?Antidepresivos en la nevera? La ciencia estudia c¨®mo afecta la dieta a la salud mental
Los alimentos no son medicinas, pero una nutrici¨®n equilibrada puede disminuir la probabilidad de sufrir males como la ansiedad y la depresi¨®n
Recostado en el div¨¢n, un hombre cualquiera describe un sentimiento de ansiedad que le atenaza cada d¨ªa. La describe como si fuera un invitado hambriento que no quiere marcharse, una visita indeseada que le obliga a poner m¨¢s y m¨¢s aperitivos sobre la mesa, y no es solo una met¨¢fora. Tambi¨¦n le habla de otros temas y relata estados pasajeros de tristeza que no puede explicar f¨¢cilmente. De repente, el psiquiatra se quita las gafas, las deja lentamente sobre la mesita accesoria y hace una extra?a pregunta a su paciente... "?Qu¨¦ tiene dentro de su nevera?", dice. La mirada del hombre revela una comprensible extra?eza ante el rumbo que ha tomado el interrogatorio, pero la cuesti¨®n de la calidad nutricional de los alimentos parece no ser balad¨ª en lo que se refiere a la salud mental.
Hace d¨¦cadas que los cient¨ªficos conocen los beneficios que una dieta y nutrici¨®n adecuadas tienen en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, digestivas y endocrinas. Y no solo los m¨¦dicos son conscientes de que la salud entra por la boca; la informaci¨®n dirigida al com¨²n de los mortales para cuidar su dieta es de todo menos escasa. La situaci¨®n es muy distinta en el campo de la psiquiatr¨ªa, aunque en los ¨²ltimos a?os un creciente n¨²mero de investigaciones apuntan que la alimentaci¨®n no solo tiene un papel crucial en nuestra salud f¨ªsica sino tambi¨¦n en la mental. Si uno tiene en cuenta que la depresi¨®n es una de las enfermedades que se han relacionado con la calidad nutricional de la dieta, la idea de que la felicidad est¨¢ en el plato no es tan descabellada.
Inflamaci¨®n, un nexo de uni¨®n entre dieta y enfermedad
Es obvio que las emociones y la comida est¨¢n relacionadas; todos hemos sufrido alguna vez un fuerte empuj¨®n a la despensa en momentos de ansiedad, y la terapia para superar los momentos de baj¨®n a base de helado es un cl¨¢sico en las pel¨ªculas que giran en torno al desamor Las evidencias son mucho m¨¢s esquivas desde una ¨®ptica emp¨ªrica, pero la comunidad cient¨ªfica ha empezado a preguntarse por qu¨¦ la enfermedad mental no se trata tambi¨¦n desde la perspectiva nutricional, y los expertos se han encontrado una paradoja muy interesante.
"Las enfermedades psiqui¨¢tricas, como la depresi¨®n o la esquizofrenia, no son muy diferentes de la diabetes si nos fijamos en los cambios que se producen en el organismo a un nivel molecular. Las personas con diabetes y con depresi¨®n se encuentran en un estado de inflamaci¨®n sist¨¦mica, leve pero cr¨®nica", dice el profesor de psiquiatr¨ªa y psicolog¨ªa m¨¦dica de la Universidad de Valencia y miembro del comit¨¦ ejecutivo de la Sociedad Internacional para la Investigaci¨®n en Psiquiatr¨ªa Nutricional Vicent Balanz¨¢. "Asumiendo esto, las intervenciones con dieta y nutrici¨®n podr¨ªan ser eficaces para corregir la inflamaci¨®n tambi¨¦n en las enfermedades psiqui¨¢tricas y, en general, para mejorar el pron¨®stico de las personas que las sufren. Al fin y al cabo, la divisi¨®n entre cerebro-mente y cuerpo no tiene fundamento cient¨ªfico", a?ade el tambi¨¦n investigador del Centro de Investigaci¨®n Biom¨¦dica en Red de Salud Mental.
Por eso m¨¦dicos e investigadores de todo el mundo han empezado a trabajar sin¨¦rgicamente para averiguar m¨¢s sobre las relaciones entre los nutrientes y la mente, y han englobado el conocimiento adquirido bajo el t¨¦rmino de psiquiatr¨ªa nutricional. Uno de los m¨¢ximos exponentes de la disciplina emergente, el agricultor y psiquiatra de la Universidad de Columbia, en Nueva York (EE UU), Drew Ramsey, defiende que una dieta deficiente es uno de los mayores factores que contribuyen a la depresi¨®n. En este sentido, uno de los metaan¨¢lisis m¨¢s recientes que se han publicado sobre los efectos de la nutrici¨®n en la salud mental, en el que participaron cient¨ªficos de todo el mundo (incluidos un par de grupos de investigaci¨®n espa?oles), encontr¨® que "adherirse a una dieta saludable, en particular una dieta mediterr¨¢nea tradicional, o evitar una dieta proinflamatoria parece conferir cierta protecci¨®n contra la depresi¨®n en estudios observacionales. Esto proporciona una base de evidencia razonable para evaluar el papel de las intervenciones diet¨¦ticas para prevenir la depresi¨®n", afirma el texto.
