Empez¨® robando c¨¢maras y ha terminado rodando con su ¡®skate¡¯ frente a su c¨¢mara

Rob¨® una c¨¢mara Kodak a los cuatro a?os y sus padres se la hicieron devolver. Pero intuyeron algo en la elecci¨®n del objeto por parte de la ni?a, as¨ª que le regalaron otra, con la que pas¨® los siguientes a?os retratando sin pausa a su sufridor hermano. Poco tiempo despu¨¦s, la criatura se enganch¨® a la serie de dibujos animados Rocket power, sobre un grupo de ni?os skaters en el sur de California y, a?os m¨¢s tarde, sus dos obsesiones se fundieron en una: empez¨® a fotografiarse mientras recorr¨ªa Los ?ngeles.

No existe una sola fotograf¨ªa de Sierra Prescott (California, 1989) en la que su pelo aparezca en vertical: ¡°Si no est¨¢ en horizontal, es que no voy lo suficientemente r¨¢pido¡±. Y, con solo 30 a?os, es dif¨ªcil decidir si est¨¢ m¨¢s cerca de Hugh Holland, maestro de la fotograf¨ªa costumbrista californiana, o del mito del skate Tony Hawk. Pantones intensos, palmeras a granel, mucho pavimento y calcetines rodilleros.

Es casi imperceptible, pero, si uno se acerca lo suficiente, puede escuchar las ruedas desliz¨¢ndose contra el asfalto. ¡°Por eso nunca escucho m¨²sica, el sonido del monopat¨ªn en movimiento es insuperable¡±. Prescott posee todos los ingredientes para protagonizar todas los editoriales de moda veraniega de la Costa Oeste. Sin embargo, su empe?o en mostrar no solo el encuadre perfecto, sino todas las ca¨ªdas previas a ese encuadre perfecto, la convierte en un ser humano demasiado humano. Eso s¨ª, con un sentido del humor sublime