Inge Scholl: la activista del dise?o que 'desnazific¨®' Alemania (y cre¨® la otra Bauhaus)

¡°Inge Scholl acompa?a su idealismo con hechos y ha conseguido dinero para la escuela y sus edificios de una forma absolutamente heroica. Me hubiera gustado tener a mi lado a una mujer como ella cuando organic¨¦ la Bauhaus¡±. Walter Gropius, fundador de esta m¨ªtica instituci¨®n, alababa as¨ª a la mujer que hab¨ªa ayudado a espantar el fantasma del nacionalsocialismo del dise?o alem¨¢n.

Su escuela, fundada en Ulm en 1953, permiti¨® que antiguos profesores de la Bauhaus que hab¨ªan huido de los nazis, como Josef Albers o Walter Peterhans, continuaran su carrera en suelo alem¨¢n y revolucionaron por segunda vez el mundo del dise?o desde este pa¨ªs, tal y como explica estos d¨ªas la exposici¨®n principal de la segunda edici¨®n de la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi (MUGAK), en San Sebasti¨¢n.

Todo empez¨® el 22 de febrero de 1943 con la ejecuci¨®n de dos hermanos de Inge Scholl, los famosos Hans y Sophie Scholl, cuando ten¨ªan 24 y 21 a?os. Eran integrantes de la Rosa Blanca, un grupo de estudiantes cristianos que defend¨ªa la resistencia pac¨ªfica contra el nazismo, y hab¨ªan sido detenidos por la Gestapo mientras repart¨ªan unos panfletos en la Universidad de M¨²nich.

Condenados por traici¨®n, fueron guillotinados en la c¨¢rcel de Stadelheim al cabo de solo unos d¨ªas; un doble asesinato que su hermana Inge jam¨¢s olvid¨®. El resto de su vida lo dedic¨® a defender el pacifismo de la Rosa Blanca, aunque como advertir¨ªa m¨¢s tarde el fundador de la Bauhaus, Scholl era una mujer capaz de pasar de las palabras a la acci¨®n. Tras la Segunda Guerra Mundial, empez¨® a recaudar fondos para fundar una escuela que, en memoria de sus hermanos, ense?ara a los j¨®venes alemanes los valores democr¨¢ticos proscritos en el Tercer Reich.

Neus Moyano, comisaria junto a Guillermo Zuaznabar de Dise?o de sistemas, la exposici¨®n sobre la Escuela de Ulm que acoge hasta enero el Museo de San Telmo y el Instituto de Arquitectura de Euskadi, explica que la Bauhaus formaba parte de esa Alemania desmantelada por los nazis que Inge Scholl quer¨ªa recomponer. La escuela, fundada durante la Rep¨²blica de Weimar, hab¨ªa sido clausurada en 1933 debido a la ideolog¨ªa comunista de algunos profesores. Luego, otros como Klee, Kandinsky, Laszlo Moholy-Nagy o Johannes Itten, que adem¨¢s de maestros de la Bauhaus eran artistas, fueron incluidos en la famosa exposici¨®n Arte Degenerado que organiz¨® en 1937 el r¨¦gimen nazi con la finalidad de desacreditar a las vanguardias art¨ªsticas.

¡°En la exposici¨®n no se incluyeron obras de arquitectura o de dise?o gr¨¢fico o industrial producidas por profesores de la Bauhaus, pero muchos fueron incluidos con su obra pl¨¢stica¡±, explica Neus Moyano a ICON Design. ¡°Junto a las de Kandinsky, profesor de la Bauhaus desde 1922 hasta su cierre, se resalt¨® por ejemplo que hab¨ªa sido ¡®profesor en la comunista Bauhaus de Dessau¡¯. Por lo tanto, el descr¨¦dito de la escuela ven¨ªa de la sospecha de su ideolog¨ªa de izquierdas, o de haber contado con profesores relacionados con el comunismo como Hannes Meyer, director de la Bauhaus despu¨¦s de Walter Gropius", ilustra. "En el caso de Klee, una de las litograf¨ªas que hab¨ªa creado para un portfolio de la Bauhaus, El santo de la luz interior, fue comparada en el cat¨¢logo de la exposici¨®n con la obra de un paciente mental, mientras que Lyonel Feiniger era sospechoso de ser jud¨ªo, lo que ya de por s¨ª constitu¨ªa un motivo para ser considerado degenerado¡±.

