Desaf¨ªos de una ciudad en crecimiento
La poblaci¨®n de Saint Louis aumenta un 2,5% cada a?o. La presi¨®n demogr¨¢fica requiere una gesti¨®n coordinada de los recursos para abastecer alimentos de forma sostenible y segura
La poblaci¨®n mundial se dirige a vivir en las ciudades. Ya reside en n¨²cleos urbanos un 55% de ella, y est¨¢ previsto que para el 2050 aumente hasta el 68%, en particular en ?frica y el sudeste asi¨¢tico, donde se concentran el hambre y la pobreza. En la ciudad senegalesa de Saint Louis, de unos 250.000 habitantes (urbe media, modelo de miles de ellas en todo el mundo), aumenta la poblaci¨®n un 2,5% cada a?o. "Procede fundamentalmente de zonas rurales, de la regi¨®n y del resto del pa¨ªs", asegura el director de Servicios T¨¦cnicos del Ayuntamiento, Aly Sine. Ante este panorama, alimentarse de forma sostenible, nutritiva y segura se convierte en un desaf¨ªo glocal donde el comercio de proximidad, el consumo de productos de temporada o la compra a los peque?os agricultores se perfilan como salidas.
Igual que en Saint Louis, miles de urbes del mundo est¨¢n recibiendo a millones de personas que buscan una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida, ya sea porque el clima o los conflictos les impide sobrevivir en sus poblaciones, porque desean estudiar en la universidad, porque quieren encontrar un trabajo mejor, recibir asistencia m¨¦dica m¨¢s apropiada, estar cerca de aeropuertos o estaciones de transporte o por otra infinidad de razones como el amor, la libertad, la familia o la curiosidad que mueve a la gente desde el principio de los tiempos a desplazarse de un lugar a otro. Aboubacar Camara ha emigrado desde Guinea Conakry a los alrededores de Saint Louis como temporero (sourga). "Con este empleo aqu¨ª gano m¨¢s que all¨ª", resume, y cuenta que acaba de tener un beb¨¦ en su pa¨ªs, pero a¨²n no ha podido conocerlo. "Solo lo he visto en fotos", asegura.
Las previsiones demogr¨¢ficas indican que ?frica duplicar¨¢ su poblaci¨®n y llegar¨¢ a los 2.400 millones de personas en 2050. Al tiempo, el continente se ver¨¢ afectado por sequ¨ªas, lluvias err¨¢ticas o por la desertificaci¨®n, lo que condicionar¨¢ su agricultura y su pesca y, por ende, la seguridad y la soberan¨ªa alimentaria. Adem¨¢s, estas migraciones masivas a las ciudades empujan tambi¨¦n a las personas a asentarse en zonas perif¨¦ricas, inh¨®spitas, contaminadas, sin servicios de agua, saneamiento o transporte, sin salubridad ni espacios verdes, ni acceso a corriente el¨¦ctrica para calentarse, conservar alimentos o cocinar. En el mundo, unos 880 millones viven en slums (barrios chabolistas).
El reto para equilibrar estas din¨¢micas parece tan complejo como intentar convencer, para que invierta en la agricultura, a una joven pareja de un poblado rural del Sahel, all¨ª donde el cambio clim¨¢tico, que no provoca, amenaza los cultivos para humanos y animales, los r¨ªos y el suelo; donde el acceso al agua requiere de un esfuerzo y un tiempo demoledor; donde gestionar la propiedad de la tierra implica procesos extensos, o donde la debilidad de la mecanizaci¨®n y la conexi¨®n a la electricidad e Internet complican la producci¨®n, la informaci¨®n o el uso de t¨¦cnicas, herramientas y aplicaciones para abastecerse. Del otro lado, las ¨¢reas urbanas cubren solo el 3% de la superficie del planeta, pero consumen entre 60% y 80% de la energ¨ªa mundial, emiten alrededor de 75% de las emisiones de efecto invernadero y usan m¨¢s de 75% de los recursos naturales.
"Hacen falta m¨¢s medios para la agricultura. Vienen los extranjeros con sus tecnolog¨ªas modernas y los africanos no tienen los mismos recursos. Adem¨¢s apenas hay un trabajo bien remunerado, lo que provoca la migraci¨®n clandestina porque el Estado no financia bien el sector. Si se apoya la agricultura se pueden crear muchos empleos y frenar este tipo de emigraci¨®n", se?ala Babacar Ndiaye, presidente regional de la Uni¨®n Nacional de Comerciantes e Industriales de Senegal (Unacois), que indica que los senegaleses tiene mucha experiencia pero pocos medios y que convocan huelgas para que aumenten los salarios. En el mundo se da la paradoja de que el 80% de los alimentos producidos se consumen en ciudades. Y a su vez, el 80% de las personas que los generan, son m¨¢s vulnerables al hambre.
