Despertar el amor por la lectura a trav¨¦s del c¨®mic
Cualquier libro puede ser la puerta de entrada, siempre que nos guste lo que encontremos al abrirla
¡°Las personas que nos ense?an algo nos dejan un recuerdo particularmente vivido en la memoria¡±, escrib¨ªa Maggie O¡¯Farrell en Sigo aqu¨ª (Libros del Asteroide). No solo las personas, tambi¨¦n los libros se convierten en fotogramas de un momento determinado de nuestras vidas. De mi infancia, por ejemplo, recuerdo con cari?o la colecci¨®n de c¨®mics de Las aventuras de Ast¨¦rix. Aquella azul, de tapas acolchadas, que publicaba Grijalbo all¨¢ por los ochenta. Cu¨¢ntas horas luchando por mantener a salvo de los romanos a aquella aldea situada al noroeste de la Galia. No fue el ¨²nico contacto que yo y mi hermano tuvimos con el c¨®mic: Mafalda, 13 Rue del Percebe, Mortadelo y Filem¨®n o Zipi y Zape se colaban entre aquellas lecturas ¨Cno siempre gratificantes¨C que nos impon¨ªan desde el colegio. Supongo que como dice Paula Martos, historiadora y autora del blog Yo, mi, me, con libro, durante mucho tiempo los c¨®mics han sido considerados lecturas menores, y sus lectores, lectores de segunda, claro. ?Qu¨¦ profesor se animaba a prescribir un c¨®mic como propuesta de lectura durante el curso? Seguramente ninguno lo hizo entonces. O pocos. ?Y ahora?
Cuenta Rom¨¢n Belmonte, maestro y autor del blog especializado en literatura infantil y juvenil Donde viven los monstruos, que a¨²n es poco habitual que el c¨®mic sea una sugerencia de lectura en el aula. Sin embargo, s¨ª penetra m¨¢s en las escuelas como herramienta de alfabetizaci¨®n ¨Cal igual que sucede con el ¨¢lbum ilustrado¨C, sobre todo en las primeras etapas de la educaci¨®n primaria. En secundaria, seg¨²n Belmonte, su presencia es solo testimonial por los prejuicios que hay todav¨ªa hacia este formato. ¡°La diversificaci¨®n literaria es altamente necesaria¡±, se?ala el experto en LIJ para quien adem¨¢s de considerar imprescindible adecuarse a los intereses de ni?os y adultos, no se debe pasar por alto que la literatura gr¨¢fica comparte muchos aspectos de los nuevos marcos de lectura que ofrecen hoy el universo audiovisual y las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y comunicaci¨®n. ¡°Con ello no quiero decir que el ni?o deba empezar leyendo novela gr¨¢fica y terminando con una novela como Bomarzo. Puede ser al rev¨¦s. El itinerario lector puede ser tan variopinto como lectores existan. Lo verdaderamente importante es ampliar la oferta y ensalzar el valor de la lectura¡±, explica.
No, no son lecturas ¡°menores¡±
Las editoriales de literatura infantil y juvenil ya no piensan solo en los ¨¢lbumes ilustrados. De unos a?os a esta parte, el c¨®mic comparte con ellos estanter¨ªas y lecturas nocturnas y parece estar despoj¨¢ndose de ese halo de prejuicios que tan injustamente se le ha otorgado. En opini¨®n de Rom¨¢n Belmonte hay dos motivos por los que ha sido hasta ahora un formato poco valorado: su origen y la presunci¨®n de sencillez. ¡°Las historietas ¨Cantecesoras del c¨®mic y/o la novela gr¨¢fica¨C nacieron de lo ir¨®nico, del humor, algo que a pesar del paso del tiempo y de la gran cantidad de obras reconocidas sigue asoci¨¢ndose al g¨¦nero. Adem¨¢s, est¨¢ la impresi¨®n negativa que el mundo adulto en general, y el acad¨¦mico en particular, tienen sobre los g¨¦neros de la narrativa gr¨¢fica, como el libro-¨¢lbum o el c¨®mic, pues a esas im¨¢genes que acompa?an a las palabras se les presupone un lenguaje m¨¢s sencillo¡±, argumenta. ?Vamos rompiendo con estos prejuicios? Responde el experto el LIJ que aunque algunos adultos siguen siendo reticentes, otros muchos ¨Centre los que se cuentan docentes y prescriptores de lectura¨C llevan a?os rompiendo con esos prejuicios y est¨¢n abriendo el camino de la lectura a trav¨¦s de los m¨²ltiples g¨¦neros literarios y diversificando propuestas.
