Los Alc¨¢ntara, la familia inmortal de ¡®Cu¨¦ntame¡¯ viaja al 2050 para celebrar la Navidad
'Cue?ntame' celebra 20 temporadas y retrata la Espan?a de los an?os noventa. De la mano de la familia ma?s popular de la tele, viajamos en el tiempo hasta las Navidades de 2050 y nos imaginamos el futuro: la serie ha terminado adelantando a la realidad.
QUEDABAN apenas dos horas para que pudie?semos volver al siglo XX y mi abuela segui?a sin aparecer.
¡ª?La cuna que me arrullo?, Merche! ?La cuna que me arrullo?!
Hay cosas que no cambian con el tiempo. Una de ellas es el tremendismo de mi padre, y tambie?n su costumbre de repetirlo todo dos veces. Otras, sin embargo, si? que cambian, y mucho. Si sabemos mirar, los cambios casi siempre se ven venir. Pero cuando viajas en el tiempo ma?s de medio siglo de golpe, es imposible prever nada. Eso es lo que nos paso? a mi familia y a mi? en la Nochevieja de 1990.
Mari?a Galiana
Carmen Climent
La actriz que lleva 18 an?os dando vida a Herminia, la eterna abuela de Cue?ntame, participa en esta fiesta fotogra?fica de Navidad... en forma de holograma. Sus ocupaciones (actuaba en un teatro de Salamanca) no le permitieron aquel di?a estar en carne y hueso. Galiana vive las Navidades con escepticismo: ¡°No me gustan. Tengo cinco hijos y pase? an?os siendo la organizadora, cocinera... No soy nosta?lgica. El an?o pasado estaba haciendo teatro en Madrid y no pudeiramicasaen Sevilla. ?Me parecio? estupendo!¡±. Este an?o no le toca trabajar en fiestas, pero si? ensayar: ¡°En marzo estrenamos Dia?logo del amargo, de Lorca, y en julio empiezo a preparar Pene?lope para el festival de Me?rida¡±.
¡°Mis Navidades son perfectas¡±, celebra la actriz que encarna a Mari?a, la pequen?a de los Alca?ntara. ¡°Estar con la familia es un regalo que valoras ma?s a medida que creces y va faltando gente¡±, dice. Ya tiene ganas ¡°de poner el a?rbol¡± y reconoce que solo una cosa puede enturbiar el ambiente: ¡°Hablar de poli?tica. Intentamos evitarlo, aunque alguna pelei?lla habra? en el discurso del Rey¡±, bromea.
En 2050 Espan?a se parece muy poco al lugar en que crecimos todos los Carlos Alca?ntara de nuestro pai?s, ese que empezo? con los ecos de una revolucio?n en 1968, le siguio? una Constitucio?n 10 an?os despue?s y acabo? con un gran fiesto?n en 1992. Aunque para mi familia, en realidad, el 92 casi acaba en tragedia incluso antes de empezar. Mi padre ya habi?a metido la patita de su agencia de viajes en esa orgi?a de oportunidades y dinero llamada Expo de Sevilla, y andaba como loco por hacer lo propio con los Juegos Oli?mpicos de Barcelona. Pero entonces se topo? con una vi?a de negocio mucho ma?s suculenta: los viajes en el tiempo. El aparato se lo compro? en una de sus visitas a Barcelona a un tipo misterioso que aseguraba venir del futuro. No teni?as ma?s que enchufarlo a la bateri?a de un autobu?s, llenar un pequen?o depo?sito con un li?quido rojo hecho a base de bromo, marcar el an?o al que queri?as viajar en la pantallita y cruzar el tu?nel de Guadarrama a cincuenta y ocho kilo?metros por hora. Ni uno ma?s ni uno menos. Cincuenta y ocho es, en grados, el punto de ebullicio?n del bromo y, en kilo?metros por hora, la velocidad necesaria para engan?ar al tiempo. La ma?quina teni?a una pega, eso si?. Si no volvi?as a tu tiempo en el plazo de cinco di?as, te quedabas atrapado en tu destino para siempre. Eso era lo que, al parecer, le habi?a pasado al catala?n.
