Quince obras maestras de la cultura que fueron masacradas en su momento
Discos, pinturas, pel¨ªculas o libros que hoy son piezas fundamentales fueron en origen maltratadas por los cr¨ªticos e ignoradas por el p¨²blico. Esta es la historia de algunas de ellas

Al entierro de Edgar Allan Poe (Boston, 1809- Baltimore, 1849) asistieron siete personas. Muri¨® sin un centavo y sin que nadie reconociera su talento. Y eso que trabaj¨® a destajo publicando sus poemas y sus cuentos en revistas y editoriales que le pagaban una miseria. La historia de la cultura est¨¢ llena de artistas y obras incomprendidas que a?os m¨¢s tarde obtuvieron todo el reconocimiento. Para algunos fue tarde (hab¨ªan muerto); con otros, sin embargo, se hizo justicia en vida.
Estos son algunos casos...

¨C Camar¨®n de la Isla, 'La leyenda del tiempo' (1979)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. La leyenda del tiempo fue una propuesta vanguardista que mezcl¨® el talento del cantaor gaditano con el de m¨²sicos procedentes del rock, la psicodelia y el jazz como Kiko Veneno, Gualberto o Raimundo Amador. Una combinaci¨®n que no fue bien recibida por los cr¨ªticos m¨¢s puristas y ciertos cantaores, que llegaron a preguntarle a Camar¨®n si estaba loco. Adem¨¢s, el disco no se vendi¨® bien y, para empeorar la cosa, algunos de los pocos que lo compraron fueron a la tienda a devolverlo argumentando que "ese disco no era de Camar¨®n".
Lo que se dijo despu¨¦s. Camar¨®n estaba convencido de que su trabajo era bueno y sab¨ªa que se hab¨ªa adelantado varios a?os a lo que el p¨²blico demandaba. Ricardo Pach¨®n, productor del trabajo, ha comentado en diversas ocasiones que el cantaor nunca se arrepinti¨® de La leyenda del tiempo, pero s¨ª le coment¨®: ¡°Ricardo, el pr¨®ximo disco, de guitarrita y palmas¡±. Sin embargo, a medida que pasaban los a?os, aquellos que hab¨ªan sido reacios a aceptar este trabajo no solo comenzaron a apreciarlo sino que lo calificaron como uno de los mejores discos espa?oles del siglo XX. La edici¨®n espa?ola de Rolling Stone, por ejemplo, eligi¨® La leyenda del tiempo como la cuarta mejor canci¨®n de la m¨²sica espa?ola. Gan¨® Mediterr¨¢neo, de Serrat.

¨C Marcel Proust, 'En busca del tiempo perdido' (entre 1913-1927)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Marcel Proust tuvo que costear con su propio dinero la primera edici¨®n de Por el camino de Swan, el volumen inicial de En busca del tiempo perdido, despu¨¦s de que la La Nouvelle Revue Fran?aise, influyente revista y editorial fundada por varios escritores entre los que se encontraba Andr¨¦ Gide, rechazase el manuscrito. Andr¨¦ Gide hab¨ªa conocido a Proust a?os atr¨¢s y, como no le causo buena impresi¨®n, no le prest¨® excesiva atenci¨®n al texto. De hecho, se cuenta que ni siquiera lo ley¨® entero porque, como dec¨ªa Luis Antonio de Villena en uno de sus art¨ªculos, a Gide le pareci¨® que en el libro hab¨ªa ¡°muchas marquesas, muchas tazas de t¨¦, mucho ni?o mimado¡¡±. El responsable de la editorial Ollendorf, que tambi¨¦n recibi¨® el manuscrito y tambi¨¦n lo rechaz¨®, justific¨® la decisi¨®n diciendo: ¡°No entiendo que un se?or pueda llenar 30 cuartillas para describir c¨®mo da vueltas y m¨¢s vueltas en su cama antes de poder conciliar el sue?o¡±.
