As¨ª es el divorcio ideal en un matrimonio con hijos
Esto es lo que recomiendan los expertos para evitar los errores que m¨¢s da?o hacen, y conseguir as¨ª separar los caminos de la mejor manera posible
Para muchas parejas, las vacaciones de verano suponen una aut¨¦ntica luna de miel, un respiro de la rutina o, simplemente, un ancla a la que agarrarse cuando la relaci¨®n se tambalea. Sin embargo, para otras, convivir las 24 horas del d¨ªa puede suponer una aut¨¦ntica pesadilla que acaba con un divorcio en septiembre. As¨ª lo indican los datos ofrecidos por el Servicio de Estad¨ªstica del Consejo General del Poder Judicial. Sin ir m¨¢s lejos, en 2013 se llegaron a registrar en estas fechas el 28% del total de las separaciones, seguido por el per¨ªodo de despu¨¦s de las vacaciones de Navidad y Semana Santa. Pero ?qu¨¦ es lo que ocurre en estas ¨¦pocas?
Para la presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Abogados de Familia (Aeafa), Mar¨ªa Dolores Lozano, estos datos responden, en primer lugar, al hecho de que las parejas pasan m¨¢s tiempo juntas durante las vacaciones: "Cuando los ni?os van colegio y los padres al trabajo, la vida resulta m¨¢s organizada y hay menos tiempo para discutir". Pero m¨¢s all¨¢ de las fricciones, existe otro factor determinante, y es que agosto es un mes inh¨¢bil para los juzgados. Por eso, se?ala la experta, "muchas personas prefieren esperar a septiembre en vez de hacerlo en julio y as¨ª evitar el par¨®n legal".
Seg¨²n el I Observatorio del Derecho de Familia en Espa?a elaborado por Aeafa, el 97% de los divorcios tiene un nivel alto o muy alto de conflictividad en parejas con hijos. En comparaci¨®n, el nivel de enfrentamiento se limita solo al 16% de los casos cuando no hay descendencia de por medio. De manera consciente o inconsciente, durante el proceso de divorcio los progenitores tienden a cometer errores que causan dolor y que pueden dejar secuelas en los hijos. Saber cu¨¢les son esos fallos es fundamental, puesto que es el primer paso para evitarlos.
La importancia de un buen abogado, y de pisar poco el juzgado
Igual que para un problema del coraz¨®n uno va al cardi¨®logo y no al m¨¦dico de cabecera, para una disoluci¨®n matrimonial es preciso recurrir a un abogado especializado en la materia. "Es un error muy frecuente no ir a un experto que, adem¨¢s de saber sobre derecho, tenga nociones de psicolog¨ªa y mediaci¨®n. Porque un divorcio es un asunto complicado que requiere una formaci¨®n interdisciplinar", se?ala Lozano. En este sentido, destaca la importancia de que haya un proceso de mediaci¨®n previo al juzgado. "Nadie conoce mejor a una familia que ella misma, as¨ª que llegar a acuerdos facilitar¨¢ las decisiones posteriores que se tomen sobre los hijos", advierte.
La falta de negociaci¨®n y de acuerdo entre las partes frecuentemente deriva en una judicializaci¨®n de la vida familiar. "Cuando los progenitores no coinciden en nada y delegan toda decisi¨®n en el juzgado est¨¢n convirtiendo a los jueces en los terceros padres", sostiene la presidenta de la Aeafa. En la misma l¨ªnea, la doctora en Psicolog¨ªa y directora del Centro de Resoluci¨®n de Conflictos Apside, Trinidad Bernal, rechaza la idea de que sea el sistema judicial el que determine si el ni?o puede ir a una excursi¨®n escolar, hacer un viaje con amigos o seguir cierto tratamiento m¨¦dico. "Estas decisiones suelen ser irreversibles, por eso es interesante que previamente los padres reconstruyan de mutuo acuerdo la f¨®rmula familiar, lleven a cabo un plan de parentalidad y permitan que los hijos sigan teniendo la misma relaci¨®n con sus progenitores", sugiere.