Lo que nos rei?mos cuando lo conto? en la cena de Nochevieja. Hasta que nos dimos cuenta de que mi padre iba en serio y comenzaron las muecas de preocupacio?n. ?Habri?a perdido la cabeza? Se puso tan pesado con las expectativas de crecimiento que suponi?a para Viajes Milano los trayectos en el tiempo que, con tal de no seguir escucha?ndole, acabamos todos montados en su autobu?s, incluida mi madre, y eso que llevaban meses separados. Mi cun?ada Deborah, tan juiciosa como siempre, se dio de baja en la excursio?n con el pretexto de hacerse cargo de su hija Sol y el resto de Alca?ntaras de tercera generacio?n.
Irene Visedo
Paloma Blyod
Ana Arias
Comenzo? en Cue?ntame co?mo paso? con 14 an?os. ¡°Entre medias estuve siete fuera y hoy se? lo que es hacer castings y la inestabilidad... No estoy nada aburbujada¡±, cuenta. Quiza? por eso, ahora que vive su segunda etapa en la serie, esta? dedicada por completo a ella. ¡°Grabamos muchos meses al an?o. A veces hay tiempo para hacer otros proyectos y a veces no¡±. Los huecos libres los aprovecha para viajar, tambie?n en Navidad. ¡°Soy ma?s bien pagana y celebro el solsticio de invierno¡±, ri?e. ¡°Ceno el di?a de Nochebuena en casa, eso si?, pero paso el fin de an?o fuera¡±.
La actriz quiere instaurar una nueva tradicio?n naviden?a en su casa: ¡°Ban?arnos en la playa de Gijo?n el 25 en honor a mi abuela, que hasta los 88 an?os se meti?a en el mar en invierno¡±. Dice que sus fiestas tienen tambie?n ¡°un punto guiri¡±. ¡°Mi padre es de Chicago y de ahi? me viene lo de hacer galletas con un jersey feo...¡±, ri?e. Adema?s de Cue?ntame, el an?o que viene actuara? en la peli?cula American Carnage. ¡°Hago de abogada de derechos de inmigrantes. Ha sido interesante porque retrata la situacio?n que se vive en EE UU con Trump¡±.
¡°Ayer vi que ya estaban las luces de Navidad y pense?: ?Que? pereza!¡±, cuenta la actriz que encarna a Paquita en Cue?ntame, donde ha crecido profesionalmente (¡°empece? de chiquitita y ya soy mama?¡±). Reconoce que desde que nacio? su hijo, su visio?n de estas fiestas esta? cambiando: ¡°Nunca me gusto? la parte consumista, pero hoy veo que ese enfoque me eclipsaba la parte bonita: compartir en familia¡±. La madrilen?a estrena en 2020 el filme La suite nupcial, de Carlos Iglesias, y una obra de teatro de la que no puede hablar. ¡°Tengo ganas de cosas nuevas¡±.
Al que no haya circulado nunca por un tu?nel de autopista a menos de sesenta por hora le recomiendo se abstenga de probarlo. Pero a pesar de los bocinazos de los coches, las su?plicas de mi madre y los rezos de mi abuela Herminia, mi padre no piso? el acelerador ma?s de lo necesario. Cincuenta y ocho exactos. Claro que peor nos fue cuando vimos la luz al final del tu?nel. Un enjambre de vehi?culos sin conductor nos esquivaba a izquierda y derecha a velocidad ultraso?nica. Sus ocupantes, co?modamente sentados en los asientos traseros, miraban el autobu?s de Viajes Milano como quien observa un dinosaurio. No andaban muy desencaminados. Teni?an ante sus ojos un vehi?culo con ma?s de setenta an?os. La ma?quina del tiempo no era un delirio. Habi?amos viajado al futuro.
