El textil artesanal colombiano conquista el mundo
Del MET a Brad Pitt, pasando por el estudio de arquitectura Herzog & de Meuron o Fendi. El textil artesanal colombiano ha conquistado el mundo y se ha convertido en un instrumento de transformaci¨®n social del pa¨ªs gracias a una nueva generaci¨®n de artistas y empresarios.
EN EL EXTREMO sur de Bogot¨¢, la parte m¨¢s pobre de la ciudad, conviven tres millones de personas en viviendas apiladas sobre colinas escarpadas. En un barrio de este lugar, llamado del 20 de Julio en honor a la fecha de la declaraci¨®n de independencia de Espa?a, se tejen unos de los textiles m¨¢s lujosos del mundo.
Entre naves industriales y mercados populares, 70 maestros artesanos trabajan junto a perros callejeros rescatados y un loro. Sus manos tejen incansablemente tapices que colgar¨¢n en galer¨ªas de arte de Nueva York y Mil¨¢n, y alfombras que adornar¨¢n los palacios de la realeza europea y asi¨¢tica. El taller de textiles Hechizoo ha conquistado el mundo de la moda, la arquitectura y el arte. Entre sus clientes se encuentran las casas de moda Dior, Chanel, Louis Vuitton y Fendi, y los arquitectos Herzog & de Meuron y Peter Marino. Sus textiles reflejan bien la exuberancia del segundo pa¨ªs m¨¢s biodiverso del mundo. En su taller se amontonan muestras de hilos de oro, plata y cobre, mezclados con m¨¢s de 2.500 fibras vegetales de plantas procedentes de las profundidades del Amazonas y las cumbres de los Andes.
Su fundador, Jorge Lizarazo (?Armenia, Quind¨ªo, 1968), se form¨® en arquitectura y trabaj¨® en Par¨ªs con Santiago Calatrava y Massimiliano Fuksas. Regres¨® a Colombia durante el fallido proceso de paz del presidente Andr¨¦s Pastrana con las FARC (1999-2002). En este periodo extremadamente delicado, las comunidades artesanas eran inaccesibles, pues estaban en ¨¢reas remotas dominadas por la guerrilla o los paramilitares. ¡°Con tal de conocer a los artesanos, iba en bus hasta regiones vetadas, acompa?ado por un perro y un amigo muy grande¡±, explica.
Cuando su empresa est¨¢ a punto de cumplir 20 a?os, Lizarazo echa la vista atr¨¢s: ¡°Al principio me inven?taba los clientes para que los tejedores no creyeran que no ten¨ªamos trabajo¡±. Consciente de que para consolidarse en Colombia antes tendr¨ªa que triunfar en el extranjero, se dirigi¨® a Europa y Estados Unidos con una maleta repleta de muestras de textiles bordados con fibras met¨¢licas: ¡°En B¨¦lgica nos hicieron un pedido, pero nunca nos pagaron¡±, aclara mientras juega con sus perros, dos chihuahuas llamados Frida Kahlo y Diego Rivera, estrellas indiscutibles del taller.
En 2004 lleg¨® a Nueva York con varias citas profesionales, pero finalmente nadie lo recibi¨®. ¡°Cuando estaba a punto de tirar la toalla, llam¨¦ a una colombiana que hab¨ªa abierto una galer¨ªa de arte en Manhattan, Cristina Grajales. Ella fue la primera cara amable con nuestro trabajo¡±. Veinte a?os despu¨¦s, el Museo Metropolitan de la misma ciudad acaba de adquirir una obra suya para su colecci¨®n permanente. Grajales es hoy su representante en Estados Unidos, adem¨¢s de su mayor fuente de encargos y clientes. Su galer¨ªa fue el lugar donde Brad Pitt y Angelina Jolie se enamoraron de un tapiz de Hechizoo y lo compraron.
Al comienzo de su carrera profesional, Lizarazo tuvo dificultades por la imagen internacional de Colombia. ¡°Algunas veces, cuando llegaba a estudios de dise?o y dec¨ªa que tra¨ªa una maleta de Colombia, escuchaba un murmullo de fondo que no lograba identificar. En una de esas ocasiones me arm¨¦ de orgullo y dije: ¡®Yo s¨¦ que ustedes bromean con lo que traigo, pero, si me dan la oportunidad de mostr¨¢rselo, creo que su concepto de mi pa¨ªs va a cambiar¡±.
Hoy exporta el 90% de su producci¨®n y ha recibido los halagos de los responsables de Prada, Botte?ga Veneta y Loro Piana. En su trabajo se advierte la abundancia de un pa¨ªs que lucha por sacudirse la imagen que le han legado varias d¨¦cadas de vinculaci¨®n al narcotr¨¢fico y el conflicto armado. ¡°Los espa?oles nos dejaron el mestizaje y gracias a eso no tenemos l¨ªmites para mezclarnos. Los textiles de Hechizoo son un resumen infinito de mestizaje de materiales¡±.
