Entre galernas y espiras cicl¨®nicas
El Observatorio de San Sebasti¨¢n-Igueldo ha salvado miles de vidas desde 1905 con sus avisos de temporales en el Cant¨¢brico
¡°Har¨¢ buen tiempo, pero la situaci¨®n se prepara para galerna¡±. Este parte meteorol¨®gico del Observatorio de Igueldo, en San Sebasti¨¢n, difundido en la ma?ana del 12 de agosto de 1912, salv¨® miles de vidas en el golfo de Vizcaya. Con ¨¦l se logr¨® que la flota pesquera guipuzcoana de la ¨¦poca permaneciera amarrada en los puertos y no saliera a faenar, aunque en el resto del Cant¨¢brico, donde no lleg¨® el bolet¨ªn o se ignor¨®, hubo numerosas v¨ªctimas. El aviso, elaborado por el padre Juan Miguel Orcolaga, fundador del observatorio en 1905, es toda una leyenda entre las gentes del mar, ya que abri¨® un periodo de m¨¢s de un siglo de predicciones meteorol¨®gicas en el que se ha logrado salvar miles de vidas.
En la hoja de aquel mismo parte providencial, Orcolaga anotar¨ªa m¨¢s tarde este comentario: ¡°Terrible galerna a medianoche¡±. Desde entonces, Igueldo ha sido un faro de la meteorolog¨ªa, con una permanente vocaci¨®n de servicio p¨²blico que ha permitido la obtenci¨®n de una de las series climatol¨®gicas m¨¢s valiosas de la red espa?ola, ya que, salvo unos pocos d¨ªas durante la Guerra Civil, no se ha interrumpido. El observatorio, cuya m¨¢xima responsable es actualmente Margarita Mart¨ªn, delegada de Aemet en el Pa¨ªs Vasco, ha permanecido en el mismo emplazamiento y el instrumental con el que se registran los datos no se ha modificado, lo que le otorga un valor cient¨ªfico extraordinario.
El lugar fue elegido deliberadamente por Orcolaga en un punto a 251 metros de altitud desde el que se divisa el horizonte en todas direcciones, con una perspectiva privilegiada del golfo de Vizcaya, fundamental para la observaci¨®n y predicci¨®n meteorol¨®gica. Aunque los actuales modelos meteorol¨®gicos son mucho m¨¢s avanzados, la ubicaci¨®n de Igueldo permiti¨® a Orcolaga elaborar su propio sistema de predicci¨®n de galernas, cuya formaci¨®n consegu¨ªa detectar mediante la observaci¨®n de la formaci¨®n de nubes, su altura y su movimiento, todo ello cotejado con la evoluci¨®n de los principales par¨¢metros meteorol¨®gicos, como la presi¨®n atmosf¨¦rica, la temperatura y el viento.
Igueldo ha sido un faro de la meteorolog¨ªa, con una permanente vocaci¨®n de servicio p¨²blico que ha permitido la obtenci¨®n de una de las series climatol¨®gicas m¨¢s valiosas de la red espa?ola, ya que, salvo unos pocos d¨ªas durante la Guerra Civil, no se ha interrumpido
Orcolaga fue el creador y pionero, pero en la historia de Igueldo sobresalen otros grandes nombres de la meteorolog¨ªa espa?ola, como Mariano Doporto, Juan Land¨ªn y Felisa Mart¨ªn Bravo, la primera mujer en Espa?a que ingres¨® en el Cuerpo Superior de Meteorolog¨ªa. Desde que lleg¨® en 2005, la actual delegada de Aemet en el Pa¨ªs Vasco, Margarita Mart¨ªn, ha sido consciente de la magnitud hist¨®rica y cient¨ªfica del observatorio y se ha embarcado en la aventura de mantener la vocaci¨®n de servicio p¨²blico con la que lo ide¨® su fundador hace m¨¢s de un siglo. Junto a ella comparte la responsabilidad Julio Velasco, jefe actual del observatorio, cuyo personal mantiene la tradici¨®n iniciada por su fundador a principios del siglo XX y cada vez que se produce una situaci¨®n de riesgo de galerna o un temporal de lluvia o viento lo comunica directamente por tel¨¦fono a los puertos de Bilbao y Pasajes. Aunque actualmente pertenece a Aemet, la creaci¨®n del observatorio y la titularidad durante muchos a?os correspondi¨® a la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa.
