Terapia obligatoria para suavizar el divorcio
Dinamarca innova en las pol¨ªticas de familia e impone un curso obligatorio a matrimonios con hijos menores de edad para que puedan obtener la separaci¨®n legal
Desde 2013, las parejas en Dinamarca pod¨ªan divorciarse por Internet. Un matrimonio mal avenido pod¨ªa levantarse un d¨ªa y obtener el certificado de divorcio en una semana a golpe de clic. Hasta el pasado 1 de abril. El Ejecutivo, por entonces liderado por una coalici¨®n liberal-conservadora (con el apoyo externo de la ultraderecha), aprob¨® una norma por la que las parejas tanto heterosexuales como del mismo sexo deb¨ªan superar un curso online que los ayude a rebajar toda esa tensi¨®n acumulada tras un periodo de disputas y hast¨ªo y esperar al menos tres meses desde la solicitud del divorcio para obtener la tan ansiada separaci¨®n. La medida es obligatoria para matrimonios con hijos menores a su cargo ¡ªsiempre y cuando no haya habido violencia¡ª, aunque est¨¢ abierta de manera gratuita a todo el que lo solicite.
¡°Lo que ha decidido el Gobierno es imponer un periodo de reflexi¨®n de tres meses a las parejas que hayan tomado la decisi¨®n de divorciarse y la obligatoriedad de realizar un curso online para que est¨¦n preparados para afrontar esa situaci¨®n¡± de estr¨¦s que adem¨¢s se puede trasladar a los hijos menores, sostiene al tel¨¦fono Gerts Martin Hald, investigador de Sanidad P¨²blica en la Universidad de Copenhague y uno de los dos desarrolladores de la plataforma digital. La plataforma Samarbejde Efter Skilsmisse (Colaboraci¨®n despu¨¦s del Divorcio, en dan¨¦s), para las parejas que han decidido romper el v¨ªnculo matrimonial, es gratuita. ¡°Miles de ciudadanos ya han hecho el curso (¡) La plataforma les ayuda a superar las t¨ªpicas reacciones de una separaci¨®n como el estr¨¦s, la ansiedad, las dudas sobre c¨®mo interactuar con los hijos¡±, enumera Hald, quien lamenta que a¨²n es demasiado pronto para ofrecer estad¨ªsticas m¨¢s detalladas. Lo que pretende este curso obligatorio es ser una herramienta para que el proceso de separaci¨®n transcurra del modo m¨¢s tranquilo posible ¡ªespecialmente en relaci¨®n con el sufrimiento de los menores¡ª. No pretende evitarlo. ¡°Las parejas que lo cursan es porque ya han tomado la firme decisi¨®n de divorciarse¡±, a?ade el docente.
Junto a otro colega, este investigador empez¨® a desarrollar en 2013 esta plataforma enfocada en mejorar la salud mental de las parejas con problemas; y ya en los primeros estudios comprob¨® c¨®mo la depresi¨®n, el estr¨¦s o la ansiedad disminu¨ªan en aquellas que dedicaban al curso obligatorio los 30 minutos que dura. En ¨¦l aprenden, principalmente, a manejar las emociones m¨¢s profundas: tristeza, rabia, ira, soledad¡ Mientras, los expertos pudieron comprobar c¨®mo estos s¨ªntomas se manten¨ªan ¡ªo aumentaban¡ªen aquellos matrimonios que no lo segu¨ªan. La plataforma incluye m¨®dulos voluntarios para quienes quieran profundizar en otros temas.
Deja ir y perdona. Rompe con el pensamiento negativo. Controla la ira. Pon a los ni?os en el centro. Mejora la comunicaci¨®n. Aprende a pasar vacaciones y cumplea?os. Los anteriores son los temas del m¨®dulo obligatorio en los que el Estado dan¨¦s ¡ªahora gobernado por los socialdem¨®cratas en solitario¡ª ha decidido que se debe hacer hincapi¨¦ con el objetivo de ahorrar dinero a las arcas p¨²blicas en potenciales tratamientos m¨¦dicos. En 2017, se divorciaron en Dinamarca 2,6 personas por cada 1.000 habitantes (frente a 2,1 en Espa?a).
¡°Si el doctor de un ni?o cree que necesita ayuda psicol¨®gica, el Estado ofrece una subvenci¨®n para el tratamiento¡±, asegura Julie Troldborg, portavoz de Bornsvilkar, una organizaci¨®n encargada de la protecci¨®n de la infancia. Con este curso, el gasto p¨²blico disminuir¨¢, aunque a¨²n es pronto para determinar una cuant¨ªa exacta, sostiene Hald, el experto en Sanidad P¨²blica. Troldborg explica que a menudo los hijos se sienten responsables de la separaci¨®n de sus padres y que ¡°si los divorcios no se manejan bien, los ni?os sufrir¨¢n profundamente¡±.