Lo que se dijo despu¨¦s. El propio Andr¨¦ Gide reconocer¨ªa posteriormente que rechazar el libro de Proust hab¨ªa sido uno de los peores errores de su vida. Una opini¨®n que ver¨ªa ratificada cuando A la sombra de las muchachas en flor, el segundo volumen de la serie, fue galardonada con el premio Goncourt. A pesar de esas primeras reticencias de los expertos, la obra a la que Proust dedic¨® su vida es hoy considerada la primera novela moderna, gracias a innovaciones como abordar la narraci¨®n en primera persona y con innumerables referencias subjetivas, en lugar de emplear un narrador omnisciente. Elementos como estos, sumados a una deliciosa galer¨ªa de personajes, son los que han hecho que En busca del tiempo perdido haya influido a generaciones posteriores de creadores de diversas disciplinas, de la misma forma que ha aburrido a muchos lectores que, a pesar de los a?os transcurridos, siguen sin encontrarle el atractivo a una historia sin apenas acci¨®n, descripciones eternas y un estilo remilgado. Hay gente para todo.

¨C James Joyce, 'Ulises' (1922)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Cuando se public¨® Ulises, Virginia Woolf escribi¨® en su diario: "Me parece el libro propio de un analfabeto, un libro carente de desarrollo; la obra de un obrero autodidacta y todos sabemos cu¨¢n lamentables son esas obras, cu¨¢n egotistas, cu¨¢n insistentes, cu¨¢n primarias, crudas y, en ¨²ltima instancia, nauseabundas". Tampoco gust¨® la obra del irland¨¦s a?D. H. Lawrence, que afirm¨® que el ¨²ltimo cap¨ªtulo de la obra era ¡°la cosa m¨¢s sucia, m¨¢s indecente y obscena jam¨¢s escrita¡±, para concluir que Ulises era una ¡°olla p¨²trida¡± llena de ¡°colillas viejas y pedazos de col de citas de la Biblia estofado en el jugo de la obscenidad period¨ªstica¡±. Tal cual. Lo m¨¢s llamativo es que la obra maestra de Joyce no solo fue maltratada en el momento de su publicaci¨®n, sino que en la actualidad tambi¨¦n acumula detractores. Sin ir m¨¢s lejos, Paulo Coelho, que ha afirmado que el libro del irland¨¦s ¡°hizo mucho mal a la literatura porque nadie lo ha le¨ªdo pero todo el mundo dice que lo ha le¨ªdo¡±. Adem¨¢s, el brasile?o considera que, a partir de Ulises, ¡°los escritores olvidaron la par¨¢bola como forma de narrar¡± y que es un libro que ¡°solo da para un tuit¡±.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. La publicaci¨®n de Ulises no estuvo exenta de dificultades y, cuando por fin vio la luz, fueron muchas las cr¨ªticas, hasta el punto de dar lugar a un proceso judicial por obscenidad. Sin embargo, con el paso del tiempo la influencia de esta obra de Joyce ha sido tal que Mario Vargas Llosa ha llegado a afirmar: ¡°Desde la aparici¨®n del Ulises todos los novelistas contempor¨¢neos ser¨ªan disc¨ªpulos de Joyce¡±. Por su parte, Samuel Beckett, que lleg¨® a ser asistente del irland¨¦s, la denomin¨® ¡°obra heroica¡± y son infinidad de lectores y cr¨ªticos los que destacan la revoluci¨®n que supuso para el idioma ingl¨¦s y la forma de plasmar los diferentes niveles de comunicaci¨®n, desde el mon¨®logo interior a la charla de caf¨¦ o las conversaciones callejeras y, en ocasiones, todo ello junto.