En el taller de Hechizoo se mezclan hilos de oro y plata con 2.500 fibras vegetales procedentes del Amazonas y los Andes
El a?o pasado realizaron un proyecto art¨ªstico con tres canoas que hab¨ªan servido para transportar coca y que hoy se encuentran en colecciones privadas. ¡°Ten¨ªamos que ir a la base que financi¨® el conflicto, es decir, el narcotr¨¢fico¡±.
Al otro extremo de la ciudad, en el popular barrio Las Ferias, una vendedora de frutas vocea nombres que en Europa ni siquiera imaginan que existen: ¡°?Tengo gulupa, zapote, uchuva, guan¨¢bana, chon?taduro!¡±.
En un almac¨¦n que pasa inadvertido tras una discreta puerta met¨¢lica, 55 artesanos imprimen tiempo y calidad a textiles con una clara capacidad de trascender. El estudio de moda y arte textil Verdi Design ha posicionado con ¨¦xito sus productos en el mercado del lujo. En 2015 lanzaron la mochila Verdi, un bolso tejido con fibras met¨¢licas, inspirado en la tradici¨®n artesanal de Colombia, que se convirti¨® en objeto de deseo para celebridades de todo el mundo. Lauren Santo Domingo, Sof¨ªa Vergara, Margherita Missoni y la ex primera dama colombiana Mar¨ªa Clemencia de Santos se dejaron fotografiar con ¨¦l. El ¨¦xito fue tal que Anna Wintour, editora jefe de Vogue USA, dijo que no hab¨ªa visto nada igual.
El fundador de Verdi, Tom¨¢s Vera (Barranquilla, 1985), revela que la empresa naci¨® en un peque?o pueblo ubicado en la ladera de los Andes llamado Curit¨ª. Un lugar paradisiaco, con clima tropical, que basa su econom¨ªa en el cultivo y la producci¨®n de fibra de la planta del fique desde mucho antes de la llegada de los conquistadores espa?oles. Actualmente, 18 familias de artesanos del pueblo trabajan en exclusiva para Verdi.
Haciendo del marketing el pulm¨®n de la empresa, han atra¨ªdo la atenci¨®n de clientes como el millonario sueco Stefan Persson, fundador de H&M, y el cantante Juanes. Dos colaboraciones recientes con los dise?adores colombianos Johanna Ortiz y Esteban Cort¨¢zar, ambos radicados en Par¨ªs, los ubic¨® en la escena de moda internacional. Adem¨¢s de vender en los gigantes Moda Operandi y Net-a-Porter, tienen clientes desde Los ?ngeles hasta Beirut. En Espa?a acaban de encontrar representaci¨®n y comienzan a vender en los almacenes Lamarca (Madrid).
En su taller, una ingeniera qu¨ªmica desarrolla 130 nuevos colores para aplicar a las fibras en un laboratorio. Los artesanos tejen a mano con el apoyo de un programa inform¨¢tico que les revela patrones a seguir, y secan los textiles en una m¨¢quina que aplica nanotecnolog¨ªa y luz ultravioleta. ¡°Nuestro valor es reinterpretar la artesan¨ªa e imprimirle calidad, detalle y dise?o para elevarlo. Aplicar patrones, meterle el metal y construir la marca en torno al producto nos ha permitido incursionar en el lujo¡±.
¡°El textil ha sido considerado un arte ¨ªntimo e inferior, igual que la cer¨¢mica y otras expresiones artesanales¡±, argumenta Carolina Agudelo, coordinadora del Programa de Moda y Textil de la Universidad de los Andes (Bogot¨¢), que distingue a Anni Albers, Sheila Hicks, Marlene Hoffmann y la colombiana Olga de Amaral como las mayores exponentes del arte textil. ¡°Al se?alarlo como un oficio femenino, las cabezas del arte cre¨ªan restarle significaci¨®n o valor art¨ªstico¡±.
La artista Olga de Amaral ha sido una de las 11 creadoras elegidas por Dior para redise?ar su ic¨®nico bolso Lady Dior
Los tapices de la artista colombiana Olga de Amaral (Bogot¨¢, 1936) forman parte de las colecciones permanentes del MOMA, el MET, el Museo de Arte y Dise?o de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de Par¨ªs, entre otros. En su obra se advierten las geometr¨ªas de los pueblos amerindios, la orfebrer¨ªa precolombina y el universo barroco. Recientemente, fue una de las 11 artistas elegidas por Dior para dise?ar su versi¨®n del ic¨®nico bolso Lady Dior.
