Danzar y danzar para remover las m¨¢s dolorosas heridas
El core¨®grafo franco-congole?o Bolewa Sabourin apoya a mujeres v¨ªctimas de violencia sexual mediante el uso del baile, una herramienta poderosa para sobreponerse y reapropiarse otra vez del propio cuerpo
El bailar¨ªn y core¨®grafo Bolewa Sabourin (1985) naci¨® en Par¨ªs, fruto de una relaci¨®n entre un profesor de danza congole?o y una alumna francesa, por lo que el arte, como el mestizaje cultural, han estado presentes en su vida desde una edad muy temprana. Como explic¨® en su Ted Talk de los Campos El¨ªseos, su historia es una de caos y poca armon¨ªa: su padre lo envi¨® a la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo para que creciera con su abuela, pero las tensiones pol¨ªticas del pa¨ªs lo llevaron de vuelta a la capital europea cuando ten¨ªa seis a?os. All¨ª tuvo que aprender a desenvolverse en un contexto distinto a la realidad que conoc¨ªa hasta entonces, buscando la manera de mantener su identidad a la vez que incorporaba c¨®digos nuevos.
En su ponencia, Sabourin cuenta que aprendi¨® m¨¢s en las calles que en las aulas. De acuerdo con una publicaci¨®n en WANACorp, sus inquietudes no se vieron limitadas por no haber conseguido el graduado escolar cuando deb¨ªa. Su compromiso le llev¨® a participar activamente en colectivos sociales como Stop le Contr?le au Faci¨¨s (Paremos el Control Racial) y Jeudi Noir (Jueves Negro), ambos involucrados en acciones para plantar cara a los abusos policiales. A pesar de haber obtenido el t¨ªtulo en el M¨¢ster de Ciencias Pol¨ªticas de la universidad de la Sorbona, en Par¨ªs, el franco-congole?o ha expresado en numerosas ocasiones que la ¨²nica forma de resiliencia que le permite ser ¨¦l mismo es la danza.
En los ¨²ltimos tres a?os se ha dedicado a trabajar con mujeres v¨ªctimas de violencia sexual a trav¨¦s del baile, incorporando este ¨²ltimo como una herramienta para la reapropiaci¨®n de los cuerpos. Re-Cr¨¦ation es uno de los proyectos impulsados por una asociaci¨®n de la que es cofundador. En 2008, Bolewa Sabourin y su amigo William Njaboum pusieron en marcha Loba (Expr¨¦sate, en lengua lingala), la cual pretend¨ªa poner la danza al servicio de las personas.
Re-Cr¨¦ation surgi¨® a ra¨ªz de una conferencia del ginec¨®logo congole?o y Premio Nobel de la Paz 2018 Denis Mukwege (1955). Hoy sigue habiendo conflictos armados en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo que afectan negativamente a la sociedad civil. La mayor¨ªa de v¨ªctimas son mujeres, a quienes se las desposee de su cuerpo al utilizarlo como arma de guerra. Por su parte, Mukwege fund¨® el Hospital Panzi ¡ªsituado al sur de Kivu, noreste de Congo¡ª en 1999 para atender a las v¨ªctimas de la guerra. As¨ª es que el centro sanitario empez¨® a recibir a mujeres con problemas ginecol¨®gicos graves. Pero la labor del hospital va m¨¢s all¨¢: a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Panzi se apoya el modelo de tratamiento hol¨ªstico, es decir, las mujeres reciben tratamiento ginecol¨®gico, psicol¨®gico, apoyo emocional y asistencia legal, entre otros.
Bolewa Sabourin, al conocer el trabajo del ginec¨®logo, decidi¨® sumarse a la causa y ofrecer su forma de resiliencia, la danza, a las mujeres v¨ªctimas de violencia sexual. Hablamos con el artivista franco-congole?o, quien relata el camino que ha seguido desde entonces.
Pregunta. Hace ya tres a?os que naci¨® la idea de Re-Cr¨¦ation. ?C¨®mo ha evolucionado este proyecto?
Respuesta. Estoy emocionado y orgulloso del trabajo que hemos conseguido mi amigo William y yo. ?Pero todav¨ªa queda mucho por hacer! Tenemos suerte de haber ampliado el equipo. Trabajamos con dos asociaciones: Ikamb¨¦re, que ayuda a mujeres con VIH, y PluriElle Hospital, que apoya a mujeres de entre 18 y 25 a?os que hayan sufrido alg¨²n trauma. Este es el tercer a?o consecutivo que colaboramos con estudiantes de secundaria comprometidos contra la violencia sexual, denunciando la violaci¨®n como arma de guerra a trav¨¦s del baile con nuestro espect¨¢culo Larmes y la compa?¨ªa Re-Cre¨¢tion. Adem¨¢s, fui invitado por la duquesa de Luxemburgo junto a los Premios Nobel de la Paz 2018, Nadia Murad y el doctor Mukwege, a participar en el Foro Stand Speak Rise Up! de Luxemburgo para apoyar que mujeres v¨ªctimas de cr¨ªmenes de guerra puedan reponerse gracias a la danza.
