El bosque de Costa Rica salvado gracias a las galletas de los ni?os suecos
El activismo sueco no es cosa de ahora con Greta Thunberg. Los dulces que escolares de un colegio rural cercano a Estocolmo hornearon y vendieron en 1988 sirvieron para crear la reserva privada m¨¢s grande y protegida del pa¨ªs centroamericano
La movilizaci¨®n contra el cambio clim¨¢tico de la activista sueca Greta Thunberg no es la primera de estudiantes suecos por una causa medioambiental. El Bosque Eterno de los Ni?os de Costa Rica, la reserva privada m¨¢s grande y m¨¢s protegida de este pa¨ªs convertido en el paradigma mundial del respeto al medio ambiente y la sostenibilidad, existe desde 1988 gracias al sue?o y al esfuerzo de escolares de nueve a?os del colegio rural Fagerviks, en la peque?a ciudad de Sorunda, al sur de Estocolmo. Mucho antes de que se implementara la Ecolog¨ªa en el sistema educativo p¨²blico sueco, los peque?os decidieron hornear galletas caseras de jengibre y chocolate para venderlas y as¨ª poder comprar y proteger los amenazados bosques tropicales de Costa Rica.
El germen de esta campa?a de recolecci¨®n de fondos iniciada en 1987 surgi¨® en las aulas cuando su profesora Eha Kern en clase de Ciencias abordaba los bosques tropicales. Para incentivar a sus alumnos a comprender y a respetar la naturaleza invit¨® a la bi¨®loga estadounidense Sharon Kinsman de la Asociaci¨®n Conservacionista de Monteverde (ACM) para que aportara su experiencia en Costa Rica.
El 54% de su superficie est¨¢ cubierta de bosque pese a haber sufrido hasta la d¨¦cada de los ochenta una de las tasas de deforestaci¨®n m¨¢s r¨¢pidas en Am¨¦rica Latina. En los a?os cincuenta, miembros de la comunidad cu¨¢quera norteamericana, huyendo del reclutamiento forzoso en Estados Unidos, fundaron la poblaci¨®n de Monteverde; adquirieron fincas aisladas de bosque frondoso y se vieron luego abocados a difundir la necesidad de comprar amplias extensiones de jungla y as¨ª preservarla ante la alarma generada por el desarrollo agr¨ªcola que lo masacraba. En 1986 crearon la ACM para su gesti¨®n.
Kinsman mostr¨® a los estudiantes muchas fotos mientras les hablaba sobre el ecosistema de los bosques nubosos, los bosques lluviosos, la riqueza de sus plantas, sus animales, y la importancia de proteger estos espacios vitales ante amenazas como la deforestaci¨®n para la explotaci¨®n maderera o agr¨ªcola y ganadera intensiva. Argumentaba que en la Tierra cada segundo desaparec¨ªa talada un ¨¢rea del tama?o de un campo de futbol.
Costa Rica es una naci¨®n verde con cerca del 54% de su superficie cubierta forestal pese a haber sufrido hasta la d¨¦cada de los ochenta una de las tasas de deforestaci¨®n m¨¢s r¨¢pidas en Am¨¦rica Latina
Esto produjo un gran impacto en los peque?os, que exclamaron: "?No habr¨¢ bosque tropical cuando seamos mayores para poder visitarlo?". Fue entonces cuando Roland Teinsuu, de nueve a?os, pregunt¨® qu¨¦ pod¨ªa hacer para mantener el bosque y los animales a salvo de esa destrucci¨®n. Junto a su profesora Eha motiv¨® no solo a sus compa?eros de clase, sino a todo el colegio para recaudar dinero para comprar y proteger esos bosques amenazados de Costa Rica. Empezaron vendiendo galletas de jengibre y chocolate que horneaban en casa con sus familias, recolectando residuos de vidrio y metal, ba?ando perros o pidiendo peque?os trozos de bosque como regalo de cumplea?os, al duende Tomteo a Santa Claus.