Pese a su reconocimiento en el mundo, el auge textil plantea incertidumbres. Seg¨²n Inexmoda, organizaci¨®n empresarial colombiana del sector de la moda, las exportaciones de la industria textil han experimentado un decrecimiento anual del 4% en los ¨²ltimos 10 a?os, frente al 5% de crecimiento anual que han sufrido las importaciones en el mismo periodo. Este dato revela que Colombia falla en proteger su industria y en reconocer su propio potencial.
Artesan¨ªas de Colombia, organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro vinculada al Ministerio de Comercio, se fund¨® en 1964 para proteger el tesoro inmaterial que representa el sector artesanal. Generan anualmente 7,5 millones de euros a los artesanos. ¡°Son emprendedores naturales y sus creaciones tienen todos los componentes que desean los consumidores responsables: son piezas ¨²nicas, sostenibles, con dise?o, t¨¦cnica, origen e impacto social¡±, declara Ana Mar¨ªa Fr¨ªes, directora de Artesan¨ªas de Colombia.
Sus programas han atra¨ªdo a firmas europeas que buscan en Latinoam¨¦rica los oficios que en Europa no existen. La joyer¨ªa italiana Bulgari ha lanzado una colecci¨®n de pendientes en colaboraci¨®n con la ONG Save the Children y comunidades ind¨ªgenas de la costa pac¨ªfica. Fr¨ªes aclara que la artesan¨ªa es una forma de comunicaci¨®n para los ind¨ªgenas: ¡°Tienen componente simb¨®lico, sacro, m¨ªstico. Son cosmovisi¨®n, pensamiento y narrativa¡±.
Las comunidades ind¨ªgenas colombianas son peque?as y vulnerables en comparaci¨®n con las de otros pa¨ªses cercanos como Bolivia, Per¨² o M¨¦xico, donde son mayoritarias. La falta de registro de derechos de autor en sus bordados permite que la industria plagie sus dise?os. En 2015, la dise?adora francesa Isabel Marant se apropi¨® de un bordado caracter¨ªstico de la comunidad de Santa Mar¨ªa Tlahuitoltepec (Oaxaca, M¨¦xico). Ese mismo a?o se prohibi¨® en Colombia la distribuci¨®n y venta de copias chinas en pl¨¢stico del sombrero vueltiao, oriundo de la etnia zen¨². Este sombrero, que hoy se vende en los almacenes Bergdorf Goodman (Nueva York), es una de las 11 denominaciones de origen que ha otorgado el Gobierno nacional ¡ª?frente a las tres de M¨¦xico y una de Per¨²¡ª para proteger t¨¦cnicas ¨²nicas en el mundo.
Adem¨¢s de posicionar al pa¨ªs como uno de los mejores productores de artesan¨ªa del mundo, la industria textil est¨¢ ayudando a recomponer el tejido social. Actualmente hay fundaciones p¨²blicas y privadas (Mimbre, Minga, L¨ªnea Verde), instituciones de gobierno (Agencia Nacional para la Reintegraci¨®n ¡ª?ANR¡ª?), empresas (Paz Wear) e iniciativas (Origen, Vivimos Pac¨ªficamente) que velan por la reinserci¨®n social y laboral de v¨ªctimas y excombatientes mediante el textil.
La firma de moda Paloma & Angostura emplea a mujeres que pertenecieron a grupos armados enemigos
La firma de moda Paloma & Angostura, con sede en Bogot¨¢, emplea talleres integrados por excombatientes que ahora se dedican a la producci¨®n y confecci¨®n de textiles. En ellos trabajan mujeres que, pese a haber pertenecido a grupos armados enemigos, tienen historias de vida muy similares. Su creador, Pablo Restrepo (Bogot¨¢, 1990), trabajaba en la ANR cuando se percat¨® de las dificultades de los desmovilizados para encontrar trabajo. Fund¨® Paloma & Angostura ¡ª¡°Paloma por la paz, Angostura por la estrechez del camino a recorrer¡±¡ª. Asoci¨¢ndose con una comunidad de San Jacinto (Bol¨ªvar), acaban de lanzar una colecci¨®n de moda ejecutada con telar vertical, t¨¦cnica tradicionalmente empleada para tejer hamacas.
La imagen internacional del pa¨ªs contin¨²a relacionada con la corrupci¨®n y el paisaje ¡ªambos siguen intactos¡ª, pero sus textiles son una narraci¨®n de otra Colombia. M¨¢s all¨¢ de su belleza, cada puntada e hilo contienen valor hist¨®rico y transformaci¨®n social. Sus or¨ªgenes se remontan a pueblos con una cosmovisi¨®n y pensamiento ancestral. Su desprestigio en comparaci¨®n con otras artes revela una problem¨¢tica de g¨¦nero que en este momento sacude al hemisferio occidental. Su hechizo es un reflejo del propio pa¨ªs.
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