Gobiernos, organizaciones y entidades van paulatinamente promoviendo inversiones, seguros, investigaci¨®n, formaciones, datos... Pero la tarea es compleja. "Nosotros sensibilizamos a los universitarios para orientarlos e intentar retenerlos. Hay quien s¨ª ve en la agricultura una salida. Aqu¨ª en Saint Louis tenemos sol, tierra buena y agua. Tenemos de todo", se?ala Maimouna Diop, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Productoras de Sanar, aunque reconoce que es una labor complicada y que les faltan medios de financiaci¨®n. Tambi¨¦n en el departamento de Agricultura de la Universidad Gaston Berger de Saint Louis se dise?a un programa de estudios que promueva la inserci¨®n laboral con especialidades de Agroecolog¨ªa, Gesti¨®n y Prevenci¨®n del riesgo de la seguridad alimentaria, Ciencias Agron¨®micas, Acucultura y Tecnolog¨ªas Alimentarias.
Un trabajo que evite el abandono de las zonas rurales, que puede conllevar tambi¨¦n la p¨¦rdida de los terrenos y las semillas tradicionales, de la biodiversidad de sus cultivos o del conocimiento ancestral. Y de otro lado, abastecer de alimentos nutritivos y seguros a las ciudades lleva aparejados desaf¨ªos ingentes. "Esto va a ser un tema cr¨ªtico en los pr¨®ximos a?os. Solo hay que extrapolar los datos de demanda de alimentos en las ciudades, de agua, de material, de energ¨ªa; ver el aumento de la obesidad o la distancia en la que se cultiva lo que comemos para saber que necesitaremos cambios profundos desde la dieta hasta el sistema", se?al¨® el alcalde de Valencia, Joan Rib¨®, este febrero en Nueva York tras presentar ante la ONU la apertura en su ciudad del Centro Mundial para la Alimentaci¨®n Urbana Sostenible (CEMAS).
En el documento Marco de la FAO para la Agenda Alimentaria Urbana se recogen algunas de las directrices o l¨ªneas de trabajo sobre la que los Gobiernos subnacionales o locales pueden empezar a trabajar para mejorar la situaci¨®n de los sistemas alimentarios. Incluyen la producci¨®n, manipulaci¨®n posterior a la cosecha, almacenamiento, procesamiento, transformaci¨®n, comercializaci¨®n y distribuci¨®n, consumo y gesti¨®n de los desechos org¨¢nicos. Las sinergias entre el mundo rural y urbano y la puesta en valor de la biodiversidad del campo; el acceso y la participaci¨®n activa de las personas vulnerables a los sistemas de producci¨®n y a la variedad de productos nutritivos; la gesti¨®n sostenible de los recursos; el fomento de la gobernanza y la participaci¨®n local para la toma de decisiones y promover la obtenci¨®n de datos son algunas de estas recomendaciones
Lo que pide la sociedad civil
En el Comit¨¦ de Empresas del Mercado de Saint Louis resaltan:
En la Uni¨®n Nacional de Comerciantes e Industriales de Senegal (Unacois) enumeran:
En Saint Louis, la sociedad civil reclama al Ayuntamiento? mejorar la situaci¨®n de los sistemas alimentarios. Lo hacen en reuniones de coordinaci¨®n en las que acuerdan las l¨ªneas prioritarias de trabajo. Ejemplos:
- La gesti¨®n de los residuos y los problemas de salud que conlleva la falta de higiene en el recinto.
- La organizaci¨®n del mercado ambulante, su competencia frente a los que pagan establecimientos fijos, la calidad de sus productos y la ocupaci¨®n de la v¨ªa p¨²blica.
- El tr¨¢nsito de los carretilleros con los consecuentes accidentes de tr¨¢fico.
- El dumping, o la venta a precios m¨¢s bajos para hacerse con los mercados.
- La falta de implicaci¨®n de la sociedad y el Ayuntamiento en mejorar el mercado.
- La limpieza.
- La mejor¨ªa de sistemas de refrigeraci¨®n y el almacenaje.
- Las reformas de los aparcamientos de camiones
- El tr¨¢nsito de los transportes dentro del mercado.
- M¨¢s medios para la agricultura.
- Educaci¨®n para los padres sobre planificaci¨®n familiar.
- Resolver el problema de los menores talib¨¦s, los ni?os mendigos sin escolarizar.
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