Por qu¨¦ es buena idea crear un Fondo Monetario Africano
Muchos pa¨ªses del continente est¨¢n experimentando un crecimiento desigual y un aumento de la deuda y todos se enfrentan a un entorno global incierto
Los l¨ªderes de la Uni¨®n Africana (UA) se reunieron el pasado 7 de julio en N¨ªger para celebrar una cumbre extraordinaria en la que discutieron acerca del ?rea de Libre Comercio Continental de ?frica. Se trata de un momento cr¨ªtico para el continente. Muchos pa¨ªses est¨¢n experimentando un crecimiento desigual y un aumento de la deuda y todos se enfrentan a un entorno global incierto, por lo que necesitan el impulso que podr¨ªan brindar unas relaciones continentales m¨¢s cercanas y din¨¢micas.
Desde nuestro punto de vista, los l¨ªderes de la Uni¨®n Africana tambi¨¦n deber¨ªan crear un Fondo Monetario Africano, que alentar¨ªa a los estados a participar m¨¢s activamente en el comercio regional, ofreciendo apoyo financiero para gestionar los riesgos asociados a trav¨¦s de una mayor integraci¨®n social y un amplio comercio interregional.
En los ¨²ltimos 10 a?os, gran parte de las regiones ha desarrollado acuerdos que pueden complementarse con la ayuda que el FMI brinda a los pa¨ªses que presentan problemas de balanza de pagos. Hace una d¨¦cada, 100.000 millones de d¨®lares estaban disponibles a trav¨¦s de estos fondos regionales. Hoy en d¨ªa son m¨¢s de 900.000 millones los que est¨¢n disponibles. Sin embargo, ?frica representa actualmente la brecha m¨¢s destacada en la evoluci¨®n de la red mundial de seguridad financiera.
Los l¨ªderes africanos firmaron un tratado para establecer el fondo en 2014. Desafortunadamente, el progreso para que se lleve a cabo se ha estancado. Hasta el momento, ha sido firmado, pero no ratificado, por 11 pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Africana, pero a¨²n son 15 los que deben firmar y ratificar los estatutos para que entre en vigor. Cuando esto ocurra, tendr¨¢ una suscripci¨®n de capital de 22.640 millones de d¨®lares y la capacidad de otorgar a los pa¨ªses miembros pr¨¦stamos equivalentes al doble de sus contribuciones al capital del fondo.
Gesti¨®n del efecto domin¨®
La zona de libre comercio ofrece a los estados nuevas oportunidades de crecimiento y de empleo, pero, al aumentar los v¨ªnculos econ¨®micos, tambi¨¦n podr¨ªa aumentar el riesgo de que los problemas econ¨®micos de un pa¨ªs se extiendan y supongan un efecto altamente negativo en el crecimiento, el comercio, la inversi¨®n y el empleo de los otros. Por ejemplo, todas las alteraciones que ocurran en Estados Unidos, tanto positivas como negativas, tienen un poderoso impacto en Canad¨¢ y en M¨¦xico.
El hecho de que un n¨²mero importante de estados no firme ni ratifique el tratado supone una amenaza vergonzosa que pone en duda la credibilidad de la Uni¨®n Africana
Para ayudar a mitigar estos efectos, los participantes en otros planes comerciales regionales han establecido ciertos acuerdos financieros que les permiten ayudar a sus miembros a gestionar las crisis en la balanza de pagos.
Las pruebas indican que cuando los estados tienen acceso a este tipo de apoyo financiero es menos probable que tomen medidas que impidan que se desarrollen los flujos comerciales intrarregionales. Por ejemplo, el Fondo de Reserva Latinoamericano, que proporciona a sus miembros apoyo financiero durante las crisis en la balanza de pagos, ha ayudado a los pa¨ªses receptores a mantener este tipo de acuerdos. Esto, a su vez, ha reducido el riesgo de que los problemas del receptor provoquen una crisis en sus pa¨ªses vecinos.
El hecho de que un n¨²mero importante de pa¨ªses no firme ni ratifique el tratado sobre el Fondo Monetario Africano supone una amenaza vergonzosa que pone en duda la credibilidad de los esfuerzos de la Uni¨®n Africana por promover una econom¨ªa m¨¢s integrada, din¨¢mica, sostenible y equitativa.