Ponemos m¨¢s ¨¦nfasis en el movimiento como una manera de expresar las emociones
P. La danza tiene un papel central en el proceso terap¨¦utico de las mujeres v¨ªctimas de violencia sexual y las sesiones de baile se coordinan con tratamiento psicol¨®gico. ?C¨®mo surge esta combinaci¨®n?
R. Despu¨¦s de una conversaci¨®n con el doctor Denis Mukwege, ambos entendimos que las mujeres congole?as, al contrario de lo que pasa en Europa, no est¨¢n acostumbradas a hablar con un terapeuta. He impartido talleres de danza en Bukavu (RDC) de la mano de la Fundaci¨®n Panzi. Nos dimos cuenta de que despu¨¦s de los talleres de danza las mujeres iban a terapia de manera m¨¢s natural y voluntaria. As¨ª se nos ocurri¨® la idea de que los talleres fueran seguidos por una sesi¨®n terap¨¦utica para proveer un mejor apoyo a estas supervivientes, y esto es lo que hacemos tanto en Congo como Francia.
P. Tambi¨¦n realizan sesiones de danza y terapia en grupo. ?Hay alg¨²n proceso previo de integraci¨®n de las diferentes mujeres?
R. No, ya que es una acci¨®n que vincula ambas de forma natural.
P. Usted es un hombre que da a las v¨ªctimas una herramienta para la reapropiaci¨®n de sus cuerpos. ?Alguna vez has sido interpelado por el hecho de ser var¨®n?
R. Yo tambi¨¦n he tenido esta duda, pero se ha esfumado r¨¢pidamente. Ninguna mujer se ha ido de nuestros talleres de danza por el hecho de que yo sea hombre. Me alegra ver c¨®mo todas acuden siempre. Esto puede deberse a mis convicciones. Soy humanista, lucho para que las mujeres puedan elegir libremente y reclamar la propiedad y apropiaci¨®n de sus cuerpos. Me aseguro de que se sientan libres, tomadas en cuenta y un poco m¨¢s curadas despu¨¦s de cada sesi¨®n.
P. La violencia sexual se sigue concibiendo como una forma de humillaci¨®n no s¨®lo para ellas, sino tambi¨¦n para sus familias. Por eso muchas no denuncian lo sucedido. Teniendo en cuenta las consecuencias que acarrea una confesi¨®n p¨²blica, ?existen sesiones de danza individuales para aquellas que prefieran mantenerlo en privado?
R. Nuestro programa se complementa con tratamiento terap¨¦utico individual. Solo trabajamos con asociaciones cuya misi¨®n sea proporcionar un grupo de apoyo a mujeres v¨ªctimas de una agresi¨®n. Para que esto sea lo m¨¢s eficiente posible, tambi¨¦n trabajamos con otros profesionales y compartimos nuestras observaciones. No hacemos sesiones individuales, nuestros talleres est¨¢n basados en la fuerza y en la participaci¨®n que facilita el grupo.
Ninguna mujer se ha ido de nuestros talleres de danza por el hecho de que yo sea hombre
P. Re-cr¨¦ation se lleva a cabo tanto en Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo como en Francia. ?Hay diferencias en la manera en la que se plantea el proyecto en cada uno de los pa¨ªses?
R. De momento no, pero en el futuro daremos paso a una cooperaci¨®n. Ponemos m¨¢s ¨¦nfasis en el movimiento como una manera de expresar las emociones que en la danza en s¨ª, ya que esta ¨²ltima est¨¢ m¨¢s codificada. La emoci¨®n viene de emovere, que significa moverse. En parte, las v¨ªctimas de guerra pueden sobreponerse porque pueden mover sus emociones m¨¢s profundas y dolorosas.
P. La utilizaci¨®n de los cuerpos de mujeres como arma de guerra ocurre en muchos de los conflictos armados. ?Est¨¢ dentro de sus planes la idea de extender el proyecto a otros lugares?
R. Tenemos la ambici¨®n de proporcionar este m¨¦todo a las mujeres v¨ªctimas de violencia sexual, pero un aspecto m¨¢s importante es formar a activistas profesionales. Por ejemplo, en el foro Luxemburgo se nos acercaron mujeres que quer¨ªan ayudar a v¨ªctimas de guerra. Todav¨ªa estamos pensando en c¨®mo hacer nuestro m¨¦todo m¨¢s global, ya que debido a cuestiones de tiempo y dinero no puedo viajar por todo el mundo para impartir los talleres.
Indhira Garc¨ªa Belda es miembro del magac¨ªn cultural Wiriko sobre artes y culturas africanas.
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