Los gusanos microsc¨®picos que advierten de la desertizaci¨®n
Investigadores de la Universidad de Ja¨¦n certifican la expansi¨®n de nematodos exclusivos de zonas ¨¢ridas por buena parte del litoral mediterr¨¢neo
Los nematodos son animales en forma de gusano. La mayor¨ªa habitan en el agua o el suelo. Se alimentan de bacterias, hongos u otros nematodos, ayudando a controlar poblaciones y as¨ª mejorar el medio en el que se mueven. Altamente resistentes, se amoldan a cualquier condici¨®n clim¨¢tica. Y tienen el superpoder de adelantarse al futuro. ¡°Ellos saben ya lo que va a ocurrir porque tienen una gran capacidad de predecir alteraciones en el suelo y, por tanto, ambientales, y as¨ª poder adaptarse¡±, explica Joaqu¨ªn Abolafia Cobaleda, profesor de Zoolog¨ªa de la Universidad de Ja¨¦n y uno de los responsables del Grupo de Nematolog¨ªa de dicha universidad. Y cuyo seguimiento de los nematodos exclusivos de zonas ¨¢ridas ha permitido concluir que la desertizaci¨®n est¨¢ creciendo por buena parte de la costa espa?ola. Concretamente, en todo el litoral de M¨¢laga a Valencia.
Abolafia lleva desde finales de los 90 estudiando los nematodos de vida libre, es decir, los que no parasitan plantas o animales a los que muchas veces acaban matando (uno de los m¨¢s conocidos es el anisakis, que vive en el intestino de muchos peces). La singularidad de estos peque?os seres de vida libre los convierte en los bioindicadores clim¨¢ticos perfectos. Un buen ejemplo es la aparici¨®n de una superpoblaci¨®n en un r¨ªo de una especie propia de medios contaminados: ah¨ª alertan de la existencia de alg¨²n vertido que ha afectado a la calidad de las aguas, ya que al aumentar el n¨²mero de bacterias crece el alimento para los nematodos, que se multiplican masivamente. Pero el an¨¢lisis concreto de alguna de sus especies tambi¨¦n permite saber la evoluci¨®n a medio y largo plazo del cambio clim¨¢tico sobre el territorio, como ya ha ocurrido con la especie Panagrolaimus davidi, adaptada al fr¨ªo extremo y cuya poblaci¨®n desciende r¨¢pidamente en la Ant¨¢rtida debido al aumento de las temperaturas.
El equipo de la Universidad de Ja¨¦n presentar¨¢ a final de este verano sus resultados sobre el avance del desierto en el litoral espa?ol en la XXIII Bienal de la Real Sociedad Espa?ola de Historia Natural en Barcelona. Para llegar a dicha conclusi¨®n, el grupo de investigaci¨®n ha analizado durante a?os los nematodos existentes en Cabo de Gata y Tabernas (Almer¨ªa), que sufren el clima m¨¢s ¨¢rido de Espa?a, donde encontraron una amplia variedad de especies. Algunas son end¨¦micas, como Nothacrobeles lanceolatus -descrita por primera vez por Abolafia en el a?o 2003- o exclusivas de zonas extremadamente secas. Por ello pueden ser utilizadas ¡°como bioindicadores clim¨¢ticos¡±, seg¨²n indica la investigadora Alba Nazaret Ruiz Cuenca, que desarrolla su tesis doctoral sobre los nematodos que habitan zonas muy secas. La correlaci¨®n es simple: si hay especies concretas que solo viven en lugares de gran aridez, cuando empiezan a encontrarse en otras zonas es porque all¨ª encuentran buenas condiciones para la supervivencia. De manera indirecta, avisan: el desierto est¨¢ en camino.
Para cerciorarse de que estos peque?os gusanos encontrados en tierras almerienses son espec¨ªficos de lugares secos, ambos investigadores los compararon con los existentes en algunas de las zonas m¨¢s secas del planeta como el Valle de la Muerte en California, el desierto del Kalahari al sur de ?frica y el de Lut en Ir¨¢n. ¡°Comprobamos que eran las mismas especies o muy similares, muchas de ellas nuevas para la ciencia¡±, se?ala Abolafia. Son nematodos que afrontan un ambiente especialmente adverso, donde el agua y los nutrientes escasean, existe una gran insolaci¨®n e incluso cierto grado de salinidad. Pero combaten bien los obst¨¢culos: cuentan con una cut¨ªcula -su piel- muy gruesa y extendida en anillos sobre el cuerpo que le ayuda a evitar la deshidrataci¨®n y unas estructuras alargadas en su cabeza que les permiten filtrar la arena. Evitan as¨ª que se les tapone la boca al comer.
El equipo ha ido estudiando los suelos de la costa espa?ola desde Almer¨ªa hacia el oeste y el norte. Encontraron buena parte de especies habituales de zonas ¨¢ridas en lugares donde no deber¨ªan por las condiciones clim¨¢ticas tradicionales. Por el sur llegaron hasta el Algarve (Portugal) observando que a partir de Marbella (M¨¢laga) la presencia de nematodos como Nothacrobeles lanceolatus y otros t¨ªpicos de suelos secos descend¨ªa dr¨¢sticamente. Hacia el norte, estas especies eran numerosas hasta Valencia, pero luego sus poblaciones decrec¨ªan hasta desaparecer. ¡°Y si encontramos nematodos de zonas ¨¢ridas en ¨¢reas que no lo son¡ malo¡±, advierte el investigador. ¡°Su presencia indica que la aridez se est¨¢ expandiendo y que, en un futuro, esas zonas ser¨¢n mucho m¨¢s secas que en la actualidad¡±, afirma Abolafia.
?Las especies encontradas en las dunas almerienses no aparecen en otros lugares analizados del interior de Andaluc¨ªa como el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. ¡°Ello demuestra que ah¨ª la desertizaci¨®n no avanza y que, por tanto, no siempre hay que alarmarse¡±, avisa el cient¨ªfico.
Los nematodos no s¨®lo est¨¢n avisando del avance del desierto. Tambi¨¦n son un bioindicador fiable para entender c¨®mo el clima est¨¢ cambiando actualmente. Hay especies originarias de M¨¦xico o pa¨ªses asi¨¢ticos que jam¨¢s hab¨ªan sido descritas en la Espa?a peninsular, hasta que han empezado a encontrarse en los ¨²ltimos a?os. Es el caso de Meloidogyne incognita, habitual de climas templados y que parasita cultivos de Colombia, Venezuela, Cuba o las Islas Canarias. ¡°Viajan asociados a plantaciones, pero no sobreviv¨ªan bien en Espa?a porque no pod¨ªan adaptarse a las bajas temperaturas invernales. Ahora el clima es m¨¢s suave y est¨¢n empezando a adaptarse perfectamente¡±, dice Abolafia, que en este sentido cree que ¡°es importante¡± estar alerta porque pueden convertirse en plagas que destruyan muchos cultivos. Palabra de nematodo.
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