Comparte esa idea Daniel Piqueras Fisk, autor e ilustrador de libros en este formato como Glup u Homo. Para el ilustrador, la riqueza cultural precisa de variedad. ¡°Para descubrir nuevos autores y nuevas historias necesitamos probar, hacernos con diferentes tipos de libros, con otras maneras de contar las historias¡±, dice, pero tambi¨¦n sabe que a¨²n ocurre que nos acabamos decantando por ¡°lo seguro¡±, por aquel libro que ya sabemos que cumple alguna funci¨®n. ¡°Solo hay que darse un paseo por una feria del libro para comprobarlo¡±, lamenta.
Desde la editorial La casita roja apuestan desde 2016 por una l¨ªnea editorial de c¨®mic infantil. Comenzaron con la publicaci¨®n en Espa?a de La caja sorpresa de Art Spiegelman y El globo rojo en la lluvia de Liniers, dos de los t¨ªtulos de la colecci¨®n Toon Books de Fran?oise Mouly, editora y directora de arte de The New Yorker. Para Estefan¨ªa Santamar¨ªa, responsable de marketing y comunicaci¨®n de la editorial, fue toda una suerte porque encajan perfectamente con lo que consideran que puede aportar la lectura de un c¨®mic: despertar el gusto por la lectura como una forma m¨¢s de ocio, pero ¡°un tipo de lectura detenida y profunda que aporte un esp¨ªritu cr¨ªtico a los m¨¢s peque?os¡±. Cuenta Santamar¨ªa que creen que poco a poco nos estamos liberando de muchos de los prejuicios que se ten¨ªan hacia este formato y se est¨¢ llegando a un p¨²blico mayor. Insiste tambi¨¦n en que no creen que haya ning¨²n ni?o o ni?a al que no le gusten los c¨®mics. ¡°Si alguien encuentra alguno, le rogamos que nos avise porque nosotros no conocemos a ninguno¡±, bromea.
En 2016 Andana Editorial tambi¨¦n se animaba con el c¨®mic pensando en los lectores j¨®venes y lanzaba el primer t¨ªtulo de la saga juvenil de la detective Anna D¨¦dalus. Su autor, Miguel ?ngel Giner Bou, cree que no se trata del formato que se utiliza para contar las historias sino de la calidad de esas historias. ¡°Hay buenos libros y otros no tan buenos¡±, dice, y cree que es importante que un libro, tenga el formato que tenga, pueda ser le¨ªdo por diferentes grupos de edad: ¡°Una de las cosas que m¨¢s me satisfacen de la saga es cuando una madre o un padre me dicen que tambi¨¦n lo han le¨ªdo y que se lo han pasado muy bien, que tienen ganas de que llegue el siguiente¡±.
Motivos para poner el c¨®mic en las manos de ni?os y j¨®venes
Entre quienes se dedican a la literatura infantil y juvenil se suele compartir la idea de que el c¨®mic puede ser una herramienta fant¨¢stica para despertar el amor por la lectura en ni?os y j¨®venes lectores que pueden no sentirse atra¨ªdos por otros formatos. No al menos en un primer momento. En La casita roja, por ejemplo, consideran que el c¨®mic es la mejor puerta de entrada a la lectura porque los peque?os crecen en un mundo esencialmente visual, como lo es, claro, el c¨®mic. Adem¨¢s, para Estefan¨ªa Santamar¨ªa, los c¨®mics permiten a los ni?os y ni?as que a¨²n no saben leer o que est¨¢n aprendiendo seguir aut¨®nomamente la historia mirando las ilustraciones lo que en su opini¨®n despertar¨¢ su curiosidad por saber qu¨¦ pone en los bocadillos. Otra ventaja que encuentran desde la editorial es que, al tener menos texto, permite al lector tener mucha autonom¨ªa para ir descubriendo el libro poco a poco, sin sentirse abrumado.