¨C Van Gogh, obra pict¨®rica (hacia 1881-1890)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. La carrera de Van Gogh no comenz¨® con buen pie en lo que a cr¨ªtica se refiere. Una de sus primeras obras, Campesinos comiendo patatas, fue calificada de "irreal, fea y mal ejecutada". Su amigo, el tambi¨¦n pintor Anthon Van Rappard, lleg¨® a escribirle al respecto:? ¡°Estar¨¢s de acuerdo conmigo en que este trabajo no se puede tomar seriamente. (¡) El arte es demasiado elevado para poderlo tratar con tanta negligencia¡±. A partir de ah¨ª, la cosa no mejor¨®. La cr¨ªtica acad¨¦mica lo ignor¨® y los coleccionistas no se interesaron por su obra. Van Gogh nunca pudo vivir de la pintura.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. Van Gogh es una de las figuras claves del posimpresionismo. Los cr¨ªticos destacan su renovaci¨®n de los motivos del arte hasta esa ¨¦poca y, muy especialmente, la paleta de colores, enriqueci¨¦ndola y ampli¨¢ndola. Su museo holand¨¦s es uno de los m¨¢s visitados del mundo y son muchos los coleccionistas privados que pagan fortunas por sus piezas. Retrato del Doctor Gachet, de 1890, alcanz¨® un r¨¦cord a principio de los 90 al superar los 80 millones de d¨®lares. Desde entonces, se ha vendido dos veces m¨¢s en un valor que ronda los 100 millones, el mismo precio que alcanz¨® Autorretrato con oreja vendada, fechado en 1889.

¨C Orson Welles, 'Ciudadano Kane' (1941)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Esta pel¨ªcula, que suele encabezar muchos listados sobre los mejores filmes de la historia del cine, no gust¨® demasiado en su momento. Ciudadano Kane cay¨® mal a los cr¨ªticos, especialmente a los de los medios de comunicaci¨®n propiedad de Randolph Hearst, magnate de la prensa estadounidense de quien Kane es un trasunto. De hecho, la productora recibi¨® ofertas millonarias de los abogados de Hearst para destruir todas las copias antes de su estreno. Tal vez tambi¨¦n por influencia de Hearst, la pel¨ªcula no gan¨® ning¨²n Oscar y, finalmente, fue un fracaso de taquilla. Jorge Luis Borges, que en 1941 ejerc¨ªa de cr¨ªtico cinematogr¨¢fico en la revista Sur, dijo de ella: ¡°Ciudadano Kane tiene por lo menos dos argumentos. El primero, de una imbecilidad casi banal, quiere sobornar el aplauso de los muy distra¨ªdos¡±. Y, tambi¨¦n, a?adi¨® Borges, ¡°adolece de gigantismo, de pedanter¨ªa, de tedio. No es inteligente, es genial: en el sentido m¨¢s nocturno y m¨¢s alem¨¢n de esta mala palabra¡±.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. Hay pocos cr¨ªticos que no consideren Ciudadano Kane una obra maestra. Durante medio siglo lider¨® la lista de las mejores pel¨ªculas de la historia del cine seg¨²n Sight and Sound, la revista del British Film Institute. Hubo que esperar a 2012 para que fuera superada por V¨¦rtigo, de Hitchcock. Las razones para elevarla a la categor¨ªa de obra maestra son, entre otras cosas, sus innovaciones t¨¦cnicas puestas al servicio de la narraci¨®n ¨Ccomo los planos picados, los contrapicados y la asombrosa profundidad de campo de la escena de la infancia de Kane¨C o su banda sonora, escrita expresamente para la pel¨ªcula en lugar de recurrir a m¨²sica de biblioteca de compositores cl¨¢sicos como se acostumbraba a hacer en la ¨¦poca.
