?Qui¨¦n invent¨® las vacaciones?
El turismo de masas cambi¨® para siempre el mundo
Las vacaciones son un invento reciente. Fue el reci¨¦n elegido Gobierno del Frente Popular presidido por L¨¦on Blum quien el 12 de junio de 1936 instaur¨® legalmente en Francia dos semanas de vacaciones pagadas ¡ªcong¨¦s pay¨¦s¡ª?estableciendo los pilares del Estado del bienestar. Esas dos semanas pasaron a ser cuatro en 1968, y Mitterrand implant¨® la quinta semana en 1982. En Espa?a, donde las vacaciones pagadas no se generalizaron hasta los a?os sesenta, los trabajadores tienen 30 d¨ªas naturales de vacaciones remuneradas al a?o independientemente de la antig¨¹edad en el puesto. Seg¨²n el Banco Mundial, ¡ªque recopila el periodo m¨ªnimo de vacaciones remuneradas establecido en cada pa¨ªs, en funci¨®n de su normativa¡ª, Finlandia y Francia son las naciones europeas (y en el mundo) que m¨¢s vacaciones retribuidas garantizan a sus trabajadores: al menos 30 d¨ªas laborables al a?o. Desde que en el a?o 2000 el Gobierno chino autoriz¨® vacaciones pagadas durante el Nuevo A?o Chino y el D¨ªa Nacional, en octubre, el turismo chino no ha parado de crecer: China se convirti¨® en 2012 en el principal emisor de turistas del mundo, y en 2018 los chinos realizaron 134 millones de viajes fuera de sus fronteras.
?Qui¨¦n teme a 1.400 millones de turistas??
Gracias a (o por culpa de) las vacaciones, miles de personas viajan de un sitio a otro sin que ese desplazamiento tenga que ver con su trabajo o con otras obligaciones o intereses. Lo hacen para visitar lugares, para divertirse, para conocer a otras gentes, para vivir una realidad distinta de la suya habitual. En su libro Teor¨ªa del viaje, po¨¦tica de la geograf¨ªa (editorial Taurus) el profesor franc¨¦s de filosof¨ªa Michel Onfray (Argentan, 1959) escribe: ¡°viajar supone rechazar el empleo del tiempo laborioso de la civilizaci¨®n en beneficio del ocio inventivo y feliz. El arte del viaje induce a una ¨¦tica l¨²dica, una declaraci¨®n de guerra a cuadricular y a cronometrar la existencia¡±.
De los 7.688 millones de habitantes del planeta, 1.400 millones viajaron fuera de sus pa¨ªses en 2018. Un billete de avi¨®n cuesta hoy menos de la mitad que en 1999, seg¨²n la Asociaci¨®n Internacional de Transporte A¨¦reo (IATA). Viajar es cada vez m¨¢s f¨¢cil y barato, pero esto tambi¨¦n tiene consecuencias. El exceso de turistas amenaza con matar de ¨¦xito a ciudades como Berl¨ªn, Venecia o ?msterdam. Sus habitantes sufren turismofobia. ?msterdam, que recibe cerca de 18 millones de visitantes anuales, prohibi¨® en 2017 la apertura de nuevas tiendas para turistas en el centro, un gesto con el que trataba de evitar que los locales de recuerdos y de comida r¨¢pida desplazasen a los comercios tradicionales.
