?Por Pius Adesanmi, por Nigeria!

Pius Adesanmi, catedr¨¢tico de Literatura y Estudios Africanos de la Universidad de Carleton, que muri¨® en el accidente a¨¦reo del vuelo 302 de Ethiopian Airlines el pasado 10 de marzo, era un consumado intelectual y un activista civil. Pius destacaba en los c¨ªrculos universitarios e intelectuales de todo el mundo porque interven¨ªa en las redes sociales y en otros c¨ªrculos.

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Un homenaje de un amigo com¨²n, el catedr¨¢tico E.C. Osondu de la Universidad de Providence, en Rhode Island, EE UU, refleja la esencia de la vida de Pius, que fue bastante corta, pero extraordinaria. ¡°Pius era un ser humano excepcional y entusiasta con una mente privilegiada. Era lo que los yoruba llaman un omoluabi (un hombre de honor y con buen car¨¢cter), pero cuando entraba en p¨®lemicas, se pod¨ªa convertir f¨¢cilmente en un jaguda (un rufi¨¢n). Nigeria ha perdido a una de esas personas que m¨¢s la quer¨ªan¡±, escrib¨ªa Osondu el domingo en un homenaje en Facebook.

Puis era un ejemplo de intelectualismo, dedicaci¨®n, trabajo duro y esp¨ªritu comunitario; siempre estaba dispuesto a dedicar su intelecto, su tiempo y sus recursos al bien de su pa¨ªs y de la humanidad. Como muchos de sus seguidores y admiradores, recib¨ª la noticia surrealista de su fallecimiento la tarde noche del s¨¢bado. El mundo se despert¨® el domingo por la ma?ana con la espantosa noticia del accidente del Boeing 737 MAX de Ethiopian Airlines que volaba de Addis Abeba a Nairobi, Kenia, en el que murieron sus 149 pasajeros y los ocho miembros de la tripulaci¨®n. Lo m¨¢s preocupante del accidente era su inquietante parecido con el accidente de otro Boeing 737 MAX¡ª el vuelo 610 de Lion Air¡ª en el Mar de Java, Indonesia, poco despu¨¦s de despegar el 29 de octubre de 2018, con 189 v¨ªctimas. Luego, las noticias empezaron a filtrar que hab¨ªa un nigeriano en el vuelo ET302.

El domingo 10 de marzo yo ten¨ªa una agenda apretada: revisar materiales adicionales para un nuevo libro; a las 14.00 ten¨ªa una reuni¨®n que tuve la responsabilidad de organizar y a las 18.00 una visita que ten¨ªa que haber hecho hace tiempo para dar el p¨¦same. Antes de la reuni¨®n de las 14.00 realic¨¦ un par de llamadas a Dapo Olorunyomi, el editor de Premium Times, para confirmar una cita que hab¨ªa concertado antes. No me contest¨®. Me devolver¨ªa la llamada mucho m¨¢s tarde.

Adi¨®s, Pius Adesanmi, sabio, intelectual, activista, humorista y patriota. Se te echar¨¢ mucho de menos. Tu muerte nos recuerda la de un alma gemela, el profesor Claude Ake, considerado uno de los principales fil¨®sofos pol¨ªticos africanos

Lo primero que me dijo cuando cog¨ª el tel¨¦fono fue: ¡°?Ha o¨ªdo algo sobre Pius y el accidente de avi¨®n de esta ma?ana?¡± El coraz¨®n me dio un vuelco. Lo ¨²nico que pude murmurar ¨C medio asegur¨¢ndome y deseando que la historia no fuese cierta ¨C fue que hab¨ªa un nigeriano en el vuelo y que no era Pius. Entonces Dapo me record¨® que Pius viajaba con un pasaporte canadiense. Mi preocupaci¨®n aumentaba. Le dije que sab¨ªa ¨C seg¨²n el manifiesto ¨C que hab¨ªa 18 canadienses en el aciago vuelo. Me dijo que estaba intentando localizar a Nduka Otiono, otro nigeriano compa?ero de Pius en el Instituto de Estudios Africanos de la Universidad de Carleton en Ottawa, Canad¨¢. O¨ª un bip, y Dapo me dijo que ten¨ªa que coger otra llamada.