Y es que, el poderoso lenguaje narrativo que ofrece la combinaci¨®n de imagen y texto tambi¨¦n es un valor a?adido. As¨ª lo ve Rom¨¢n Belmonte, para quien se trata de una lectura enriquecida llena de multitud de detalles en los que vi?etas y calles son el marco espacio-temporal, unas caracter¨ªsticas que ¡°favorecen la primera alfabetizaci¨®n, permiten seguir el hilo argumental o ampl¨ªan la informaci¨®n a trav¨¦s de los detalles gr¨¢ficos¡±. En el caso de los c¨®mics mudos ocurre tambi¨¦n que se puede romper con las barreras del idioma, de la cultura y de la capacidad de lectura de la que hablaba Estefan¨ªa Santamar¨ªa. ¡°El lenguaje visual y simb¨®lico es universal, com¨²n y compartido por todos los seres humanos desde antes incluso de la aparici¨®n de la escritura. Todos reconocemos una expresi¨®n de tristeza, alegr¨ªa o miedo sea de donde sea, hable el idioma que hable¡±, explica Daniel Piqueras Fisk, autor de varios c¨®mics en este g¨¦nero. Y a?ade: ¡°Un c¨®mic aporta poco pero el h¨¢bito de leer c¨®mics aporta mucho: tranquilidad, reflexi¨®n, un espacio propio, intuici¨®n, sensibilidad y hasta inteligencia¡±.
?Para todos los lectores? Ricard Peris, cofundador de la editorial Andana, observ¨® que el lector joven aficionado al c¨®mic no sol¨ªa leer novela y viceversa, el de novela no le¨ªa c¨®mic. Pens¨® entonces que hab¨ªa que buscar una estrategia para introducir ambas cosas en un solo libro. Miguel ?ngel Giner se atrevi¨® a juntar los dos formatos en la trilog¨ªa de la detective Anna D¨¦dalus , de manera que fluyera la narrativa y de que ambas partes, la literaria y la gr¨¢fica, fueran igual de importantes. Para ello cre¨® los cuadernos que explican los casos en que se ven inmersos los protagonistas. ¡°Es imposible leer una parte sin la otra, no puedes leer solo el c¨®mic o solo la parte literaria. Pasar de un lenguaje a otro, que cambie el ritmo de lectura, creo que lo hace m¨¢s apetecible para que los lectores se aficionen a diversos formatos¡±.
Concluye Rom¨¢n Belmonte con una consideraci¨®n fundamental: ¡°Cualquier libro puede ser la puerta de entrada a la lectura, siempre que nos guste lo que encontremos al abrirla¡±. Lo que no debemos dudar, seg¨²n Belmonte, es sobre su validez: ¡°He le¨ªdo vi?etas m¨¢s poderosas que algunas novelas, como Little Nemo de Winsor McCay o Maus de Art Spiegelman. El c¨®mic puede decir muchas cosas a los lectores. Su naturaleza gr¨¢fica tambi¨¦n contribuye a apreciar la lectura desde un punto de vista diferente del cl¨¢sico, sobre todo porque se relaciona m¨¢s con esa cultura de la imagen en la que vivimos inmersos y que puede que la haga m¨¢s cercana y asimilable¡±. En lo que a c¨®mic infantil se refiere recomienda t¨ªtulos como SuperPatata, Fox & Chick, Solos, La sociedad de los dragones de t¨¦ o los cl¨¢sicos Tint¨ªn, Asterix y Yakari. En juvenil, Papaya Salad, Percevan, Mouse Guard y Barrio Lejano. Una buena lista para fascinar a ni?os ¨Cy adultos¨C sin que exista un mejor motivo para hacerlo que el del disfrute.
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