Este entusiasmo impuls¨® a Eha Kern junto a su marido Bernd a crear ese mismo a?o Barnens Regnskog (El bosque de los ni?os) como asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro para articular este movimiento y a aliarse con la bi¨®loga Kinsman y as¨ª presentar la solicitud a Monteverde, ¨¢rea que por entonces distaba mucho de tener la fama y flujo tur¨ªstico de hoy. Moneda a moneda se consigui¨® como primer empuje comprar seis hect¨¢reas de selva colindantes con la Reserva Biol¨®gica Bosque Nuboso Monteverde gestionada por la ACM al precio de 250 d¨®lares por hect¨¢rea con documentos legales de propiedad.
Esta afamada ¨¢rea silvestre originaria fue creada para proteger la flora, la fauna y los recursos h¨ªdricos, con un intenso programa de educaci¨®n ambiental. Por ello se consider¨® que era el enclave m¨¢s acertado para asegurar el ¨¦xito del proyecto bautizo como El Bosque Eterno de los Ni?os.
Este bosque, principalmente primario o virgen, alberga una gran biodiversidad con un alto grado de endemismo y variedad de h¨¢bitats, dada su accidentada topograf¨ªa dibujada por monta?as, volcanes, valles y ca?ones drenados por abundantes flujos de agua hacen de este un aut¨¦ntico santuario de flora y fauna. Un laboratorio natural viviente para bi¨®logos y cient¨ªficos que alberga el Centro Cient¨ªfico Tropical (1962), organizaci¨®n no gubernamental sin fines de lucro con gran tradici¨®n en los estudios sobre el cambio clim¨¢tico.
En los setenta se estableci¨® una segunda ola de colonos entre cu¨¢queros y bi¨®logos. Uno de ellos era el ornit¨®logo George Powell que, ante la diversidad biol¨®gica bajo amenaza, se uni¨® a Wilford Guindon de la comunidad local para establecer la Reserva Biol¨®gica Bosque Nuboso Monteverde en 1972.
La superficie original del Bosque Eterno de los Ni?os ha ido creciendo hasta llegar a las casi 25.600 hect¨¢reas que ocupa hoy la reserva privada m¨¢s grande de Costa Rica gracias a la r¨¢pida difusi¨®n que obtuvo esta iniciativa, que demostr¨® que algunas utop¨ªas s¨ª pod¨ªan llegar a hacerse realidad. Consigui¨® inspirar a otras escuelas y organizaciones del pa¨ªs, implicar a la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional con fondos destinados a la reforestaci¨®n y la educaci¨®n ambiental, y cont¨® con aportaciones privadas de otros 43 pa¨ªses para la adquisici¨®n y protecci¨®n de las tierras de bosque y selva.
Una red de senderos recorre sus entra?as para disfrutar de ba?os de este Bosque Eterno. Se ha convertido en el foco central del activo Programa de Educaci¨®n Ambiental llevado a cabo por la ACM que trabaja prioritariamente con la poblaci¨®n de la zona para transmitir la importancia de mejorar las pr¨¢cticas de uso del suelo, el cuidar las ¨¢reas protegidas que les rodean, o explorar los misterios de la vida silvestre en paseos nocturnos para asegurar la supervivencia a largo plazo.
Forma parte del bloque de ¨¢reas protegidas que abraza la Reserva de la Biosfera Agua y Paz declarada por la Unesco en 2007 junto a otras significativas reservas biol¨®gicas. La belleza de este entorno natural unido a las propuestas para experimentarlo son el reclamo que atrae a gran cantidad de visitantes, lo que supone el sustento de miles de familias locales y un reto para mantener el equilibrio entre las leyes de protecci¨®n de la riqueza natural y su papel como motor econ¨®mico y educacional en este consolidado destino del ecoturismo por excelencia.
La maestra Eha Kern y el peque?o Roland Tiensuu recibieron el prestigioso Goldman Environmental Prize 1991 en reconocimiento a su papel como defensores de la naturaleza y del medio ambiente. Ese mismo a?o, la asociaci¨®n Barnens Regnskog compr¨® 675 hect¨¢reas de bosque en la actual Reserva de la Sierra de las Minas de Guatemala, y sigue activa rescatando manto verde tambi¨¦n en Ecuador y Tailandia.
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