La humildad de un maestro
Bach es un compositor infinito, sin embargo se tienen muy pocos datos sobre su vida
Muchos m¨²sicos creen que Johann Sebastian Bach (1685-1750) fue el mejor compositor de la historia. Sin embargo, su vida es casi invisible. Apenas se han conservado cartas, existen muy pocos documentos y sus partituras m¨¢s importantes no se editaron hasta el siglo XIX. El brit¨¢nico John Eliot Gardiner, uno de sus grandes int¨¦rpretes, escribi¨® una monumental biograf¨ªa del compositor, La m¨²sica en el castillo del cielo (Acantilado, traducci¨®n de Luis Gago). Aunque escribi¨® mil p¨¢ginas, sosten¨ªa que era m¨¢s f¨¢cil interpretar su m¨²sica que tratar de comprender su vida.
Sostiene Gardiner al principio de su libro: "Bach el m¨²sico es un genio insondable; Bach el hombre posee defectos demasiado evidentes, es decepcionantemente normal y en muchos sentidos sigue result¨¢ndonos invisible. De hecho, da la impresi¨®n de que sabemos menos sobre su vida privada que sobre la de cualquier otro compositor de los ¨²ltimos 400 a?os". Frente a esta ausencia de datos, su m¨²sica es infinita. La ¨²ltima edici¨®n de sus obras completas se titula Bach 333 y contiene 222 discos y?280 horas de m¨²sica.
Radio Cl¨¢sica emite los s¨¢bados por la ma?ana un programa estupendo, La hora de Bach, dedicado a la obra del compositor de Eisenach. Su director y presentador, Sergio Pag¨¢n, explic¨® el otro d¨ªa que, pese a llevar en antena casi cuatro a?os, nunca han repetido ninguna cantata. En total se conservan unas 200, que Bach compon¨ªa religiosamente ¡ªnunca mejor dicho¡ª cada domingo o festivo. Era un trabajo de puro oficio, rutinario, destinado a sus vecinos. Y, sin embargo, ha logrado atravesar el tiempo para convertirse en parte esencial del legado musical de Occidente, en una de las grandes obras maestras del arte universal.
Esa invisibilidad de Bach, esa distancia infinita entre el artista y su creaci¨®n, resultan muy reconfortantes en estos tiempos donde parece que lo ¨²nico que cuenta es la fama, como si el solo hecho de alcanzarla resultase una obra en s¨ª. Lo importante ¡ªy eso se aplica a pol¨ªticos, m¨²sicos, artistas e intelectuales en general, y por supuesto tambi¨¦n a los periodistas¡ª deber¨ªa ser lo hecho, lo que queda, no lo que parece. Bach se dedic¨® a su m¨²sica: sus composiciones hablan por ¨¦l, en realidad por todos nosotros, que nos hacemos mejores al escucharle.
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