¡®Bullying¡¯: los ¡®malos¡¯ tambi¨¦n necesitan ayuda
El caso del grupo de adolescentes de Vigo que ten¨ªa atemorizado a otro joven destapa, una vez m¨¢s, la importancia de prevenir, vigilar e intervenir a tiempo. ?Es posible la marcha atr¨¢s en la espiral de violencia temprana?
¡°Lo sabe todo el mundo, pero como son menores no se puede hacer nada¡±. Este fue el mensaje que el padre de un menor agredido en Vigo por un grupo de j¨®venes armados con pu?os americanos el pasado noviembre expres¨® ante los medios de comunicaci¨®n, impotente, por lo que consider¨® una respuesta ineficaz del sistema educativo. Tras el suceso, el joven agredido dej¨® de ir al instituto y sigui¨® recibiendo amenazas. La Fiscal¨ªa de Menores intervino y hasta Ant¨®n Losada, subdelegado de Gobierno en Pontevedra, se pronunci¨®: ¡°No quiero quitar importancia a estas actitudes, pero insisto en que no podemos olvidar que se trata de una persona que no ha alcanzado la madurez¡±. Losada se refer¨ªa as¨ª a las edades de los implicados, de 14 y 15 a?os, con un cabecilla que el pasado mes diciembre, tras la denuncia por parte de los padres del menor, fue detenido y cop¨® titulares bajo el apodo de patr¨®n de Vigo. O mat¨®n de adolescentes, fue otro de los calificativos.
No se puede esquivar la repulsa ante unos hechos como los denunciados. Seg¨²n el padre de la v¨ªctima, el acoso se inici¨® hace a?os con amenazas, hostigamiento y hasta robos. Pero a finales de noviembre de 2024 dieron un paso m¨¢s y lo golpearon en plena calle, dej¨¢ndole lesiones en la cara y el abdomen. Como recompensa por sus actos, se llevaron el m¨®vil. Como explic¨® el propio Losada, quiz¨¢s no eran conscientes de las consecuencias: ¡°En cuanto el cabecilla fue informado de lo que implicaban sus acciones, se derrumb¨® y no pudo contener las l¨¢grimas¡±. ?No eran realmente conscientes de sus actos? ?No sab¨ªan el dolor que estaban causando? ?Desconoc¨ªan que un comportamiento as¨ª est¨¢ penalizado? ?Se sent¨ªan impunes? Y, la duda m¨¢s importante: ?Ser¨¢n capaces de reincidir o est¨¢n y estamos a tiempo de frenar la espiral en la que se hab¨ªan metido? ?C¨®mo podemos trabajar para evitar este tipo de conductas?
Todos los ni?os, ni?as y adolescentes espa?oles van a estar escolarizados, y es este en este contexto donde m¨¢s habilidades pueden aprender para poner en pr¨¢ctica y acabar con la violencia en las aulas. No podemos olvidar que el modelado entre iguales es muy importante e influyente. En este sentido, un agresor probablemente no ha tenido el l¨ªmite que necesitaba de los dem¨¢s, m¨¢s bien, al contrario, ha sido reforzado. Por esto, es fundamental trabajar desde los centros educativos factores de protecci¨®n y riesgo, y habilidades sociales y cognitivas, para ayudar a que no se den este tipo de comportamientos.
El psic¨®logo y pedagogo ucraniano-canadiense Albert Bandura defini¨® el aprendizaje vicario o aprendizaje por observaci¨®n como el aprendizaje que se obtiene por medio de la imitaci¨®n de la conducta realizada por un modelo. Aprender de un modelo y reforzar ese aprendizaje facilita mucho aprender habilidades nuevas que de otra forma tardar¨ªan en aprenderse mucho m¨¢s tiempo. Y esto vale para lo bueno y para lo malo. Es crucial, por tanto, buscar en los grupos de iguales modelos adecuados de comportamiento que puedan ayudar a prevenir este tipo de situaciones partiendo de relaciones saludables.
Pero, por otro lado, trabajar tambi¨¦n a nivel interno, de autocontrol y de saber parar antes de hacer da?o. En este sentido, debe ser un objetivo fundamental ense?ar desde peque?os a trabajar el lenguaje interno como forma de control inhibitorio de la conducta o, lo que es lo mismo, tener autocontrol y saber generar alternativas ante conductas inadecuadas o violentas, y saber parar para tener en cuenta las necesidades de los dem¨¢s en vez de imponer las propias.
En un instituto tenemos que ser capaces de poder prevenir este tipo de conductas desde el acompa?amiento y la formaci¨®n en aspectos relacionados con los sentimientos, pensamientos, conductas y emociones hacia los dem¨¢s.
?Qu¨¦ es lo que falla?
Si dentro de nuestra historia de aprendizaje hemos obtenido beneficios de conductas inadecuadas, junto con modelos de comportamiento inadecuados, este comportamiento ser¨¢ el que prevalezca. Es por este motivo que desde Educaci¨®n Primaria debemos trabajar tanto valores como intereses y necesidades comunes para tratar de ayudar lo m¨¢ximo posible y que no se den este tipo de situaciones, y, sobre todo, para que no haya v¨ªctimas que tengan que sufrir este tipo de vejaciones.
?Por qu¨¦ hay adolescentes que s¨ª cambian? Porque les hemos ayudado a hacerlo. Pero generar un cambio no significa desligarles de su responsabilidad, m¨¢s bien al contrario, es ayudarles a que la asuman y rescindan el da?o causado. Por eso, ense?ar a resolver conflictos, a entender emociones y a saber ponerse l¨ªmites teniendo en cuenta las necesidades de los dem¨¢s es fundamental en un centro educativo.
Por lo tanto, debemos reforzar y premiar comportamientos adecuados y extinguir los inadecuados. Esto significa saber trabajar en vez de castigar, pues la sanci¨®n o reprimenda tiene poco o ning¨²n efecto sobre el comportamiento si no va acompa?ado de otro tipo de intervenci¨®n basada en fortalecer conductas funcionales, adecuadas y adaptadas a un contexto social determinado. Por tanto, que gane fuerza el comportamiento adecuado y la pierda el inadecuado es el objetivo, m¨¢s all¨¢ de sancionar o expulsar.
Y todo esto, sin olvidar trabajar con la v¨ªctima. Su proceso ahora ser¨¢ tambi¨¦n dif¨ªcil, aunque no estar¨¢ solo. Ninguno debe quedarse solo: ni apartar a la v¨ªctima ni al victimario, porque ambos se deben sentir reintegrados en la sociedad. Trabajar en equipo se convierte en algo esencial dentro de nuestra historia de aprendizaje por una raz¨®n muy sencilla: sentirnos queridos y parte de un grupo donde nos cuidamos y cuidamos a los dem¨¢s.
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