No llegamos a recorrer ma?s de quinientos metros en el nuevo siglo cuando una pareja de tricornios volantes nos dieron el alto. La inteligencia artificial habi?a sustituido a la humana en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero ni por esas nos libramos de la bronquita ni de la multita. Hay usos inmunes al paso del tiempo. Los agentes Garci?a T-1000 y Rodri?guez LG-TBI, asi? se llamaban los dos robots con forma de tricornio, nos requisaron el autobu?s por extremadamente contaminante y nos pusieron una multa de 50.000 euros por uso indebido de combustible fo?sil. Al hablarles de nuestro viaje en el tiempo, Garci?a y Rodri?guez nos hicieron la prueba de alcoholemia a todos, incluida la abuela. Tambie?n nos implantaron un chip detra?s de la oreja con el que conectarnos a la Red. Sin conexio?n no eras, literalmente, nadie. Y nos crearon un perfil en todas las redes sociales para otorgarnos el derecho de ciudadani?a. Gracias a todo ello nos dieron a cada uno 10.500 euros en concepto de renta universal mensual, con la que se aseguraba el derecho de todo espan?ol a llevar una vida digna. ?Red? ?Euros? ?Renta universal? El futuro nos sonaba literalmente a chino.
Ana Duato
Imanol Arias
La actriz que interpreta a la matriarca de los Alc¨¢ntara vive estas fiestas volcada en su familia. "En casa, la mesa es el centro de todo. Se disfruta de la comida, la charla y esos momentos en los que se re¨²nen varias generaciones". Esa vida familiar es la misma que le ha llevado a despejar su agenda m¨¢s all¨¢ de la serie en la que lleva casi dos decenios. "Con Cu¨¦ntame voy servida".
¡ªEl dinero, dinero es. Se llame como se llame ¡ªdijo mi padre, y se lo metio? en la cartera antes de que la pareja de guardias pudiera arrepentirse. En lo que no transigieron los dos tricornios es en dejarnos desenchufar de la bateri?a del autobu?s la ma?quina del tiempo. Nos remitieron a acudir al depo?sito federal de vehi?culos pasadas las fiestas de an?o nuevo.
Descontada la multa, nos quedo? lo justito para alquilar un coche ele?ctrico y dirigirnos a San Genaro, a ver que? quedaba de nosotros mismos. Otra sorpresa. No quedaba nada. En su lugar habi?an construido en 2026 la ciudad deportiva de un conocido equipo de fu?tbol, despue?s de un pole?mico plan urbani?stico que supuso la recalificacio?n de los terrenos de media ciudad. Eso nos conto? un vigilante del recinto, tambie?n volante y tambie?n electro?nico, como los guardias civiles. No teni?amos barrio, pero por un momento nos sentimos como en casa. Nada tan patrio como el ladrillo y el pelotazo.
Carlos Hipo?lito
Cristina Marcos
Carmen Balagu¨¦
Miguel Canalejo
El actor pasar¨¢ las Navidades en familia: "Tuve una ¨¦poca en la que estas fechas me daban igual e incluso intentaba desaparecer, pero desde que naci¨® nuestra hija han cobrado otro sentido". Como narrador de Cu¨¦ntame, siente que su posici¨®n en la serie es ¨²nica: "Soy el primero del reparto que ve cada cap¨ªtulo". Otra ventaja de poner solo la voz es que puede compaginar varios trabajos. "Estoy de gira con la obra Copenhague, grabando una miniserie para Movistar basada en la novela de Julia Navarro Dime qui¨¦n soy, y soy el comisario corrupto de Caronte, en Telecinco".
Int¨¦rprete en cine, teatro y televisi¨®n, la barcelonesa se confiesa poco navide?a. "Son fiestas inc¨®modas: casi no puedes ir por la calle, hay una sobreexcitaci¨®n excesiva y tiendo a refugiarme. Las paso con muy poca gente o incluso sola". Dice que eso le da m¨¢s tiempo para prepararse su papel de vecina del barrio de San Genaro en Cu¨¦ntame y en la obra Di¨¢logo del amargo, dirigida por Francisco Su¨¢rez y basada en un poema de Lorca que estrenar¨¢ en marzo en el Teatro Espa?ol.
"Yo soy de las que se ilusionan con la llegada de la Navidad", reconoce la actriz catalana, conocida por ser una de las eternas secundarias de la ficci¨®n nacional. Hoy compagina papeles en las series Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨® y Se?oras del (h)AMPA ("as¨ª disfruto de dos equipos e historias diferentes"). Para 2020 pide un deseo: "Hacer teatro acompa?ada de actores que me gustan".
