El Gobierno crea una academia de j¨®venes cient¨ªficos brillantes

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la creaci¨®n de la Academia Joven de Espa?a, una instituci¨®n que representar¨¢ a cient¨ªficos j¨®venes y fomentar¨¢ nuevos enfoques para resolver problemas de importancia nacional e internacional. La primera instituci¨®n similar se cre¨® en el a?o 2000 en Alemania y desde entonces han surgido otras en m¨¢s de una treintena de pa¨ªses, con miembros de unos 40 a?os de edad en promedio. ¡°Es importante que Espa?a tenga presencia en este movimiento internacional¡±, afirma el qu¨ªmico Javier Garc¨ªa Mart¨ªnez, que hace cuatro a?os recibi¨® el Premio al Investigador Emergente de la Sociedad Estadounidense de Qu¨ªmica por sus avances en nanotecnolog¨ªa aplicada al refinado del petr¨®leo.

Los primeros miembros de la Academia Joven de Espa?a ser¨¢n los cient¨ªficos espa?oles que ya han sido miembros de la Academia Joven Global, que re¨²ne desde 2010 a algunos de los mejores investigadores j¨®venes del mundo, seg¨²n explica Garc¨ªa Mart¨ªnez, presidente de la comisi¨®n gestora de la nueva entidad. El qu¨ªmico, de la Universidad de Alicante, subraya que la Academia ser¨¢ din¨¢mica, con 50 miembros que ir¨¢n sustituy¨¦ndose al cumplir cinco a?os en el puesto.

La Academia Joven de Espa?a estar¨¢ formada por 50 investigadores punteros de unos 40 a?os de media

¡°Se entiende por cient¨ªfico joven aquel que ya ha montado su propio grupo de investigaci¨®n¡±, detalla Javier Mart¨ªnez Moguerza, experto en algoritmos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y miembro fundador de la nueva academia. Un perfil cl¨¢sico del acad¨¦mico ser¨ªa un ganador de las ayudas de la Comisi¨®n Europea a proyectos dirigidos por j¨®venes cient¨ªficos, conocidas como Starting Grants. Entre los fundadores tambi¨¦n figuran la bi¨®loga Maite Mart¨ªnez Aldaya, especialista en gesti¨®n del agua de la Universidad P¨²blica de Navarra, y el genetista Toni Gabald¨®n, del Centro de Regulaci¨®n Gen¨®mica de Barcelona.

Hace un lustro, los cuatro cient¨ªficos escribieron una tribuna en EL PA?S para presentar el proyecto. ¡°Para nuestro pa¨ªs, los beneficios de tener una academia joven son evidentes. La academia fomentar¨¢ la puesta en valor de la innovaci¨®n y el conocimiento, y cubrir¨¢ la necesidad de crear un referente para los cient¨ªficos j¨®venes espa?oles que complemente sus actuales entornos de trabajo, haciendo de puente para que tanto sus miembros como otros muchos cient¨ªficos j¨®venes tengan la oportunidad de interaccionar con decisores, formadores de opini¨®n y expertos, l¨ªderes empresariales, organismos de financiaci¨®n, instituciones nacionales, medios de comunicaci¨®n y p¨²blico en general tanto a nivel nacional como internacional¡±, argumentaron entonces.

La Academia Joven de Espa?a ¡ªapoyada por el ministro de Ciencia, Pedro Duque, y por su n¨²mero dos, ?ngeles Heras¡ª tambi¨¦n propondr¨¢ ¡°pol¨ªticas encaminadas a eliminar obst¨¢culos en la participaci¨®n de mujeres, personas con discapacidad, minor¨ªas ¨¦tnicas y otros grupos escasamente representados en las distintas ramas del saber¡±, seg¨²n ha destacado el Ministerio. ¡°Promover la igualdad de g¨¦nero¡± ser¨¢ una de las prioridades, seg¨²n recalca Maite Mart¨ªnez Aldaya, ¨²nica mujer por el momento en la media docena de fundadores.

¡°La creaci¨®n de la Academia Joven de Espa?a es una medida fundamental para romper con las altas cifras de envejecimiento de la poblaci¨®n cient¨ªfica en Espa?a¡±, ha aplaudido en un comunicado Jos¨¦ Antonio Guti¨¦rrez, director de la Fundaci¨®n Gadea por la Ciencia, dedicada a promover la investigaci¨®n cient¨ªfica. Guti¨¦rrez recuerda que el personal docente investigador en las universidades se concentra en torno a los 50 y 59 a?os (43%), mientras que el porcentaje de investigadores de entre 30 y 39 a?os ha ca¨ªdo del 13% al 3% desde el a?o 2008, seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n Europea Sociedad y Educaci¨®n.

¡°Nos encontramos ante un sistema de ciencia arcaico en el que los nuevos cient¨ªficos apenas tienen oportunidades, lo que conduce a una desastrosa consecuencia para nuestro futuro: miles de j¨®venes cient¨ªficos espa?oles se ven obligados a tomar un nuevo rumbo a escala internacional y, de este forma, no participan en el progreso y la evoluci¨®n de su propio pa¨ªs¡±, ha lamentado Guti¨¦rrez.