Hacia la catalanizaci¨®n

El pasado 18 de febrero, la c¨²pula de Ciudadanos vet¨® por unanimidad todo posible acuerdo con el PSOE de S¨¢nchez tras las pr¨®ximas elecciones generales. Un gesto cuyo mensaje implica romper los puentes y quemar las naves para garantizar la irreversibilidad de su viaje hacia la derecha espa?olista renunciando al centro pol¨ªtico. No hay duda de que se hizo as¨ª por puro electoralismo, ante el claro riesgo de inexorable declive tras verse desplazado por el pujante ascenso de Vox, como nuevo partido de los puros e intransigentes que rechazan todo politiqueo. Y ese viraje de Ciudadanos bien podr¨ªa favorecer al PSOE, al taponar la p¨¦rdida de votos por su flanco derecho. Pero m¨¢s all¨¢ de estos juegos t¨¢cticos, lo cierto es que el abandono por Ciudadanos del espacio de centro que hab¨ªa construido supone una grave amenaza para nuestro sistema pol¨ªtico, pues implica la catalanizaci¨®n del conjunto de Espa?a, que queda dividida en dos mitades antag¨®nicas civilmente enfrentadas.

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Es el mismo viraje que protagoniz¨® Artur Mas en 2012, cuando asustado por las protestas populares contra su pol¨ªtica de recortes, opt¨® por reconvertir a su partido catalanista de centro, CDC, al secesionismo unilateral, a fin de evitar que sus electores se pasasen a ERC. Desde el punto de vista t¨¢ctico, esa maniobra result¨® un fracaso, pues su hemorragia de votos fue todav¨ªa mayor. Pero lo m¨¢s grave fue que destruy¨® para mucho tiempo lo que hasta entonces hab¨ªa significado CiU: un espacio de centro mayoritario que serv¨ªa de tercera v¨ªa entre los dos polos enfrentados del espectro ideol¨®gico. Y desaparecido ese colch¨®n amortiguador, hoy la escena pol¨ªtica catalana est¨¢ est¨¦rilmente bloqueada por una extrema polarizaci¨®n, dado el empate permanente entre el espa?olismo y el secesionismo.

Pues bien, el viraje hacia su derecha emprendido por Rivera podr¨ªa significar para el sistema pol¨ªtico espa?ol lo mismo que supuso para el catal¨¢n el viraje de Mas. En los ¨²ltimos tres a?os, tras la debacle del bipartidismo que estall¨® en 2015, el equipo dirigente de Ciudadanos hab¨ªa logrado construir y consolidar un nuevo espacio de centro pol¨ªtico que aspiraba a servir de tercera v¨ªa, estabilizando la confrontaci¨®n bipolar entre derecha e izquierda que ha venido amargando con su cruenta crispaci¨®n la reciente trayectoria de nuestro sistema. Pero ahora, con gran irresponsabilidad, Rivera ha tirado por la borda todo ese capital estabilizador tras tomar partido por uno de los frentes en pugna, aline¨¢ndose con el nacional populismo m¨¢s extremado.

Con lo cual se produce la definitiva vuelta de tuerca hacia la polarizaci¨®n de Espa?a, sin ning¨²n estabilizador intermedio que evite el eterno bloqueo del empate bipolar. Justo como en Catalu?a. Y si Espa?a queda polarizada ?qui¨¦n ser¨¢ el guapo que pueda despolarizarla? ?Pedro S¨¢nchez, con su vaga oferta de un di¨¢logo que hasta ahora se ha demostrado tan est¨¦ril como fallido? Para eso necesitar¨ªa disponer de una mayor¨ªa que parece fuera de su alcance. Y en su defecto, quedar¨¢ preso entre las dos Espa?as opuestas que hielan el coraz¨®n.