La formalizaci¨®n de la zona de bajas emisiones de Barcelona
El 2020 ser¨¢ un a?o de cambios en Barcelona por lo que a normativas de calidad de aire se refiere.
Desde el 2017, el Ayuntamiento de Barcelona lleva trabajando en un plan de restricci¨®n progresiva de veh¨ªculos contaminantes. Fue as¨ª como hace unos meses, se estableci¨® la zona de bajas emisiones (ZBE), una iniciativa llevada a cabo junto con la Generalitat de Catalunya y los consistorios de los municipios adyacentes. Y es que Barcelona tiene un objetivo bien claro: reducir las emisiones contaminantes de los veh¨ªculos de motor en un 30 % y a la vez, mejorar la salud medioambiental.
Una zona de baja emisi¨®n no es m¨¢s que un ¨¢rea urbana en la que se restringe el acceso a veh¨ªculos contaminantes. En Barcelona, esta zona abarca la totalidad de la ciudad y parte de los municipios aleda?os como Sant Adri¨¤ del Bes¨°s, Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat y Cornell¨¤ quedando excluidas la zona de Les Planes, Tibidabo, Zona Franca y el barrio de Vallvidrera, as¨ª como tambi¨¦n la Ronda de Dalt y la Ronda Litoral. Aproximadamente, esta ZBE comprende un ¨¢rea de 95 Km cuadrados (veinte veces mayor que Madrid Central).
Desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 31 de diciembre de 2019, esta zona ya restringe la circulaci¨®n a los veh¨ªculos contaminantes solo cuando hay episodios de contaminaci¨®n muy alta. Pero, ser¨¢ a partir del 1 de enero de 2020 cuando esta ZBE pasar¨¢ a ser de regulaci¨®n permanente. Esto significa que se vetar¨¢ la circulaci¨®n por la ciudad a los veh¨ªculos contaminantes todos los d¨ªas laborables de 7 a 20 horas.
Se han considerado veh¨ªculos contaminantes todos aquellos que no tienen derecho a tener la etiqueta ambiental de la DGT; concretamente los turismos de motor de gasolina matriculados antes de enero de 2000, y de di¨¦sel matriculados antes de enero de 2006. Se incluyen tambi¨¦n las furgonetas matriculadas antes del 1 de octubre de 1994 as¨ª como motocicletas y ciclomotores matriculados antes del 2003, anteriores a Euro 2. De todos modos, ambulancias, veh¨ªculos para personas de movilidad reducida u otro tipo de veh¨ªculos de servicio de emergencias ¨Caun siendo contaminantes¨C tendr¨¢n una autorizaci¨®n especial para circular. A la vez, el gobierno municipal dar¨¢ diez autorizaciones al a?o a cada conductor/a de un veh¨ªculo contaminante en el caso de alguna emergencia. De manera excepcional, solo los veh¨ªculos profesionales (camiones, furgonetas, autocares y autobuses) tendr¨¢n una moratoria de un a?o; es decir, la guardia urbana no los podr¨¢ multar hasta el 1 de enero de 2021. El ¨¢rea metropolitana ser¨¢ la encargada de gestionar el registro.
Para llevar a cabo estos cambios, la ciudad condal prev¨¦ la incorporaci¨®n de un sistema informatizado para controlar por radar las matr¨ªculas de los veh¨ªculos autorizados. A pesar de que la autoridad municipal a¨²n est¨¢ elaborando la ordenanza espec¨ªfica para la regulaci¨®n permanente de la ZBE, se prev¨¦ que se apruebe antes de que termine el a?o. Esta ordenanza tambi¨¦n establecer¨¢ un r¨¦gimen sancionador que diferenciar¨¢ el tipo de veh¨ªculo e infracci¨®n (leve, grave o muy grave) con multas que pueden llegar a los 1.800 euros.
El objetivo es que a partir del 1 de enero de 2025 entre en vigor la prohibici¨®n permanente de todos los veh¨ªculos sin etiqueta de la DGT en todos los municipios que integran el ¨¢rea metropolitana de Barcelona.
A pesar de que muchos ya han protestado en contra de esta medida, las zonas de bajas emisiones en Europa llevan mucho tiempo implantadas, ocupan ¨¢reas urbanas mucho m¨¢s grandes y, en algunos casos, llegan a ser mucho m¨¢s restrictivas. En Londres, por ejemplo, existen dos zonas de bajas emisiones: la LEZ ¨Czona de bajas emisiones¨C que ocupa unos 1.500 Km cuadrados incluyendo la capital y municipios vecinos, y la ULEZ ¨Czona de ultrabajas emisiones¨C de 360 Km cuadrados situada en el centro de la capital. Par¨ªs tiene tambi¨¦n una ZBE que cubre pr¨¢cticamente toda la ciudad con un sistema de etiquetas medioambientales, similar a Espa?a. Y, la ZBE de Berl¨ªn ocupa unos 90 km cuadrados y solo permite la entrada a los coches que tienen la etiqueta medioambiental verde.
As¨ª, esta medida que se implementar¨¢ en la ciudad condal no es nada nueva. De hecho, cabe destacar que Barcelona es una ciudad portuaria y, es precisamente la contaminaci¨®n de los cruceros la que multiplica con creces la generada por los coches. Particularmente, en el caso de Barcelona, el ¨®xido de nitr¨®geno (NOx) de los barcos representa el 28 % del que producen los veh¨ªculos. Y, si observamos el mapa de la ZBE barcelonesa, la Zona Franca ¨Cen el puerto¨C queda excluida¡
A pesar de que muchas oeneg¨¦s, Ayuntamiento y la Generalitat piden al estado que promueva una zona de control de emisiones para bajar el tope de azufre admisible (el principal contaminante de los barcos), este deber¨ªa tener un contenido m¨¢ximo de azufre de 0,1 % (y como norma, se proh¨ªbe que los buques utilicen un combustible superior al 3,5 % y 1,5 % en los grandes cruceros). De acuerdo con los estudios de Transport & Environment, hay cruceros que emitieron en 2017 diez veces m¨¢s di¨®xido de azufre que el arrojado por m¨¢s de 260 millones de veh¨ªculos de pasajeros que hay en los pa¨ªses con mares europeos.
Inicialmente, el 1 de enero de 2020 la ZBE de Barcelona afectar¨¢ unos 50.000 veh¨ªculos ¨Cpero, aun as¨ª, muchos expertos consideran esta medida insuficiente ya que Barcelona supera sistem¨¢ticamente el l¨ªmite de poluci¨®n. Definitivamente, esta medida ¨Cpara que funcione¨C debe acompa?arse simult¨¢neamente de acciones complementarias como, por ejemplo, apostar e invertir en el transporte p¨²blico interurbano. No solo aumentar la flota de autobuses h¨ªbridos, sino tambi¨¦n la frecuencia de trenes, aun deficiente. No solo tener los ojos puestos dentro de la ciudad sino fuera. Trabajar conjuntamente con los peque?os municipios adyacentes y establecer convenios para fortalecer la movilidad. Es decir, facilitar, mejorar e incluir los municipios de la segunda, tercera y cuarta corona para articular el flujo de personas movi¨¦ndose en transporte p¨²blico. Sin esta visi¨®n, el problema no se reducir¨¢.
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