¨¢s necesario no perder de vista los matices y hacer un continuo esfuerzo por recordar que los usurpadores mencionados no son en absoluto ¡°los catalanes¡±, sino m¨¢s bien ¡ªgracias a otro sistema electoral injusto¡ª individuos que, merced a una mayor¨ªa artificial parlamentaria, han tomado como rehenes a todos sus conciudadanos. Hay cuatro o cinco millones que no hacen sino padecerlos, y a ¨¦stos no podemos darles la espalda ni abandonarlos a su suerte, son la mayor¨ªa. Conozco a muchos, catalanoparlantes. Paso parte del a?o en su tierra y, madrile?o como soy, y habi¨¦ndome pronunciado p¨²blicamente en contra no del independentismo (defienda cada cual lo que quiera), sino de este independentismo totalitario y por las bravas, nunca me he sentido rechazado ni me he visto desairado, ni en privado ni por la calle. M¨¢s bien al contrario. Ahora que empieza el juicio a los pol¨ªticos acusados de delitos, el ruido subir¨¢ a¨²n m¨¢s de tono. La difamaci¨®n de la democracia espa?ola no conocer¨¢ l¨ªmites ni escr¨²pulos. Las ofensas se multiplicar¨¢n. Se nos dir¨¢ que no pas¨® lo que hemos visto. Quienes fomentan el odio se aplicar¨¢n con ah¨ªnco. Justamente ahora es preciso no perder de vista que ¡°los catalanes¡± no son los que vociferan, increpan y calumnian, en modo alguno. Siguen siendo parte de nosotros, como lo han sido siempre, aunque para los usurpadores y sus ac¨®litos nosotros ya no seamos parte de ellos. Eso no debe importarnos. Son muchos, pero los menos.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Independentistes Pa?sos Catalans
- Declaraci¨®n Unilateral Independencia
- Ley Refer¨¦ndum Catalu?a
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Legislaci¨®n auton¨®mica
- Catalu?a
- Autodeterminaci¨®n
- Refer¨¦ndum
- Generalitat Catalu?a
- Gobierno auton¨®mico
- Elecciones
- Partidos pol¨ªticos
- Conflictos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Legislaci¨®n
- Justicia
- Proc¨¦s Independentista Catal¨¢n
- Independentismo
- La zona fantasma
- EPS Columnas