En ese momento, ya sent¨ªa un nudo en el est¨®mago. Cuando colgu¨¦ a Dapo, me met¨ª en Twitter. Hab¨ªa una oleada de tuits sobre Pius, y la mayor¨ªa de ellos terminaban con un ¡°RIP Pius¡±. Despu¨¦s de leer varios tuits, intent¨¦ escribir una respuesta para advertir a la gente de que deber¨ªa esperar hasta que hubiese una confirmaci¨®n oficial ¨C solo con la esperanza de que la noticia resultase falsa ¨C pero los dedos no me respond¨ªan. Luego empec¨¦ a recibir llamadas de todo el mundo, y pas¨¦ el resto del d¨ªa haciendo llamadas o recibi¨¦ndolas.

Cada vez que intentaba hacer algo, mi mente volv¨ªa a pensar en el accidente de avi¨®n, en Pius y en todo lo que representaba. Muy pocos nigerianos dominaban el espacio p¨²blico como lo hac¨ªa Pius Adesanmi. Ten¨ªa una licenciatura con matr¨ªcula de honor y un doctorado en franc¨¦s que le permit¨ªan sentirse tan a gusto en el mundo franc¨®fono como en el angl¨®fono; conectaba tanto con el mundo en desarrollo como con el desarrollado. Era un erudito y un ciudadano del mundo de la mejor estirpe. Pero segu¨ªa siendo nigeriano de coraz¨®n, en la teor¨ªa y en la pr¨¢ctica. Y era evidente en su sapiencia, en sus compromisos p¨²blicos y sociales y en sus intervenciones.

El pasado domingo por la noche todav¨ªa intentaba asimilar la noticia del fallecimiento de Pius. Recib¨ª una llamada de un antiguo colega en Reino Unido, y mientras convers¨¢bamos, una de las cadenas de televisi¨®n del pa¨ªs estaba dando una breve informaci¨®n sobre el accidente de avi¨®n ocurrido ese d¨ªa. Era una noticia corta, carente de contexto y de profundidad. Me sent¨ª indignado. Expres¨¦ mi disgusto por la cr¨®nica y me pregunt¨¦ por qu¨¦ un canal de televisi¨®n nacional no utilizaba una tragedia mundial como esa, con repercusiones para el pa¨ªs y para todo el continente, para mostrar a sus espectadores la contribuci¨®n de alguien como Pius en la b¨²squeda del renacimiento nacional. Mi colega me interrumpi¨® y me record¨® que lo que acababa de presenciar era la consecuencia del hundimiento de la televisi¨®n p¨²blica en el pa¨ªs. Coincidimos en que la televisi¨®n p¨²blica no era la ¨²nica que sufr¨ªa los efectos de la mala gesti¨®n. Todo lo que este pa¨ªs aprecia, desde la educaci¨®n p¨²blica hasta la sanidad p¨²blica, se ha ido a pique.

Todav¨ªa me sent¨ªa un poco desorientado al llegar ayer al despacho entre el calor sofocante y el corte de electricidad. Entr¨¦ en un despacho contiguo para saludar r¨¢pidamente a un compa?ero y hablar del accidente a¨¦reo que seg¨® la vida de nuestro amigo Pius Adesanmi. Mientras habl¨¢bamos, ech¨¦ un vistazo a los peri¨®dicos que hab¨ªa sobre la mesa delante de m¨ª con los titulares sobre los resultados de las elecciones a gobernador y a la asamblea estatal que se hab¨ªan celebrado dos d¨ªas antes. Una noticia en concreto atrajo mi atenci¨®n. Era una noticia en el fald¨®n del Daily Trust titulada ¡°IBB regresa despu¨¦s de una estancia m¨¦dica de tres meses en Suiza¡±.