¨C Iv¨¢n Zulueta, 'Arrebato' (1980)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. ¡°Un desastre total¡±. As¨ª define Augusto Mart¨ªnez Torres, productor de Arrebato, la acogida de la cinta cuando se estren¨® en 1980. Y a?ade: ¡°Tuvo muy malas cr¨ªticas y nadie fue a verla. La rechazaban en los festivales. La raz¨®n era su forma de tratar la droga¡±. La pel¨ªcula apenas dur¨® una semana en cartel aunque, posteriormente, fue rescatada por los cines Alphaville de Madrid donde permaneci¨® un a?o en sesiones de madrugada. A¨²n as¨ª, tampoco hizo demasiada taquilla porque, seg¨²n Mart¨ªnez Torres, ¡°iban a verla los mismos y aprovechaban para fumar cuanto quer¨ªan¡±. El fracaso de la cinta fue de tal magnitud que trunc¨® la carrera de Iv¨¢n Zulueta, que no volver¨ªa a dirigir un largometraje.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. En agosto de 2002, Antonio Weinrichter se hac¨ªa eco en las p¨¢ginas del suplemento El Cultural de la exposici¨®n dedicada a Iv¨¢n Zulueta que, en esas fechas, se celebraba en La Casa Encendida de Madrid. Al hablar de Arrebato, Weinrichter dec¨ªa: ¡°Una de las escasas pel¨ªculas de culto certificadas del cine espa?ol moderno y de la modernidad¡±. Por su parte, en su libro C¨®mo acabar definitivamente con la contracultura, Jordi Costa destacaba que tanto Arrebato como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del mont¨®n (la primera pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var) se estrenaron en 1980 pero mostraban dos formas muy diferentes de concebir el cine, con resultados tambi¨¦n opuestos. Para Almod¨®var esa cinta fue el inicio de su mete¨®rica carrera, mientras que para Zulueta Arrebato supuso su hundimiento. De haber sucedido al contrario, explica Costa, "el panorama cinematogr¨¢fico espa?ol de las ¨²ltimas d¨¦cadas hubiera sido totalmente diferente", lo que, sin desmerecer al realizador manchego, es un gran elogio para el donostiarra.

¨C Renzo Piano y Richard Rogers, Centro Pompidou (1977)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Cuando el Centro Pompidou se inaugur¨® en 1977 recibi¨® encendidas cr¨ªticas negativas entre p¨²blico y cr¨ªtica. El diario Le Figaro public¨® al respecto: ¡°Par¨ªs tiene su propio monstruo, como el del lago Ness¡±. Otros detractores tambi¨¦n lo calificaron de ¡°astronave catapultada al coraz¨®n de Par¨ªs¡± y ¡°un burdo acto de jactancia¡±. El dise?o futurista del edificio, que recordaba a una refiner¨ªa de petr¨®leo o a una base espacial, chocaba con los edificios se?oriales de la Ciudad de la Luz que, a?os despu¨¦s, volver¨ªa a vivir una nueva pol¨¦mica arquitect¨®nica con la pir¨¢mide de cristal del Louvre.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. El Centro Pompidou es en la actualidad uno de los edificios m¨¢s importantes del siglo XX. As¨ª lo demuestra la lista confeccionada a principios de este a?o por medio centenar de proyectistas para The Now Institute, centro de investigaci¨®n asociado a la Universidad de Los ?ngeles. En ese listado, el Pompidou aparece en el puesto n¨²mero cuatro, solo por debajo del Pabell¨®n Barcelona de Mies van der Rohe, Notre Dame de Haut y Villa Savoye, ambas de Le Corbusier. El edificio parisino de Piano y Rogers queda por delante de la F¨¢brica Johnson de Frank Lloyd Wright, la Casa Farnsworth de Van der Rohe, el Guggenheim de Nueva York o la terminal de la TWA situada en esa misma ciudad estadounidense.
¨C ?gor Stravinski, 'La consagraci¨®n de la primavera' (1913)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Sergu¨¦i Di¨¢guilev, empresario de los Ballets Rusos, encarg¨® a ?gor Stravinski la m¨²sica para un espect¨¢culo protagonizado por Nijinski que deb¨ªa estrenarse en Par¨ªs. En 1913, el Theatre des Champs ?lys¨¦es de la capital francesa acogi¨® la primera funci¨®n de esa obra, que llev¨® por t¨ªtulo La consagraci¨®n de la primavera, y que fue duramente criticada por los presentes. Desde la obertura, el p¨²blico se mostr¨® descontento con las innovaciones sonoras de Stravinski. A las risas y los silbidos siguieron los gritos. El guirigay lleg¨® a ser de tal magnitud que los bailarines no pod¨ªan o¨ªr a la orquesta, por lo que Nijinski, entre bastidores, tuvo que indicarles los pasos que deb¨ªan ejecutar. La condesa de Pourtal¨¦s, all¨ª presente, protest¨® diciendo a gritos: "?Es la primera vez en 60 a?os que alguien se ha atrevido a tomarme el pelo!¡±.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. Cuando 50 a?os despu¨¦s del estreno se le devolvi¨® a Stravinski la partitura original manuscrita de La consagraci¨®n de la primavera, el compositor escribi¨® en su ¨²ltima p¨¢gina: ¡°Ojal¨¢ quienquiera que escuche esta m¨²sica jam¨¢s experimente la burla a que fue sometida y de la cual fui testigo en el Th¨¦¨¢tre des Champs Elys¨¦es, Par¨ªs, en la primavera de 1913¡±. En la ¨¦poca de recepci¨®n de la partitura, principios de los a?os 60, la obra del compositor ruso se hab¨ªa convertido ya en un cl¨¢sico del siglo XX, gracias a su propuesta innovadora que romp¨ªa con el concepto de belleza y armon¨ªa propio del Romanticismo. De hecho, las innovaciones de Stravinski a la m¨²sica en esa y otras creaciones no solo tuvieron efecto en el ¨¢mbito erudito, sino que genios del jazz como Charlie Parker cayeron rendidos a su creatividad y originalidad.