El actor gallego se reparte cada Navidad entre sus dos familias: ¡°Una mitad esta? en Galicia y la otra en Euskadi. Es muy divertido porque somos muy diferentes¡±. Ahora, adema?s de en Cue?ntame, participa en Serramoura, una serie de la televisio?n gallega, y explora nuevas vi?as de expresio?n: ¡°Me ha picado el gusanillode contar mis propias historias. He preparado y estoy grabando la webserie Xan con Luci?a Este?vez, una amiga directora¡±.
Decidimos instalarnos en un hotel del centro. Camino de la Puerta del Sol nos topamos con una manifestacio?n del AIRA, los Afectados por las Inversiones Ruinosas en Albacete. Al parecer, la Federacio?n de Estados Europeos presidida desde 2031 por una tal Greta Thunberg calculo? que en Espan?a el nivel del mar llegari?a en poco tiempo hasta la meseta, justo hasta la ciudad de Albacete. Miles de inversores y pequen?os ahorradores empezaron a comprar terrenos a precio de oro en lo que iba a ser la mayor ciudad de vacaciones de toda Europa, la Costa Azul de La Mancha. Sin embargo, como tantas otras veces, Estados Unidos se adelanto? y la tercera parte de su territorio quedo? hundido bajo las aguas del Paci?fico. Desde entonces, las autoridades de todo el mundo tomaron medidas dra?sticas contra los efectos del cambio clima?tico que, poco a poco, fueron revirtie?ndose. Albacete siguio? estando lejos del mar, pero, eso si?, hasta que en el siglo XXIII no desaparezcan del todo las consecuencias del efecto invernadero, en verano seguira? superando los 50 grados.
Sin apenas dinero, en el hotel decidimos alquilar solo tres habitaciones, de taman?o no mucho mayor al de un atau?d. La superpoblacio?n y la falta de espacio habi?an reducido el concepto de confort a pasar las noches como pasaba los di?as Nosferatu, segu?n dijo mi padre. A pesar de sus requiebros, mi madre se nego? a compartir habitacio?n con e?l. Nos toco? aguantar sus ronquidos a mi hermano Tony y a mi?. Mis hermanas Ine?s y Mari?a compartieron otra habitacio?n, y mi madre y mi abuela, la otra.
Natalia Milla?n
"Me encanta pasar la Nochevieja en el teatro. Se para la funci¨®n, tomas las uvas con el p¨²blico...". Este a?o no podr¨¢ hacerlo: protagoniza el musical Billy Elliot y "como hay muchos ni?os, pasan las fiestas en sus casas". Arrancar¨¢ el nuevo a?o con dos estrenos: la pel¨ªcula Explota, explota, con canciones de Raffaella Carr¨¤, y la nueva temporada de Cu¨¦ntame: "Es como subirse en una noria en marcha, entras en un engranaje perfecto".
En la cena vimos el telediario. Cada uno en su plato de sopa de picadillo vegetal. En 2050 toda la comida es vegana y cualquier objeto sirve como pantalla. Mi hermano se atraganto? con los menudillos al verse a si? mismo dar paso a una noticia. Aquel an?o cumpli?a los cien, pero no aparentaba tener ma?s de cuarenta, los mismos que teni?a antes de emprender nuestro viaje en el tiempo. Recuperados de la impresio?n, utilizamos el chip que nos habi?an implantado Garci?a y Rodri?guez para investigar co?mo era posible tal milagro. A golpe de pensamiento podi?as bucear en toda la informacio?n y conocimiento del mundo. Era el llamado IM (Internet Mental). Segu?n descubrimos, ya nadie se mori?a salvo por accidente. Habi?a cura para todas las enfermedades y tratamientos que te quitaban treinta o cuarenta an?os de encima a base de pastillas.
