Senadores mal informados
El ¨²nico que ha vulnerado derechos en Catalu?a es el Gobierno secesionista
El secesionismo catal¨¢n acaba de apuntarse un peque?o tanto en sus esfuerzos de internacionalizaci¨®n con la carta de 41 senadores franceses que denuncia la represi¨®n contra sus dirigentes y pide la intervenci¨®n de Francia y de la Uni¨®n Europea para que se establezcan v¨ªas de di¨¢logo y se encuentren soluciones pol¨ªticas al conflicto. La r¨¢pida reacci¨®n del Gobierno franc¨¦s, de su Ministerio de Exteriores y de la mayor¨ªa de los partidos a los que pertenecen los senadores abajofirmantes reafirm¨¢ndose en su reconocimiento de la democracia espa?ola y de sus instituciones compensa los efectos del manifiesto, pero no permite olvidar las deficiencias de la diplomacia espa?ola a la hora de responder a la campa?a secesionista ante las opiniones p¨²blicas internacionales.
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A pesar de la inexplicable inacci¨®n exterior durante los seis a?os de conflicto (exceptuando los ¨²ltimos meses), o de las reacciones incontroladas y desmesuradas de algunos diplom¨¢ticos ¡ªfruto evidente de la pasividad pol¨ªtica del expresidente Rajoy¡ª, Espa?a ha contado con el apoyo de los Gobiernos de todo el mundo, especialmente en el rechazo a cualquier tipo de reconocimiento de las acciones y declaraciones ilegales independentistas. En cambio, el secesionismo ha conseguido ¨¦xitos sustanciales en los medios de comunicaci¨®n y en las opiniones p¨²blicas, especialmente sensibles cuando los responsables del proc¨¦s se sientan en el banquillo de los acusados.
La carta de los senadores es la prueba m¨¢s palpable de los avances secesionistas en la batalla internacional de la informaci¨®n. En su escrito demuestran que han comprado enteros los argumentos m¨¢s discutibles o directamente falaces del secesionismo. Nadie ha sido encarcelado o forzado al exilio, como aseguran los senadores, por la expresi¨®n de sus opiniones en el ejercicio de su mandato democr¨¢tico. Los actuales gobernantes catalanes, que comparten el ideario entero de quienes se hallan sentados ante el tribunal, siguen expresando las mismas opiniones y cuentan adem¨¢s para hacerlo con un fuerte aparato de medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, una Administraci¨®n y un importante presupuesto, pero a diferencia de ellos no han cometido por el momento acciones presumiblemente delictivas, como desobediencias, malversaci¨®n de fondos p¨²blicos o actos de sedici¨®n o rebeli¨®n.
Los senadores debieran saber, y si no lo saben es porque nadie se lo ha explicado, que las ¨²nicas libertades y derechos fundamentales vulnerados lo han sido por parte de un Gobierno secesionista y de su mayor¨ªa parlamentaria, al aprobar unas leyes de desconexi¨®n que suspend¨ªan la Constituci¨®n y dejaban desprotegidos a los ciudadanos, sin posibilidad de recurso ni de tutela jur¨ªdica ante la acci¨®n de unos poderes p¨²blicos que se situaron por encima de cualquier legalidad, catalana, espa?ola e internacional.
El alcance de la carta de los senadores es muy limitado, pero su significado no debiera inducir a enga?o. La Constituci¨®n espa?ola y sus instituciones merecen una mejor defensa ante la opini¨®n p¨²blica internacional. No como en el pasado.
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