Si hay algo que destaca a Igueldo en la red sin¨®ptica de Aemet es que realiza sus observaciones de forma totalmente manual gracias a un equipo de observadores que trabaja d¨ªa y noche. Aqu¨ª no hay estaci¨®n autom¨¢tica y el factor humano es determinante. Fue un empe?o de Margarita Mart¨ªn, part¨ªcipe de que las series climatol¨®gicas de mayor valor cient¨ªfico no s¨®lo son las m¨¢s largas, sino tambi¨¦n las que combinan ese atributo con la homogeneidad, sin alteraciones del emplazamiento ni del instrumental. Ella misma afirma que ¡°un cambio en el instrumental puede suponer una modificaci¨®n de los registros mayor que la que se atribuye al cambio clim¨¢tico¡±, por lo que en Igueldo no hay sitio para la automatizaci¨®n. Seg¨²n cuenta, es tambi¨¦n ¡°el ¨²nico observatorio de Europa que da en el parte SYNOP la temperatura y el estado del mar¡±.
En Igueldo tiene un extraordinario protagonismo la fenolog¨ªa, la ciencia que estudia la interacci¨®n entre los seres vivos y el estado de la atm¨®sfera y el clima. Alrededor de la sede se ha habilitado un recorrido en el que los observadores anotan los cambios a lo largo del a?o, como la ca¨ªda de las hojas en oto?o y la floraci¨®n en primavera, as¨ª como la llegada de aves migratorias. Pilar L¨®pez Vallejo, una de las observadoras fenol¨®gicas m¨¢s activas de Espa?a, ha creado su propio blog para compartir esta informaci¨®n.?
Los sublevados lo usaron para planificar el bombardeo de Guernica
La Guerra Civil no s¨®lo supuso la ¨²nica y breve interrupci¨®n (durante una semana) de las observaciones en Igueldo, sino que tambi¨¦n llev¨® al exilio a algunos de sus trabajadores, con Mariano Doporto, su director entre 1927 y 1936, a la cabeza. Tras refugiarse temporalmente en Santander, Doporto acabar¨ªa afinc¨¢ndose en Irlanda, donde el exilio no fue obst¨¢culo para que continuara con su brillante labor cient¨ªfica, ya que lleg¨® a convertirse en el director del Servicio Meteorol¨®gico Irland¨¦s.
Mientras, la ocupaci¨®n del observatorio por los sublevados fue una de las p¨¢ginas negras: en abril de 1937 se us¨® para la planificaci¨®n de los bombardeos de Bilbao y Guernica. Desde el d¨ªa 9 de aquel fat¨ªdico mes se orden¨® el env¨ªo al alto mando en Burgos y a la sede del Servicio Meteorol¨®gico Nacional (SMN) en Salamanca, ya tomada por los sublevados, de todos los partes de observaci¨®n para conocer las condiciones atmosf¨¦ricas en la costa vasca. En la hoja de observaci¨®n de las 13 horas del 9 de abril aparece al pie una nota manuscrita en la que se hace referencia a la orden de la jefatura del aire para que se notifique una observaci¨®n diaria a las 4 de la ma?ana que ¡°se remitir¨¢ a Burgos y Salamanca¡±.
El 18 de abril, el parte de las 16 horas recoge un apunte manuscrito en el que Manuel Alique (un chaval de 15 a?os que estaba de aprendiz en el observatorio) escribe al dictado una orden del alto mando: ¡°De Burgos al director: s¨ªrvase mandar observaciones diariamente a 10 horas¡±. Ese mismo d¨ªa, tras el parte meteorol¨®gico correspondiente, Bilbao, en zona republicana, fue atacada en un bombardeo que caus¨® numerosas v¨ªctimas.
Entre el 18 y el 26 de abril de 1937, desde Igueldo se enviaron cada d¨ªa los partes ordenados por el alto mando, aunque la situaci¨®n meteorol¨®gica, con nieblas persistentes, entorpeci¨® los planes. El 26 por la ma?ana hubo una mejor¨ªa y el propio Alique sigui¨® la orden de comunicar el cambio en las condiciones atmosf¨¦ricas mediante una llamada telef¨®nica al puesto de mando en Burgos, desde el que le respondi¨® un interlocutor con voz extranjera. Mientras se le¨ªa el parte en los despachos de Burgos y Salamanca, el viento rol¨® al noreste, la niebla levant¨® y Guernica fue bombardeada despu¨¦s en varios ataques a¨¦reos cuya acci¨®n principal correspondi¨® a la Legi¨®n C¨®ndor alemana y la Aviaci¨®n Legionaria de Italia. Aquella tarde, por una iron¨ªa del destino, se hallaba en Guernica Juan Land¨ªn, uno de los meteor¨®logos del observatorio, quien junto a Doporto hab¨ªa tenido que huir a zona republicana tras la ocupaci¨®n de Igueldo por los sublevados. Land¨ªn se salv¨®, aunque fue testigo de la masacre, y a?os despu¨¦s, con Doporto exiliado en Irlanda, logr¨® regresar al observatorio y convertirse en su director, si bien la autorizaci¨®n para ello llevaba a?adida la etiqueta de que estaba en situaci¨®n de ¡°excedencia forzosa¡±, un castigo por su pasado republicano.?