Inmortalidad y eterna juventud. El futuro resultaba un lugar inquietante, pero tambie?n atractivo. A todos se nos paso? por la cabeza no volver a los noventa, pero era demasiado lo que tendri?amos que dejar atra?s. Al que no le parecio? una opcio?n ni por un instante fue a mi hermano, que se encerro? en la habitacio?n sarco?fago. Teni?a muy reciente la peli?cula Regreso al futuro y sabi?a a los peligros a los que se exponi?a si de casualidad coincidi?a con su yo del futuro.
Nos quedaban cinco di?as por delante para recuperar la ma?quina del tiempo y retornar al pasado. Pero la vida en el futuro era muy cara y, mientras tanto, habi?a que conseguir dinero para el di?a a di?a. De recuperar la ma?quina se encargo? mi padre, que un di?a tras otro tuvo que pelearse con funcionarios computerizados que le mandaban de ventanilla virtual en ventanilla virtual. De conseguir dinero se encargo? la persona ma?s inesperada: mi abuela. En el IM descubrimos que, an?os atra?s, la Segunda Guerra de la Informacio?n que habi?a enfrentado a China con India habi?a provocado fallos irreparables en la nube. Se habi?a borrado del conocimiento universal todo lo referente al Bajo Imperio Romano, a los siglos XII y XIII y parte del siglo XX. De reconstruir las etapas ma?s remotas se encargaron los historiadores, pero para las ma?s recientes surgio? el lucrativo negocio de los vendedores de recuerdos. Mi abuela teni?a mucho que contar del siglo XX, la memoria le alcanzaba hasta la guerra de A?frica, y gracias a ella hicimos un pequen?o capital. Mi madre aprovecho? para comprar pastillas de la inmortalidad para toda la familia. Y mis hermanas sacaron entradas para ver los mejores montajes de la Gran Vi?a. La obra que ma?s les gusto? fue Brexit, el musical, aunque se les hizo un poco larga.
Pablo Rivero
Esta Navidad ser¨¢ un reto para el actor madrile?o: "Siempre la celebramos en casa de mis t¨ªos o de mis padres, pero esta vez pretendo hacerlo en la m¨ªa". No ser¨¢ su ¨²nico desaf¨ªo: en 2020 contin¨²a con la comedia Yo y sus circunstancias, con la gira de El sirviente y publica su segunda novela. "Un thriller oscuro, muy hitchcockiano pero con glam, que trata de la vida del actor".
La man?ana del 5 de enero de 2050, mi padre al fin consiguio? acceder al depo?sito de vehi?culos y arrancar la ma?quina del tiempo de la bateri?a del autobu?s. Hacia la tarde ya habi?a conseguido conectarla a una ca?psula de hipervelocidad que atravesaba la sierra de Madrid. Pero a la hora convenida para emprender el viaje de vuelta al pasado, mi abuela no apareci?a por ninguna parte, ni tampoco las pastillas de la inmortalidad que mi madre habi?a guardado en su neceser.
¡ª?La cuna que me arrullo?, Merche! ?La cuna que me arrullo?!
La perspectiva de perder a la abuela para siempre en el futuro nos fruncio? a todos el alma. Buscamos por todas partes, tratamos de localizarla a trave?s del IM, pero mi abuela habi?a desconectado su chip. Fue mi hermana Mari?a la que, mirando una taza de cafe?, la vio en la retransmisio?n de la cabalgata de Reyes. En un futuro sin ancianos no es difi?cil reconocer a mi abuela entre la multitud.
Javier Lorenzo y Vi?ctor Garrido
Los pequen?os de la serie viven la Navidad con ma?s alegri?a. ¡°Todos los an?os vamos a casa de mi abuela a tomar chocolate¡±, cuenta Garrido, que au?n no sabe si sera? actor. ¡°A mi? me gusta que venga mi abuela del pueblo¡±, an?ade Lorenzo, que tiene claro que de mayor quiere ¡°hacer pelis de accio?n¡±. Ambos coinciden en que? es lo mejor de las fiestas: ¡°Que traigan los regalos que pedimos¡±.