La edad s¨ª importa, pero no como creemos
Se tiende a creer que cuando los hijos reaccionan mejor al proceso de ruptura cuando son mayores. Sin embargo, seg¨²n un estudio elaborado por la Fundaci¨®n Atyme, en el que participaron m¨¢s de 50 j¨®venes que han pasado por esta experiencia, los ni?os afrontan estas situaciones mejor que los adultos. Bajo el nombre ¡®Hijos, mediaci¨®n y divorcio¡¯, el informe recoge que, si bien en el 87% de los casos hay una respuesta negativa ante la separaci¨®n, el 38% de los hijos mayores y el 16% de los adolescentes sienten enfado por el divorcio, mientras que en los ni?os solo ocurre en el 3% de los casos. Adem¨¢s, el documento explicita que los adolescentes son los que m¨¢s miedo y tristeza sienten.
Con todo, "cuanto m¨¢s peque?os son los hijos, menos recursos defensivos tienen y, aunque son menos conscientes, no por ello dejan de experimentar las consecuencias del divorcio. Si adem¨¢s es muy conflictivo es probable que sea traum¨¢tico y muy doloroso", refiere el doctor en Psicolog¨ªa y Pedagog¨ªa Valent¨ªn Mart¨ªnez-Otero. Esto puede llegar a traducirse en trastornos de ansiedad, depresi¨®n, en problemas digestivos, somatizaciones y, m¨¢s frecuentemente, en un descenso del rendimiento escolar. Para el especialista, la personalidad y el estilo de afrontamiento marcan la diferencia; en el caso de los adolescentes, que si canalizan negativamente la situaci¨®n tienden a presentar un comportamiento muy rebelde y d¨ªscolo. "El mayor error es pensar que no les est¨¢ afectando porque no se pronuncian al respecto", matiza.
Otro error com¨²n es utilizar a los hijos como mensajeros o como un medio para herir al otro. Lo sabe bien la doctora Concepci¨®n Bonet de Luna, vocal de Pediatr¨ªa de la Comisi¨®n de Deontolog¨ªa del Colegio de M¨¦dicos de Madrid ¨Cque ha publicado un dec¨¢logo sobre atenci¨®n a menores con padres en proceso de divorcio conflictivo¨C, quien trata diariamente a hijos de parejas que se encuentran en un proceso de separaci¨®n. "La inmadurez en las relaciones modernas genera un fuerte sentimiento de odio y agresividad cuando la relaci¨®n se rompe. Por eso muchas personas aprovecha cualquier oportunidad para da?ar al otro", reflexiona. A veces esa "oportunidad" son los hijos. "Es perverso que un padre o madre hable mal del otro delante del ni?o o la ni?a, o los utilice para mandar recados al otro progenitor cuando se encuentran en viviendas distintas. Los m¨¢s peque?os necesitan tener siempre una imagen positiva de los padres", subraya.
Seg¨²n detalla la experta, estas situaciones acostumbran a provocar en los hijos sentimientos de desorientaci¨®n e inseguridad hacia ambos progenitores. "Es importante que los padres asuman que separarse no es ning¨²n fracaso, pero si hemos decidido tener hijos tenemos una responsabilidad con ellos y debemos usar todas las herramientas a nuestro manejo para garantizar que salgan lo menos da?ados posible", concluye.
Presentar a una nueva pareja requiere escoger bien el momento
Aunque cada familia tiene sus tempos, presentar a los hijos a una nueva pareja con el proceso de divorcio a¨²n en curso no siempre es una buena idea. Se trata de una decisi¨®n, cuando menos, delicada. Bernal recuerda que conviene tener cierta precauci¨®n, sobre todo si no se tiene muy claro la permanencia de la nueva relaci¨®n y si uno de los exc¨®nyuges no ha superado la separaci¨®n.
Para Mart¨ªnez-Otero, tambi¨¦n profesor de la Universidad Complutense de Madrid, el di¨¢logo y la comunicaci¨®n son esenciales en estos casos. "Hay que explicar que de ning¨²n modo se trata de sustituir al otro progenitor, aunque en algunos aspectos pueda tener una funci¨®n an¨¢loga", detalla. De esta manera ¨Ca?ade¨C, los ni?os pueden comprender y asimilar mejor, y completar el proceso de adaptaci¨®n, que viene determinado por la edad. Pero no de la manera que creemos.
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