Scott Morrison, el pol¨ªtico del carb¨®n y las ascuas
Los incendios en Australia han obligado al primer ministro a cambiar su discurso sobre el clima
Despu¨¦s de 32 fallecidos y 10 millones de hect¨¢reas quemadas, el primer ministro australiano se ha visto obligado a cambiar ligeramente su discurso. Los incendios que est¨¢n arrasando el pa¨ªs han llevado a Scott Morrison, un reconocido defensor de la industria carbon¨ªfera y reacio a actuar contra el cambio clim¨¢tico, a decir que su Gobierno tomar¨¢ medidas en los pr¨®ximos a?os para ¡°reducir a¨²n m¨¢s¡± las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien ha descartado la posibilidad de imponer un impuesto a la emisi¨®n de di¨®xido de carbono, supone un gran cambio para un hombre que alcanz¨® el poder blandiendo un trozo de carb¨®n. En 2017, durante una acalorada intervenci¨®n en el Parlamento australiano con un pedazo de ese mineral en la mano, afirm¨®: ¡°Es carb¨®n, no se asusten¡±. Morrison, por entonces ministro del Tesoro australiano, respond¨ªa as¨ª a los reproches de la oposici¨®n a su discurso.
Hijo de un polic¨ªa que lleg¨® a gobernar el consejo de Waverley, el suburbio de S¨ªdney donde creci¨® hace 51 a?os, Scott Morrison mam¨® la pol¨ªtica desde la cuna. Y no es la primera vez que sufre un repentino cambio de opini¨®n. Tambi¨¦n en 2017, Morrison hizo campa?a en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, porque iba en contra de sus principios religiosos. Sin embargo, sali¨® derrotado, ya que los australianos votaron a favor del matrimonio gay. Dos a?os despu¨¦s, justo antes de las elecciones que le confirmaron en el m¨¢ximo cargo de poder del pa¨ªs en mayo pasado, asegur¨® que ¨¦l ¡°siempre apoya la ley¡± y que estaba ¡°encantado de que el cambio [la legalizaci¨®n del matrimonio gay] se haya llevado a cabo, ya que permite a la gente seguir con sus vidas¡±.
Hijo de un polic¨ªa y ferviente religioso, el exministro del Tesoro niega el cambio clim¨¢tico
Casado con una mujer a la que conoci¨® en la iglesia cuando ambos ten¨ªan 12 a?os, los incendios lo han puesto ante su primer desaf¨ªo pol¨ªtico de envergadura desde que en agosto de 2018 se convirti¨® en primer ministro. La oposici¨®n ha aprovechado la ocasi¨®n para lanzarse a su yugular. Las cr¨ªticas alcanzaron su punto ¨¢lgido en diciembre, cuando sali¨® a la luz p¨²blica que en mitad de la crisis se encontraba de vacaciones en Haw¨¢i con sus dos hijas, Abbey y Lily, y su mujer Jenny Morrison, con la que lleva casado desde 1990. El matrimonio comparte un fuerte sentimiento religioso desde que se conocieran en una actividad que organizaba su iglesia.
¡°Siempre cre¨ª en los milagros¡±, dijo este ferviente religioso seguidor del movimiento pentecostal cuando gan¨® las elecciones en mayo de 2019. Derrot¨® a los laboristas al conseguir un esca?o m¨¢s de los 76 que hacen falta para poder formar Gobierno. Y seg¨²n las encuestas, realmente fue un milagro, ya que todas lo daban como perdedor. Venci¨® en las elecciones ¡°que no se pod¨ªan ganar¡±, titul¨® entonces The Guardian. La victoria fue posible sobre todo porque logr¨® atraer el voto de personas poco interesadas en la pol¨ªtica, a los que el propio Morrison bautiz¨® como los quiet australians [australianos callados].
Fue el segundo milagro de Morrison. Nueve meses antes, en agosto de 2018, de la noche a la ma?ana y sin pasar por las urnas fue investido primer ministro. El por entonces m¨¢ximo mandatario del pa¨ªs y l¨ªder de la coalici¨®n (una formaci¨®n de partidos de derecha que engloba a conservadores y liberales), Malcolm Turnbull, renunci¨® a su cargo tras ser desafiado por un compa?ero de su partido, Peter Dutton. Tras esta decisi¨®n, Morrison fue propuesto como l¨ªder en una segunda votaci¨®n interna del partido, en la que derrot¨® a Dutton. As¨ª lleg¨® al poder ScoMo, como se le conoce popularmente.
A partir de entonces, mantuvo sus posiciones negacionistas del cambio clim¨¢tico. En noviembre de 2019, cuando las llamas ya hab¨ªan devorado m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas, sobre todo en los Estados de Nueva Gales del Sur (cuya capital es S¨ªdney) y de Queensland, continu¨® defendiendo su negativa a reducir las emisiones de CO2. Morrison asegur¨® entonces que poco pod¨ªa hacer Australia contra el cambio clim¨¢tico, ya que el pa¨ªs solo es responsable del 1,3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Un argumento que ha utilizado en varias ocasiones, incluso despu¨¦s de asegurar que su Gobierno tomar¨¢ medidas para reducir las emisiones de gases contaminantes, algo contradictorio.
Tras sus vacaciones en Haw¨¢i, el ruido medi¨¢tico fue de tal magnitud que se vio obligado a suspenderlas. ¡°Lamento profundamente cualquier ofensa causada a cualquiera de los muchos australianos afectados por los terribles incendios forestales¡±, declar¨®. Desde entonces se ha mostrado m¨¢s cercano a las v¨ªctimas, visitando centros de ayuda a los afectados. Adem¨¢s, ha querido proyectar una imagen de liderazgo, dej¨¢ndose ver junto a los bomberos y a las personas encargadas de monitorear las tareas de extinci¨®n.
Las llamas han puesto a Morrison ante el mayor desaf¨ªo y el peor momento de su carrera pol¨ªtica. Las lluvias que han ca¨ªdo la semana pasada en el sur de Australia han tra¨ªdo un poco de paz al pa¨ªs. Pero nadie baja la guardia; todos, especialmente el primer ministro, saben que todav¨ªa queda mucho verano austral por delante.
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