Me qued¨¦ estupefacto. Pas¨¦ las p¨¢ginas hasta llegar a la cuarta para leer los detalles de la noticia. ¡°El general Ibrahim Badamasi Babangida, expresidente militar, regres¨® el domingo a Nigeria despu¨¦s de una estancia m¨¦dica de m¨¢s de tres meses en Suiza¡±, se afirmaba en el primer p¨¢rrafo. ¡°Babangida dice que est¨¢ mucho mejor y m¨¢s fuerte, y agradece a los nigerianos sus oraciones y sus mensajes de ¨¢nimo durante su estancia¡±, prosegu¨ªa la cr¨®nica. Ir¨®nicamente, el art¨ªculo estaba justo debajo de otra noticia con el siguiente titular: ¡°El profesor nigeriano Pius Adesanmi muere en un accidente ¨¢reo en Etiop¨ªa¡±, con una foto del equipo de rescate en el lugar del accidente y unas fotos insertadas del profesor Pius Adesanmi y Amb Abiodun Oluremi Bashua, otro nigeriano exmiembro de Naciones Unidas y representante adjunto especial de la Uni¨®n Africana en Darfur que tambi¨¦n muri¨® en el accidente.

Lo primero que me vino a la cabeza despu¨¦s de leer el art¨ªculo sobre Babangida, el exdictador militar nigeriano que se describ¨ªa a s¨ª mismo como un ¡°genio del mal¡±, era el desd¨¦n y la insolencia que desprend¨ªan sus declaraciones. Me preguntaba qu¨¦ nigerianos rezaban por ¨¦l: ?los millones empobrecidos por d¨¦cadas de su Pol¨ªtica de Ajuste Estructural (PAE), los millones que mor¨ªan cada a?o por la falta de acceso a una asistencia sanitaria adecuada que una serie de pat¨¦ticos gobernantes locales como ¨¦l no consiguieron garantizar, o los millones que sufren las consecuencias de la degradaci¨®n de nuestros valores democr¨¢ticos supervisada por ¨¦l? Era imposible no ver la iron¨ªa. Fue un general que gobern¨® Nigeria a base de artima?as y prepotencia durante ocho a?os claramente nada memorables. No supo construir ni un solo hospital en el pa¨ªs que satisficiese sus necesidades. Me dije a m¨ª mismo que era la clase de cosas era con las que Pius se cebaba.

"Las contribuciones de Pius Adesanmi a Carleton son incalculables. Trabaj¨® incansablemente para construir el Instituto de Estudios Africanos con el fin de compartir su pasi¨®n sin l¨ªmites por la literatura africana¡±, afirmaba Pauline Rankin, decana de la Facultad de Artes y Ciencias Sociales, en un homenaje

En julio de 2018, Pius se vio envuelto en un accidente de coche en la carretera de Oyo-Ogbomosho cuando el veh¨ªculo en el que viajaba choc¨® frontalmente con un coche de Ibadan. Se dirig¨ªa a Lagos para coger un vuelo a Dakar, Senegal. ¡°Dos horas despu¨¦s del accidente, todav¨ªa no hab¨ªa llegado ninguna ayuda. No exist¨ªa ninguna cultura de la evacuaci¨®n¡±, citaba el Premium Times a Pius en una noticia. ¡°La gente simplemente se agolpaba en el lugar del accidente, sorprendida y gritando. Otros lloraban y maldec¨ªan. Nadie intentaba ayudar¡±, se?alaba Pius en la cr¨®nica.

