Gucci lleva al cl¨ªmax la semana de la moda de Mil¨¢n
El dise?ador Alessandro Michele revoluciona la pasarela italiana con una colecci¨®n que reflexiona sobre la elegancia y el sexo
Alessando Michele ha vuelto a demostrar que es uno de los dise?adores m¨¢s inteligentes del momento. A lo largo de cuatro a?os ha convertido a Gucci no solo en una m¨¢quina de hacer dinero, sino tambi¨¦n en el espejo en el que se mira con envidia el resto del sector. Todo gracias a un discurso creativo ¨²nico y definido por una mezcla barroca de est¨¦tica retro, referentes na¨ªf y un cierto fe¨ªsmo kitsch. Desde las cadenas fast fashion hasta orgullosas marcas de la competencia, cada vez ense?as han ido guccificando sus colecciones en un intento por reproducir el ¨¦xito de ventas obrado por Michele. Y justo cuando su f¨®rmula magistral estaba pr¨¢cticamente en todas partes, Michele?ha decidido dar un golpe de tim¨®n y salirse del camino que el mismo hab¨ªa marcado. Diferenciarse de su propia obra. As¨ª, la colecci¨®n primavera-verano que ha presentado este domingo en la semana de la moda de Mil¨¢n, ha sido toda una declaraci¨®n de intenciones: una propuesta que, frente al bello horror vacui de sus trabajos anteriores, se presentaba como una evoluci¨®n natural ¡°limpia y sencilla¡±. Siempre seg¨²n los est¨¢ndares maximalistas de Michele, lo que se traduce en depurados pantalones de pata de elefante, t¨²nicas de corte a?os setenta, americanas de impoluta sastrer¨ªa, cortavientos¡
¡°M¨¢s que romper con un estilo que a mi cliente le gusta, como a Karl Lagerfeld lo que m¨¢s miedo me da en el mundo es aburrirme¡±, sentenciaba minutos despu¨¦s de presentar su trabajo. La colecci¨®n buscaba ser ¡°un ejercicio de arqueolog¨ªa personal y tambi¨¦n una reflexi¨®n sobre las nuevas reglas de la elegancia¡±. Si la pregunta que se formulaba sobra la pasarela es qu¨¦ significa este concepto este domingo, la respuesta ven¨ªa dada por prendas con actitud pero menos grandilocuentes que en el pasado y que, sin embargo, resultan claramente identificables, inconfundiblemente Gucci. Todo sin renunciar, claro est¨¢, a gui?os de fantas¨ªa en forma de tiaras de strass o fustas de l¨¢tex: ¡°una referencia actualizada a la hist¨®rica relaci¨®n de Gucci con el mundo ecuestre¡±. Al fin y al cabo, como el propio Michele?reconoce, ha venido a jugar. Y a provocar. Por eso su desfile comenz¨® con una primera serie prendas que parec¨ªan salidas de un hospital psiqui¨¢trico y funcionaban como una met¨¢fora ¡°del poder atenazante¡± del uniforme. ¡°Internet es muy ¨²til, pero un desfile debe ser breve y potente como un orgasmo: como practicar sexo con alguien que te gusta¡±. Si es as¨ª, muchos el domingo quedaron satisfechos.
No puede decirse que demasiados shows causasen un efecto parecido durante la semana de la moda de Mil¨¢n que termina este domingo. Aunque, en el de Donatella Versace s¨ª que tuvo su cl¨ªmax. La italiana ha demostrado una vez m¨¢s que es la mejor en lo suyo; que no es otra cosa que montar un gran espect¨¢culo y conseguir que todo el mundo hable de ¨¦l. Y el domingo quiso recordar -por si alguien lo hab¨ªa olvidado o no hab¨ªa nacido cuando sucedi¨®- que lleva d¨¦cadas siendo una maestra en la materia. Una gloriosa Jennifer Lopez cerr¨® su desfile luciendo el vestido de palmeras que llev¨® por primera vez en la alfombra de los premios Grammy hace ahora 20 a?os, y que despert¨® tanta curiosidad que oblig¨® a Google a crear su herramienta de b¨²squeda de im¨¢genes -Google Images- para satisfacer la demanda de consultas. Versace y Lopez hicieron entonces historia digital y ayer, volvieron a reventar Internet. Nadie pod¨ªa dejar de mirar esas im¨¢genes, prueba viralizable de que el tiempo no ha pasado ni por la cantante ni por le dise?o de la casa italiana. Es lo que tienen los iconos, que son eternos. Antes de poner, literal y figuradamente, toda la carne en el asador, Donatella tambi¨¦n reivindic¨® sus or¨ªgenes como dise?adora y ofreci¨® una colecci¨®n de americanas colosales, bustiers escult¨®ricos y vestidos tropicales pre?ados de cuentas de pl¨¢stico que evocaban los primeros trabajos que firm¨® en solitario tras la muerte de su hermano y fundador de la casa, Gianni Versace, en 1997. Por si alguien no se acordaba o no hab¨ªa nacido cuando sucedi¨®. Dolce & Gabbana coincidi¨® en la inspiraci¨®n selv¨¢tica para su propuesta primavera-verano: una interminable sucesi¨®n de piezas inspiradas en la sahariana, tops con estampados vegetales y sus ic¨®nicos vestidos negros con cors¨¦ en infinitas versiones.
