C¨®mo la contaminaci¨®n y los gases de efecto invernadero afectan ya al Sahel
Un estudio demuestra por primera vez que la evoluci¨®n de las precipitaciones en una regi¨®n durante el siglo XX ha estado directamente afectada por las emisiones humanas
Durante la ¨²ltima d¨¦cada, muchos pa¨ªses de la regi¨®n del Sahel ¡ªla franja semi¨¢rida del sur del S¨¢hara que se extiende desde Senegal hasta Etiop¨ªa¡ª han estado sumidos en diversos conflictos. La poblaci¨®n de estos pa¨ªses est¨¢ creciendo, lo que implica que los recursos son cada vez m¨¢s escasos. Adem¨¢s, las formas de vida basadas en la agricultura son cada vez m¨¢s inciertas debido a la alta variabilidad del clima. Se ha podido relacionar estos sucesos en la regi¨®n con el cambio clim¨¢tico.
Durante los ¨²ltimos 100 a?os se han producido grandes fluctuaciones en el clima de la regi¨®n. A las abundantes lluvias en las d¨¦cadas de los cincuenta y los sesenta sucedieron pertinaces sequ¨ªas en los setenta y los ochenta. Desde mediados de los noventa, la zona se caracteriza por la alternancia de buenos y malos a?os.
Nuestras ¨²ltimas investigaciones atribuyen esta evoluci¨®n del clima a las emisiones producidas por la quema de combustibles f¨®siles. Nuestro equipo ha demostrado que los modelos clim¨¢ticos mundiales m¨¢s recientes pueden explicar las persistentes sequ¨ªas en el Sahel cuando se incluye informaci¨®n sobre la emisi¨®n de sustancias contaminantes y de gases de efecto invernadero. Tambi¨¦n han constatado el potencial de estos modelos, ya que pueden simular de manera fiable cambios en la temperatura de los oc¨¦anos y en las precipitaciones regionales a partir de observaciones del mundo real.
Esta es la primera vez que se ha demostrado que la evoluci¨®n de las precipitaciones en una regi¨®n durante el siglo XX ha estado directamente afectada por las emisiones humanas, concretamente de sustancias contaminantes y gases de efecto invernadero. Tambi¨¦n es la primera vez que se propone un ¨²nico argumento que explica de forma coherente tanto las fluctuaciones naturales como los cambios causados por la actividad humana. La base que sustenta esta teor¨ªa es la influencia de los oc¨¦anos en el clima regional.
La sequ¨ªa del Sahel
La lluvia del Sahel proviene de la humedad que los vientos del monz¨®n transportan desde el Atl¨¢ntico Norte. A medida que el aire se eleva, este se enfr¨ªa y condensa la humedad, que cae en forma de lluvia. Cuanto m¨¢s se caliente el Atl¨¢ntico Norte, mayor ser¨¢ la cantidad de humedad que se evapore de su superficie y se desplace hacia tierra, y m¨¢s h¨²medo ser¨¢ el Sahel.
Aunque el aire se eleve de forma local, tambi¨¦n depende del mismo fen¨®meno a escala mundial. Por ejemplo, durante un evento clim¨¢tico como El Ni?o, el aire se eleva sobre un Pac¨ªfico tropical mucho m¨¢s c¨¢lido y desciende en otros lugares, causando sequ¨ªas generalizadas. Durante la segunda mitad del siglo XX, los gases de efecto invernadero calentaron los oc¨¦anos tropicales, lo que provoc¨® que las condiciones para que el aire ascendiera en otras zonas fueran desfavorables.
El estudio demuestra que, a pesar del papel de los gases de efecto invernadero en el pasado, el cambio clim¨¢tico no conducir¨¢ necesariamente a la sequ¨ªa en el Sahel
Del mismo modo, las emisiones de peque?as part¨ªculas s¨®lidas que emiten las centrales el¨¦ctricas de carb¨®n, conocidas como aerosoles de sulfato, aumentaron como consecuencia de la reconstrucci¨®n de la econom¨ªa tras la Segunda Guerra Mundial. Esto enfri¨® el Atl¨¢ntico Norte de manera directa, reflejando la radiaci¨®n solar y, de manera indirecta, favoreciendo la formaci¨®n de nubes que, a su vez, reflejan la radiaci¨®n entrante.
El an¨¢lisis de un total de 29 modelos clim¨¢ticos mundiales llevado a cabo por nuestro equipo muestra que la combinaci¨®n del calentamiento de los oc¨¦anos tropicales, causado por los gases de efecto invernadero, y el enfriamiento del Atl¨¢ntico Norte, causado por los aerosoles de sulfato, que caracterizaron la segunda mitad del siglo XX, condujeron a la sequ¨ªa del Sahel.
El estudio tambi¨¦n demuestra que, a pesar del papel de los gases de efecto invernadero en el pasado, el cambio clim¨¢tico no conducir¨¢ necesariamente a la sequ¨ªa en el Sahel.
Ahora que las emisiones de aerosoles de sulfato se han reducido dr¨¢sticamente en torno al Atl¨¢ntico Norte, gracias a la legislaci¨®n medioambiental destinada a reducir la lluvia ¨¢cida y las consecuencias para la salud p¨²blica de la contaminaci¨®n, el calentamiento del Atl¨¢ntico Norte ha repuntado.
Para seguir la senda del desarrollo, el Sahel necesita diversificar su econom¨ªa m¨¢s all¨¢ de la agricultura
Por lo tanto, las predicciones de condiciones m¨¢s h¨²medas debido al calentamiento est¨¢n en sinton¨ªa con la explicaci¨®n que se ha dado: el aire puede ahora elevarse sobre el Sahel, impulsado por el aumento de la humedad debido al calentamiento del Atl¨¢ntico Norte, desafiando las precipitaciones impuestas por el calentamiento de los oc¨¦anos tropicales en otros lugares. Las predicciones tambi¨¦n est¨¢n en consonancia con tendencias emergentes en la observaci¨®n de un ciclo del agua m¨¢s din¨¢mico: los episodios de precipitaciones m¨¢s intensos, aunque quiz¨¢s menos frecuentes, que han conducido a episodios recurrentes de inundaciones durante la d¨¦cada pasada.
Futuras pol¨ªticas
La atribuci¨®n de la sequ¨ªa del Sahel a las emisiones demuestra que el cambio clim¨¢tico es real y ya est¨¢ aqu¨ª. Existe tecnolog¨ªa para adaptarse a las sequ¨ªas y a la variabilidad del clima en general. Esta tecnolog¨ªa incluye previsiones clim¨¢ticas estacionales y pr¨¢cticas de gesti¨®n de la tierra tales como la agrosilvicultura, la agricultura de conservaci¨®n y la conservaci¨®n de la tierra y el agua, que ya desempe?an un papel en el desarrollo de estrategias de adaptaci¨®n.
De cualquier modo, dadas las presiones sociales ya mencionadas al comienzo, para seguir la senda del desarrollo, el Sahel necesita diversificar su econom¨ªa m¨¢s all¨¢ de la agricultura. Esto requerir¨¢ mucha m¨¢s energ¨ªa de la que actualmente se produce en el Sahel. En el contexto global de pol¨ªticas relativas al cambio clim¨¢tico, la mitigaci¨®n de sus problemas derivados ofrece la oportunidad de desarrollarse de manera sostenible, con el apoyo necesario para una transici¨®n hacia las energ¨ªas renovables, especialmente atractiva en una regi¨®n con abundante sol y viento.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente por The Conversation. Traducido por Silvia Mun¨ªn con la colaboraci¨®n de Casa ?frica.?
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