Alegalismo, pasadismo
Una cosa es mantener el pulso antiseparatista y otra asumir la contaminaci¨®n de Vox
Hay contenidos que est¨¢n en espera de un t¨¦rmino adecuado, con especial intensidad en el campo social y pol¨ªtico. De forma clamorosa algunas veces, seg¨²n ocurre con la traducci¨®n del ¨¢rabe kafir en ¡°infiel¡±, calificativo insuficiente, pues no trata solo de ausencia de fidelidad, sino de no creer en la verdadera religi¨®n, como expresan en franc¨¦s incroyant o en ingl¨¦s unbeliever.
El juego de conceptos axial en el Islam resulta as¨ª difuminado. Algo similar sucede con las posiciones pol¨ªticas o ideol¨®gicas inspiradas en formas del pasado, pero que no son necesariamente arcaicas o arcaizantes. Casos del bonapartismo en la Francia del siglo XIX, o del neofranquismo que hoy subyace a la mentalidad de nuestra derecha, y no solo en Vox. En franc¨¦s existe el t¨¦rmino pass¨¦isme, que vendr¨ªa bien traducir como pasadismo. Tambi¨¦n existe en la historiograf¨ªa francesa, aunque no en el diccionario, al¨¦galisme, para designar aquellas acciones que no contravienen expresamente la ley, pero se sit¨²an al margen de ella y de su esp¨ªritu.
En la naciente campa?a electoral, el pasadismo es patrimonio de la derecha, y con graves consecuencias para el futuro democr¨¢tico del pa¨ªs, al juzgar la situaci¨®n pol¨ªtica como escenario de un enfrentamiento irresoluble en torno a la cuesti¨®n catalana. Vuelve en su plenitud la concepci¨®n de una Espa?a unitaria, que aun recuerda m¨¢s al pr¨®logo del 36 por venir asociada a la idea de ¡°traici¨®n¡±, m¨¢s la consiguiente soluci¨®n traum¨¢tica que lo resuelve todo: el 155. Un perfecto callej¨®n sin salida.
?Qu¨¦ tiene que ver esto con el centro-derecha moderno, anterior aspiraci¨®n de Ciudadanos? Enlaza sin duda con las preferencias de dirigentes y seguidores, obsesionados con Catalu?a y deslumbrados ante el fogonazo andaluz. Rompe en cambio con una clave de su precedente ascenso: flexible en Madrid-comunidad o en Andaluc¨ªa, Cs supo distanciarse del fondo maniqueo del PP, imperante hoy con el casadismo. Una cosa es mantener el pulso-antiseparatista y otra asumir la contaminaci¨®n de Vox. Todo para secundar ciegamente al PP en el 155. F¨¢cil para Pedro S¨¢nchez y para Casado.
La apuesta del presidente es ganar a cualquier precio. El alegalismo de convertir una cascada de reformas en captaci¨®n de votos durante la campa?a, heredado del PP, prueba que no esper¨® a septiembre, con sobrado tiempo para hacerlas, por estricto c¨¢lculo electoral. Evitando riesgos, tampoco abordar¨¢ el contenido de sus propuestas sobre Catalu?a, utilizada solo para oponerse al muro que anuncia ¡°el tr¨ªo infernal¡±. Nuevamente Solo ante el peligro.
La izquierda ofrece otras alternativas, libres de marketing. Guste o no, ah¨ª est¨¢ la alcaldesa Manuela Carmena, que se presenta con sus realizaciones y su equipo, sin m¨¢scaras ni concesiones partidarias. Con la mirada puesta en un futuro definible.
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