"El creciente campo de la psiquiatr¨ªa nutricional evidencia muchas consecuencias y correlaciones entre lo que comemos con la forma en que nos sentimos y c¨®mo nos comportamos. Es un tema que cada vez toma m¨¢s fuerza", defiende la psiquiatra especialista en trastornos de adicciones y medicina legal Paula Vernimmen. Pero, ?podemos mejorar nuestra salud mental cambiando nuestra alimentaci¨®n? ?Hay comida que nos hace felices y viceversa?
No busques un alimento milagro, lo importante es la dieta
Balanz¨¢ advierte de que la relaci¨®n entre los nutrientes y la depresi¨®n es muy compleja, y que no es tan directa como puede parecer. Entre otras cosas, porque en el desarrollo de la enfermedad mental intervienen numerosos factores adem¨¢s de este. "Por ejemplo, las diferencias gen¨¦ticas entre los individuos hacen que los d¨¦ficits nutricionales repercutan m¨¢s o menos en el riesgo de enfermar. Y en los ¨²ltimos a?os hemos aprendido que lo m¨¢s relevante para la salud mental es el patr¨®n diet¨¦tico, la dieta, m¨¢s que un alimento o un nutriente concreto. Lo que le importa a nuestro cerebro es la diversidad y la armon¨ªa entre ellos. La dieta es como una orquesta que puede emitir una m¨²sica hermosa, la salud, si la cultivamos", explica el investigador.
Y si la mediterr¨¢nea puede tener efectos terap¨¦uticos sobre la depresi¨®n, ?podr¨ªa una dieta inadecuada empeorar sus s¨ªntomas? La respuesta es s¨ª, especialmente en el caso de "las dietas hipercal¨®ricas pero pobres en nutrientes, basadas en productos ultraprocesados y comida r¨¢pida", confirma Balanz¨¢. Una dieta saludable, como la mediterr¨¢nea, "aporta nutrientes clave para el cerebro, como son diversos minerales, vitaminas, amino¨¢cidos esenciales y ¨¢cidos grasos esenciales. Son importantes porque tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y neuroprotectores, que ayudan a combatir mejor las consecuencias negativas del estr¨¦s. Pero la carencia de nutrientes esenciales tiene repercusiones para el cerebro de las personas en general. As¨ª, un d¨¦ficit de algunas vitaminas, como el folato o la vitamina B12, se ha relacionado con un estado de ¨¢nimo depresivo y tambi¨¦n con el deterioro cognitivo", prosigue el experto.
De hecho, en un trabajo de 2015 publicado en BMC Medicine los cient¨ªficos observaron que una menor ingesta de alimentos densos en nutrientes y una mayor de comida poco saludable se asocia con un menor volumen del hipocampo izquierdo. "Esta fue la primera demostraci¨®n en humanos de que la calidad de la dieta puede repercutir en estructuras cerebrales", valora Balanz¨¢.
Rebajar el riesgo de depresi¨®n hasta un 35%
Seg¨²n la doctora Vernimmen, este campo de investigaci¨®n est¨¢ proporcionando hallazgos halag¨¹e?os. Por ejemplo, se sabe que "las personas que siguen dietas ricas en verduras, frutas, granos sin procesar, pescados y mariscos, que contienen pocas cantidades de carnes magras y l¨¢cteos, tienen un riesgo de depresi¨®n de un 25% a un 35% m¨¢s bajo. Adem¨¢s, una mala hidrataci¨®n, el consumo de alcohol, de cafe¨ªna y el h¨¢bito de fumar pueden precipitar o simular los s¨ªntomas de ansiedad". La experta a?ade que los picos altos de az¨²car "pueden imitar desde una crisis de ansiedad hasta un ataque de p¨¢nico". Por ¨²ltimo, "los periodos prolongados de ayuno, donde se generen estados hipoglucemiantes -caracterizados por la disminuci¨®n de los niveles de az¨²car en sangre-, pueden simular s¨ªntomas de depresi¨®n".
Pero aunque todos estos descubrimientos son, sin lugar a dudas, emocionantes, hay que tomarlos con un rigor acad¨¦mico como el que demuestra Balanz¨¢, quien se toma esta nueva tendencia con un optimismo moderado. "No es suficiente presuponer que las vitaminas o los probi¨®ticos favorecen la salud mental porque son naturales y saludables. En los ensayos cl¨ªnicos hay que exigir el mismo rigor metodol¨®gico que se pide a los f¨¢rmacos. Un mensaje important¨ªsimo para la ciudadan¨ªa es que mejorar la dieta por s¨ª solo no va a curar los trastornos mentales y saber esto es vacunarse contra las promesas de los charlatanes y las pseudociencias".
Pronto sabremos m¨¢s. Desde 2013 un grupo de unos 300 profesionales psiquiatras, epidemi¨®logos, nutricionistas, dietistas, psic¨®logos e investigadores b¨¢sicos se re¨²nen anualmente para generar y difundir conocimiento cient¨ªfico. Este a?o lo har¨¢n en Londres para hablar, precisamente, de psiquiatr¨ªa nutricional. Ser¨¢ una buena oportunidad para tomarle el pulso a esta disciplina que ya est¨¢ ocupando espacios y generando una nueva narrativa sobre la salud mental.
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