Fin del ¡®me gusta¡¯: c¨®mo un cambio en Instagram podr¨ªa traer un cambio en nosotros mismos
Hace un a?o, la red social decidi¨® que las interacciones en las publicaciones solo fueran visibles para quienes las llevan a cabo. Pero, ?c¨®mo afecta esta decisi¨®n a usuarios y seguidores?
Seg¨²n Tara Hopkins, responsable de pol¨ªticas p¨²blicas de Instagram para Europa, Oriente Medio y ?frica, la medida de eliminar los likes ¨Cpoco a poco ampliada a otros territorios y a cierto perfil de cuenta¨C responde al prop¨®sito de la empresa de que ¡°Instagram sea un lugar donde las personas se sientan c¨®modas expres¨¢ndose¡±, por lo que, considera, es imprescindible que los usuarios se centren en ¡°las fotos y v¨ªdeos que comparten, en lugar de en la cantidad de me gusta que reciben¡±. Por eso, a estas experiencias piloto iniciadas durante los pasados meses se estar¨ªan sumando otras menos notorias cuyo fin es conocer con m¨¢s detalle esa comunidad global. ?Est¨¢n intentando realmente mejorar nuestra experiencia o tienen una agenda oculta?
Algo bastante similar est¨¢ sucediendo en Facebook. La empresa de Mark Zuckerberg informa de que est¨¢ realizando ¡°una prueba de alcance limitado en la que los me gusta, las reacciones y las visualizaciones de v¨ªdeos en esa red social se convierten en privados¡±. A partir de los comentarios y reacciones de los usuarios afectados por esas limitaciones, ¡°recopilaremos comentarios para comprender si este cambio mejora las experiencias de las personas¡±, advierten desde Facebook.
Kanye West inici¨® en 2018 una campa?a para pedir que se ocultasen los ¡®me gusta¡¯. ¡°Hay gente que se suicida por no conseguir suficientes likes¡±, escribi¨® el artista en un tuit"
Sea cual sea el resultado final, ambas empresas est¨¢n interviniendo en una de las razones del ¨¦xito de las redes sociales: la posibilidad de que los individuos interact¨²en entre s¨ª. Como explica la psic¨®loga Violeta Alcocer, el atractivo de estas herramientas radica en que ofrecen la posibilidad instant¨¢nea de que unas personas se conecten con otras, algo a lo que, en principio, nadie va a renunciar porque es inherente al ser humano. ¡°El problema es que esa conexi¨®n, de entrada, es unidireccional y con un prop¨®sito muy claro: la exposici¨®n calculada de uno mismo a trav¨¦s de la cual esperamos, y solemos obtener, un resultado muy concreto: aprobaci¨®n, ser vistos, generar pol¨¦mica, validaci¨®n de nuestro estilo de vida, ratificar nuestras ideas¡¡±, detalla Alcocer.
Adem¨¢s de estas ventajas, las redes sociales a?aden otra que es dif¨ªcil de reproducir en la comunicaci¨®n cara a cara: disfrutar de una sensaci¨®n de ¡°control¡± que, en opini¨®n de esta psic¨®loga, ¡°es lo que hace que las redes resulten tan adictivas¡±.
En todo caso, cuando se analiza el atractivo de Instagram o Facebook suele hacerse desde el punto de vista de aquel que publica el mensaje, del que cuenta su vida. No obstante, seg¨²n Alcocer, el receptor tambi¨¦n es part¨ªcipe de esos efectos adictivos: ¡°La recompensa emocional del que recibe el mensaje es la de poder emitir un juicio que reafirma sus creencias y forma de ver el mundo. Al sumarnos a una causa ideol¨®gica, est¨¦tica o de cualquier otra ¨ªndole mediante un me gusta, alimentamos nuestro sentido de pertenencia y nos sentimos menos aislados¡±.
En ese sentido, las redes sociales tienen un componente gregario que podr¨ªa poner en peligro el fin perseguido por Facebook e Instagram con estas nuevas medidas, porque aquellos que estuvieran pensando en dar su aprobaci¨®n a una publicaci¨®n con un like podr¨ªan no decidirse a hacerlo, al no saber cu¨¢nta gente lo ha hecho previamente. Como apunta Alcocer, ¡°la conformidad social es un proceso por el que las personas modifican sus ideas, e incluso sus creencias, cuando observan que hay una mayor¨ªa que tiene un determinado criterio¡±.
Albanta San Rom¨¢n es actriz formada en la Real Escuela Superior de Arte Dram¨¢tico, youtuber e influencer. Su canal de v¨ªdeos supera los 75.000 seguidores y el de fotograf¨ªas los 50.000. Estas cifras han propiciado que diferentes marcas la contraten para que sea prescriptora de sus productos o le propongan proyectos, como la publicaci¨®n de Una primavera permanente, poemario aparecido en 2019 en Zenith, sello editorial de Planeta.
