Paul Andrew, el zapatero osado
Paul Andrew lleg¨® a Salvatore Ferragamo como responsable de la divisi¨®n de calzado en 2016. Dos a?os despu¨¦s, el dise?ador brit¨¢nico se ha hecho con el liderazgo absoluto de la firma italiana, adentr¨¢ndose por primera vez en el mundo del ¡®pr¨ºt-¨¤-porter¡¯ y recuperando el prestigio internacional de esta firma de lujo.
PAUL ANDREW nos cita en la azotea del cuartel general de Salvatore Ferragamo, en Mil¨¢n. Se trata de una suerte de cubo de cristal desde el que se disfruta de unas impresionantes vistas de la ciudad. Fuera, el sol ba?a la c¨²pula de la bas¨ªlica de San Carlo al Corso. Ya en el interior, sus rayos se reflejan en los tacones dorados en forma de flor que salpican el espacio. Son la gran apuesta del dise?ador brit¨¢nico para esta temporada. Hijo del tapicero del palacio de Windsor, fue nombrado en septiembre de 2016 responsable de la divisi¨®n de calzado de la firma italiana, famosa en el mundo entero por revolucionar, de la mano de su fundador, la zapater¨ªa de lujo en los a?os cuarenta, cincuenta y sesenta. Ahora celebra su 90? aniversario con un nuevo repunte. ¡°Tras una ¨¦poca en la que se hab¨ªa confiado en siluetas y estilos establecidos hace a?os, hemos recuperado la capacidad de innovar como lo hac¨ªa Salvatore¡±. As¨ª resume Andrew sus dos a?os en la compa?¨ªa. Y la iniciativa ha demostrado ser un ¨¦xito. Bajo su batuta, Ferragamo ha vuelto a ser protagonista en medios, redes sociales y conversaciones a pie de pasarela, gracias a unos dise?os tan pulcros como contempor¨¢neos.
¡°Los zapatos y los bolsos son el negocio principal de las marcas. La ropa se?ha convertido, en estos casos, en lo accesorio¡±
Solo un a?o y medio despu¨¦s de su fichaje, la ense?a decid¨ªa confiarle tambi¨¦n el futuro de su l¨ªnea de pr¨ºt-¨¤-porter femenino, hasta entonces en manos de Fulvio Rigoni. Un fulgurante ascenso que confirma lo que la cr¨ªtica internacional llevaba tiempo rumiando: que Andrew, con 39 a?os, es uno de los creadores m¨¢s inteligentes y prometedores del momento. Y es tambi¨¦n el ¨²ltimo representante de una nueva tipolog¨ªa de director creativo que est¨¢ transformando la industria del lujo. Hist¨®ricamente, las grandes casas han estado en manos de profesionales especializados en el dise?o de prendas, pero ahora las compa?¨ªas comienzan a depositar cada vez m¨¢s esa responsabilidad en figuras que provienen del mundo de los complementos. Nombres que hasta ahora se hab¨ªan mantenido en un segundo y casi invisible plano, como Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior; Pier Paolo Piccioli, de Valentino; o Alessandro Michele, de Gucci, y que hoy se consolidan entre los m¨¢s influyentes de la moda contempor¨¢nea. Todos ellos, incluido Andrew, saltaron del dise?o de complementos al control absoluto de sus marcas. ¡°Creo que lo que tenemos en com¨²n es una visi¨®n muy clara de c¨®mo hacer que estas firmas crezcan y resulten a¨²n m¨¢s rentables econ¨®micamente. Hay que ser honesto y reconocer que los zapatos y bolsos son el negocio principal de todas ellas. La ropa se ha convertido, en estos casos, en lo accesorio. As¨ª que tener al jefe de complementos supervisando el pr¨ºt-¨¤-porter y no al rev¨¦s tiene sentido¡±.
Este tipo de decisiones empresariales no est¨¢n exentas de riesgo. Andrew ha firmado los zapatos de Alexander McQueen, Narciso Rodriguez, Calvin Klein y Donna Karan, pero confiesa que no hab¨ªa dise?ado ni un chaleco desde que dej¨® la Escuela de Arte de Berkshire, hace casi dos d¨¦cadas. ¡°Entiendo perfectamente todos los aspectos t¨¦cnicos y c¨®mo se fabrica una prenda, pero eso es completamente diferente a capitanear una marca multimillonaria¡±. Esas peque?as inseguridades no le impidieron aceptar el reto. ¡°Cuando vi la confianza que el equipo directivo y la familia Ferragamo ten¨ªan en m¨ª, pens¨¦: ¡®El dise?o es dise?o¡¯. Si me pides que dise?e un zapato, una silla o una habitaci¨®n, s¨¦ que sabr¨¦ hacerlo. Y tengo una visi¨®n muy clara de cu¨¢l debe ser la mujer Ferragamo, que no es la misma que la del anterior director creativo. Esta me pareci¨® la oportunidad de dirigir el tim¨®n en una ¨²nica direcci¨®n y no pod¨ªa rechazarla¡±.
