Volver a so?ar

©¤ ¡°Me he sentido orgullosa de m¨ª misma, porque soy capaz de hacerlo¡±.
©¤ ¡°Ha sido una experiencia muy satisfactoria¡±.
©¤ ¡°Lo que m¨¢s me ha gustado ha sido aportar mis conocimientos para mejorar el colegio del barrio¡±.
©¤ ¡°Me ha gustado saber que puedo hacerlo y que salieran satisfechos¡±.
©¤ ¡°Me ha gustado ver la relaci¨®n que se ha creado entre las personas que ense?amos y las personas que van para aprender¡±.

Estos son algunos comentarios expresados por alumnos y alumnas de la Red Municipal de Centros Sociolaborales de Zaragoza. Descubrieron sensaciones nuevas, comenzaban a creer en s¨ª mismos. Se sent¨ªan poseedores de la estrategia y la actitud para conseguir competencias acad¨¦micas y profesionales encaminadas a su inserci¨®n laboral y, en su caso, para poder continuar form¨¢ndose en el sistema educativo reglado.

Hab¨ªan experimentado las consecuencias del fracaso escolar acumulado y engrosaban las tasas de abandono educativo temprano. Sin embargo, en este caso, su participaci¨®n en programas e instituciones educativas llamadas de ¡®segunda oportunidad¡¯, fue lo que les abri¨® horizontes, nuevas expectativas; cambi¨® su actitud, aument¨® su deseo, su capacidad y confianza en alcanzar ¨¦xito personal. Este cambio se produc¨ªa despu¨¦s de cursar algunos de los programas curriculares de la Red Municipal de Centros Sociolaborales (CSL) de Zaragoza, sustentados en proyectos de Aprendizaje-Servicio (ApS).

Su experiencia de fracaso acad¨¦mico les hab¨ªa hecho sentirse poco valorados, albergando recuerdos bastantes desagradables de su vida acad¨¦mica, se sent¨ªan ¡®muy machacados¡¯... Esta realidad, sin embargo, no es algo anecd¨®tico y ocasional, arroja en nuestro pa¨ªs cifras realmente preocupantes.

El Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional, en su informe Datos y cifras. Curso escolar 2018/2019, muestra que en Espa?a las tasas de fracaso, y abandono escolar en particular, contin¨²an siendo de las m¨¢s altas de la Uni¨®n Europea (UE). Seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, en 2017, el 18,3% de los j¨®venes espa?oles de 18 a 24 a?os se encontraban en situaci¨®n de ¡®abandono educativo temprano¡¯ (no completaron el nivel de Educaci¨®n Secundaria 2? etapa y no segu¨ªan ning¨²n tipo de educaci¨®n-formaci¨®n), frente al 10,6%, la media de la UE28 (datos de Eurostat). Esta situaci¨®n se agrava, en los ¨²ltimos a?os, con el aumento del ¡°grado de insatisfacci¨®n de nuestros j¨®venes¡±, seg¨²n el VIII INFORME FOESSA sobre Exclusi¨®n y Desarrollo Social en Espa?a.

Hacer frente a esta situaci¨®n exige decisiones y actuaciones estructurales y sist¨¦micas, de orden sociopol¨ªtico, econ¨®mico, legislativo¡­ que transcienden las posibilidades de las medidas escolares. Si bien ¨¦stas ¨²ltimas tienen su grado de responsabilidad, nada despreciable, en relaci¨®n con el desarrollo de la educaci¨®n que se hace en los establecimientos escolares.

Las referencias que ofrece la investigaci¨®n (Fracaso escolar y exclusi¨®n educativa, 2009; Research Group on Globalisation, Education and Social Policies, Universitat Aut¨°noma de Barcelona, 2015; UNICEF, 2017; Gimeno Monterde, 2018...) nos informan de c¨®mo algunas decisiones educativas son m¨¢s beneficiosas que otras. Y esto en referencia a m¨²ltiples ¨¢mbitos: escolarizaci¨®n y oferta de plazas, modos de gesti¨®n de centros, formaci¨®n del profesorado, ejercicio del asesoramiento y la inspecci¨®n, condiciones de trabajo, dotaci¨®n de recursos humanos y materiales necesarios para una atenci¨®n a la diversidad sostenida y de calidad, establecimiento de alianzas familiares y comunitarias...

De esto va este relato, del an¨¢lisis y presentaci¨®n de un tipo particular de respuesta educativa dirigida a j¨®venes en situaciones de riesgo escolar, fracaso acad¨¦mico y, en algunos casos, abandono del sistema educativo reglado.
Sabemos que cualquier medida educativa que pretenda abordar situaciones de fracaso escolar (ser¨ªa una formulaci¨®n m¨¢s apropiada la de... ¡®fracaso del sistema escolar¡¯), adquiere todo su sentido si se consigue integrar en la ense?anza que se practica en las etapas educativas regladas. Sin embargo, y para decepci¨®n de muchos, las administraciones son m¨¢s proclives a contemplar y articular programas y planes espec¨ªficos, congruentes con ese prop¨®sito de ¡®tapar¡¯, de alguna manera, ¡®las v¨ªas de agua¡¯ de nuestros sistemas escolares, evitando ¡®tocar¡¯ elementos m¨¢s nucleares y ¡®pol¨¦micos¡¯.