Estos esfuerzos se han venido realizando desde hace m¨¢s de 40 a?os. Entre las medidas que se han adoptado figuran el Plan de Acci¨®n de Lagos para el Desarrollo Econ¨®mico de ?frica de la Uni¨®n Africana, firmado en 1980, y el Tratado de Abuja, de 1991.
En un informe publicado por el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Pretoria y el Centro de Pol¨ªticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston, proponemos tres medidas concretas para impulsar la creaci¨®n del fondo.
Plan de acci¨®n
En primer lugar, la creaci¨®n del fondo debe estar vinculada expl¨ªcitamente al ¨¦xito de la zona de libre comercio. Los dirigentes de la UA pueden lograrlo afirmando que, al igual que ha ocurrido en otros lugares, la presencia de un acuerdo financiero regional supondr¨¢ un impulso para el comercio intrarregional en ?frica. Adem¨¢s, ayudar¨¢ a los pa¨ªses miembros a solventar los inconvenientes que una mayor integraci¨®n regional pueda causar a la balanza de pagos.
Asimismo, al proporcionar r¨¢pidamente apoyo financiero a sus miembros, el fondo puede ofrecerles m¨¢s tiempo para negociar un apoyo mayor a trav¨¦s de instituciones m¨¢s ricas, como el Fondo Monetario Internacional. En este sentido, cabe se?alar que ocho de los pa¨ªses que constituyen la Uni¨®n Africana (Cabo Verde, Comores, Djibouti, Eritrea, Guinea-Bissau, Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe, Seychelles y Somalia) podr¨¢n obtener m¨¢s pr¨¦stamos del FMA que del FMI.
En segundo lugar, un estado miembro de la UA deber¨¢ convertirse en el promotor del fondo. Este pa¨ªs se convertir¨ªa en el primero en firmar y ratificar el tratado del Fondo Monetario Africano. Por tanto, presionar¨¢ a otros miembros de la UA para que se sumen. Adem¨¢s, abogar¨ªa porque la UA reconstituyera el comit¨¦ directivo creado en el tratado y le proporcionara los recursos suficientes. Dado que Camer¨²n es el pa¨ªs anfitri¨®n designado para la sede de la FMA, cuenta con un incentivo para ser el promotor de la instituci¨®n.
Por ¨²ltimo, el comit¨¦ directivo deber¨ªa desarrollar un plan para superar las importantes restricciones de recursos que afectan a la regi¨®n. Para ello, ser¨¢ necesario equilibrar el fondo con recursos suficientes para que sea compatible con la limitada capacidad contributiva de algunos de los estados miembros. Esto podr¨ªa resolverse mediante la negociaci¨®n de un acuerdo en el que los pa¨ªses y las instituciones regionales m¨¢s ricos aporten un alto porcentaje de sus contribuciones por adelantado.
Estas contribuciones adicionales se les devolver¨ªan a medida que los pa¨ªses m¨¢s pobres hicieran sus propias aportaciones. Es importante destacar que la Junta de Gobernadores del FMA tiene la autoridad para ampliar el plazo para que un pa¨ªs haga su contribuci¨®n hasta ocho a?os. A fin de incentivar a¨²n m¨¢s a los pa¨ªses miembros para que aporten capital, se les debe permitir que las gestionen como parte de sus reservas internacionales. Un acuerdo de este tipo ya tiene precedentes: fue ejecutado eficazmente en Am¨¦rica del Sur y demuestra que estas medidas har¨ªan m¨¢s factible un plan de implementaci¨®n.
Durante d¨¦cadas, ?frica ha tratado de superar valientemente los numerosos desaf¨ªos que obstaculizan el desarrollo de un s¨®lido comercio intrarregional. El acuerdo sobre la zona de libre comercio es el m¨¢s reciente de todos estos esfuerzos. La credibilidad de los dirigentes y de las instituciones del continente depender¨¢ de su ¨¦xito o de su fracaso. Establecer un Fondo Monetario Africano demostrar¨ªa la determinaci¨®n del continente de promover el comercio y el desarrollo entre las distintas regiones.
Danny Bradlow es profesor de Derecho Internacional del Desarrollo y Relaciones Econ¨®micas Africanas en la Universidad de Pretoria y William N. Kring es subdirector del Centro de Pol¨ªticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston. Hadiza Gagara Dagah es coautora del informe Jump-starting the African Monetary Found, en el que se basa este art¨ªculo. Este art¨ªculo ha sido traducido con la colaboraci¨®n de Casa ?frica. Traducci¨®n: Esther Rup¨¦rez P¨¦rez.
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