Para el profesor Manuel Figuerola, director del Doctorado en Turismo de la Universidad Nebrija en Madrid, el turista no es el enemigo: ¡°El turismo siempre es bueno. Otra cosa es c¨®mo se plantea y c¨®mo se gestiona. En Espa?a le debemos, entre otras cosas, los efectos positivos de la transici¨®n. Pero todo destino tiene una capacidad de carga. Y para evitar la saturaci¨®n hay que diversificar la oferta, planificar e innovar¡±. Innovaci¨®n que para Figuerola pasa por el m¨¦todo cient¨ªfico. ¡°El 30% del consumo energ¨¦tico de un hotel, por ejemplo, se va en las instalaciones de fr¨ªo y calor, algo que se podr¨ªa solucionar mediante arquitecturas sostenibles. Pero las soluciones t¨¦cnicas a menudo chocan con los intereses pol¨ªticos y econ¨®micos¡±. Seg¨²n Figuerola, el gran error del turismo en Espa?a fue cubrir de cemento toda la costa, en lugar de optar por unos pocos modelos verticales y sostenibles, seg¨²n el modelo que Pedro Zaragoza (1922-2008), alcalde de Benidorm entre 1951 y 1967, dise?¨® para la localidad alicantina.
C¨®mo no morir de ¨¦xito?
El turismo produce riqueza ¡ªen Espa?a alcanz¨® los 271.699 millones en 2018, seg¨²n un estudio elaborado por la Mesa del Turismo y la Universidad Nebrija¡ª, pero ?c¨®mo mantener el equilibrio entre los ingresos econ¨®micos que genera y la disminuci¨®n de la calidad de vida local? Greg Richards, catedr¨¢tico de Turismo en la Universidad NHTV en Breda (Pa¨ªses Bajos), considera que el ¨¦xito de los destinos pasa por mejorar su realidad y no solo su imagen de marca. Para Richards, la promoci¨®n no funciona a menos que la realidad de un lugar coincida con su imagen. Por lo tanto, sugiere que los lugares que quieren tener ¨¦xito deber¨ªan mejorar su realidad. ¡°Hacer que los lugares sean mejores requiere un replanteamiento total de la relaci¨®n entre las personas y el espacio. Si un lugar es bueno para vivir, tambi¨¦n ser¨¢ bueno visitarlo e invertir en ¨¦l¡±. Richards considera que la dicotom¨ªa entre turistas y residentes se diluye a medida que surgen nuevas modalidades viajeras, como el turismo creativo. ¡°Muchos residentes han aprendido a mirar su propia ciudad con ojos de turista, pero con la experiencia que dan los a?os de residencia en ella, lo que les permite convertirse en proveedores de servicios de turismo y experiencias¡±.
La periodista Elizabeth Becker, que trabaj¨® durante a?os para The New York Times, pone a Burdeos como modelo de planificaci¨®n tur¨ªstica y urban¨ªstica, ¡°un ejemplo a seguir por ciudades peque?as como La Habana, Venecia, Barcelona o Nueva Orleans¡±. Seg¨²n Becker, que visit¨® la ciudad francesa investigando para su libro Overbooked: The Exploding Business of Travel and Tourism (Exceso de reservas: el fulgurante negocio de los viajes y el turismo), publicado en 2013, ¡°Burdeos era un desorden postindustrial en 1995, cuando Alain Jupp¨¦ fue elegido alcalde y puso en marcha una masiva operaci¨®n de rescate y renovaci¨®n de la ciudad¡±. Despu¨¦s de un esfuerzo de casi 15 a?os, la capital de Aquitania recuper¨® su belleza dieciochesca tras una esmerada restauraci¨®n que respet¨® los antiguos edificios al tiempo que redise?o su trazado urbano para integrarlo plenamente en el siglo XXI. En su libro, Becker destaca el papel que jug¨® el turismo en la transformaci¨®n de Burdeos: ¡°El renacimiento de la ciudad se bas¨® en la premisa de que el turismo ser¨ªa su nuevo motor econ¨®mico, sustituyendo a su antiguo papel como puerto mar¨ªtimo hacia el Atl¨¢ntico. Y super¨® las expectativas: su centro hist¨®rico fue declarado patrimonio mundial en 2007; en 2015 fue elegida mejor destino europeo para una escapada; el New York Times la situ¨® en el segundo puesto de su lista de sitios que visitar en 2016, y Lonely Planet la eligi¨® mejor ciudad del mundo para visitar en 2017¡±.
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