La ¡®Red Municipal de Centros Sociolaborales (CSL) de Zaragoza¡¯ forma parte de este conjunto de respuestas parciales que, sin embargo, por el modo de organizarse, de abordar su innovaci¨®n y desarrollar su tarea formativa, merece nuestra atenci¨®n.

La labor desplegada en la Red CSL encierra comportamientos institucionales y profesionales dignos de ser explicados y que cuentan con nuestro reconocimiento. Muestran un modo fundamentado de desarrollar la ense?anza y su innovaci¨®n, al integrar la motivaci¨®n en el sentido y utilidad de los aprendizajes.

La tarea docente desplegada en la Red CSL, a partir del curso 2016-17, resultaba de la acci¨®n coordinada de profesionales (educadores) de la Red, profesorado y estudiantes de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad de Zaragoza, profesorado y estudiantes de centros escolares de Educaci¨®n Primaria y Secundaria, Servicios municipales y Asociaciones vecinales de la ciudad de Zaragoza.

Consideraban que la ¡®Escuela no educa sola¡¯ y que, a falta de respuestas estructurales ambiciosas e integrales, deb¨ªan adoptar decisiones y desplegar acciones conjuntas, en beneficio de los j¨®venes, coherentes, en este caso, con la metodolog¨ªa Aprendizaje-Servicio (ApS). Esta decisi¨®n y su modo de llevarla a las aulas brindaban la oportunidad de aprender mientras se actuaba con las necesidades reales del entorno, con el prop¨®sito de mejorarlas.

La Red CSL ofrece Formaci¨®n Ocupacional, Programas de Cualificaci¨®n Profesional Inicial y, en colaboraci¨®n con Institutos de Ense?anza Secundaria, dispone de Programas de Escolarizaci¨®n Externa, con el objetivo de reorientar a los j¨®venes en un nuevo itinerario formativo o laboral al t¨¦rmino de la ense?anza obligatoria. Tambi¨¦n, oferta capacitaci¨®n profesional, mediante la Formaci¨®n Ocupacional de j¨®venes desempleados de 16 a 25 a?os, que no poseen una titulaci¨®n de Formaci¨®n Profesional o superior a Graduado en Secundaria. Brinda un amplio abanico de especialidades profesionales: jardiner¨ªa, carpinter¨ªa, alba?iler¨ªa, reprograf¨ªa, peluquer¨ªa, est¨¦tica...

La Universidad de Zaragoza (Unizar), en enero de 2017, firma un acuerdo con el Ayuntamiento para el desarrollo de un proyecto de investigaci¨®n-acci¨®n-colaborativa denominado ¡®#innovaCSL, Innovaci¨®n y ¨¦xito educativo en los Centros Sociolaborales¡¯. En ¨¦l participan las entidades sociales que gestionan los Centros Sociolaborales: La Fundaci¨®n Picarral, la Asociaci¨®n Taller Educativo Laboral de Casetas, la Fundaci¨®n Adunare, la Fundaci¨®n M? Auxiliadora y la Fundaci¨®n San Valero.

La firma del acuerdo dio empuje y consistencia a la creaci¨®n de una serie de grupos mixtos (profesorado de la universidad y educadores de la Red CSL), centrados en la mejora de la ense?anza y en torno a los siguientes n¨²cleos de inter¨¦s: metodolog¨ªas activas, inserci¨®n laboral, relaci¨®n con la comunidad e interculturalidad.

Los grupos de trabajo profesional ofrec¨ªan la oportunidad a los educadores de la Red CSL de participar en un proceso de reflexi¨®n, an¨¢lisis y cuestionamiento de sus habilidades y pr¨¢cticas de ense?anza, siempre en funci¨®n de la respuesta necesaria para aprendices con bajas expectativas de ¨¦xito. A partir de este an¨¢lisis, proced¨ªan a redefinir y reconfigurar sus pr¨¢cticas docentes.

Uno de los grupos se organiz¨® en torno al n¨²cleo generador ¡°relaci¨®n con la comunidad¡± y comenz¨® su labor asumiendo la formaci¨®n en la puesta en pr¨¢ctica de proyectos de ApS.

Este grupo contaba, en su favor, con la tradicional vinculaci¨®n de los centros en el tejido asociativo de los barrios (respuestas educativas de estas caracter¨ªsticas, no son algo nuevo, surgen en los a?os 80, como iniciativas ciudadanas y sociales, producto de un tejido asociativo que trata de responder a los problemas de desempleo juvenil y fracaso escolar). Dispon¨ªan, adem¨¢s, del respaldo que le proporcionaba el referido proyecto de investigaci¨®n e innovaci¨®n. Estas condiciones hicieron posible que el marco del ApS se convirtiera en una estrategia de planificaci¨®n y desarrollo curricular incorporada en las Programaciones Did¨¢cticas.

