Infidelidad financiera, otra forma de enga?ar a la pareja

El enga?o en las parejas es mucho m¨¢s com¨²n de lo que pensamos. Solo en Espa?a, un 26% de las mujeres y un 31% de los hombres reconocen haber puesto los cuernos a sus medias naranjas en alguna ocasi¨®n. Pero no es necesario tener un desliz con una tercera persona para que haya una traici¨®n. Seg¨²n una reciente investigaci¨®n de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos) que ha sido aceptada para revisi¨®n por la revista Journal of Consumer Research, existe un tipo de infidelidad de la que se habla mucho menos: la financiera.

Tras realizar una serie de 10 evaluaciones a m¨¢s de un centenar de parejas y analizar los movimientos de sus cuentas bancarias, los expertos descubrieron que cuando hay dinero de por medio, muchas parejas no son honestas a la hora de hablar sobre sus gastos y h¨¢bitos econ¨®micos. "La infidelidad financiera es llevar a cabo comportamientos que la pareja desaprobar¨ªa, por lo que se ocultan intencionadamente", explican los expertos en su estudio.

El problema ocurre, principalmente, cuando una parte es m¨¢s ahorradora que la otra. Por ejemplo, las dos personas acuerdan unos l¨ªmites de gasto, pero una quiere adquirir m¨¢s cosas de lo pactado. Ante el problema, solo quedan dos opciones: asumir el trato y reprimir esa necesidad de gastar m¨¢s o priorizar las preferencias propias frente a lo acordado. El problema de la segunda opci¨®n es que, al saber que a la pareja no le gustar¨¢, se acaba violando la confianza.

La cuenta conjunta no es la soluci¨®n

"Es un comportamiento mucho m¨¢s frecuente de lo que podemos pensar", asegura una de las autoras de la investigaci¨®n, Emily Garbinsky. Adem¨¢s de gastar m¨¢s de lo acordado y no contarlo, hay otros ejemplos que suelen ser comunes en este tipo de infidelidad, seg¨²n las conclusiones del trabajo: optar por m¨¦todos de pago m¨¢s discretos y que no dejen rastro, que los empaques no tengan distintivos f¨¢ciles de identificar u ocultar informaci¨®n de la cuenta bancaria. Pero, ?significa esto que para ser honesto con la pareja hay que tener una misma cuenta en la que ambos puedan vigilar cada movimiento? No necesariamente.

Es normal que "cada uno tenga un criterio de gasto diferente. Hay personas m¨¢s conservadoras y otras, m¨¢s derrochadoras", explica Pilar Sacrist¨¢n Berg¨ªa, abogada especializada en Derecho de Familia de Sacrist¨¢n & Rivas Abogados. Si se tiene una cuenta conjunta, los gastos extra (todos aquellos que no sean para pagar hipoteca, luz, agua y otras necesidades comunes) pueden acabar generando conflictos. As¨ª que la recomendaci¨®n es clara: "Por muy bien compenetrada que est¨¦ la pareja, es m¨¢s que recomendable que cada uno disponga de su propia cuenta con dinero para sus gastos personales, tal y como recomienda el Banco de Espa?a", a?ade.

"Tener cuentas separadas o conjuntas no mide el grado de seguridad del v¨ªnculo ni tampoco del compromiso", a?ade Mercedes Bermejo, coordinadora del M¨¢ster Terapia Familiar Sist¨¦mica de la Universidad Complutense de Madrid. El problema surge cuando la comunicaci¨®n en la pareja no es transparente. Cuentas separadas o conjuntas, la recomendaci¨®n es clara: hablar y mucho. Ser honestos sobre lo que paga cada uno y ponerse de acuerdo en la toma de decisiones econ¨®micas. Solo as¨ª se podr¨¢ evitar caer en la infidelidad financiera y en las discusiones por dinero, que ¡ªseg¨²n un estudio de las universidades de Kansa, Utah y Texas Tech (EE UU)¡ª son uno de los motivos principales de ruptura.