En 2050 la cabalgata era un tanto diferente a como es ahora. En vez de caramelos, se lanzaba fruta deshidratada, que no provoca caries, y al acabar se concedi?an todos sus deseos al instante a tres asistentes elegidos al azar. Gracias a un maleti?n lleno de dinero que acabo? en manos de unos de los concejales disfrazados de Rey Mago, una de las elegidas fue mi abuela. Nos dio tiempo a llegar a la Cibeles para escuchar su deseo. Pidio? que la pastilla de la inmortalidad no se inventara antes de que a ella le llegara su hora. Queri?a evitarse tentaciones. Por esa misma razo?n, habi?a tirado por el retrete las pastillas de mi madre. Un futuro sin fin ni era vida, ni era nada. O al menos eso dijo ella.
De vuelta a los noventa, la abuela no paro? hasta convencer a mi padre para deshacerse de la ma?quina del tiempo. Y los Alca?ntara resolvimos hacer tabla rasa y seguir viviendo nuestro siglo. La cuna que nos arrullo?.
Todos a la mesa
Pablo Rivero lleva camisa de piel de Herme?s, camisa de Kenzo, pantalones de Dior Men y bota cinturo?n de Loewe. Imanol Arias, americana de Givenchy y camisa con cuello de Duarte. Carmen Climent, vestido de Givenchy, falda de Loewe y pendientes de Glenda Lo?pez. Ana Duato lleva vestido de Stella McCartney, jersey de cuello alto de Calvin Klein Jeans, botas de Manolo Blahnik para Carmen March, pendientes de Zara y medias de Calzedonia. Irene Visedo, top y pantalo?n de Louis Vuitton, pendientes de Aldazabal y guantes de Acne Studios. Visedo, Duato y Climent llevan Teint Idole Ultra Wear, base de maquillaje de alta cobertura y larga duracio?n de Lanco?me. Butaca de piel Bubble Cuir, de Roche Bobois; fondo con papel de pared modelo Tiles de Coordonne? y jarro?n de Roche Bobois.
Retrato de familia
Carmen Climent lleva vestido de Acne Studios y pendientes de Apodemia. Paloma Bloyd, mono de Bottega Veneta, diadema en el pelo de Thalatha, pendiente de Fernando Rodri?guez y pendiente de GinGer & VelVet. Javier Lorenzo, chaqueta y pantalo?n de Isabel Marant, y jersey de cuello alto de Loro Piana. Pablo Rivero, americana de Duarte, camisa de Salvatore Ferragamo, jersey de Canali, pantalo?n de Hugo Boss, cinturo?n de SKFK y chocker de Thalatha. Irene Visedo, top de Ganni, vestido de Cortana, pendientes de GinGer & VelVet y guantes de Acne Studios. Ana Arias, vestido de piel de Herme?s, botas de Fendi, pendientes de Aldazabal y brazalete de Acne Studios. Imanol Arias, americana de Ralph Lauren Purple Label, camisa de Berluti, jersey de Pedro del Hierro, pantalo?n de Zara, botas de Alexander McQueen y anillo de Apodemia. Vi?ctor Garrido, mono de The Animals Observatory. Ana Duato, vestido de Gucci y pendientes de Aldazabal, y lleva rojo de labios hiperpigmentado y de larga duracio?n L¡¯Absolu Rouge Ruby, de Lanco?me. Papel de pared de Coordonne? modelo Paci?fica, mesa de ma?rmol de IKB 191, sillas an?os cincuenta de Rue Vintage 74, espejo de Roche Bobois, la?mpara de pie de Bo Concept, vajilla de Vajillas de Ultramar y MiniCooking, cristaleri?a y cuberteri?a de Vista Alegre y servilletas de Zara Home.
Decoraci¨®n de riesgo
Miguel Canalejo lleva americana de Salvatore Ferragamo, camisa y pantalo?n de Emporio Armani, jersey de Cortefiel y botas de Alexander McQueen. Carmen Balague?, top de Carmen March, pantalo?n de Pedro del Hierro, botines de Givenchy y pendientes de Bimba y Lola. Carlos Hipo?lito, ca?rdigan de Armani Exchange, camisa y pantalo?n de Dolce & Gabbana, jersey de cuello alto de Boss y botines de Dior Men. Cristina Marcos, vestido de piel de Uterqu?e, blusa de Pedro del Hierro, sandalias de Pedro Garci?a, pendientes de GinGer & VelVet y guantes de Gucci, y lleva ma?scara de pestan?as Hypno?se, de Lanco?me. Papel de pared modelo Espejismo de Coordonne?, butaca Eero Aarnio de La Europea, robots y gafas de realidad virtual de Juguetro?nica, caballito de madera reciclada de Lobo Feliz, alfombra de BSB y escalera de Kartell.