¨C Sex Pistols, 'Never mind the bollocks¡' (1977)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Los Sex Pistols no dejaron t¨ªtere con cabeza en su primer trabajo. Criticaron a la reina Isabel II, a la compa?¨ªa EMI, a la sociedad brit¨¢nica casi en su totalidad, utilizaron palabras malsonantes¡ La indignaci¨®n que provocaron entre los ingleses biempensantes hizo que los trabajadores de EMI, empresa encargada de prensar los discos del grupo, se negaran a manipularlos por considerarlos obscenos y lo m¨¢s bonito que les dijeron los cr¨ªticos fue que no sab¨ªan tocar. El p¨²blico, por su parte, hizo que el disco llegase al n¨²mero uno de las listas brit¨¢nicas.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de su lanzamiento Never mind the bollocks es un cl¨¢sico de la m¨²sica popular. Algunos cr¨ªticos, olvid¨¢ndose de que Ramones hab¨ªa sacado su disco hom¨®nimo en 1976 (un a?o antes), lo califican como del primer disco de punk de la historia. Incluso hay gente que va un poco m¨¢s all¨¢ y lo califica de ¡°el mejor disco de la historia¡±, como sucedi¨® en 1988 tras una votaci¨®n entre los lectores de la revista inglesa Q. Por su parte, la revista Rolling Stone lo coloc¨® en el puesto 41 de los 500 mejores ¨¢lbumes jam¨¢s grabados.

¨C Paul Verhoeven, 'Robocop' (1987)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Paul Verhoeven tuvo que remontar Robocop m¨¢s de una decena de veces para evitar que fuera calificada con una R, el equivalente estadounidense para mayores de 18 a?os. A pesar de ello, la violencia de muchas de sus escenas, algunas de las cuales rozaban el sadismo, hizo que muchos expertos, como el cr¨ªtico brit¨¢nico Barry Norman, no la tratasen del todo bien en sus rese?as. Por otra parte, tampoco gust¨® el papel de Nancy Allen, la compa?era polic¨ªa de Robocop, que, en opini¨®n de periodistas como Susan Faludi, continuaba la tradici¨®n del cine comercial de crear personajes femeninos sin personalidad y nada que aportar.
Lo que dijo tiempo despu¨¦s. Despu¨¦s de treinta a?os y varias secuelas, Robocop es ya un cl¨¢sico de la ciencia ficci¨®n gracias justamente a algunas de esas cosas que, en su momento, jugaron en su contra, como la violencia, el humor o las cr¨ªticas a los medios de comunicaci¨®n y al neoliberalismo. Adem¨¢s, como afirmaban desde la revista Fotogramas, ¡°sus inevitables secuelas fueron muy inferiores¡±, lo que demuestra que, a pesar de ser un producto de Hollywood, la cinta original ten¨ªa ese toque de autor que solo Verhoeven pudo aportarle.