Tambi¨¦n como Versace, Giorgio Armani decidi¨® volver a sus ra¨ªces. En un gesto cargado de significado celebr¨® su desfile en el patio del palazzo milan¨¦s que serv¨ªa de escenario para sus presentaciones hace m¨¢s de 15 a?os. Se trata de un bello y peque?o espacio opuesto est¨¦tica y emocionalmente al monumental auditorio que el dise?ador construy¨® junto a Silos, su centro de arte, en 2015. La colecci¨®n no pod¨ªa estar m¨¢s en sinton¨ªa con el continente: puro y cl¨¢sico Armani.
En la misma l¨ªnea continuista, Boss, la marca de origen alem¨¢n y propiedad italiana, declin¨® su c¨®digos de sastrer¨ªa impecable y sueltas rectil¨ªneas en colores intensos -rojo, amarillo, verde agua- y neutros -biege, blanco y negro-.
¡°Creo que haber nacido en un barco ha marcado mi car¨¢cter. No ten¨ªa otra alternativa m¨¢s que ser un aventurero¡±, explicaba Francesco Risso minutos antes de empezar su desfile el viernes. Desde que tom¨® las riendas de Marni hace ahora tres a?os la marca no ha ido precisamente viento en popa. Y con su nueva colecci¨®n ¨C¡°una celebraci¨®n de la enfermedad tropical que se ha apoderado de m¨ª: con sus alucinaciones, su v¨¦rtigo¡±- no parece que vaya a llegar a buen puerto. El italiano presenta jerseys hechos jirones, vestidos cortados a tijera y delantales que se superponen a faldas globo. Todo, estampado con flores pintadas a mano. ¡°Es una manifestaci¨®n vegetal en alegre protesta contra las ideas arrogantes¡±. Una reivindicaci¨®n tan leg¨ªtima como la vuelta del Frigopie al cat¨¢logo de helados, pero que parece distraer al creador de la l¨ªnea de accesorios. Una divisi¨®n que, desde que Consuelo Castiglioni fundase la firma en 1994, ha sido su signo de identidad y motor econ¨®mico. Ahora, Risso propone chanclas pintadas a brochazos y bolsos que recuerdan a los cubos pl¨¢sticos de los pescadores. Piezas que parece dif¨ªcil que las cadenas de fast fashion reinterpreten como antes hac¨ªan religiosamente con las creaciones de Castiglioni. Qui¨¦n dir¨ªa que una marca puede llegar a a?orar el plagio. En el extremo opuesto, Margherita Missoni present¨® el s¨¢bado su primera colecci¨®n tras sustituir a su madre, Angela, como directora creativa de la firma familiar; y demostr¨® que bajo su mando las esencias de la ense?a famosa por sus coloristas tejidos de punto est¨¢n a salvo.
El siempre inquieto Marco de Vincenzo no firm¨® el viernes su mejor trabajo. Por primera vez, prescindi¨® de sus llamativos estampados y recargadas siluetas para centrarse en piezas monocolor con las que trataba de recrear un ¡°arco¨ªris humano, s¨ªmbolo de la diversidad y la multiculturalidad¡±, seg¨²n sus propias palabras. ¡°Soy un maximalista, as¨ª que no puedo decir que sea una colecci¨®n minimal, pero s¨ª m¨¢s tranquila. Ha sido un ejercicio muy interesante tratar de construir una colecci¨®n rica sin recurrir a elementos grandilocuentes¡±. El experimento no resultaba tan sugerente en la pr¨¢ctica, ni creativa, ni comercialmente. Las prendas de punto microplisado no sentaban bien ni a las modelos y muchas de ellas estuvieron a punto de acabar en el suelo (o en el hospital) por culpa de una botas de ganchillo que no sujetaban el pie por ning¨²n punto.?
Mando de hierro en Ferragamo
Paul Andrew sigue combinando con inteligencia la sastrer¨ªa y las siluetas y acabados deportivos para Salvatore Ferragamo. Hace dos a?os que marc¨® una hoja de ruta definida por las l¨ªneas depuradas, la calidad de los tejidos y una paleta de color delicada pero contempor¨¢nea. Hoy, contin¨²a fiel a ella hasta conseguir su objetivo: que los nuevos c¨®digos de la casa cuajen y sean perfectamente identificables. Y, por supuesto, que sus zapatos -el coraz¨®n del negocio de Ferragamo- est¨¦n siempre entre los m¨¢s deseados de la temporada. Un t¨ªtulo al que la pr¨®xima primavera optar¨¢n sin duda las sandalias de finas tiras y tac¨®n bajo con las que defendi¨® su visi¨®n pragm¨¢tica de la moda.
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