Confeti dance
Irene Visedo lleva top de Ganni, pantalo?n de Max Mara, corbata de Dolce & Gabbana a modo de diadema, cinturo?n de Acne Studios y pendientes de UNOde50. Paloma Bloyd, camisa y pantalo?n de Sleeper, diadema de Thalatha, pendientes de Bimba y Lola y anillo de Beatriz Palacios. Ana Arias, blusa de Rochas, vestido de Zalando ¡Á Vivienne Westwood, pendientes de Aldazabal y anillos de DiamondFire. Carmen Climent, vestido de Alexander McQueen, pendientes de Aldazabal y anillo de DiamondFire, y lleva delineador de ojos Le Crayon Kho?l, de Lanco?me. Papel de pared y cortina de terciopelo rosa de Gancedo, y alfombra de BSB.
Sobremesa con la abuela
Irene Visedo lleva vestido de Isabel Marant, pendientes de Aldazabal y sombrero de Cos, y ha utilizado la sombra de ojos Hypno?se Palette, en tono Terre de Sienne y Smokey Chic, de Lanco?me. Carmen Climent, vestido de Bottega Veneta, gorro de Gucci y pendientes de Aldazabal. Mesa de ma?rmol an?os cincuenta de IKB 191, papel de pared modelo Paci?fica de Coordonne?, vajilla de Vajillas Ultramar, sillas de Rue Vintage 74, butaca de terciopelo rojode Cassina, corona de Navidad de Alejandro Ferna?ndez Banegas y servilletas y bajoplato de Zara Home. El holograma fue realizado por Holograma 3D.
Brindis en la mejor compan?i?a.
Natalia Milla?n lleva vestido de Givenchy, pendiente de Beatriz Palacios, anillo de DiamondFire y anillo de Aristocrazy, y ha utilizado el labial L¡¯Absolu Rouge Drama Matte, de Lanco?me. Papel de pared de Gancedo, vajilla de Vajillas de Ultramar, copa de champa?n de Vista Alegre, bajoplato de Zara Home y centro floral de Alejandro Ferna?ndez Banegas.
Cerrar la fiesta
Ana Duato lleva camisa y falda de Fendi, sujetador de Eres, zapatos de Pedro Garci?a y pendientes de Aldazabal, y ha utilizado la ma?scara de pestan?as de larga duracio?n Monsieur Big, de Lanco?me. Imanol Arias, mono de Alexander McQueen, jersey de cuello alto de Uniqlo y sleepers de Dolce & Gabbana. Papel de pared modelo Paci?fica de Coordonne?, sofa? de piel Bubble Cuir de Roche Bobois y alfombra de BSB.
Dise?o de set: Amaya de Toledo. Maquillaje: Ricardo Calero para Lanc?me. Jacobo Delgado es guionista de la serie de TVE Cu¨¦ntame.
Peluquer¨ªa: Pilar Lucas (The Artist Talents) para I.C.O.N. y Dyson Hair. Estilismo de comida: Alejandra P¨¦rez de la Vega. Florista: Alex Fern¨¢ndez. Asistentes de fotograf¨ªa: Adri¨¤ Botella, Diego G¨®mez y Gabriel Mendiz¨¢bal. Asistentes de estilismo: Nora Ferreira y Raquel Britto. Asistente de maquillaje: Miriam Hern¨¢ndez. Asistentes de peluquer¨ªa: Pilar Ortiz y Sara Trueba. (The Artist Talents). Producci¨®n: Lighthouse Photoagency. Agradecimientos: www.holograma3D.es, www.juguetronica.com, www.mini-cooking.com.
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