Las varias ¨¢fricas y sus porvenires

El porvenir siempre conlleva incertidumbre. Cuando se trata del de ?frica, la incertidumbre se traduce a menudo en posiciones y previsiones tajantes, basadas unas en las im¨¢genes de un continente a la deriva, y las otras en su renacimiento.

Para los partidarios del afropesimismo, cuyas opiniones y convicciones se basan en una lista de estad¨ªsticas e im¨¢genes desesperanzadoras, el porvenir del continente africano est¨¢ lleno de peligros. Algunos llegan incluso m¨¢s lejos y anuncian sombr¨ªas (incluso funestas) previsiones. Para otros, ?frica ser¨¢, ni m¨¢s ni menos, el continente que m¨¢s contar¨¢ ma?ana en el mundo. Algunas de estas proyecciones tan optimistas y voluntaristas se plantean bajo el tema reconquistar el futuro, y se inscriben en la estela de un ?frica que ha quemado sus naves.

En estos dos planteamientos, cada uno de los cuales desarrolla una posici¨®n extrema, se habla de ?frica en singular y quiz¨¢ ese sea el error. Como m¨ªnimo, se trata de un abuso del lenguaje, porque ser¨ªa absurdo reducir a un ente ¨²nico los 54 pa¨ªses que la conforman, cuyos modelos de especializaci¨®n econ¨®mica y niveles de desarrollo son muy variables. Nunca se dice lo suficiente, pero ?frica es un continente enorme que, sobre todo en cuanto a superficie, equivale a Europa, Estados Unidos, Brasil y Australia juntos. Situado en dos hemisferios, cuenta con 54 Estados con realidades y din¨¢micas muy heterog¨¦neas. Con semejante diversidad, no es en absoluto sorprendente que pueda decirse de ?frica una cosa y la contraria.

Tanto en el presente como en el futuro, es m¨¢s indicada una visi¨®n con m¨¢s matices, porque es la ¨²nica que permite darse cuenta de la realidad y las contradicciones del continente. De hecho, 54 Estados no pueden medirse por el mismo patr¨®n o seg¨²n los mismos esquemas. As¨ª pues, no hay un ?frica, sino varias, y el continente no tiene un futuro, sino varios; no debemos trazarle un porvenir, sino varios. De modo que el an¨¢lisis del futuro del continente debe ser necesariamente humilde, puesto que las varias ¨¢fricas se mueven a toda velocidad y las din¨¢micas aqu¨ª son a la vez m¨²ltiples, complejas y a veces contradictorias.

Por tanto, la cuesti¨®n fundamental sigue siendo: ?qu¨¦ porvenires esperan a ?frica?

1. ?Cu¨¢les ser¨¢n las transformaciones que marcar¨¢n en mayor medida, aqu¨ª y all¨ª, a las sociedades y a las econom¨ªas africanas?

2. ?Sabr¨¢ establecer ?frica, junto a los dem¨¢s continentes y durante las d¨¦cadas futuras, relaciones de reciprocidad enriquecedoras y beneficiosas para todos?

3. ?Romper¨¢ definitivamente con esta larga historia de mal desarrollo de la que no consigue liberarse?

4. ?Se dise?ar¨¢n nuevos espacios mentales sobre este continente caracterizados por la pluralidad de las culturas antiguas y la apertura cada vez m¨¢s asentada hacia la modernidad?

5. ?Qu¨¦ lugar ocupar¨¢n las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y de la comunicaci¨®n en las sociedades y las econom¨ªas africanas?

6. ?Cu¨¢les ser¨¢n los vectores o las fuentes de desarrollo econ¨®mico en los diferentes pa¨ªses del continente?

7. ?Qu¨¦ modelos ¨¦ticos y qu¨¦ sistemas de gobierno habr¨ªa que impulsar?

He aqu¨ª siete preguntas cuyas respuestas, que deber¨¢n aportarse individual y colectivamente, determinar¨¢n los porvenires, no de ?frica, sino de las varias ¨¢fricas, en toda su diversidad y complejidad.

Amadou Diaw es promotor cultural, fundador del Foro Saint Louis y del Museo de la Fotograf¨ªa

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