Si su vuelo no se hubiese estrellado seis minutos despu¨¦s de despegar el domingo por la ma?ana, Puis Adesanmi seguir¨ªa vivo hoy. Y si hubiese le¨ªdo la noticia totalmente desconcertante sobre el turismo m¨¦dico de Babangida, habr¨ªa hecho un comentario debidamente mordaz. Pius no soportaba a los imb¨¦ciles y no se andaba con miramientos a la hora de explicar las p¨¦simas condiciones que existen en Nigeria, o de enfrentarse a las estupideces de los responsables del actual trauma nacional, tanto si escrib¨ªa sobre la?Par¨¢bola de la alcachofa de la ducha (un ensayo de septiembre de 2013) como de las?V¨ªrgenes con certificado de la Agencia Nacional para la Administraci¨®n y el Control de Alimentos y Medicamentos (un ensayo de febrero de 2009).

¡°Las contribuciones de Pius Adesanmi a Carleton son incalculables¡±, afirmaba Pauline Rankin, decana de la Facultad de Artes y Ciencias Sociales, en un homenaje. ¡°Trabaj¨® incansablemente para construir el Instituto de Estudios Africanos con el fin de compartir su pasi¨®n sin l¨ªmites por la literatura africana y para conectar con los alumnos y apoyarlos. Fue un erudito y un profesor de un grand¨ªsimo calibre que deja una profunda huella en Carleton¡±.

Benoit-Antoine Bacon, presidente y vicerrector de Global Affairs Canada, describ¨ªa a Pius Adesanmi como ¡°una figura destacada en los estudios africanos y poscoloniales, y su repentina p¨¦rdida es una tragedia¡±.

Adi¨®s, Pius Adesanmi, sabio, intelectual, activista, humorista y patriota. Se te echar¨¢ mucho de menos. Tu muerte nos recuerda la de un alma gemela, el profesor Claude Ake, considerado uno de los principales fil¨®sofos pol¨ªticos africanos. Claude Ake, que habr¨ªa cumplido 80 a?os el mes pasado, era, al igual que t¨², un acad¨¦mico influyente y el intelectual p¨²blico por excelencia. Era catedr¨¢tico de Econom¨ªa Pol¨ªtica, exdecano de la Facultad de Ciencias Sociales y director del Centro de Ciencias Sociales Avanzadas de la Universidad de Port Harcourt, en el estado de Rivers.

Ake, un cr¨ªtico virulento de la junta militar del general Sani Abacha, de la empresa petrolera anglo-holandesa Shell, y del diab¨®lico sector petrolero nigeriano, clamaba contra las dictaduras y el mal gobierno en toda ?frica. En noviembre de 1995, dimiti¨® del Comit¨¦ de Direcci¨®n del Estudio Medioambiental del Delta del N¨ªger en protesta por el ahorcamiento del ecologista Ken Saro-Wiwa y ocho de sus compatriotas ogonis. Un a?o m¨¢s tarde, el 7 de noviembre de 1996, muri¨® en unas circunstancias misteriosas ¨C un error del control del tr¨¢fico a¨¦reo, seg¨²n los investigadores ¨C cuando el vuelo 86 de ADC Airlines de Port Harcourt a Lagos se estrell¨® en Ejirin, Lagos, matando a sus 144 pasajeros y a su tripulaci¨®n.

Pius, nuestro m¨¢s sincero p¨¦same a tu familia. Tus amigos y compa?eros se reunir¨¢n en un homenaje a la luz de las velas en Unity Fountain, en Abuja, en ciudades de toda Nigeria y en todo el mundo en los pr¨®ximos d¨ªas y semanas. Nos consuelan las palabras del poeta Chiedu Ezeanah: ¡°Pius Adesanmi debe de haber vivido dos o m¨¢s vidas en una¡±.

Chido Onumah es autor de We Are All Biafrans: A Participant-observers¡¯ Interventions in a Country Sleep-walking to Disaster (Todos somos biafranos: las intervenciones de un observador y participante en un pa¨ªs que se encamina lentamente hacia el desastre).

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