El Tercer Reich, por otro lado, ¡°se opon¨ªa al punto de vista de la Bauhaus sobre el dise?o gr¨¢fico, considerado?por los nazis simplemente como un medio de propaganda¡±, a?ade Moyano. Perseguidos o no, los antiguos profesores y alumnos no tuvieron m¨¢s remedio en consecuencia que continuar sus carreras en el exilio, una di¨¢spora que hizo que fuera de Alemania se fundaran o se reformaran otras escuelas con el mismo esp¨ªritu vanguardista de la ya m¨ªtica Bauhaus.

El Plan Marshall y la bendici¨®n de Gropius

La escuela era especialmente prestigiosa en Estados Unidos, donde el propio Walter Gropius hab¨ªa continuado su carrera docente como profesor de arquitectura en Harvard, y de ah¨ª que Inge Scholl intentara vincular su proyecto a la Bauhaus. Quer¨ªa, explica Neus Moyano, "conseguir la financiaci¨®n del gobierno estadounidense, que por medio del Plan Marshall hab¨ªa empezado a sufragar escuelas y universidades como la de Ulm con el objetivo de desnazificar a la juventud alemana.

En 1948, aprovech¨® un viaje a Suiza con su marido, el dise?ador alem¨¢n Otl Aicher ¡ªcreador, entre otras muchas identidades corporativas, del logo de Lufthansa y de la nueva imagen de Braun¡ª para ponerse en contacto con Max Bill, un arquitecto suizo que hab¨ªa sido alumno de la Bauhaus y que contaba con la confianza tanto de Walter Gropius como de Josef Albers, Ludwig Mies van der Rohe o Sybil Moholy-Nagy, todos ellos profesores en universidades estadounidenses e identificados con esa ¡°otra Alemania¡± que hab¨ªa resistido al nacionalsocialismo.

¡°Max Bill estaba muy bien considerado por los americanos que ten¨ªan que pagar la construcci¨®n de la escuela. Tambi¨¦n por Walter Gropius, que desconfiaba de los jovencitos que quer¨ªan fundarla, pero que dio buenas referencias de Max Bill al departamento de informaci¨®n americano que iba financiar el proyecto¡±, apunta Neus Moyano.

El aval de Gropius fue determinante. Tras aceptar Max Bill el puesto de director, el matrimonio Aicher-Scholl logr¨® un mill¨®n de marcos alemanes como ayuda para abrir la famosa escuela de Ulm, que fundar¨ªan junto a Max Bill en 1953. Para entonces, no obstante, el proyecto inicial de Inge hab¨ªa cambiado mucho.

En efecto, y aunque el objetivo de ¡°desnazificaci¨®n¡± de la escuela se notaba por ejemplo en el internacionalismo del profesorado y del alumnado, formado en su mayor¨ªa por extranjeros para combatir el nacionalismo alem¨¢n (entre ellos Monika Buch, ¨²nica espa?ola que estudi¨® en la HfG de Ulm), lo que en un principio iba a ser un centro de car¨¢cter esencialmente pol¨ªtico hab¨ªa acabado siendo, por la influencia de Max Bill, una segunda Bauhaus. As¨ª lo destacaron la prensa alemana (¡°Vuelve la Bauhaus¡±, titular en un peri¨®dico local de Heidelberg) y el propio Walter Gropius en el discurso que pronunci¨® en la inauguraci¨®n del edificio de la escuela en 1955.

Qued¨® tambi¨¦n claro con los profesores invitados por Max Bill a dar clase los primeros a?os (Walter Peterhans, Josef Albers, Johannes Itten, Helene Nonn¨¦-Schmidt¡­) o en el uso de la denominaci¨®n Hochschule Gestaltung (Escuela de Dise?o), un nombre que la Bauhaus hab¨ªa empleado en su d¨ªa, y que Walter Gropius permiti¨® que se rescatara en Ulm.

Basta pasearse estos d¨ªas por la exposici¨®n de la MUGAK para comprobar la importancia de la escuela impulsada por Inge Scholl. De los productos de Apple, inspirados en los que dise?¨® la escuela durante su colaboraci¨®n con la compa?¨ªa Braun, al mueble por m¨®dulos M125 que Hans Gugelot cre¨® para Bofinger, precedente de los de Ikea, pasando por las vajillas apilables que hoy pueden encontrarse en todas las casas, basadas en un trabajo de investigaci¨®n de Hans Roericht, el logo de la Lufthansa o, sin ir m¨¢s lejos, el del metro de Bilbao, dise?ados ambos por Otl Aicher. Todo viene de Ulm, la escuela que acab¨® el dibujo del siglo XXI que hab¨ªa empezado a trazar la Bauhaus en Weimar, antes de que los hermanos Scholl fueran asesinados.