Registrador hist¨®rico para temporales de viento hist¨®ricos
Igueldo es un lugar de culto en la meteorolog¨ªa espa?ola. El magnetismo que ha ejercido movi¨® a buscar su sitio all¨ª a muchos profesionales, pero la leyenda sigue viva. El mejor ejemplo de ello es que hoy la joya del observatorio es el anemocinem¨®grafo Fuess instalado en 1927 por Mariano Doporto. Este instrumento, que funciona mec¨¢nicamente, registra la direcci¨®n, la velocidad y el recorrido del viento, y en estos 92 a?os ha sido testigo de algunos de los fen¨®menos meteorol¨®gicos m¨¢s violentos que han sacudido la historia de Espa?a, ya que muchos de ellos han tenido como escenario la fachada cant¨¢brica.
Los d¨ªas 15 y 16 de febrero de 1941, mientras la ciudad de Santander ve¨ªa desaparecer su casco antiguo pasto de las llamas, el Observatorio de Igueldo anot¨® las se?as de identidad de una de las peores borrascas que se han paseado por Espa?a: 926 milibares de presi¨®n atmosf¨¦rica en su centro y rachas de viento que superaron los 180 kil¨®metros por hora. El anem¨®metro de Santander muri¨® arrastrado por el viento cuya velocidad deb¨ªa medir, pero el anemocinem¨®grafo de Igueldo sobrevivi¨® a aquel duro embate y a todos los que vinieron despu¨¦s, como el de 1975, en el que marc¨® la racha m¨¢xima de la serie, de 187 kil¨®metros por hora el d¨ªa 15 de enero.
El incendio de Santander ha sido el suceso m¨¢s famoso del temporal de 1941, pero en la poblaci¨®n guipuzcoana de Zumaya aquel 15 de febrero murieron 22 personas cuando el tren en el que viajaban intentaba cruzar el puente sobre el r¨ªo Urola. El viento derrib¨® un ¨¢rbol sobre la v¨ªa, forzando la detenci¨®n del convoy. Poco despu¨¦s, rachas huracanadas derribaron los vagones inmovilizados en el puente, tres de los cuales cayeron al r¨ªo.
Aunque el padre Orcolaga no lleg¨® a vivir ninguno de esos episodios, no le habr¨ªan sorprendido, ya que era sabedor de las singularidades atmosf¨¦ricas de la Espa?a ba?ada por el Cant¨¢brico y, tambi¨¦n, de las que marcan la diferencia en el golfo de Vizcaya, con un comportamiento atmosf¨¦rico a veces extremadamente tempestuoso. En algunos de sus escritos describe tales diferencias, que atribu¨ªa a la ¡°pereza de las espiras cicl¨®nicas¡±, en referencia a la lentitud del movimiento que frecuentemente se produc¨ªa en torno al centro de bajas presiones y a la peculiar forma espiral de las borrascas, que hoy d¨ªa estamos acostumbrados a ver en los famosos mapas de isobaras. Lo que Orcolaga ven¨ªa a decir con su licencia literaria es que muchas veces aquella pereza de las espiras en torno al centro de la borrasca pod¨ªa desencadenar la m¨¢s furiosa galerna en el golfo de Vizcaya.
R¨¦cords meteorol¨®gicos en el Observatorio de Igueldo
TEMPERATURAS
-M¨¢xima absoluta: 38,6 ?C, 4 de agosto de 2003.
-M¨ªnima absoluta: -12,1 ?C, 3 de febrero de 1956.
-A?os m¨¢s c¨¢lidos: 1989 y 1997, con una temperatura media de 14,6 ?C.
PRECIPITACI?N
-M¨¢xima en 24 horas: 251 litros/m2, 1 de junio de 1997.
-Intensidad m¨¢xima: 103,8 litros/m2 entre las 6 y las 7 horas (UTC) del 1 de junio de 1997.
-Mes m¨¢s lluvioso: diciembre de 1960, con 457 litros/m2.
PRESI?N ATMOSF?RICA Y VIENTO
-Presi¨®n atmosf¨¦rica m¨¢s baja: 926 milibares, 15 de febrero de 1941.
-D¨¦cada con presi¨®n atmosf¨¦rica m¨¢s alta: 1981-1990, con una media de 988,4 milibares.
-D¨¦cada con presi¨®n atmosf¨¦rica m¨¢s baja: 2001-2010, con una media de 987,0 milibares.
-Racha de viento m¨¢xima: 187 km./hora (sureste), 15 de enero de 1975.
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