¨C Giacomo Puccini, 'La boh¨¨me' (1896)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. La obra de Puccini se estren¨® en el Teatro Regio de Tur¨ªn en febrero de 1896. A pesar de que la orquesta estaba dirigida por Arturo Toscanini (al que llamaban El Maestro, como si no hubiera otro igual), el p¨²blico y la cr¨ªtica recibieron la ¨®pera con frialdad. Las razones para ello fueron que resultaba "demasiado popular, con melod¨ªas f¨¢ciles y excesivamente almibarada". En 1898, fecha de su estreno en el Liceo de Barcelona, el cr¨ªtico de La Vanguardia advert¨ªa a los lectores: ¡°No esperen gran cosa de la partitura del joven compositor italiano¡±. Unos meses m¨¢s tarde, ese mismo peri¨®dico recibi¨® una airada carta en la que un lector se quejaba de que La boh¨¨me hubiera sido seleccionada como una de las mejores ¨®peras del a?o. Seg¨²n ¨¦l la obra de Puccini era ¡°ligera, servida como diversi¨®n extraordinariamente tenoril¡± y con una partitura que pod¨ªa ser definida como ¡°una deliciosa mentira musical o¨ªda siempre con gusto y con comodidad¡±.
Lo que dijo tiempo despu¨¦s. A pesar de esa mala acogida, La boh¨¨me se convirti¨® r¨¢pidamente en una de las piezas claves del repertorio oper¨ªstico, gracias a que compa?¨ªas de todo el mundo comenzaron a interpretarla. El ¨¦xito fue tal que la casa de partituras Sonzogno encarg¨® a Ruggero Leoncavallo otra ¨®pera llamada Bohemia para intentar sacar tajada del negocio de las partituras como hab¨ªa hecho Ricordi vendiendo las de Puccini. Hacia 1900, apenas cuatro a?os despu¨¦s de su estreno, la cr¨ªtica hab¨ªa cambiado de parecer y, en 1905, la temporada oper¨ªstica del Covent Garden londinense program¨® seis representaciones de La boh¨¨me, que fue solo superada por El trovador, de Verdi, y Madame Butterfly, de Puccini, representadas siete y once veces, respectivamente.
¨C Ludwig van Beethoven, 'Quinta sinfon¨ªa' (1808)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. El estreno de la Quinta sinfon¨ªa de Beethoven se produjo el 22 de diciembre de 1808 en Viena. La orquesta estaba dirigida por el propio compositor, pero la falta de ensayos hizo que la interpretaci¨®n fuera un desastre, hasta el punto de tener que parar la representaci¨®n y volver a comenzar algunas de las obras. Tampoco ayud¨® que ese d¨ªa todo el programa estuviera compuesto por piezas de Beethoven y que el espect¨¢culo durase m¨¢s de cuatro horas. Todo ello hizo que incluso los m¨¢s partidarios del m¨²sico alem¨¢n no supieran apreciar la Quinta.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. Apenas unos meses despu¨¦s de su estreno, la Quinta sinfon¨ªa se volvi¨® a programar. Entre el p¨²blico se encontraba el escritor E.T.A. Hoffmann, que qued¨® admirado por la sensibilidad de Beethoven y su ambiciosa forma de componer m¨²sica. Tras la escucha, Hoffmann, que tambi¨¦n era compositor y cr¨ªtico musical, escribir¨ªa: "La Quinta sinfon¨ªa es una de las obras m¨¢s importantes del maestro, al que nadie puede negar hoy en d¨ªa la primera posici¨®n en la clasificaci¨®n de compositores de m¨²sica instrumental¡±.

¨C George Orwell, 'Rebeli¨®n en la granja' (1945)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. La novela de George Orwell fue rechazada por varios editores, algunos de los cuales no consideraban oportuno publicar una historia cr¨ªtica con el estalinismo cuando la URSS todav¨ªa era un aliado de Gran Breta?a y Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Otros, que no se percataron del trasfondo pol¨ªtico de la historia, la rechazaron argumentando: ¡°Es imposible vender historias de animales en Estados Unidos¡±. En todo caso, la negativa m¨¢s llamativa de todas le lleg¨® a Orwell de la mano del poeta T.S. Eliot, que calific¨® la novela de trotskista, al tiempo que aconsejaba no publicarla porque, en su opini¨®n, "no era la mejor forma de criticar la situaci¨®n pol¨ªtica que atravesaba el mundo".
