Un control necesario
Servir¨¢ de poco debatir sobre el futuro del empleo en Europa sin vigilar la entrada de inversiones que no responden solamente a criterios econ¨®micos
Despu¨¦s de a?os sin reaccionar, la Uni¨®n Europea ha acordado un mecanismo para controlar la inversi¨®n extranjera (l¨¦ase china) y proteger sus sectores estrat¨¦gicos. ?Por qu¨¦ ahora y no cuando el puerto griego del Pireo pas¨® a manos chinas, por ejemplo? Entonces, Europa estaba en plena crisis. Pek¨ªn se dejaba querer y sacaba el efectivo.
Hasta que compraron Kuka, la joya de la rob¨®tica alemana. Aunque Berl¨ªn hizo lo que pudo para impedirlo, el fabricante chino de electrodom¨¦sticos Midea la adquiri¨® en 2016. Ya no se trataba de la ahogada Grecia, sino de la locomotora industrial de la Uni¨®n. ¡°Aquella operaci¨®n hizo que en Europa nos pusi¨¦ramos las pilas por fin¡±, cuenta una eurodiputada. Qued¨® claro que las empresas chinas estaban tomando posiciones en compa?¨ªas estrat¨¦gicas y que se perder¨ªa una posici¨®n de competitividad important¨ªsima.
Esta semana el Parlamento Europeo ha aprobado un plan que entrar¨¢ en vigor en octubre de 2020. Es descafeinado, como todo lo que se pacta a 27 voces (Italia ha dicho que no), pero es un paso importante. No ten¨ªa sentido que la Uni¨®n Europea fuera la ¨²nica potencia econ¨®mica del mundo sin una definici¨®n clara de sus l¨ªneas rojas en telecomunicaciones, medios de comunicaci¨®n, industria espacial... Australia, Canad¨¢, Jap¨®n, la propia China y Estados Unidos la tienen. Y 14 Estados de la UE, tambi¨¦n; la clave es ir todos a una.
Se podr¨ªa haber ido m¨¢s lejos. Acordar un mecanismo vinculante que obligase a los miembros a cerrar la puerta a determinadas inversiones que fueran en contra de los intereses estrat¨¦gicos del club. Pero si nadie cede competencias es lo m¨¢ximo que se ha podido conseguir. Cada Estado tendr¨¢ la ¨²ltima palabra, pero si act¨²a a espaldas del bien com¨²n no podr¨¢ alegar que no lo sab¨ªa. El texto no est¨¢ mal, defienden sus autores, y la prueba de ello es que China est¨¢ preocupada.
Pek¨ªn va a seguir dando salida a sus productos y asegur¨¢ndose recursos desde Yibuti a Panam¨¢. Lleva tejiendo alianzas desde los a?os ochenta, aunque Xi Jinping haya querido venderlo como el relanzamiento de la Ruta de la Seda. Ahora su argumento es que lo que quiere la Uni¨®n Europea es cerrarle la puerta a Huawei y a su tecnolog¨ªa 5G como han hecho otros pa¨ªses.
Servir¨¢ de poco debatir sobre el futuro del empleo en Europa, el declive de la industria o la falta de innovaci¨®n si no vigilamos la entrada de inversiones que no responden solamente a criterios econ¨®micos, sino pol¨ªticos. Esto no tiene nada que ver con el proteccionismo: Europa necesita inversi¨®n, incluida la china. Pero cuando una industria entera dependa de una empresa y detr¨¢s de ella haya un Estado extranjero, no est¨¢ de m¨¢s que se encienda una luz para alumbrar la escena.
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