Alumnos y alumnas de los centros de la Red CSL comenzaron a participar en proyectos de ApS en varios sectores. Uno de ellos fue liderado por el Centro Sociolaboral ¡®Oliver¡¯, y se desarroll¨® en el Colegio P¨²blico de Educaci¨®n Infantil y Primaria ¡®Fernando el Cat¨®lico¡¯. Una oportunidad, bien aprovechada, para que j¨®venes de la Red y chicos y chicas de primero y segundo ciclo de Educaci¨®n Primaria pudieran colaborar creando un huerto escolar.

Ni?os y ni?as de los colegios del barrio en el que se encuentra ubicado el centro de sociolaboral visitan sus instalaciones y solicitan formalmente la ayuda de los j¨®venes para resolver algunas de sus necesidades, como la creaci¨®n y cuidado de un huerto escolar, la mejora del patio de recreo... Estas demandas act¨²an como verdaderos detonantes, provocan una fuerte motivaci¨®n en el aprendizaje y fortalecen la vinculaci¨®n entre entidades sociales y personas participantes (j¨®venes, escolares, familias e instituciones) que se convierten en miembros activos de la comunidad. Los j¨®venes se sienten responsables ante los escolares, aumenta su nivel de compromiso con el aprendizaje de los contenidos y las habilidades necesarias para dar respuesta a la tarea encomendada.

En el desarrollo del proyecto del ¡®huerto escolar¡¯ conflu¨ªa el trabajo del alumnado del Centro Sociolaboral ¡®Oliver¡¯ en la creaci¨®n de un huerto y la adquisici¨®n de las competencias personales y profesionales establecidas como requisito en la formaci¨®n profesional de jardiner¨ªa, con la necesidad del alumnado del Colegio de disponer y mantener un huerto para el aprendizaje de competencias socioemocionales y acad¨¦micas.

Los j¨®venes se enredaron con los ni?os y ni?as del centro escolar en la preparaci¨®n del huerto para trabajar proyectos de Ciencias Naturales o de otras ¨¢reas curriculares. Otros centros sociolaborales en los que se cursa la especialidad de jardiner¨ªa han realizado actuaciones similares con centros de Educaci¨®n Infantil, preparando huertos, arreglando jardines y explicando en clase, a ni?os y ni?as, c¨®mo cuidar las plantas.

A continuaci¨®n, transcribimos lo que, con motivo de la colaboraci¨®n prestada por los j¨®venes del Centro Sociolaboral ¡®Oliver¡¯, se escribi¨® en el blog del Colegio ¡®Fernando el Cat¨®lico¡¯.

¡°Estos d¨ªas hemos estado plantando diferentes cosas en el huerto. Para ello nos han ayudado los chicos y chicas del Centro Sociolaboral del barrio. Lo primero que tuvieron que hacer fue arrancar todas las plantas que quedaban, quitar los tubos de goteo y las mallas, y labrar el huerto. Adem¨¢s, echaron abono para que nuestras plantas crezcan m¨¢s fuertes. Nos han explicado qu¨¦ podemos plantar en esta estaci¨®n del a?o, c¨®mo se planta, y estuvieron con nosotros plantando acelgas, borrajas, guisantes, lechugas, bisaltos y habas. Os dejamos un v¨ªdeo para que ve¨¢is lo bien que hemos trabajado juntos¡±. (Plantamos en el huerto. Lunes, 27 de noviembre de 2017)

¡°No importan s¨®lo determinados factores culturales, sino tambi¨¦n los programas escolares dise?ados y aplicados, y no s¨®lo ¨¦stos en tanto que entidades administrativas sino como contenidos, relaciones, pr¨¢cticas y resultados en contextos y condiciones determinadas, m¨¢s en concreto, las que se refieren a c¨®mo ese tipo de medidas son dispuestas por las administraciones y los centros y, a su vez, interpretadas e implementadas por el profesorado y los estudiantes en los espacios de ense?anza y aprendizaje en los que se desarrollan. Una serie de luces y sombras al respecto merecen ser tomadas en consideraci¨®n.¡± (Juan Manuel Escudero, 2016)

Necesitamos a¨²n mostrar otra serie de proyectos de ApS que completan las posibilidades que ofrece una concepci¨®n alternativa del aprendizaje y del desarrollo del curr¨ªculo. Tambi¨¦n el poder formativo, investigador y promotor de innovaciones que encierra la colaboraci¨®n entre universidad, centros sociolaborales, centros escolares y asociaciones vecinales. De esto daremos cuenta en el siguiente post.

Continuar¨¢...

S¨®lo algunos pa¨ªses tienen una estrategia consitente e integral para reducir el abandono temprano. Muchas de las iniciativas contra el abandono escolar prematuro no est¨¢n lo suficientemente vinculadas a otras pol¨ªticas relacionadas con los j¨®venes.


^{Uni¨®n Europea, 2011.}