Lo que dijo tiempo despu¨¦s. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Rebeli¨®n en la granja por fin vio la luz. La desaparici¨®n de Hitler como enemigo com¨²n hizo que afloraran los antiguos enfrentamientos entre Estados Unidos y la URSS y al bloque occidental ya no le ven¨ªa tan mal una cr¨ªtica inteligente, pero hasta cierto punto velada, del sovi¨¦tico. De esta forma, Rebeli¨®n en la granja se convirti¨® en uno de los libros m¨¢s populares de Orwell, junto con 1984, y dio lugar a diferentes adaptaciones, tanto radiof¨®nicas ¨Centre las que destaca la realizada por la BBC en 1947¨C como cinematogr¨¢ficas, teatrales e incluso musicales. Pink Floyd, por ejemplo, se inspir¨® en el libro para componer Animals, disco de 1977 en el que destacan canciones como Pig, Sheep o Dog, que hacen referencia a algunos de los personajes de la novela.
¨C Stephen King, 'Carrie' (1974)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. Si bien a d¨ªa de hoy nadie discute el talento y la calidad de Stephen King como narrador, lo cierto es que al escritor estadounidense no le result¨® nada sencillo publicar su primera novela. Fueron varios, se dice que m¨¢s de treinta, los editores que la rechazaron porque no encajaba dentro de los c¨¢nones del terror de la ¨¦poca. Sin embargo, cuando por fin vio la luz en la editorial New American Library lleg¨® a vender 30.000 ejemplares en formato bolsillo el primer a?o. A pesar de este ¨¦xito, Carrie es, por su contenido, uno de los libros m¨¢s censurados en institutos de secundaria de Estados Unidos.?
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. Carrie es un cl¨¢sico del terror tanto en su versi¨®n literaria como en la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica que realiz¨® Brian de Palma en 1976 con Sissy Spacek en el papel de Carrie White. El libro de King inaugur¨® una nueva forma de abordar el terror al ambientar las historias no en parajes inh¨®spitos o casas encantadas sino en escenarios urbanos tan cotidianos como un instituto de secundaria. Adem¨¢s, los protagonistas ya no eran monstruos, cient¨ªficos locos o zombis, sino adolescentes con problemas de adaptaci¨®n y en pleno despertar sexual, que provocan mucho m¨¢s miedo.

¨C Nick Drake, ¡®Pink moon¡¯ (1972)
Lo que dijo la cr¨ªtica en su momento. ¡°La verdad es que, despu¨¦s de recibir como dos docenas de mensajes de Capitol Records ensalzando a Nick Drake, esperaba mucho m¨¢s que este ins¨ªpido mont¨®n de basura¡±, dec¨ªa el cr¨ªtico estadounidense David F. Wagner sobre Pink moon, el tercer disco del cantautor brit¨¢nico, contra el que tambi¨¦n se explayaba: ¡°Parece un aficionado a medio camino entre Cat Stevens y Donovan (¡). No sabe cantar y las letras son una estupidez¡±. Si bien es cierto que no toda la cr¨ªtica fue tan cruel, tanto Pink moon como los dos trabajos anteriores de Drake no fueron bien recibidos ni por los expertos ni por el p¨²blico. Una situaci¨®n que le provoc¨® al artista una profunda depresi¨®n que acabar¨ªa caus¨¢ndole la muerte por ingesta excesiva de antidepresivos sin que, a d¨ªa de hoy, est¨¦ claro si fue un hecho accidental o intencionado. Ten¨ªa 26 a?os.
Lo que se dijo tiempo despu¨¦s. Nick Drake es uno de los cantautores pop m¨¢s importantes de la segunda mitad del siglo XX y Pink moon, su mejor disco. Este sobrio LP ha marcado a las siguientes generaciones de m¨²sicos, de aficionados y, aunque ha sido necesario que pasen varias d¨¦cadas desde su publicaci¨®n, tambi¨¦n ha sido valorado muy positivamente por revistas especializadas como Mojo o Q. De hecho, Pink moon fue elegido por la edici¨®n inglesa de Rolling Stone como uno de los 500 mejores discos de la historia, como uno de los 200 mejores por Uncut y como uno de los 100 mejores por Melody Maker.
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