Las claves de la plaga de langostas del desierto que se mueve por ?frica a 150 kil¨®metros por d¨ªa
Los enjambres detectados en Etiop¨ªa, Kenia y Somalia suman cientos de millones de insectos y siguen avanzando por Etiop¨ªa, Somalia y Kenia devorando todo lo que encuentran a su paso
"Esta especie, desafortunadamente, no reconoce fronteras ni necesita un visado o un pasaporte. Cuando se desplaza cubre todo el camino. Las langostas que vemos ahora en Kenia no vienen de Somalia, sino de Yemen", explic¨® este viernes Stephen Njoka, director general de la Organizaci¨®n de Control de Langostas del Desierto para el Este de ?frica (DLCO-EA), en una rueda de prensa en Nairobi ante la plaga que asola la zona.
Los enjambres de langosta detectados en Etiop¨ªa, Kenia y Somalia representan "una amenaza de dimensi¨®n internacional" que complica la seguridad alimentaria de toda la zona. As¨ª lo defini¨® la? Organizaci¨®n de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) esta semana ante el temor de que se propague a m¨¢s pa¨ªses si no se intensifica la lucha contra ella.
Los enjambres, que suman cientos de millones de insectos, han llegado hasta Kenia, Etiop¨ªa y Somalia, y se han desplazado a un ritmo de hasta 150 kil¨®metros diarios, devorando lo que encuentra a su paso. Este tipo de langosta ingiere al d¨ªa su propio peso, alrededor de dos gramos.
El director general de la FAO, Qu Dongyu, confirm¨® recientemente que la agencia "est¨¢ activando mecanismos urgentes" para poder "actuar con rapidez" y apoyar a los gobiernos locales, toda vez que se trata de una crisis in¨¦dita. "Las autoridades regionales ya han puesto en marcha actividades de control, pero en vista de la magnitud y la urgencia de la amenaza, se necesita un apoyo financiero adicional de la comunidad internacional de donantes, para que puedan acceder a los equipos y recursos necesarios para llevar a cabo el trabajo", subray¨® Qu. La FAO asegura que se necesitan 70 millones de d¨®lares de forma urgente para paliar los cuantiosos da?os.
No en vano, los expertos estiman que, al ritmo actual, la cifra de insectos podr¨ªa multiplicarse por 500 en junio y extenderse tambi¨¦n por Sud¨¢n del Sur y Uganda. En el caso de Etiop¨ªa, preocupa la llegada de la langosta al valle del Rift, una regi¨®n que concentra gran parte del potencial agr¨ªcola del pa¨ªs africano.
As¨ª, el grado de alarma en el Este de ?frica ha ido aumentado con los d¨ªas. Etiop¨ªa y Somalia no registraban enjambres de este nivel desde hace un cuarto de siglo, mientras que en Kenia el nivel de amenaza no tiene precedentes en 70 a?os. Su magnitud es tal que amenaza cada d¨ªa los medios de vida y la seguridad alimentaria de millones de personas. Podr¨ªa, adem¨¢s, multiplicarse por 500 a medida que avanza el a?o, seg¨²n estimaciones de la propia FAO, con enjambres capaces de destruir a diario cultivos suficientes para alimentar a 2.500 personas durante un a?o.
Las grandes claves para entender esta calamidad son las siguientes:
1. ?Qu¨¦ pa¨ªses son los afectados?
Se trata de una plaga procedente del sur de la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga que hace seis meses irrumpi¨® en el noreste de Etiop¨ªa y partes del noroeste de Somalia; en octubre cruz¨® desde el este de Etiop¨ªa al centro y sur de Somalia -donde continu¨® su cr¨ªa- y que a finales de 2019 alcanz¨® Kenia.
Nubes de langostas presentes a su vez en el norte de Sud¨¢n, Eritrea y Yibuti, las cuales se espera que, debido al presente empuje de los vientos en direcci¨®n norte-sur, se desplacen del oeste de Kenia a otros dos pa¨ªses m¨¢s: Sud¨¢n del Sur y el norte de Uganda.
2. ?Qu¨¦ factores clim¨¢ticos han originado este brote?
El paso sobre el oc¨¦ano ?ndico de dos ciclones tropicales consecutivos, con fuertes lluvias torrenciales, cre¨® entre mayo y octubre de 2018 las condiciones propicias de reproducci¨®n para estos insectos, que requieren suelos h¨²medos donde depositar sus huevos.
As¨ª, las lluvias permitieron que, durante nueve meses, millares de langostas se multiplicaran en el desierto Rub al-Jali de Arabia, para despu¨¦s desplazarse a pa¨ªses vecinos donde un clima inusualmente h¨²medo ha facilitado que sigan creciendo en n¨²mero.
"El a?o 2019 ha sido muy inusual. Por lo general, la lluvia a mediados de diciembre se detiene, pero hoy vemos que en enero sigue lloviendo lo que ha fomentado este brote. En general, todo el Cuerno de ?frica ha vivido la estaci¨®n de lluvias m¨¢s h¨²meda de los ¨²ltimos 40 a?os", se?al¨® este viernes Guleid Artan, director del Centro de Aplicaciones y Predicci¨®n Clim¨¢tica (ICPAC).
