Gobierno estable y de izquierdas
Un Ejecutivo en solitario empujar¨ªa a Pedro S¨¢nchez a apoyarse en la derecha en muchas cuestiones
Las elecciones dejan un escenario en el que los acuerdos ser¨¢n imprescindibles para afrontar, desde la izquierda, los grandes desaf¨ªos a los que se enfrenta Espa?a; la justicia social, nuestro modelo de desarrollo en la Uni¨®n Europea y la plurinacionalidad.
Hay que felicitar a Pedro S¨¢nchez por el respaldo recibido. Aunque en porcentaje es el tercer peor resultado del PSOE desde las elecciones de 1977, estamos en un contexto muy diferente al de la ¨¦poca del bipartidismo donde las mayor¨ªas absolutas o casi absolutas y los Gobiernos de partido ¨²nico eran lo normal. Con una campa?a basada en se?alar el peligro (absolutamente real) de que hubiera un Gobierno apoyado en la ultraderecha, el PSOE ha obtenido 7,5 millones de votos y un 28,7%. Nuestro 14,3% sit¨²a a las formaciones progresistas de ¨¢mbito estatal en el 43% de los votos, casi a la par en votos respecto a las derechas estatales y sus confluencias, pero con m¨¢s peso parlamentario (165 frente a 149) gracias a un sistema electoral que, en esta ocasi¨®n, ha favorecido al PSOE.
Los partidos de ¨¢mbito vasco y catal¨¢n han obtenido un respaldo amplio. ERC ha cosechado un resultado hist¨®rico y la antigua Converg¨¨ncia se ha mantenido. En Euskadi, tanto el PNV como la izquierda abertzale han recuperado apoyos importantes. Los resultados en Euskadi y Catalu?a dan fe de la realidad plurinacional y hay muchos partidos de ¨¢mbito auton¨®mico que han vuelto a obtener representaci¨®n.
Estos resultados nos hablan de una Espa?a muy diversa en lo ideol¨®gico, en lo identitario, en la relaci¨®n rural-urbano y en la relaci¨®n centro-periferia.
Respecto a nuestros resultados, debemos hacer autocr¨ªtica. La gesti¨®n de nuestras crisis internas seguramente ha hecho que muchos ciudadanos que nos apoyaron en el pasado no lo hayan hecho esta vez. Por otra parte, el trabajo paciente y continuo que, al menos desde 2015, han hecho las cloacas y sus brazos medi¨¢ticos ha tenido tambi¨¦n su peso. Por ¨²ltimo, la excepcionalidad catalana y el surgimiento de Vox parece que han empujado a electores que en el pasado nos apoyaron a optar en Catalu?a por un voto identitario y por un voto al PSOE como freno a Vox en otros lugares del Estado. Con todo, gracias a una gran campa?a y a un suelo rocoso de votantes, hemos derrotado a los sondeos que auguraban nuestra debacle y contamos con fuerza suficiente para cumplir los objetivos con los que nos presentamos a las elecciones: frenar a la derecha y formar parte del pr¨®ximo Gobierno garantizando as¨ª que sea estable y de izquierdas.
?Por qu¨¦ la presencia de Unidas Podemos es imprescindible para que el Gobierno sea estable y de izquierdas?
Un Gobierno sostenido solo por los 123 esca?os del PSOE tendr¨ªa enfrente al menos los 149 esca?os de la derecha estatal. Eso no solo generar¨ªa inestabilidad sino que empujar¨ªa a ese eventual Gobierno de S¨¢nchez a apoyarse en la derecha en muchas cuestiones como la legislaci¨®n laboral o la actualizaci¨®n de pensiones y no digamos ya en la gesti¨®n de los problemas derivados de la plurinacionalidad y espec¨ªficamente del conflicto catal¨¢n.
El Banco Santander (accionista de varios medios de comunicaci¨®n) y la CEOE se han apresurado a presionar a S¨¢nchez para que llegue a un acuerdo con Ciudadanos. Esa posibilidad, tras las elecciones auton¨®micas y municipales, no es descartable (S¨¢nchez ya lleg¨® a un acuerdo de legislatura con ellos en 2016) pero podr¨ªa frustrarse si Rivera opta definitivamente por liderar una derecha parlamentaria dura o si la militancia del PSOE, que es de izquierdas, hace valer su peso (¡°Con Rivera, no¡±).
En este contexto, como ya han adelantado algunos dirigentes socialistas, Pedro S¨¢nchez desear¨¢ un Gobierno de partido ¨²nico que le permita contentar a los poderes econ¨®micos y a la CEOE y que le asegure contar con apoyos medi¨¢ticos amplios, incluido el de algunos medios supuestamente progresistas. El problema es que no cuenta con esca?os suficientes para lograr ese Gobierno ni con argumentos para defenderlo en la izquierda, ya que en la pr¨¢ctica ser¨ªa tambi¨¦n un Gobierno que sostendr¨ªa muchas de sus medidas en la derecha.
Los resultados del 28-A hablan de una Espa?a muy diversa en lo ideol¨®gico, en lo identitario y en la relaci¨®n rural-urbano
Ante ello, nuestro compromiso con nuestros electores y con la mayor¨ªa social progresista solo nos da una opci¨®n: ser garant¨ªa de estabilidad y de pol¨ªticas que defiendan la justicia social y el di¨¢logo, desde el Gobierno. Con la fuerza de nuestros esca?os y con nuestras propuestas program¨¢ticas, vamos a trabajar para convencer al PSOE y a Pedro S¨¢nchez de que lidere un Gobierno de coalici¨®n, estable, de izquierdas y dialogante, siguiendo el modelo valenciano (que Ximo Puig asume repetir con tres formaciones gobernando) y el de otras comunidades, que se convierta en un referente progresista en la Uni¨®n Europea donde, por cierto, los Gobiernos de coalici¨®n son frecuentes. En las pr¨®ximas semanas tendremos que hablar con el PSOE de justicia fiscal, de pol¨ªticas econ¨®micas feministas, de pensiones garantizadas, de servicios p¨²blicos, de transici¨®n energ¨¦tica, de l¨ªmites a la temporalidad, de vivienda, de derechos y libertades, de di¨¢logo en Catalu?a y, finalmente, de las personas y los equipos necesarios para garantizar esas pol¨ªticas. Nuestra experiencia tras el acuerdo de Presupuestos nos ense?¨® que un buen acuerdo program¨¢tico no tiene garant¨ªas de llevarse a cabo con un Gobierno de partido ¨²nico.
Habr¨¢ grandes presiones de los poderes econ¨®micos y de sus aparatos medi¨¢ticos para torcernos el brazo pero, frente a ellas, nos reuniremos con sindicatos, con organizaciones feministas y ecologistas, con las plataformas y colectivos que defienden la sanidad y la educaci¨®n p¨²blica y con movimientos sociales. Su empuje ser¨¢ fundamental para que en Espa?a haya un Gobierno estable y de izquierdas, que es lo que desea una amplia mayor¨ªa de votantes progresistas.
Ese electorado progresista, deseoso de un Gobierno que garantice la justicia social, debe saber que nuestro compromiso y nuestra coherencia, vengan las presiones que vengan, ser¨¢n como una roca.
Pablo Iglesias es secretario general de Podemos.
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