Cuando habla, Andrew va directo al grano. Tal vez porque ha llegado tarde, seg¨²n los par¨¢metros espa?oles. Y ¡°vergonzosamente tarde¡±, de acuerdo con los ingleses. Cuenta que las responsables de Net-a-Porter, uno de los portales de venta online m¨¢s prestigiosos del mundo, le han retenido m¨¢s de la cuenta, extasiadas por su primera colecci¨®n de pr¨ºt-¨¤-porter femenino. Un trabajo presentado el d¨ªa anterior dentro de un desfile mixto, donde tambi¨¦n se mostr¨® la propuesta para hombre de su compa?ero, el talentoso dise?ador franc¨¦s Guillaume Meilland.
Al bajar de la azotea, el director general de comunicaci¨®n en ese momento, Antonio Burrello ¡ªque acaba de salir de la firma¡ª, le felicita en el ascensor: ¡°?Has le¨ªdo la cr¨ªtica de The New York Times?¡±. Se respira entusiasmo en Salvatore Ferragamo.
En su primera colecci¨®n de mujer, convirti¨® los pa?uelos ic¨®nicos de Ferragamo en el estampado de la temporada
Con su impecable tup¨¦ y sus deportivas, Andrew parece tan cansado como satisfecho. Cuenta que con esa primera colecci¨®n ha querido responder a una pregunta fundamental para la compa?¨ªa ¡ªen realidad, para cualquier empresa¡ª: ?por qu¨¦ una mujer entrar¨ªa en una tienda de Ferragamo para comprarse una prenda de ropa en vez de un par de zapatos? ¡°Queremos llegar a una consumidora que valore el lujo real y no ostentoso. Por eso he elevado la colecci¨®n varios niveles en t¨¦rminos de calidad, artesan¨ªa y fabricaci¨®n¡±. Lo que sobre la pasarela se traduce en una apuesta sin remordimientos por gabardinas de cuero, trajes de terciopelo tratados con una cobertura impermeable e impresionantes abrigos de avestruz. ¡°Somos una firma de productos de piel. Ese es nuestro legado y defenderlo tambi¨¦n en la ropa resulta totalmente coherente¡±. Igual que reivindicar el incre¨ªble cat¨¢logo de pa?uelos de seda de la casa para vestidos, forros e impresiones. ¡°Pod¨ªa haberlos apartado pensando que es una cosa de se?oras mayores. Pero somos una de las pocas firmas que tienen un negocio significante en torno a los pa?uelos y puede ser a¨²n mayor, as¨ª que hay que abrazarlo. Por eso cog¨ª cuatro modelos ic¨®nicos y los convert¨ª en el estampado de la temporada¡±.
Andrew ha dise?ado su estrategia de mercado y ha amoldado a esta sus patrones. Empezando por algo tan aparentemente banal como la silueta de los pantalones. ¡°Hemos escogido una forma de zanahoria porque, l¨®gicamente, tienen que acabar antes del tobillo para dar protagonismo al zapato. Al fin y al cabo, ese es el motor de nuestro negocio¡±. El brit¨¢nico asegura que en esta divisi¨®n a¨²n queda mucho por hacer. ¡°Apenas hemos empezado con las deportivas y creo que el crecimiento en este sector puede ser impresionante¡±. Para los m¨¢s puristas, esta declaraci¨®n de intenciones ¡ªla de apostar por las zapatillas¡ª puede parecer un sacrilegio en boca del m¨¢ximo representante de una marca famosa por atesorar los valores de la zapater¨ªa cl¨¢sica. Pero Andrew se muestra decidido a revisar todas las convenciones que hasta ahora reg¨ªan el sector. Desde los descuentos hasta la organizaci¨®n de la producci¨®n en dos temporadas: primavera-verano y oto?o-invierno. ¡°Todav¨ªa servimos nuestras colecciones en el momento inadecuado. Mandamos a las tiendas el calzado para el fr¨ªo en junio y el de calor en noviembre. As¨ª que tiene que haber un poco de todo: en invierno, sandalias, y en verano, botas. Con el pr¨ºt-¨¤-porter debe ocurrir lo mismo. Tienes que dise?ar un vestuario que funcione para diferentes climas¡±.
No se trata de ninguna estrategia revolucionaria dentro del sector, pero s¨ª para la m¨ªtica casa. Igual que su intenci¨®n de reducir el tama?o de las colecciones para hacer sus productos a¨²n m¨¢s deseables y ajustar costes. Un truco tan viejo como el hilo negro, pero que empiezan a adoptar algunas de las empresas que mejores resultados est¨¢n obteniendo en los ¨²ltimos a?os. Como Gucci, que en una lucha por no saturar el mercado con sus creaciones ni quemar su imagen de marca ha decidido prescindir de las tradicionales rebajas. ¡°Las colecciones sol¨ªan ser masivas, pero ahora hay demasiados productos en la calle y debemos centrarnos en aquellos que realmente deseamos vender¡±. No se puede disparar a todo lo que se mueva. Hay que afinar el tiro. Hacer menos, pero m¨¢s deseable. Dise?ar una estrategia que se ajuste tan bien a las necesidades de la firma como lo hacen sus zapatos al pie: el verdadero saber hacer de Paul Andrew.?
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