3. ?Qu¨¦ se est¨¢ haciendo para controlar la plaga?
"Muchos todav¨ªa desconocen la magnitud de esta plaga. Estamos hablando de que un kil¨®metro cuadrado puede contener hasta 150 millones de langostas", detall¨® hoy Njoka.
Para combatirla, tras medidas desesperadas que incluyeron el uso de gas lacrim¨®geno o la danza de agricultores para ahuyentar a estos insectos, Kenia finalmente est¨¢ llevando a cabo fumigaciones a¨¦reas con cinco aeronaves en las ¨¢reas del norte y centro del pa¨ªs; que ya cuenta con al menos diez condados afectados.
Es la misma t¨¦cnica usada en las regiones Somal¨ª y Oromia de Etiop¨ªa, que, sin embargo, est¨¢ siendo m¨¢s dif¨ªcil de implementar en Somalia debido a la situaci¨®n de inseguridad, con amplias ¨¢reas rurales del centro y sureste del pa¨ªs fuera del control del Gobierno Federal a causa de la insurgencia yihadista. Las autoridades aseguran que los pesticidas utilizados no son da?inos para el medio ambiente, el resto de animales o las personas que habitan en estas grandes extensiones, en su mayor¨ªa dedicadas a la cr¨ªa de ganado.
4. ?Cu¨¢l es el riesgo en un ya vulnerable Cuerno de ?frica?
Si esta plaga consigue perturbar las pr¨®ximas cosechas previstas para marzo, se espera que aumente significativamente el riesgo de hambruna en el Cuerno de ?frica; regi¨®n que comenzaba a recuperarse tras varios a?os de sequ¨ªas y recientes inundaciones en Etiop¨ªa, Somalia y Sud¨¢n, entre otros pa¨ªses.
"La inseguridad alimentaria y nutricional ser¨¢ m¨¢s severa en los ni?os si no tomamos medidas ahora", advirti¨® hoy en Nairobi el subdirector general de la FAO del Departamento de Agricultura y Protecci¨®n del Consumidor, Bukar Tijani. "Dos tercios de nuestra regi¨®n son de pastoreo, lo que implica que, si los pastos se ven afectados, tambi¨¦n se ver¨¢n amenazados sus medios de vida y su alimento", sentenci¨® Tijani.
Los expertos estiman que las langostas son capaces de viajar unos 150 kil¨®metros al d¨ªa y de destruir al menos 200 toneladas de vegetaci¨®n; en una regi¨®n en la que m¨¢s de 19 millones de personas ya viven en riesgo de hambruna, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Grupo de Trabajo Sobre Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (FSNWG).
Un ruido atronador y un olor desagradable
Dar palmas para asustarlas
En la reserva nacional de Shaba, en el centro de Kenia, adem¨¢s de las jirafas mas¨¢i, las cebras, los impalas o los leopardos, una nueva especie se ha apropiado del parque: las langostas. "De repente lleg¨® una nube enorme que hasta tapaba el sol", comentan los guardabosques en la puerta de entrada.
"Mingi, mingi". All¨¢ a quien preguntes en este parque de safari, siempre surge ese "muchas, muchas" en suajili, y es que estos insectos voladores parecidos a los saltamontes que viajan en manada, causando gran devastaci¨®n a las zonas verdes que invaden, han venido a millones.
A Philip Githonga, la llegada le pill¨® trabajando en esta reserva natural: "Fue como en las pel¨ªculas, parec¨ªa una nube enorme de polvo que no dejaba ver la luz". En el lugar donde Githonga sigue trabajando en la construcci¨®n de un decorado para una pel¨ªcula en un parque que ya acogi¨® el rodaje del famoso filme "Memorias de ?frica" (1985), ya solo quedan los restos: decenas de langostas masacradas en el camino por el paso de un coche y una decena posadas en algunos arbustos.
Isiolo, donde se encuentra esta reserva, es uno de los ocho condados kenianos, del norte y del centro del pa¨ªs, que desde finales del a?o pasado viven el paso de estos insectos, que viajan en bandadas de hasta 150 millones de individuos y pueden recorrer hasta 150 kil¨®metros al d¨ªa, es decir, que si quisieran, podr¨ªan llegar a Ciudad del Cabo (Sud¨¢frica) en menos de mes y medio.
Un ruido atronador y un olor desagradable. As¨ª describe Steven Leto Longida, un l¨ªder de la aldea de Tungai, a pocos kil¨®metros del parque, la llegada de las langostas. Los vecinos de esta comunidad de etnia samburu, al escucharlo, salieron a dar palmas y cantar para intentar asustar a los bichos y que no entrasen en el cerco que forman sus casas redondas de adobe y madera.
Al principio, las langostas se asustaron, pero eran tantas que se cansaron, y acudieron a refugiarse en sus casas. El ganado, el sustento de esta comunidad, huy¨® despavorido, pues como ellos, nunca hab¨ªan visto una cosa igual. Afirma este hombre que han perdido una vaca, que comi¨® del mismo pasto en el que los insectos se hab¨ªan posado, y ahora tienen miedo de llevar a su ganado all¨ª, por si "las langostas son venenosas".
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