Las Vegas se olvida del juego y apuesta por fiestas excesivas con los mejores DJ
Los grandes DJ mundiales y el deporte profesional compiten con los casinos por el cetro en el gran reino del ocio
UN NUEVO SONIDO se ha apoderado de Las Vegas en los ¨²ltimos a?os, aplacando la cacofon¨ªa de sus m¨¢quinas tragaperras. Tras la crisis financiera de 2008, Las Vegas se encontr¨® con los casinos vac¨ªos y sin un plan B. Por si fuera poco, la mano dura del Gobierno chino contra la corrupci¨®n en 2012 redujo el flujo de d¨®lares dedicados al juego, haciendo mella en los casinos de Macao y Las Vegas. Pero esta ciudad ilusoria, creada de la nada, supo transformarse como tantas otras veces.
Alrededor de 2011, el Electronic Dance Music (m¨²sica electr¨®nica de baile) arras¨® en Estados Unidos, y los propietarios de hoteles de Las Vegas no tardaron en percatarse del potencial que brindaban los DJ para atraer a nuevos clientes, sobre todo a los cotizados mileniales. Estos ¨²ltimos ven el juego como una actividad para jubilados. Las Vegas entendi¨® que necesitaba ser m¨¢s cool y, como todo en esta ciudad de excesos, solo supo hacerlo a lo grande.
Los grandes hoteles del Strip ¡ªla afamada calle con una gran concentraci¨®n de hoteles-casino¡ª volcaron sus esfuerzos en crear discotecas espectaculares, como Hakkasan, que cost¨® 100 millones de d¨®lares (m¨¢s de 89 millones de euros), y ofreciendo contratos plurianuales a los mayores DJ del planeta, los cuales asegurar¨ªan llenar estos nuevos templos del ocio. La apuesta funcion¨®. La ciudad se llen¨® de nuevo. As¨ª fue como los DJ se apoderaron de Las Vegas.
Lejos queda ya ese Las Vegas envilecido retratado por Martin Scorsese en Casino. En los 6,8 kil¨®metros que mide el Strip se concentran los 10 DJ m¨¢s grandes del mundo. Uno de los fichajes m¨¢s sorprendentes se produjo en 2013, cuando Ti?sto anunci¨® que dejaba su hist¨®rica residencia ibicenca para pasar a tocar en Hakkasan Las Vegas. All¨ª sigue actualmente. La prueba m¨¢s reciente de esta fe en los DJ viene del reci¨¦n renovado hotel ?Palms, que ha firmado un acuerdo de 60 millones de d¨®lares (53,5 millones de euros)con DJ Marshmello por dos a?os, seg¨²n la revista Forbes.
Pero las fiestas m¨¢s excesivas y rentables para los hoteles son las pool parties, en las que el DJ deleita a unas 4.000 personas alrededor de una piscina en pleno d¨ªa. La pool party de Wet Republic en el MGM Resort gener¨® 44 millones de d¨®lares [m¨¢s de 39 millones de euros] en 20 semanas de 2016, seg¨²n el antiguo CEO del grupo, Neil Moffitt.
Ning¨²n otro destino del mundo ofrece este tipo de fiesta continua que no entiende de estaciones. Los DJ no solo llenan los clubes, sino que son el anzuelo que ayuda a aumentar la ocupaci¨®n de las habitaciones, los restaurantes y las tiendas de los hoteles. Las Vegas ya no puede depender solo de los ingresos originados por el juego, que hoy representan ¨²nicamente el 34% del total de la econom¨ªa del Strip, seg¨²n el UNLV Center for Gaming Research.
Sin City nunca deja de reinventarse. La ciudad trabaja ya en su pr¨®xima conquista: convertirse en un im¨¢n del deporte profesional. Prueba de ello es el traslado del legendario equipo de f¨²tbol americano Oakland Raiders a Las Vegas y la construcci¨®n de un estadio que costar¨¢ 1.800 millones de d¨®lares y se inaugurar¨¢ en 2020. Desde hace dos a?os la ciudad cuenta con un equipo de hockey que lleg¨® a la final del campeonato en su primer a?o. La voracidad de Las Vegas no tiene l¨ªmite y busca ahora captar un equipo de la NBA y otro de b¨¦isbol. Pronto los hoteles se llenar¨¢n tambi¨¦n de aficionados.?
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