Lo que se pretende es que el proceso de separaci¨®n transcurra del modo m¨¢s tranquilo posible, no frenarlo
Isabella (nombre ficticio porque no quiere revelar su identidad real) cuenta a trav¨¦s de un correo electr¨®nico que se divorci¨® de su marido cuando el curso online a¨²n no era obligatorio. Pero tras una separaci¨®n dif¨ªcil, decidi¨® entrar en la plataforma: ¡°Me ayud¨® mucho saber que no estaba sola, que muchos otros hab¨ªan estado en la misma situaci¨®n y se sent¨ªan de la misma manera que yo¡±, explica. Su exmarido, sin embargo, no lo hizo y ahora Isabella se lamenta de que no pudo poner en pr¨¢ctica los ¡°buenos consejos¡± que ofrece la herramienta. ¡°Creo que es una buena idea que sea obligatorio para ambos padres y la ¨²nica forma de lograr que lo sigan es hacerlo obligatorio antes de que se pueda aprobar el divorcio¡± en tres meses, remacha alabando as¨ª la novedosa iniciativa del reino dan¨¦s.
El caso de Claus, ingeniero inform¨¢tico de 59 a?os y sin hijos en com¨²n con su exesposa, es un ejemplo del buen funcionamiento del curso. Poco despu¨¦s de divorciarse en 2017, cuando a¨²n no hab¨ªa entrado en vigor la ley que obliga a pasar los tres meses de ¡°periodo de reflexi¨®n¡± (¨¦l se autoimpuso cuatro meses pactados con su esposa) y el curso online, Claus comenz¨® a sentirse deprimido y con ansiedad. ¡°Pens¨¦ que era el ¨²nico hombre soltero por donde quiera que iba y que todas las mujeres sospechaban de m¨ª¡±, confiesa a trav¨¦s de un correo electr¨®nico. La plataforma, Colaboraci¨®n despu¨¦s del Divorcio, le ayud¨®. ¡°Se trata de cambiar el patr¨®n de pensamientos¡±, resume visiblemente satisfecho.
Frente a las casi inexistentes cr¨ªticas del posible intervencionismo del Estado y el sector p¨²blico en asuntos de cama, Hald es tajante: ¡°Vale la pena¡±, dice tras observar la exitosa acogida de la iniciativa por la sociedad. Troldborg a?ade, adem¨¢s, la utilidad de poder realizar el curso desde casa, cuando uno se encuentra c¨®modo. ¡°Es en beneficio de los ni?os¡±, insiste.
Protecci¨®n de la infancia
Dinamarca tiene poco m¨¢s de cinco millones y medio de habitantes. El pa¨ªs escandinavo, que tradicionalmente ha sido considerado un oasis para las pol¨ªticas de bienestar gracias a la eficiente gesti¨®n de una gran carga impositiva y a una corrupci¨®n casi inexistente, seg¨²n los ¨ªndices de Transparencia Internacional, da un paso m¨¢s y ha convertido en obligatorio lo que hasta ahora exist¨ªa de forma voluntaria en el ¨¢mbito local.
El municipio de Ringkobing-Skjern, al oeste del pa¨ªs, lleva desde 2011 poniendo m¨¢s empe?o en la protecci¨®n de las familias, especialmente los menores. Jette Haislund es la directora de Sanidad y explica al tel¨¦fono que gracias a varios cursos para padres (desde terapias de grupo a sesiones privadas de psic¨®logo para parejas) consiguieron disminuir los divorcios un 17% en 2012, ¨²ltimo a?o del que ofrece datos. ¡°Todo un ¨¦xito¡±, presume la funcionaria de este pionero municipio.
Divorciarse a trav¨¦s de Internet de un d¨ªa para otro ¡°no era una buena idea¡±, en su opini¨®n. Haislund cree que el Gobierno central tom¨® la determinaci¨®n de imponer el curso online obligatorio (que ha costado alrededor de dos millones de euros) para evitar las separaciones, adem¨¢s de participar en la disminuci¨®n de enfermedades psicol¨®gicas y el consiguiente gasto p¨²blico en sus tratamientos. Ringkobing-Skjern invierte 600.000 coronas danesas (poco m¨¢s de 80.200 euros) al a?o en este tipo de servicios, pero Haislund asegura que lo ahorrado en terapias para ni?os con traumas psicol¨®gicos por una separaci¨®n de sus padres complicada es mucho mayor.
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