El arquitecto que calcula cu¨¢nto ruido hace un gol de Messi en el Camp Nou
?Cu¨¢nto ruido hace un tren de alta velocidad? Eso calcula y eso lucha por mitigar este doctor en ac¨²stica, una rama de la construcci¨®n que cotiza al alza.
EN?TRIPADVISOR?hay tantos comentarios sobre la m¨²sica o la ac¨²stica de un local como sobre la comida. Ocho de cada 10 personas deciden si regresan o no a un restaurante por un tema ac¨²stico¡±. Alexander D¨ªaz Chyla (1983) se form¨® como arquitecto en su ciudad, Madrid, y se doctor¨® en ac¨²stica en Alemania. Hoy es consultor s¨¦nior de esta especialidad en Ove Arup, una de las mayores firmas de ingenier¨ªa. Y cuenta que estamos ante la primera generaci¨®n no autodidacta. Antes se llegaba a esta disciplina desde la f¨ªsica, la ingenier¨ªa o la arquitectura. A ¨¦l, explica, lo empuj¨® a este campo la crisis de la construcci¨®n: ¡°Reparar una mala ac¨²stica encarece tanto un proyecto que las empresas han aprendido a considerarla de entrada¡±.
La arquitectura baraja cuatro de los cinco sentidos. La vista se suele privilegiar. El tacto se cuida, pero el olfato y el o¨ªdo suelen ser los m¨¢s descuidados. Es un error. El olor a humedad o a cloaca son invisibles, pero arruinan una casa. La mala ac¨²stica hace fracasar un hotel, unas oficinas o hasta un aeropuerto. ?l es consciente desde ni?o. Su padre, C¨¦sar D¨ªaz, ense?a ac¨²stica en la Escuela de Arquitectura de Madrid.
Entramos en una sala de ac¨²stica virtual de las oficinas de Arup en Madrid. Doce altavoces forman una esfera y matem¨¢ticamente consiguen, mediante filtros y logaritmos, distribuir la cantidad de energ¨ªa que llega por cada uno para recrear un sonido envolvente. Trabajan ahora en el tren de alta velocidad que atravesar¨¢ el Reino Unido. D¨ªaz Chyla muestra lo que molesta el paso del tren a 100 o a 1.000 metros. A partir de ah¨ª, propone c¨®mo mitigarlo. Tambi¨¦n le toca calcular los decibelios de la futura grada del Camp Nou cuando celebre un gol de Messi. Ese es su trabajo. Prev¨¦ la ac¨²stica de los edificios desde su concepci¨®n, no cuando surgen los problemas. ¡°Hay decisiones de dise?o ¡ªcomo empotrar la televisi¨®n en un muro¡ª que rompen la tranquilidad de quien descansa en la habitaci¨®n de al lado¡±, advierte. Su reto es dar con soluciones de confort ac¨²stico que no sacrifiquen la est¨¦tica.
Describe espacios con ac¨²stica transformable: restaurantes que se convierten en bares de copas ¡°con mecanismos sencillos como paneles o falsos techos¡±. Asegura que hay trucos que pueden ser hasta caseros. En Se¨²l, en un auditorio en el que trabaj¨® con el arquitecto David Chipperfield, resolvieron las necesidades ac¨²sticas ¡°con cortinas que se duplican y se mueven¡±.
D¨ªaz Chyla investigaba en el laboratorio de la Polit¨¦cnica de Madrid c¨®mo dise?ar renovadores de aire que no perdieran calor y evitaran que el ruido se colara por las rendijas. De all¨ª lo reclut¨® Arup.
Hoy asegura que cuando llega a un proyecto esperan que el ingeniero ac¨²stico sea un se?or con corbata que aporte soluciones matem¨¢ticas. Pero ¨¦l defiende el conocimiento conectado: entender las consecuencias no solo energ¨¦ticas, est¨¦ticas o econ¨®micas de un material; tambi¨¦n las ac¨²sticas. Y llama a la gente a comportarse de manera proactiva: ¡°Debemos quejarnos del exceso de ruido. En Espa?a protestamos y pataleamos, pero no presentamos denuncias. En Alemania s¨ª. Y eso consigue el bienestar. La ac¨²stica es una cuesti¨®n de salud, asegura el descanso, cuida a las personas¡±.
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