Criar lectores en la era digital
Las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n tienen un gran potencial para fomentar la lectura entre los ni?os, pero por s¨ª solas no generan los h¨¢bitos necesarios
Seg¨²n la Academia Americana de Pediatr¨ªa, un ni?o norteamericano tiene su primer contacto con una pantalla a los cuatro meses de edad. Hace 50 a?os, en 1970, lo ten¨ªa a los cuatro a?os. En aquel momento, si un menor de edad escuchaba una palabra cuyo significado no entend¨ªa, la respuesta m¨¢s habitual de un adulto preocupado por su educaci¨®n era que consultara un diccionario. Eso implicaba buscar el tomo correspondiente, repasar el alfabeto, hallar el vocablo buscado, leerlo en voz alta y conseguir que le tradujeran el lenguaje del diccionario a uno m¨¢s sencillo de entender para su edad. La repetici¨®n de esas b¨²squedas generaba un h¨¢bito que se traduc¨ªa en entender los libros no solo como fuentes confiables de diversi¨®n sino, tambi¨¦n, de ilimitado conocimiento.
Si un padre, profesor o formador de hoy en d¨ªa le dijera a un ni?o ¡°busca el significado de esa palabra en Internet¡±, ?estar¨ªa fomentando en dicho ni?o la lectura y otras actividades cognitivas? ?Estar¨ªa criando a un lector, como pretend¨ªan quienes antes mandaban buscar las palabras en el diccionario?
Las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n son parte de nuestras vidas y tienen un gran potencial para ayudarnos a criar ni?os lectores. Seg¨²n el Centro Regional para el Fomento del Libro en Am¨¦rica Latina y el Caribe (CERLALC), auspiciado por la Unesco, existe evidencia de que las nuevas tecnolog¨ªas impactan de manera positiva en el aprendizaje y el desarrollo de los ni?os, especialmente los aparatos t¨¢ctiles en la primera infancia que favorecen la alfabetizaci¨®n inicial y la lecto-escritura temprana, si van acompa?adas de la gu¨ªa de un adulto.
Sin embargo, el acto mec¨¢nico de escribir formando letras, no implica comprender lo que se escribe. Como tampoco lo es identificar letras separadas. El cerebro no est¨¢ hecho para leer y, como si fuera un m¨²sculo, debe ser entrenado en la repetici¨®n para convertir esas formas y sonidos en palabras con significado. La introducci¨®n cada vez m¨¢s temprana de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n en la vida de los ni?os trae consigo un cambio sustancial y, ahora, escribir y leer ya no son actividades tan ¨ªntimamente relacionadas como antes.
El cerebro no est¨¢ hecho para leer y, como si fuera un m¨²sculo, debe ser entrenado
Criar lectores es, asimismo, diferente de criar ni?os que saben leer. Para criar lectores, los adultos del hogar, los centros infantiles y la escuela, deben normalizar la lectura e introducirla en las actividades diarias como algo natural, divertido, emocionante e instructivo. Es algo que puede conseguirse tanto con un libro f¨ªsico, identificando palabras y viendo figuras, como con un libro electr¨®nico.
Con todo, existen algunas diferencias importantes entre leer un libro f¨ªsico y uno electr¨®nico. En primer lugar, antes bastaba con abrir un libro mientras ahora hay que encontrar la informaci¨®n en una pantalla. Antes bastaba con elegir un libro de una biblioteca m¨¢s o menos amplia, mientras ahora hay que buscar la informaci¨®n en un universo casi infinito de posibilidades. Antes se le¨ªa un libro, y ahora se lee, edita, marca, interact¨²a y escribe en una misma plataforma.
Al igual que los libros, las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, por s¨ª solas, no representan una ventaja para que los ni?os lean m¨¢s. Es el adulto cuidador quien da el ejemplo, interact¨²a e inculca la lectura en los ni?os, y son los adultos los que deben guiar en la selecci¨®n y lectura de libros usando la tecnolog¨ªa e internet. Cuando un beb¨¦ est¨¢ expuesto a la lectura y a adultos que la valoran, la reconoce como algo importante m¨¢s all¨¢ del soporte que se utilice. Y esta apreciaci¨®n positiva le prepara para ser lector aun antes de llegar a la escuela primaria. Sin embargo, actualmente, nuestra actual inmersi¨®n en tel¨¦fonos m¨®viles, tabletas digitales e inteligencia artificial hacen que el acto de leer est¨¦ mediado por elementos tecnol¨®gicos. El uso que se haga de esas herramientas marcar¨¢ la asociaci¨®n que realizar¨¢ el ni?o, directa o indirectamente, a ciertos actos y actitudes.
En este contexto, hay tres consejos clave para quienes quieren criar lectores tanto en el hogar como en los centros de cuidados:
- Lo importante para los ni?os lectores es el ejemplo e interacci¨®n de los adultos cuidadores con los libros, no el formato del libro.
- La exposici¨®n de los ni?os a formatos variados como libros, tabletas digitales, computadoras y cuadernos solo es efectiva cuando puede ser guiada adecuadamente.
- Para que los ni?os interact¨²en con la informaci¨®n, cuestion¨¢ndola e imaginando sus propias historias, debe haber un adulto que los gu¨ªe.
Las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n son parte de nuestras vidas y tienen un gran potencial para ayudarnos a criar ni?os lectores. Pero por s¨ª solas no bastan para crear motivos de pr¨¢ctica lectora y materiales para ejercerla, y necesitan ser guiadas de cerca y estar bien asesoradas. No son sustitutivas de una lectura calmada y extensa, que es la que forma los h¨¢bitos lectores, permite crear los automatismos para extraer eficientemente la informaci¨®n y construir el desarrollo intelectual pero, bien empleadas, representan, sin duda, una posibilidad de expandir el universo lector de los ni?os.
Cecilia Mart¨ªnez G¨®mez es la coordinadora de comunicaciones de la divisi¨®n de Salud y Protecci¨®n Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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