Como creadora de contenidos para redes sociales, los likes y las interacciones de sus seguidores son, seg¨²n Albanta, ¡°una manera de entender lo que le interesa a mi audiencia, qu¨¦ es lo que le gusta ver y qu¨¦ espera de m¨ª como creadora¡±. Si bien una de las justificaciones dadas para poner en marcha este estudio piloto es, justamente, animar a los creadores a que se concentren en la calidad de los contenidos y no en su repercusi¨®n, al menos en el caso de Albanta San Rom¨¢n esa relaci¨®n no siempre est¨¢ clara. ¡°En ocasiones la calidad coincide con la repercusi¨®n pero, en otras, no tiene nada que ver. Por ejemplo, en mis perfiles es notorio que los likes var¨ªan mucho seg¨²n aparezca yo en la publicaci¨®n o no. Creo que cuando me ven en ellas el me gusta es m¨¢s autom¨¢tico¡±, se?ala.
Adem¨¢s de afectar al v¨ªnculo entre influencers y seguidores, la decisi¨®n de ocultar los likes podr¨ªa influir en la relaci¨®n comercial entre anunciantes y creadores de contenidos que, en muchos casos, se basa en la cantidad de followers y el n¨²mero de me gustas de las publicaciones. ¡°En mi caso no creo que vaya a afectar demasiado¡±, comenta Albanta San Rom¨¢n.
Ella ha comprobado desde hace algunos a?os que los clientes y las agencias ya no est¨¢n tan interesados en los likes como en las estad¨ªsticas. ¡°Las marcas valoran muchos otros datos adem¨¢s de los que pueden verse en nuestros perfiles como, por ejemplo, los clics en ciertos hashtags o links, el alcance o las impresiones de la publicaci¨®n¡ Antes de que Instagram adoptase estas medidas ya ten¨ªamos que facilitar estas m¨¦tricas al cliente y eso no va a cambiar¡±, explica San Rom¨¢n.
El componente gregario podr¨ªa poner en peligro el fin perseguido por Facebook e Instagram: aquellos que estuvieran pensando en dar su aprobaci¨®n a una publicaci¨®n con un 'me gusta' podr¨ªan no decidirse a hacerlo, al no saber cu¨¢nta gente lo ha hecho previamente
En 2017, la revista Time public¨® un art¨ªculo en el que se hac¨ªa eco de una investigaci¨®n de la Royal Society for Public Health del Reino Unido que afirmaba que Instagram es la red social m¨¢s lesiva para la salud mental de los usuarios. Despu¨¦s de realizar una encuesta con una muestra de casi 1.500 j¨®venes con edades entre los 14 y 24 a?os, los resultados demostraron que, aunque esa red social era muy bien valorada por ese grupo de poblaci¨®n, tambi¨¦n era la que generaba mayores niveles de ansiedad, depresi¨®n y ese nuevo terror de Internet conocido como FOMO, siglas en ingl¨¦s de Fear Of Missing Out y que en castellano vendr¨ªa a ser el ¡°miedo a perderse algo¡±.
Al hilo de este descubrimiento, Kanye West inici¨® en 2018 una campa?a para pedir que se ocultasen los me gusta. ¡°Hay gente que se suicida por no conseguir suficientes likes¡±, escribi¨® el artista en un tuit, al que siguieron otros en los que solicitaba reunirse con los responsables de las principales redes sociales.
En esa batalla West est¨¢ acompa?ado por su esposa, Kim Kardashian. A pesar de ser una de las grandes influencers internacionales con m¨¢s de 151 millones de seguidores en Instagram que cimentan un negocio de m¨¢s de 300 millones de euros anuales, la celebrity declar¨® a The New York Times que la propuesta de su esposo le parece bien, ¡°desde el momento en que busca mejorar la salud mental de los usuarios¡±.
De hecho, superada la impresi¨®n inicial, los usuarios parecen estar conformes con las nuevas reglas. Si bien hay algunos influencers indignados porque no se puede ver tan f¨¢cilmente su nivel de popularidad, el resto de usuarios ha destacado que la mayor consecuencia podr¨ªa ser desincentivar la creaci¨®n de contenidos porque el n¨²mero de visitas o las impresiones de una publicaci¨®n no equivalen a que haya gustado.
¡°Si pensamos en t¨¦rminos de acci¨®n-recompensa, lo m¨¢s l¨®gico ser¨ªa suponer que esta novedad no va a funcionar, pues, al no existir la validaci¨®n y el reconocimiento social, la acci¨®n pierde parte de su sentido¡±, explica Violeta Alcocer. Sin embargo, el funcionamiento de las redes sociales es m¨¢s complejo y en ellas no opera ¨²nicamente el criterio de la recompensa social, sino que est¨¢n presentes otros factores como la necesidad de compartir para sentirse conectados o la sensaci¨®n de control sobre lo que se muestra. ¡°Por esa raz¨®n, tambi¨¦n puede suceder que el comportamiento final de los usuarios frente a la desaparici¨®n de los likes resulte totalmente sorprendente¡±, pronostica Alcocer. Habr¨¢ que esperar.
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