Tener y no tener
El agotamiento de la "ruta Guaid¨®" ha coincidido con una circunstancia impensable en Venezuela hace apenas diez meses: la inopinada masiva dolarizaci¨®n de la econom¨ªa venezolana
La ola de protestas que viene estremeciendo a algunos pa¨ªses de Sudam¨¦rica no ha hallado en Venezuela el eco que much¨ªsimos dem¨®cratas habr¨ªan celebrado dentro y fuera del pa¨ªs.
La gran masa opositora, que a comienzos de a?o crey¨® hallarse a un paso de protagonizar un vuelco dram¨¢tico en la pol¨ªtica nacional que anunciar¨ªa el principio del fin de la dictadura, presencia ahora el extrav¨ªo final de lo que cabe llamar ¡°la ruta Guaid¨®¡± hacia Miraflores.
El agotamiento de una audaz estrategia cuya baza mayor era lograr un masivo pronunciamiento militar, con decisivo apoyo de Washington y naciones de medio continente, en favor de un gobierno de ¡°acuerdo nacional¡±, sin Maduro, que condujese a unas elecciones razonablemente potables para todos ha coincidido con una circunstancia impensable hace apenas diez meses: la inopinada masiva dolarizaci¨®n de la econom¨ªa venezolana.
Se trata de una dolarizaci¨®n de facto, tan solo normada por la ¡°opini¨®n¡± que, blandamente y como al pasar, expres¨® Maduro en un programa de televisi¨®n: ¡°no lo veo mal¡±. Bienes y servicios se pagan hoy desembozadamente en d¨®lares; ya no se persigue a quien difunda la tasa paralela de cambio. Los despachos de prensa y la conversaci¨®n p¨²blica dan cuenta del florecimiento en nuestras ciudades de los llamados ¡°bodegones¡± ¨C templos del lujo importado? y del consumo conspicuo que a fines de noviembre anim¨® el ¡°Black Friday¡± de los hasta hace poco desolados y l¨²gubres centros comerciales.
Los efectos que lustros de escasez, incuria e ineptitud han tenido en la infraestuctura nacional dan lugar a que miles de emprendimientos particulares busquen ahora colmar todos los rezagos: un ej¨¦rcito de mec¨¢nicos y electricistas no se da abasto para reparar el parque automotor, aparcado hasta ahora por falta de refacciones que el mercado negro ha vuelto a suplir. Igual pasa con los electrodom¨¦sticos da?ados por los apagones. Todo ello pagadero en d¨®lares.
El mercado inmobiliario da signos de vida. Los propietarios ya no hacen ascos cuando se les ofrece el pago en efectivo. Pero ?de d¨®nde salen todos esos d¨®lares?
La respuesta corta de los analistas es: ¡°?Oh!, muy sencillo: salen de las remesas familiares que llegan del exterior; son un subproducto de la di¨¢spora. No olvide usted que los exilados pronto sumar¨¢n 5 millones de almas. Las hay que mandan mucho a casa, y las hay que mandan muy poco, pero entre pitos, flautas y c¨¢ntaros rotos, casi el 34% de los venezolanos recibe alg¨²n tipo de auxilio directo en d¨®lares¡±.
La respuesta larga no puede soslayar la corrupci¨®n universal que desde el advenimiento del chavismo envenena absolutamente todo en Venezuela, incluyendo, ?ay!, la pol¨ªtica de oposici¨®n. La renuncia del embajador del gobierno Guaid¨® ante el de Bogot¨¢ ejemplifica el poder¨ªo alcanzado por la mafia de las cajas CLAP, el diab¨®lico injerto de cartilla de racionamiento y negocio familiar de Nicol¨¢s Maduro.
En el pa¨ªs imper¨® durante quince a?os un socarr¨®n control de la divisa que explica el monto ya inconcebible de lo saqueado por el chavismo. Hace tiempo que la llamada ¡°boliburgues¨ªa¡±, vasto elenco de fugitivos indeciblemente adinerados, es un poderoso factor financiero global.
La sorna caraque?a sugiere que, embarazados sus movimientos por las sanciones estadounidenses, la boliburgues¨ªa ¨C jerarcas expetroleros, banqueros, obsecuentes due?os de medios y magnates de la fraudulenta electrificaci¨®n nacional, entre otros? ha dado en blanquear sus capitales¡?en Venezuela! Algo habr¨¢ de cierto en esa humorada.
No menos cierto es que la irrupci¨®n del ¡°d¨®lar informal¡± ¨C algunos lo llaman as¨ª? viene obrando un efecto desmoralizador en una facci¨®n cada vez m¨¢s vasta de la sociedad venezolana. Esa desmoralizaci¨®n acaso sea dif¨ªcil de aquilatar por una encuestadora, pero es muy discernible para quien la quiera ver o escuchar. Se trata de una disposici¨®n a la lenidad ante la corrupci¨®n y la arbitrariedad que se encoge de hombros ante la oferta pol¨ªtica de la oposici¨®n ¨C cualquiera que esta pueda ser ya? y atiende ya no solo a la supervivencia sino a recuperar los signos de consumo que su mente asocia a una ansiada ¡°normalidad¡±. No toda Venezuela siente y piensa de este modo, desde luego.
Hay otra Venezuela que sencillamente no tiene acceso a los d¨®lares ¨Cson los ¡°sinremesa¡±? y muere de mengua hospitalaria y de hambre cuando no la asesinan los comandos de exterminio de las FAES. Es la Venezuela que deambula, fam¨¦lica, por todo el continente mientras el chavismo va camino a cumplir un cuarto de siglo en el poder.
Dec¨ªa Cervantes que dos linajes solo hay en el mundo: el de tener y el no tener.
@ibsenmartinez
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